Andrés Paris, voce­ro de las FARC-EP: pre­ten­der des­ar­mar uni­la­te­ral­men­te a una de las par­tes en Colom­bia, es ilu­sión de mago fili­bus­te­ro. Entre­vis­ta de Ida Garberi

20140417020952-108383-andres-paris-1.jpgIda Gar­be­ri*

“Votos man­cha­dos de san­gre hacen las leyes de este país, indul­tan, lega­li­zan y legi­ti­man el pro­yec­to eco­nó­mi­co y polí­ti­co que repre­sen­tan los paramilitares”.

Pie­dad Córdoba

El hecho de estar lejos de La Haba­na, no me impi­de de seguir mis herman@s colombian@s de las FARC-EP y quie­ro com­par­tir una char­la elec­tró­ni­ca con el com­pa­ñe­ro Andrés Paris sobre los últi­mos acon­te­ci­mien­tos de los diá­lo­gos de paz en Cuba: 

-¿Por­que en las FARC y por­que la lucha arma­da? ¿Cuál fue la chis­pa deto­nan­te que te lle­vó en la selva?

La fecha, él año de mi incor­po­ra­ción a las FARC-EP es fácil recor­dar­lo. La chis­pa, no la iden­ti­fi­co con esa pre­ci­sión, como deter­mi­nar una fecha. Es la suma de razo­nes ideo­ló­gi­cas y polí­ti­cas las que expli­can la con­duc­ta de hom­bres y muje­res que de la mili­tan­cia polí­ti­ca legal, dimos el paso a la ile­ga­li­dad gue­rri­lle­ra en for­ma cons­cien­te y opor­tu­na. 1984 fue el año en que se die­ron los pri­me­ros aso­mos de la expe­rien­cia de la U.P. vic­ti­mi­za­da en la lar­ga gue­rra de exter­mino del régi­men colom­biano. Ya para ese año asis­tía­mos a los entie­rros de líde­res de todo tipo ase­si­na­dos por las fuer­zas del esta­do, llá­men­se poli­cía, ejér­ci­to o escua­dro­nes de la muer­te para­mi­li­ta­res. Los espa­cios lega­les para la acti­vi­dad de la izquier­da se man­te­nían, pero ya eran una tram­pa que ame­na­za­ba la vida de miles de diri­gen­tes, que efec­ti­va­men­te fue­ron ase­si­na­dos. Fue enton­ces, creo yo, que se con­fi­gu­ro lo que tú lla­mas una chis­pa de razo­nes e intui­cio­nes, lo que me con­du­jo a la sel­va. Y allá, pude con­ti­nuar mi acti­vi­dad polí­ti­ca en armas, den­tro de la idea gue­va­ris­ta que el gue­rri­lle­ro ocu­pa el esca­lón más alto, del com­pro­mi­so revo­lu­cio­na­rio. Las FARC-EP la sigo vien­do como las con­ti­nua­ción lógi­ca de más tres lus­tros de luchas juve­ni­les y estu­dian­ti­les don­de for­ma­mos nues­tra visión de resis­ten­cia y lucha, has­ta ver coro­na­do nues­tro esfuer­zo en una vic­to­ria revolucionaria.

-¿Ya tú par­ti­ci­pas­te a otros ten­ta­ti­vos de acuer­dos de paz sin resul­ta­dos, estos son diferente?

Por desig­na­ción del secre­ta­ria­do de las FARC-EP he sido incor­po­ra­do en los equi­pos de dia­lo­go de la orga­ni­za­ción en las expe­rien­cias de Cara­cas, Tlax­ca­la, el Caguan y La Haba­na. Mi apor­te ha sido modes­to, pero la expe­rien­cia reco­gi­da ha sido muy rica. Los dife­ren­tes pro­ce­sos de paz han per­mi­ti­do poner en desa­rro­llo y enri­que­cer la con­cep­ción estra­té­gi­ca del dia­lo­go, como una opción, para arri­bar a los cam­bios demo­crá­ti­cos y revo­lu­cio­na­rios que figu­ran en los pro­gra­mas ela­bo­ra­dos por el cama­ra­da Jaco­bo Are­nas y Manuel Maru­lan­da Vélez. Todo sur­ge en los diá­lo­gos de casa ver­de, la míti­ca región, don­de se inau­gu­ra­ron los diá­lo­gos con el pre­si­den­te de enton­ces Beli­sa­rio Betan­court. La cuna de nues­tra ins­pi­ra­ción esta en esa región, don­de apren­di­mos, la nue­va gene­ra­ción de gue­rri­lle­ros, como era posi­ble enar­bo­lar las ban­de­ras de la paz en una mano man­te­nien­do fir­me el fusil en la otra. Y en eso estamos.

-El tér­mino máxi­mo para fir­mar defi­ni­ti­va­men­te la paz esta­ba deter­mi­na­do para noviem­bre del 2013, ¿por­que el gobierno acep­tó pro­rro­gar­lo? ¿San­tos tie­ne bue­nas inten­cio­nes de ver­dad o sigue sien­do una far­sa electoral?

El ter­mino máxi­mo o míni­mo para fir­mar defi­ni­ti­va­men­te la paz, no está sino en la loca ima­gi­na­ción de los gue­rre­ris­tas, que iden­ti­fi­can ese fin con la derro­ta mili­tar de las FARC-EP, y se han equi­vo­ca­do siem­pre ponien­do le fecha y pla­zo fijo. Lle­van 50 años bus­can­do la derro­ta de la gue­rri­lla revo­lu­cio­na­ria en el pró­xi­mo fin de sema­na. Sé que su pre­gun­ta hace alu­sión a los anun­cios pre­si­den­cia­les que al prin­ci­pio juga­ba con fechas y calen­da­rios de des­mo­vi­li­za­ción y algu­nos voce­ros de esas ofi­ci­nas crea­das para reco­ger el des­po­jo de una gue­rri­lla derro­ta­da. Las ver­da­de­ras inten­cio­nes, debe­mos bus­car­las en lo que ellos escri­ben en sus ilus­tra­dos libros de expe­rien­cias de nego­cia­ción. Vale recor­dar el publi­ca­do por Rafael Par­do que des­pués de pro­ta­go­ni­zar la des­mo­vi­li­za­ción del M‑19 escri­be un libro sobre la gue­rra. Reco­mien­do leer­lo en su capí­tu­lo de los diá­lo­gos con el M‑19. Hoy día el gobierno actual se orien­ta, vin­cu­la esta expe­rien­cia vic­to­rio­sa para el régi­men, a los pro­ce­sos actua­les de diá­lo­gos con noso­tros y con el ELN. Es nece­sa­rio igual­men­te repa­sar, cono­cer los tex­tos que rese­ñan las dife­ren­tes fases de la gue­rra ela­bo­ra­dos con pom­po­sos nom­bres como PLAN COLOMBIA, PLAN PATRIOTA, PLAN CONSOLIDACION Y LOS MAS ACTUALES PLAN ESPADA DE HONOR VERSION UNO Y DOS. Fran­ca­men­te son más cán­di­dos los con­fe­ren­cis­tas de Har­vard, exper­tos en nego­cia­ción que los manua­les que escri­ben en Colom­bia los aven­ta­ja­dos alum­nos que han pasa­do por dicha universidad.

Aun no aso­ma, ni aso­ma­rá volun­tad real de gobierno alguno de alcan­zar la fecha para poner fin al lar­go con­flic­to social y arma­do. Lo que orien­ta la con­duc­ta ofi­cial, es la bús­que­da de una derro­ta polí­ti­ca de las FARC-EP con­fian­do en una inven­ta­da derro­ta estra­té­gi­ca de la orga­ni­za­ción. En eso andan ellos. Lo demás son los usos y abu­sos al mani­pu­lar los anhe­los de paz, para for­jar éxi­tos tran­si­to­rios, lograr gober­na­bi­li­dad y ganar elec­cio­nes. Esta­mos en una cam­pa­ña elec­to­ral don­de el régi­men y sus can­di­da­tos se mues­tran divi­di­dos y muy débi­les, se apro­xi­ma la vic­to­ria más pírri­ca elec­to­ral de toda la his­to­ria de Colom­bia. La izquier­da deja­ra pasar este cuar­to de hora por la divi­sión y las con­fu­sio­nes de todo tipo. Solo un cam­bio de régi­men, con la vin­cu­la­ción de nue­vos sec­to­res socia­les al ejer­ci­cio del poder polí­ti­co, podrá impo­ner las bases de una paz defi­ni­ti­va liga­da no solo a los anhe­los sub­je­ti­vos de paz, sino acom­pa­ña­dos con cam­bios reales sobre todo en el terreno de las liber­ta­des demo­crá­ti­cas y con­quis­tas socia­les. Los gober­nan­tes de hoy son muy tacaños.

-¿Como ves los can­di­da­tos de izquier­da en las pró­xi­mas elec­cio­nes en Colombia?

Las elec­cio­nes de mar­zo al con­gre­so, fue­ron un rece­ta­rio de far­sas y defor­ma­cio­nes anti­de­mo­crá­ti­cas. Defi­ni­ti­va­men­te por esa vía, la elec­to­ral, mien­tras sec­to­res de la izquier­da sigan cre­yen­do que es la úni­ca vía para triun­far la cosa se pone con­fu­sa y la vic­to­ria ven­drá en los pró­xi­mos siglos. Solo el 25 % de los votos emi­ti­dos en mar­zo se hacen efec­ti­vos en ele­gir a los par­la­men­ta­rios. La otra reali­dad es más con­tun­den­te, pero como por arte de magia, des­apa­re­ce en los aná­li­sis de los poli­tó­lo­gos tari­fa­dos. El voto en blan­co, la abs­ten­ción, los votos nulos, los no mar­ca­dos, él tras­teo de votos de una región a otra, la com­pra de votos que para las pre­si­den­cia­les lle­gan a la suma de 200 dóla­res, los con­gre­sis­tas para­mi­li­ta­res, más de 70, la zonas ocu­pa­das por el ejér­ci­to más la mer­me­la­da, o sea la pla­ta de la corrup­ción, impi­den cual­quier vic­to­ria popu­lar. Pese a eso, man­te­ne­mos la orien­ta­ción que el camino de los avan­ces en todas las expre­sio­nes de la lucha popu­lar pasa por la uni­dad de la izquier­da como par­te de una alian­za más amplia de los sec­to­res demo­crá­ti­cos, esta­mos por el avi­va­mien­to de la lucha social en esta eta­pa, por la con­ver­gen­cia de todos los sec­to­res del país que bus­can la paz con jus­ti­cia social. Des­de la haba­na sur­ge un pro­gra­ma de cam­bios que los can­di­da­tos deben agi­tar en pers­pec­ti­va de una gran asam­blea cons­ti­tu­yen­te. El plan de la refor­ma agra­ria que nece­si­ta el país, está en las 100 pro­pues­tas pre­sen­ta­das por la dele­ga­ción de paz, igual­men­te las 100 ini­cia­ti­vas para la refor­ma polí­ti­ca. Hay ban­de­ra para agi­tar, una asam­blea cons­ti­tu­yen­te para con­cre­tar con­tan­do con todas las fuer­zas y sec­to­res que se expre­sa­ran por la paz en las elec­cio­nes pre­si­den­cia­les de mayo y con los movi­mien­tos socia­les que ganan en pro­ta­go­nis­mo y ele­van el con­te­ni­do polí­ti­co de sus exi­gen­cias. En esa pers­pec­ti­va, sabe­mos que ofre­ce­rá San­tos en caso de triun­far. Igual cosa los dos o tres can­di­da­tos que vie­nen de las filas “uri­bis­tas”. Estos sec­to­res que se pre­pa­ran a ganar, no quie­ren refor­ma agra­ria, no toca­ran el gran capi­tal, ni las mafias finan­cie­ras del nar­co­trá­fi­co, ni modi­fi­ca­ran un cen­tí­me­tro la entre­ga al capi­tal extran­je­ro. Repre­sen­tan la con­ti­nui­dad de la polí­ti­ca que com­bi­na las for­mas vio­len­tas de gobierno con ofer­tas de una paz sin cam­bios ni refor­mas socia­les y democráticas.

-¿Tú crees que esta vez podrán lle­gar a una paz concreta?

Tra­ba­ja­mos por una paz con­cre­ta y las demo­ras se encuen­tran pre­ci­sa­men­te en la resis­ten­cia que opo­nen los gober­nan­tes a hacer cam­bios y refor­mas. Quie­ren la paz a secas, sin dar nada para el pue­blo. Por eso lo más con­cre­to que pue­do res­pon­der­te es que segui­rá la lucha en la mesa de dia­lo­go, por arran­car con­di­cio­nes dig­nas para nues­tro pue­blo que enal­tez­can los 50 años de lucha de las FARC-EP pró­xi­mos a cum­plir­se el 27 de mayo. Las FARC-EP no nació en Mar­que­ta­lia para diluir­se 50 años des­pués en los bra­zos dema­gó­gi­cos de ofer­tas mochas de gobier­nos neo­li­be­ra­les que están en pleno desa­rro­llo de la eta­pa más sal­va­je de la explo­ta­ción capitalista.

-Ya fir­ma­ron com­ple­ta­men­te el ter­cer pun­to de loa acuer­dos sobre las dro­gas ilí­ci­tas, ¿qué pue­des con­tar­nos sobre eso?

Avan­za­mos tras dura dis­cu­sión en los dos ítems del pun­to, fal­tan­do el ter­ce­ro que com­pro­me­te al gran capi­tal en los nego­cios del nar­co­trá­fi­co. Espe­ra­mos una reac­ción como en los pun­tos ante­rio­res de súper pro­tec­ción del capi­tal extran­je­ro que a tra­vés del lava­do de dine­ro absor­be el dine­ro sucio de la coca y que ellos san­ti­fi­can al poner­lo a correr por los cir­cui­tos finan­cie­ros. Recha­za­mos la visión que ins­pi­ra la lla­ma­da gue­rra al nar­co­trá­fi­co, que solo per­si­gue a los cam­pe­si­nos colom­bia­nos o a los con­su­mi­do­res en todo el mun­do, dejan­do sin tocar el esla­bón más fuer­te de la cade­na: los gran­des capi­ta­les que cuen­tan con esos dine­ros para su hege­mo­nía en el mundo.

-Para con­cluir, San­tos es muy opti­mis­ta sobre los diá­lo­gos, tú quie­res acla­rar al pre­si­den­te que como sea nun­ca será una depo­si­ción de armas de par­te de la FARC-EP?

El opti­mis­mo ofi­cial no es tal, cuan­do vemos que no tie­ne una defen­sa per­ma­nen­te del pro­ce­so. Solo lo usa para pro­pó­si­tos inme­dia­tos. El opti­mis­mo nues­tro es el que ha cons­trui­do nues­tro pue­blo: ver que en la mesa, las par­tes pac­ten los cam­bios que hagan de Colom­bia un país inclu­yen­te, demo­crá­ti­co y el país del buen vivir. Las armas deja­ran de ser nece­sa­rias, cuan­do todos los ban­dos enfren­ta­dos, renun­cien a ellas. Pre­ten­der des­ar­mar uni­la­te­ral­men­te a una de las par­tes, es ilu­sión de mago filibustero.

*res­pon­sa­ble de los sitios web en ita­liano de Pren­sa Lati­na y Cubadebate

Artikulua gustoko al duzu? / ¿Te ha gustado este artículo?

Twitter
Facebook
Telegram

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *