Ucra­nia: se pro­fun­di­za la gue­rra, se incre­men­ta la resis­ten­cia popu­lar anti­fas­cis­ta- Alber­to Cruz

La gue­rra ya es abier­ta en Ucra­nia. Vís­ta­se como se quie­ra, de una par­te está la Ucra­nia fas­cis­ta –repre­sen­ta­da por la jun­ta filo­na­zi de Kiev, res­pal­da­da por quien se pre­sen­ta como nue­vo pre­si­den­te, Piotr Poroshen­ko, y ambos no hacen nada sin el bene­plá­ci­to y los pla­nes de Occi­den­te, espe­cial­men­te de EEUU- y de otra la Ucra­nia anti­fas­cis­ta que hay que situar prin­ci­pal­men­te en las pro­cla­ma­das repú­bli­cas inde­pen­dien­tes de Donetsk y Lugansk. Des­de la elec­ción de Poroshen­ko, el 25 de mayo, la gue­rra ha adqui­ri­do un nivel des­co­no­ci­do: bom­bar­deos de la fuer­za aérea, ata­ques con arti­lle­ría pesa­da, heli­cóp­te­ros de com­ba­te, tan­ques, fran­co­ti­ra­do­res y tro­pas de asal­to fas­cis­tas están afec­tan­do a dife­ren­tes ciu­da­des como Sla­viansk, Kra­ma­torsk y a barrios de Donetsk, la quin­ta ciu­dad más gran­de del país.

Jun­to a esta cons­ta­ta­ción, otra: cada vez es más evi­den­te la inter­na­cio­na­li­za­ción de la gue­rra. Mien­tras que la jun­ta filo­fas­cis­ta de Kiev cuen­ta con el apo­yo de mer­ce­na­rios occi­den­ta­les y nazis pola­cos y litua­nos, la resis­ten­cia anti­fas­cis­ta cuen­ta con el apo­yo de che­che­nos. Pero hay un dato nue­vo: las cons­tan­tes revuel­tas en el ejér­ci­to ucra­niano negán­do­se a cum­plir las órde­nes repre­si­vas y que en unos pri­me­ros momen­tos hicie­ron que la ofen­si­va de Kiev con­tra el Don­báss fue­se muy limi­ta­da se han para­li­za­do aho­ra, espe­cial­men­te en la avia­ción, con la pre­sen­cia cada vez más segu­ra de pilo­tos geor­gia­nos. Enten­der lo que ocu­rrió en Geor­gia en 2008 y su inten­to de parar la sece­sión de Ose­tia del Sur y Abja­sia, lo que lle­vó a la inter­ven­ción rusa, es vital para enten­der lo que está suce­dien­do aho­ra en Ucra­nia y el por qué Rusia está aguan­tan­do todo lo que pue­de ante la exten­sión de la gue­rra con­tra los pro-rusos.

Esta inter­na­cio­na­li­za­ción de la gue­rra ha dado un vuel­co a la situa­ción y pro­vo­ca­do un aumen­to sus­tan­cial del núme­ro de muer­tos entre la resis­ten­cia dado que los ata­ques con­tra sus ciu­da­des ya son abier­tos. Has­ta este momen­to los pilo­tos ucra­nia­nos se habían nega­do a bom­bar­dear las ciu­da­des del Don­báss, por lo que la tesis de la pre­sen­cia de geor­gia­nos cobra cada vez más fuer­za. El dato no es bala­dí. Demues­tra que el acier­to de la resis­ten­cia al derri­bar un heli­cóp­te­ro ucra­niano el pasa­do 29 de mayo, en el que iba el gene­ral que reor­ga­ni­zó la Guar­dia Nacio­nal inclu­yen­do en la mis­ma a los bata­llo­nes nazis del Mai­dán, fue un duro gol­pe para la jun­ta filo­na­zi, quien bus­ca deses­pe­ra­da­men­te la revan­cha y sabe que sólo es posi­ble con la con­tra­ta­ción de mer­ce­na­rios y la cada vez mayor pre­sen­cia de nazis, que no dudan en eje­cu­tar a los sol­da­dos que se nie­gan a dis­pa­rar con­tra sus conciudadanos.

Pero eso, al mis­mo tiem­po, hace emer­ger las con­tra­dic­cio­nes en la Ucra­nia “pro-occi­den­tal”. Se están exten­dien­do las mani­fes­ta­cio­nes, peque­ñas aún, en toda esa par­te del terri­to­rio con­tra la gue­rra en apo­yo de los des­ta­ca­men­tos mili­ta­res que se nie­gan a cum­plir las órde­nes. Este ha sido el caso de Volhi­nia, Riv­ne, Lviv y Pol­ta­va. Un vídeo de la revuel­ta mili­tar en esta últi­ma ciu­dad de pue­de ver aquí (1). En Volhi­nia sol­da­dos del ter­cer bata­llón de la 51 Bri­ga­da se nega­ron a ser uti­li­za­dos en ope­ra­cio­nes de com­ba­te y con­ta­ron con el apo­yo de 200 madres y espo­sas expre­san­do que su pos­tu­ra era una mues­tra de pro­tes­ta cla­ra por­que ya seis de sus com­pa­ñe­ros de armas habían muer­to en ope­ra­cio­nes en Donetsk; en Riv­ne fue­ron sol­da­dos de la 24 Bri­ga­da Meca­ni­za­da; en Lviv los fami­lia­res de los reclu­tas cor­ta­ron árbo­les e hicie­ron barri­ca­das para blo­quear la auto­pis­ta Lviv-Fra­to­vets e impe­dir el tras­la­do de los jóve­nes al Don­báss. Es un hecho: está cre­cien­do la fre­cuen­cia de las rebe­lio­nes de sol­da­dos ucra­nia­nos que se nie­gan a combatir.

Quie­nes tenían algu­na espe­ran­za en que Poroshen­ko hicie­se algún movi­mien­to para parar la gue­rra tras ser pro­cla­ma­do pre­si­den­te se han lle­va­do un chas­co. Inclu­so en Rusia se pen­sa­ba que era el menos beli­ge­ran­te de todos los can­di­da­tos. Pero su dis­cur­so de toma de pose­sión no deja dudas: el ucra­niano será el idio­ma úni­co aun­que “per­mi­ti­rá” el ruso, acuer­do de aso­cia­ción polí­ti­ca y eco­nó­mi­ca con la UE, “con­so­li­da­ción de las fuer­zas patrió­ti­cas [es decir, acep­ta­ción de los fas­cis­tas] en favor de una Ucra­nia en la EU”, “la gen­te ya ha habla­do cuan­do la revo­lu­ción [en refe­ren­cia al Mai­dán] y recha­zan­do la agre­sión [en refe­ren­cia a Rusia]”.

No sólo man­tie­ne en sus car­gos a la tota­li­dad de inte­gran­tes de la jun­ta filo­na­zi, con cua­tro minis­tros de los par­ti­dos fas­cis­tas Svo­bo­da y Sec­tor Dere­cho, sino que alien­ta la pre­sen­cia de nazis en la Guar­dia Nacio­nal, uti­li­za el len­gua­je de “terro­ris­tas” para refe­rir­se a los resis­ten­tes anti­fas­cis­tas del Don­báss, recha­za el uso del idio­ma ruso en las regio­nes en las que es mayo­ri­ta­rio y nie­ga el ple­bis­ci­to de Cri­mea por el que la pobla­ción deci­dió soli­ci­tar su adhe­sión a Rusia. Una bue­na mues­tra de cómo se tole­ra y alien­ta a los fas­cis­tas lo mues­tra este vídeo, don­de un gru­po de la Guar­dia Nacio­nal (per­te­ne­cien­tes al lla­ma­do “Bata­llón Azov”), depen­dien­te del Minis­te­rio del Inte­rior, apa­re­ce con la ban­de­ra nazi y rea­li­za el jura­men­to men­cio­nan­do expre­sa­men­te a seis “héroes de la revo­lu­ción ucra­nia­na” que son los líde­res de los movi­mien­tos fas­cis­tas que cola­bo­ra­ron con las tro­pas ale­ma­nas en la II Gue­rra Mun­dial (2).

El nue­vo pre­si­den­te, que alar­dea de demó­cra­ta y de alta par­ti­ci­pa­ción en las elec­cio­nes –según las cifras ofi­cia­les fue del 60%, pero en ellas apa­re­cen cifras más que cues­tio­na­bles como que en Donetsk y Luganks la par­ti­ci­pa­ción fue “infe­rior al 40” y en Jár­kov y Ode­sa “entre el 40 y el 45%” (sic)- ha deci­di­do seguir el guión esta­dou­ni­den­se y bus­ca deses­pe­ra­da­men­te que Rusia envíe tro­pas, ponien­do al mis­mo tiem­po al Krem­lin en una encru­ci­ja­da: las envía o pier­de por com­ple­to las sim­pa­tías de los resis­ten­tes del Don­báss por­que la gue­rra se incre­men­ta has­ta extre­mos des­co­no­ci­dos has­ta ahora.

El sal­to cua­li­ta­ti­vo de la resis­ten­cia popular

A media­dos de mayo el prin­ci­pal diri­gen­te de las enton­ces mili­cias de Donetsk –aho­ra deno­mi­na­das Fuer­zas Arma­das de Novo­ros­sia- hizo un dra­má­ti­co lla­ma­mien­to a que la pobla­ción se incor­po­ra­se a la resis­ten­cia arma­da ante el más que pre­vi­si­ble ata­que a gran esca­la del Ejér­ci­to de Ucra­nia. Dicho ata­que ya se está pro­du­cien­do, con un incre­men­to sus­tan­cial de las víc­ti­mas civi­les y ello ha pro­vo­ca­do un auge del alis­ta­mien­to y de la deci­sión de resis­tir cues­te lo que cueste.

Esto ha pro­vo­ca­do que la resis­ten­cia popu­lar haya logra­do algu­nos avan­ces sig­ni­fi­ca­ti­vos en el fren­te mili­tar, como la toma de pues­tos fron­te­ri­zos con Rusia en Luganks (Dolzhansky, Cher­vo­no­par­ti­zansk, Kras­na­ya Mogi­la, Novo­bo­rovtsy y Severny) y en Donetsk (Mari­nov­ka), con lo que se faci­li­ta el paso de refu­gia­dos hacia Rusia y el trán­si­to de volun­ta­rios inter­na­cio­na­lis­tas anti­fas­cis­tas, como los che­che­nios, hacia el Don­báss aun­que Putin ha dado la orden de cerrar la fron­te­ra en esos luga­res para “evi­tar el paso de gru­pos ile­ga­les”. Un mal sín­to­ma por par­te de Moscú.

Jun­to a ello hay un dato que supo­ne un sal­to cua­li­ta­ti­vo y que lo pone de mani­fies­to: el 28 de mayo los tra­ba­ja­do­res de al menos cin­co minas de car­bón en Donetsk (Sko­chinsky, Aba­ku­mov, Che­lius­kinsky, Tru­dovs­ka­ya y Makee­va) se pusie­ron en huel­ga exi­gien­do el fin de los ata­ques y la reti­ra­da del Ejér­ci­to y de la Guar­dia Nacio­nal. Sus car­te­les son bien expre­si­vos de lo que está pasan­do en la cuen­ca del Don­báss. Dicen, “el fas­cis­mo no pasará”.

En el momen­to de escri­bir este artícu­lo, los mine­ros siguen en huel­ga y han dado un paso más que pone de mani­fies­to la lucha de cla­ses exis­ten­te (3): exi­gen al gobierno pro­vi­sio­nal de Donetsk la nacio­na­li­za­ción de las empre­sas que son pro­pie­dad de los mag­na­tes que apo­yan al gobierno filo­fas­cis­ta de Kiev, de for­ma espe­cial las de Rinat Akh­me­tov, el oli­gar­ca de la zona. Es muy sig­ni­fi­ca­ti­vo que el pri­mer minis­tro de la Repú­bli­ca Popu­lar Demo­crá­ti­ca de Donetsk se opon­ga tajan­te­men­te a dicha nacio­na­li­za­ción argu­men­tan­do que tal pre­ten­sión es “comu­nis­ta” y que “supo­ne un ata­que a la pro­pie­dad pri­va­da”. Pero cla­ro, al mis­mo tiem­po, y cons­cien­te de cómo se están movien­do las cosas en la cuen­ca del Don­báss, afir­ma que Akh­me­tov ha hecho “decla­ra­cio­nes erró­neas, como opo­ner­se a la RPD o recha­zar pagar impues­tos” en la enti­dad inde­pen­dien­te (4).

El gobierno de Donetsk está ante un dile­ma de cla­se pues­to que no pue­de man­te­ner las indus­trias exis­ten­tes sin nacio­na­li­zar­las por­que Poroshen­ko ya ha dicho, siguien­do los dic­ta­dos del FMI, que se tie­nen que ter­mi­nar los sub­si­dios esta­ta­les a las empre­sas que no sean “ren­ta­bles”. El siguien­te paso de los tra­ba­ja­do­res del Don­báss será ocu­par sus empre­sas y hacer­se car­go de las mis­mas, por lo que los gobier­nos de Donetsk y Lugansks esta­rán, tam­bién, en una encru­ci­ja­da: o con los oli­gar­cas o con el pueblo.

La gue­rra impues­ta por Kiev –siguien­do los man­da­tos de EEUU y sus títe­res euro­peos- hace las con­di­cio­nes más difí­ci­les en el Don­báss por­que el movi­mien­to popu­lar está tenien­do que optar por la gue­rra o la revo­lu­ción. El pue­blo del Don­báss nece­si­ta aho­ra, de inme­dia­to, el sur­gi­mien­to de un fuer­te movi­mien­to de soli­da­ri­dad inter­na­cio­nal de cla­ro cor­te anti­fas­cis­ta. Es pro­ba­ble que en los pró­xi­mos días haya algún movi­mien­to para parar la gue­rra, así sea pro­vi­sio­nal, una vez que Poroshen­ko haya demos­tra­do que pue­de exhi­bir “múscu­lo” con los anti­fas­cis­tas y para evi­tar un incre­men­to mayor el el recha­zo al envío de tro­pas por par­te de la pobla­ción del Oes­te de Ucra­nia. Pero tam­bién es pro­ba­ble que siga los desig­nios de EEUU y Occi­den­te quie­nes, a tra­vés del FMI, impo­nen como con­di­ción para las “ayu­das eco­nó­mi­cas” que se ter­mi­ne pron­to con la rebe­lión en el Este de Ucra­nia. Y ello sólo pue­de ser a san­gre y fuego.

Todo es posi­ble, pero lo que es una evi­den­cia es que, hoy por hoy, Poroshen­ko y sus vale­do­res han rea­li­za­do una decla­ra­ción de gue­rra al pue­blo del Don­báss a la que hay que res­pon­der. Y rápi­do. Por soli­da­ri­dad anti­fas­cis­ta y de cla­se, pues­to que en la cuen­ca del Don­báss hay un fuer­te com­po­nen­te anti­fas­cis­ta, anti-oli­gár­qui­co y anti-capi­ta­lis­ta que es mucho más avan­za­do que el exis­ten­te en Europa.


Notas:

(1) http://​www​.you​tu​be​.com/​w​a​t​c​h​?​v​=​0​r​R​K​Q​s​f​x​qiE

(2) http://​www​.you​tu​be​.com/​w​a​t​c​h​?​v​=​X​o​K​l​s​v​7​I​qqU

(3) Alber­to Cruz, “Lucha de cla­ses en Ucra­nia”, http://​www​.lahai​ne​.org/​i​n​d​e​x​.​p​h​p​?​p​=​7​7​720

(4) Borot­ba, 2 de junio de 2006 http://​borot​ba​.org/

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