Rom­per el cinc sella­do- Borro­ka Garaia

Un día como ayer, hace 33 años,era dete­ni­do Joxe Arre­gi por la poli­cía espa­ño­la. Tras 9 días que solo caben en el libro del horror de los crí­me­nes de gue­rra falle­cía a con­se­cuen­cia de las tor­tu­ras policiales.

De las dece­nas de tor­tu­ra­do­res que aca­ba­ron con su vida solo dos fue­ron encau­sa­dos y pos­te­rior­men­te absuel­tos. La fami­lia de Arre­gi recu­rrió el fallo y en 1989 se les con­de­nó a 7 sie­te meses de pri­sión. Nun­ca cum­plie­ron la pena y siguie­ron ejer­cien­do de policías.

Fue­ron 73 los cobar­des que tor­tu­ra­ron has­ta la muer­te a este joven de 30 años de Zizurkil.

¿Dón­de están?

La “demo­cra­cia espa­ño­la” lo sabe per­fec­ta­men­te por­que son par­te de ella. Muchos esta­rán con­de­co­ra­dos, otros for­ma­rán par­te de las dife­ren­tes estruc­tu­ras del esta­do, algu­nos jubi­la­dos ya , esta­rán cobran­do buen dine­ro mien­tras pasean por sus pue­blos tranquilamente.

Sin embar­go, la impu­ni­dad no es lo espe­cial del caso Arre­gi ya que eso es común a todos lo casos de tor­tu­ra. Lo espe­cial es que en poquí­si­mas oca­sio­nes ha habi­do opor­tu­ni­dad de ver fotos de cuer­pos tor­tu­ra­dos por poli­cías y mili­ta­res españoles.

A Joxe Arre­gi lo tor­tu­ra­ron y mata­ron, lo entre­ga­ron a la fami­lia, en un ataúd de cinc sella­do. Sin per­mi­so para ver el cuer­po. Ente­rra­ron a su hijo en el cemen­te­rio de Zizur­kil, su pue­blo. Llo­ros, manis, pro­tes­tas, lo nor­mal en esta situa­ción. Y a los varios días, la pren­sa reci­bió unas fotos. Siem­pre pen­sa­ron que había sido una mano ami­ga la que en el hos­pi­tal las sacó. Pero no. La noche siguien­te al entie­rro, bajo la ocu­pa­ción poli­cial del pue­blo, tres per­so­nas se pusie­ron de acuer­do y entra­ron clan­des­ti­na­men­te en el cemen­te­rio. Fue hace solo unos años cuan­do se supo la ver­dad de las fotos. Una per­so­na mayor ya, antes de morir, qui­so con­tar la his­to­ria. Gra­cias a ellos las fotos que los poli­cías no hacen, ante lo que los foren­ses cie­rran los ojos y los jue­ces no ven, pudo ser visto

Han pasa­do muchos años des­de las tor­tu­ras a Arre­gi, el arte cri­mi­nal de los méto­dos de tor­tu­ra se ha sofis­ti­ca­do pero la impu­ni­dad sigue pre­sen­te. Han sido miles los casos de tor­tu­ra en las últi­mas déca­das con el apo­yo de todo el entra­ma­do esta­tal. La tor­tu­ra, una prác­ti­ca inin­te­rrum­pi­da des­de el alza­mien­to mili­tar fas­cis­ta de la dere­cha espa­ño­la, asen­ta­da duran­te la dic­ta­du­ra y con­ti­nua­da con mayor inten­si­dad tras la refor­ma franquista.

Recien­te­men­te arran­ca­ba la vis­ta oral por la que­re­lla del miem­bro del PSOE , Ares, con­tra el abo­ga­do Alfon­so Zenon por acu­sar a la Ertzain­tza de tor­tu­ras. En una ope­ra­ción don­de algu­nos de los dete­ni­dos aca­ba­ron en el hos­pi­tal. ¿Recor­da­rá Ares que Caba­cas no salió vivo del hos­pi­tal?. Por supues­to que sí.

Tam­bién recien­te­men­te ha que­da­do vis­to para sen­ten­cia el jui­cio con­tra dece­nas de jóve­nes acu­sa­dos de ser jóve­nes, inde­pen­den­tis­tas y socia­lis­tas. Las tor­tu­ras que sufrie­ron en sus deten­cio­nes es solo un ejem­plo más de que no ha cam­bia­do nada el accio­nar del esta­do des­de la muer­te de Arregi.

La tor­tu­ra no es sim­ple­men­te lo que rea­li­zan bajo la ley anti­te­rro­ris­ta idea­da para tor­tu­rar, sino un mode­lo de tra­ba­jo glo­bal e inte­gral que tie­nen pues­to en efec­ti­vo para con­di­cio­nar la vida en Eus­kal Herria. Uti­li­zan­do la vio­len­cia y la ame­na­za quie­ren que haga­mos lo que ellos dicen. Quie­ren que diga­mos lo que ellos desean, quie­ren en defi­ni­tia que haga­mos la decla­ra­ción que ellos quie­ren que haga­mos. Adies­tra­mien­to ani­mal. Psi­co­lo­gía del terror envuel­ta en celo­fán podri­do de “demo­cra­cia”.

Por muy lejos que parez­ca, ven­ce­re­mos a la tor­tu­ra. Que no les que­pe duda. Y ren­di­rán cuen­tas ante Eus­kal Herria y el mun­do. Esa cuen­ta atrás ya empe­zó hace tiem­po. Antes inclu­so de que los tor­tu­ra­do­res, ciga­rro en mano, que­ma­rán los pies del cuer­po magu­lla­do de Joxe Arre­gi. No habrá des­can­so has­ta encon­trar a todos los tor­tu­ra­do­res y sus jefes. Has­ta rom­per el cinc sellado.

La tor­tu­ra ha hecho muy fuer­te al pue­blo vas­co, es lo que pode­mos agra­de­cer­les. Cono­cer el infierno por den­tro y pasear sin pri­sa, con tiem­po y cui­da­do­sa­men­te, mol­dea el espí­ri­tu, se gra­ba en los genes y pasa gene­ra­ción tras gene­ra­ción . No olvidaremos.

Artikulua gustoko al duzu? / ¿Te ha gustado este artículo?

Twitter
Facebook
Telegram

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *