[Video] Rue­da de pren­sa de las FARC-EP al cie­rre del pun­to tres “Solu­ción al pro­ble­ma de las dro­gas ilícitas”

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Un nue­vo acuer­do par­cial en torno al ter­cer tema en dis­cu­sión, “Solu­ción al pro­ble­ma de las dro­gas ilí­ci­tas”, aca­ba de ser manu­fac­tu­ra­do en la mesa de con­ver­sa­cio­nes de paz de La Haba­na, acor­tan­do dis­tan­cias hacia el obje­ti­vo de la paz de Colombia.

Ha sido esta una mar­cha com­ple­ja por­que la solu­ción defi­ni­ti­va del pro­ble­ma resi­de en nacio­nes pode­ro­sas más allá de las fron­te­ras, por las obs­truc­cio­nes del prohi­bi­cio­nis­mo que agra­va el pro­ble­ma, por el absur­do de man­te­ner vigen­te la fra­ca­sa­da polí­ti­ca de gue­rra con­tra las dro­gas cuan­do la inte­li­gen­cia huma­na le ha exten­di­do acta de defun­ción, por el mie­do de un país depen­dien­te a la adop­ción de una polí­ti­ca sobe­ra­na que no espe­re la apro­ba­ción del impe­rio para deci­dir cur­sos de acción, por el demo­nio de las fumi­ga­cio­nes que has­ta aho­ra arras­tra el gobierno al per­sis­tir en la erra­di­ca­ción for­za­da, el invo­lu­cra­mien­to de la CIA en el nego­cio de don­de obtie­ne recur­sos para finan­ciar sus cam­pa­ñas encu­bier­tas, el lava­do de acti­vos deri­va­do del nar­co­trá­fi­co por ban­cos esta­dou­ni­den­ses y euro­peos, por la con­cen­tra­ción de la acción puni­ti­va en los esla­bo­nes más débi­les de la cade­na y la com­pli­ci­dad total de las auto­ri­da­des con ban­que­ros corrup­tos colom­bia­nos que delin­quen inyec­tan­do ganan­cias cri­mi­na­les pro­ve­nien­tes del nar­co­trá­fi­co en los cir­cui­tos finan­cie­ros sin que nadie los perturbe.

Sobre esta temá­ti­ca tam­bién ‑como ocu­rrió en los pun­tos refe­ri­dos a tie­rras y par­ti­ci­pa­ción política‑, que­da­ron asun­tos pen­dien­tes o sal­ve­da­des que debe­rán ser abor­da­das y resuel­tas, o antes de la fir­ma del even­tual acuer­do final,o diri­mi­dos los disen­sos por el sobe­rano en el mar­co de una Asam­blea Nacio­nal Constituyente.

Dichas sal­ve­da­des, son las siguientes:

1. Nue­va polí­ti­ca cri­mi­nal. En el pro­ce­so de rede­fi­ni­ción de la polí­ti­ca anti-dro­gas se debe pro­ce­der con el dise­ño de una nue­va polí­ti­ca cri­mi­nal del Esta­do que con­cen­tre sus esfuer­zos en la per­se­cu­ción y el encar­ce­la­mien­to de los prin­ci­pa­les bene­fi­cia­rios del mer­ca­do de dro­gas ilí­ci­tas, así como en el des­man­te­la­mien­to de las redes trans­na­cio­na­les de trá­fi­co y de lava­do de acti­vos. Las FARC-EP insis­ten en la con­for­ma­ción de la “Comi­sión para el dise­ño de una polí­ti­ca nacio­nal anti­dro­gas demo­crá­ti­ca y par­ti­ci­pa­ti­va”, con gru­pos de tra­ba­jo de aca­dé­mi­cos y exper­tos que for­mu­le los linea­mien­tos gene­ra­les para esa nue­va polí­ti­ca cri­mi­nal del Esta­do en esta mate­ria. Sobre todo en momen­tos en que el país ente­ro cues­tio­na el sis­te­ma judi­cial que rige.

2. Sus­pen­sión inme­dia­ta de las asper­sio­nes aéreas con gli­fo­sa­to y repa­ra­ción inte­gral de sus víc­ti­mas. Las FARC-EP con­si­de­ran que en desa­rro­llo de los linea­mien­tos gene­ra­les de la Nue­va polí­ti­ca anti­dro­gas se debe pro­ce­der con la sus­pen­sión inme­dia­ta de las asper­sio­nes aéreas con gli­fo­sa­to, o cual­quier otro agen­te quí­mi­co, y con la repa­ra­ción inte­gral de sus víc­ti­mas. Esto implica:
- La iden­ti­fi­ca­ción de las víc­ti­mas de las asper­sio­nes aéreas con agen­tes químicos.
- La repa­ra­ción inte­gral de las víc­ti­mas de las asper­sio­nes aéreas con agen­tes químicos.
- El esta­ble­ci­mien­to de un fon­do para la repa­ra­ción de las víc­ti­mas de las asper­sio­nes aéreas con agen­tes químicos.

En defi­ni­ti­va, el vie­jo esque­ma de erra­di­ca­cio­nes for­za­das-fumi­ga­cio­nes, ha fra­ca­sa­do gene­ran­do enor­mes daños al teji­do ambien­tal y social, lo cual impli­ca que deben bus­car­se alter­na­ti­vas urgentes.

3. Fren­te al pun­to 4.2.:

-Reco­no­cien­do la impor­tan­cia de lo acor­da­do en este sub-pun­to, las FARC-EP con­si­de­ran nece­sa­rio con­cre­tar el com­pro­mi­so de trans­for­ma­ción estruc­tu­ral del sis­te­ma de salud públi­ca, que per­mi­ta encua­drar el desa­rro­llo del pro­gra­ma y de los planes.

4. Fren­te al pun­to 4.3.:

-Las FARC-EP, con­si­de­ran que es nece­sa­ria la rea­li­za­ción, a ins­tan­cias de la Mesa de Diá­lo­gos, de una Con­fe­ren­cia Nacio­nal sobre polí­ti­ca sobe­ra­na de lucha con­tra las dro­gas, a fin de avan­zar, tam­bién, en la con­cre­ción de los ajus­tes y ade­cua­cio­nes nor­ma­ti­vas y de las accio­nes que requie­re esta lucha, con­si­de­ran­do las nue­vas ten­den­cias inter­na­cio­na­les que enfa­ti­zan en el enfo­que en dere­chos huma­nos, al momen­to de enfren­tar el fenó­meno de pro­duc­ción, con­su­mo y comer­cia­li­za­ción de dro­gas ilícitas.

Una de las tareas prin­ci­pa­les de esta Con­fe­ren­cia Nacio­nal, debe ser la de ana­li­zar y arro­jar con­clu­sio­nes sobre el pro­ble­ma de la comer­cia­li­za­ción y pro­duc­ción de dro­gas ilí­ci­tas, como fenó­meno liga­do al para­mi­li­ta­ris­mo. La Con­fe­ren­cia tam­bién debe­rá abor­dar el asun­to con­cer­nien­te a la rela­ción entre con­flic­to, nar­co­trá­fi­co e impac­to en la institucionalidad.

En la maña­na de hoy, Timo­león Jimé­nez y Nico­lás Rodrí­guez, coman­dan­tes de las FARC y del ELN, anun­cia­ron al país un cese de fue­gos uni­la­te­ral, aten­dien­do el cre­cien­te cla­mor de múl­ti­ples sec­to­res de la socie­dad que que­rían unas elec­cio­nes sin las sono­ri­da­des de los com­ba­tes. Esta tre­gua com­pro­me­te tem­po­ral­men­te la ofen­si­va, pero hará uso de la defen­sa en caso de apro­xi­ma­ción enemi­ga a las posi­cio­nes gue­rri­lle­ras. La deci­sión de la insur­gen­cia cons­ti­tu­ye un gran con­tras­te con la tes­ta­ru­da acti­tud del gobierno de negar­le al pro­ce­so de paz la posi­bi­li­dad de una tre­gua bila­te­ral, que sin duda, rodea­ría de posi­ti­vi­dad las con­ver­sa­cio­nes de paz. No se entien­de; nadie entien­de la jeri­gon­za tras las que se atrin­che­ra el gobierno para expli­car lo inex­pli­ca­ble. De dón­de saca­rán el pre­si­den­te y su minis­tro de Defen­sa la tesis des­ca­be­lla­da de que si pac­ta la tre­gua bila­te­ral esta­ría pro­vo­can­do la pro­lon­ga­ción del con­flic­to, y que solo inten­si­fi­can­do las ope­ra­cio­nes mili­ta­res, se espue­lea­rá el avan­ce en la mesa de con­ver­sa­cio­nes. Es hora que el gobierno ende­re­ce la lógi­ca de sus pen­sa­mien­tos sobre este tema, y entien­da, que este no es un pro­ce­so de some­ti­mien­to, sino un pro­ce­so que bus­ca la solu­ción polí­ti­ca a medio siglo de con­flic­to a tra­vés de trans­for­ma­cio­nes polí­ti­cas, eco­nó­mi­cas y socia­les que bene­fi­cien a las mayo­rías excluidas.

Hemos pro­pues­to la con­vo­ca­to­ria y la rea­li­za­ción de una Asam­blea Nacio­nal Cons­ti­tu­yen­te como com­po­nen­te esen­cial de la cons­truc­ción de un Acuer­do final. Dicha pro­pues­ta debe ser com­pren­di­da en su com­ple­ji­dad. Sin duda, cons­ti­tu­ye un meca­nis­mo idó­neo para la refren­da­ción de lo pac­ta­do y tam­bién para encon­trar­le una sali­da a asun­tos esen­cia­les que no logren ser acor­da­dos en la Mesa de diá­lo­gos. Lo pen­dien­te, que hemos veni­do con­sig­nan­do a mane­ra de sal­ve­da­des en los Acuer­dos par­cia­les, si no pue­de resol­ver­se en la Mesa, no debe eri­gir­se en obs­tácu­lo en la bús­que­da de un Acuer­do final. Tene­mos la dis­po­si­ción de some­ter­lo a la volun­tad sobe­ra­na del cons­ti­tu­yen­te primario.

La Asam­blea posi­bi­li­ta la reque­ri­da apro­pia­ción social y la legi­ti­ma­ción de los resul­ta­dos del diá­lo­go con la más amplia par­ti­ci­pa­ción social y popu­lar. Pero va mucho más allá. No se tra­ta de un sim­ple pac­to de cla­ses para dise­ñar un nue­vo orde­na­mien­to cons­ti­tu­cio­nal y posi­bi­li­tar nue­vos desa­rro­llos lega­les. No es nues­tra fina­li­dad últi­ma. La com­pren­de­mos como una esta­ción nece­sa­ria, cuyos tiem­pos y con­te­ni­dos esta­rán mar­ca­dos no solo por el deba­te que ade­lan­ta­mos, sino por la diná­mi­ca de la cri­sis nacio­nal en todos sus nive­les y por el pro­ce­so cons­ti­tu­yen­te en cur­so, que se vie­ne desa­rro­llan­do en medio de la movi­li­za­ción y la lucha popu­lar, y del cual nos sen­ti­mos parte.

Somos cons­cien­tes de la poten­cia trans­for­ma­do­ra del actual momen­to his­tó­ri­co. Tra­ba­ja­mos con todo nues­tro empe­ño para con­tri­buir a des­atar­la. Por ello, esta­mos en La Haba­na, rea­li­zan­do nues­tro mayor esfuer­zo por lograr un Acuer­do Final que le dé nue­vas posi­bi­li­da­des al pleno ejer­ci­cio de la política.

DELEGACIÓN DE PAZ DE LAS FARC-EP

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