Aho­ra o qui­zás nun­ca…- Igor Gar­cia Otxoa

martxoko-iraultza

Lo dijo el gran Karl Marx: “El capi­tal no des­can­sa, ha de bus­car ganan­cias aun en las cir­cuns­tan­cias más demen­cia­les”. A par­tir de esta cita se pue­den enten­der los pro­gra­mas de aus­te­ri­dad que sufre la cla­se tra­ba­ja­do­ra en tiem­pos de cri­sis. His­tó­ri­ca­men­te, para los ban­cos el esta­do ha sido tan­to una fuen­te de ingre­sos como un res­ca­tis­ta ofi­cial (para­do­ja de la abo­ri­gen capi­ta­lis­ta apli­car prin­ci­pios socia­lis­tas úni­ca y exclu­si­va­men­te para res­ca­tar ban­cos). El nego­cio de las éli­tes finan­cie­ras capi­ta­lis­tas con el esta­do es el mejor y más segu­ro nego­cio que se pue­de rea­li­zar, suje­to ren­ta­ble y segu­ro, ya que su sol­ven­cia la debe­mos de sopor­tar l@s con­tri­bu­yen­tes. Un gobierno deu­dor, es un gobierno a mer­ced de sus acree­do­res que adquie­ren el domi­nio com­ple­to del esta­do (ejem­plo evi­den­te el esta­do espa­ñol y las medi­das impues­tas des­de La Troi­ka), por lo tan­to son estas éli­tes eco­nó­mi­co-finan­cie­ras las que influ­yen en las deci­sio­nes esta­ta­les, adqui­rien­do más poder que los pro­pios polí­ti­cos y jefes de estado.

Cuan­do una eco­no­mía no está en cri­sis, las san­gui­jue­las pue­den estar tran­qui­las ya que el esta­do gra­cias a los flu­jos de dine­ro que se crean a tra­vés de impues­tos, tasas y con­tri­bu­cio­nes, en su gran mayo­ría abo­na­das por la cla­se tra­ba­ja­do­ra, pue­den devol­ver el prin­ci­pal más los intere­ses, díce­se en vacas gor­das y mien­tras el esta­do a tra­vés de los ingre­sos fis­ca­les nos orde­ñan, el esta­do es un cana­li­za­dor segu­ro y per­ma­nen­te de miles de millo­nes de euros que año tras año engro­san las for­tu­nas de los ricos.

¿Pero qué pasa cuan­do lle­gan los tiem­pos de cri­sis, como el que esta­mos vivien­do actualmente?
Es enton­ces cuan­do la segu­ri­dad se con­vier­te en ries­go y las san­gui­jue­las capi­ta­lis­tas se aco­jo­nan. Los ingre­sos públi­cos obvia­men­te se con­traen y la galli­na de los hue­vos de oro fla­quea y pone ner­vio­sos a los pará­si­tos que sólo saben vivir de las ren­tas y la rique­za que gene­ra la cla­se obre­ra. Una vez encen­di­da la alar­ma roja son las éli­tes eco­nó­mi­co-finan­cie­ras las que toman el man­do de la situa­ción para garan­ti­zar sus fon­dos e inver­sio­nes en per­jui­cio de l@s ciudadan@s que vemos como los gobier­nos recor­tan del gas­to públi­co (Sani­dad, Edu­ca­ción, Inves­ti­ga­ción, Ayu­das socia­les…) y gri­tan enra­bie­ta­dos: “Aus­te­ri­dad!”, pala­bre­ja que tan­to gus­ta a los Gon­zá­lez, Botin, Alier­ta, Rosell, etc…

La estra­te­gia a seguir por esta gen­tu­za es cla­ra, los tene­do­res de deu­da públi­ca se tie­nen que ase­gu­rar que los gobier­nos no des­ti­nan dema­sia­do dine­ro a l@s trabajador*s por­que si el gobierno encien­de la maqui­na­ria de hacer dine­ro, Rosell y sus ami­go­tes no quie­ren dejar de gene­rar bene­fi­cios y suben los pre­cios de pro­duc­tos y ser­vi­cios gene­ran­do una mayor infla­ción, y cla­ro los acree­do­res no quie­ren que sus prés­ta­mos sean paga­dos con una mone­da devaluada.

La aus­te­ri­dad como ya sabe­mos pro­du­ce des­pi­dos, recor­tes, con­cul­ca­ción de dere­chos bási­cos tan­to socia­les como labo­ra­les, pri­va­ti­za­cio­nes, en resu­mi­das cuen­tas una san­gría para la cla­se tra­ba­ja­do­ra, y somos nostr@s l@s mayo­res perjudicad@s con este tipo de medi­das que sólo bus­can bene­fi­ciar a las éli­tes eco­nó­mi­co-finan­cie­ras capi­ta­lis­tas. Todo Ban­co, Fon­do de Cober­tu­ra, Fon­do de Inver­sión y suje­to que espe­cu­la con la deu­da del gobierno está hacien­do lo impo­si­ble para blin­dar sus intere­ses en per­jui­cio de nues­tro bien­es­tar social.

En Euro­pa el mons­truo capi­ta­lis­ta tie­ne nom­bre y ape­lli­dos, se lla­ma Ange­la Mer­kel, Troi­ka, BCE, Ban­que­ros, Mul­ti­na­cio­na­les, Lobbys eco­nó­mi­co-finan­cie­ros, Fon­dos de Inver­sión, Fon­dos de Cober­tu­ra, etc…Son ell@s l@s únic@s cul­pa­bles de nues­tra situa­ción, son ell@s l@s que nos están con­de­nan­do a la pobre­za, l@s ke nos están recor­tan­do los dere­chos labo­ra­les ke tan­to tra­ba­jo les cos­tó con­se­guir a nues­tras amas y ama­mas. Son éstos pará­si­tos los que hablan de rece­sión como si nostr@s fué­ra­mos l@s cul­pa­bles; la rece­sión se dá a cau­sa del recor­te de ser­vi­cios y el des­pi­do de l@s trabajdor*s que con­lle­va a meno­res ingre­sos públi­cos y pro­vo­can un nue­vo endeu­da­mien­to de los esta­dos en bene­fi­cio de éstos pará­si­tos, un círcu­lo vicio­sos que en el caso de seguir per­mi­tién­do­lo va a gol­pear cada vez con más fuer­za a la cla­se trabajadora.

Con tal de pro­te­ger su pros­pe­ri­dad indi­vi­dual, los ban­que­ros mul­ti­mi­llo­na­rios quie­ren impo­ner­nos la aus­te­ri­dad a la cla­se tra­ba­ja­do­ra has­ta el pun­to de des­po­jar­la de empleos, hoga­res, edu­ca­ción, sani­dad, y de los míni­mos medios de super­vi­ven­cia. Se está libran­do una lucha de cla­ses en la que no pode­mos per­mi­tir que vuel­van a par­chear el res­que­bra­ja­do sis­te­ma capi­ta­lis­ta. Que a nadie le enga­ñen dicien­do que éste sis­te­ma que sólo bene­fi­cia a un@s poc@s es mejor que un sis­te­ma socia­lis­ta o comu­nis­ta, que la cas­ta como les lla­ma “El cole­tas” no nos enga­ñe ejem­pla­ri­zan­do éstos mode­los con el desas­tre y el caos por­que la ten­den­cia de la pobre­za y la des­igual­dad en paí­ses don­de se apli­ca éstos regí­me­nes des­cien­de pau­la­ti­na­men­te mien­tras que en Euro­pa sube escan­da­lo­sa­men­te, son mode­los obvia­men­te que nece­si­tan reajus­tes, extra­po­lar­los a eco­no­mías que han sufri­do el cas­ti­go de las polí­ti­cas neo-libe­ra­les, pero son mode­los de gobierno con bases sóli­das para con­se­guir una socie­dad más jus­ta y equi­ta­ti­va, mode­los que prio­ri­zan el bien­es­tar social al bien­es­tar finan­cie­ro de un@s poc@s, de ahí que le ten­gan tan­to miedo.

El capi­ta­lis­mo uti­li­za todo tipo de ins­tru­men­tos para con­tro­lar y domi­nar a la cla­se tra­ba­ja­do­ra, no tie­ne nin­gún escrú­pu­lo a la hora de uti­li­zar la vio­len­cia si es nece­sa­rio, por­que a tra­vés de sus medios de des­in­for­ma­ción legi­ti­man este tipo de violencia.

En una lucha de cla­ses, ante esa fuer­za reac­cio­na­ria nece­si­ta­mos la fuer­za popu­lar, sin nin­gún dog­ma. Sólo dejan­do atrás el indi­vi­dua­lis­mo y tra­ba­jan­do des­de la uni­dad y la soli­da­ri­dad obre­ra se pue­de rever­tir la situa­ción, es aho­ra o qui­zás nunca…

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