Ase­si­na­do un diplo­má­ti­co pales­tino en su resi­den­cia en Praga

Tra­du­ci­do por La Haine

El hom­bre de 56 años de edad tenía seve­ros daños en las pier­nas y los bra­zos. Fue lle­va­do a un hos­pi­tal mili­tar y más tar­de se infor­mó que había falle­ci­do. Ade­más del emba­ja­dor una mujer de 52 años de edad fue inter­na­da en el hos­pi­tal debi­do a la inha­la­ción de humo.

Inme­dia­ta­men­te la pren­sa bur­gue­sa comen­zó a atri­buir la explo­sión una fan­ta­sio­sa his­to­ria de terro­ris­mo pales­tino. Varios medios del nor­te y cen­tro de Euro­pa suge­rían que la explo­sión en la resi­den­cia pales­ti­na pudo haber sido cau­sa­da por el uso des­cui­da­do de explo­si­vos, citan­do «fuen­tes cer­ca­nas a la policía».

Pero no se men­cio­na para nada la posi­bi­li­dad más acep­ta­da por fuen­tes inde­pen­dien­tes: que sea el Mos­sad, el ser­vi­cio secre­to del régi­men terro­ris­ta de Israel, el autor del atentado.

«Inves­ti­ga­mos las cau­sas», dijo la por­ta­voz poli­cial Andrea Zou­lo­va, dan­do a enten­der que era un suce­so interno de la emba­ja­da, pero no dijo si inves­ti­ga­ban a otros posi­bles res­pon­sa­bles. Exper­tos en explo­si­vos de la poli­cía están aho­ra bus­can­do a tra­vés del edi­fi­cio con la ayu­da de un perro espe­cial­men­te entrenado.

El emba­ja­dor tomó pose­sión de su car­go en octu­bre del año pasa­do. Según los veci­nos, la fami­lia se había muda­do recien­te­men­te a la casa.