¿Por qué enfer­ma­mos? – El méto­do dia­léc­ti­co en epidemiología

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Por tanto, nuestra capacidad de acción depende del conocimiento que tengamos de las determinaciones objetivas y necesarias de los procesos a estudio. Y este conocimiento debe basarse en que siempre en esas causas relacionadas existen las tendencias internas que, bien tratadas y resueltas, permiten transformar las determinaciones desde dentro, desde su esencia. La dialéctica consiste precisamente en la habilidad de comprender dichas contradicciones internas, el estímulo de su autodesarrollo. Ver solo los condicionantes externos como una colisión más o menos accidental de los procesos es contrario a la dialéctica, es metafísico.

Si estudiamos un individuo enfermo debemos comprender cómo se produce la lesión en el interior de su organismo. Ese es el punto esencial donde se unen y se conjugan los procesos causales externos en las contradicciones internas que se producen, en el choque de contrarios que origina la alteración fisiológica, la enfermedad particular. En este caso significa comprender cómo el endotelio del vaso sanguíneo es alterado, inflamado y trombosado por la conjunción de influencias de causas externas, como el exceso de ingesta de ácidos grasos saturados, sobre dichos procesos internos. La «lucha de contrarios» que se origina entre el exceso de grasas que se adhieren al endotelio y los mecanismos físico-químicos y celulares que evitan su acumulación tienen como consecuencia la formación, o no, de lesiones arterioscleróticas que rompen el equilibrio y alteran la función de ese vaso sanguíneo. Si la lesión se produce en una arteria coronaria del corazón, esta dejará de oxigenar al tejido muscular cardiaco que irriga provocando su isquemia, lo que puede llevar a la muerte del tejido, al infarto de miocardio.

Si ahora el contexto o ámbito de estudio es una sociedad particular que sufre una epidemia de infartos de miocardio, la perspectiva del problema de salud aumenta y volvemos a indagar en las contradicciones internas que sufre esa sociedad y sus influencias externas. Pero continuando todo el proceso hasta el nivel individual biológico para una mejor compresión del problema. Estudiamos todas las posibles causas externas al individuo que puede aumentar la incidencia de infartos en dicha población, como la promoción del consumismo en general, y de un patrón insano alimentario en particular, el estrés laboral y emocional por el trabajo agotador, o la ausencia de éste, lo que produce un deficit inmunitario y aumento de los hábitos tóxicos. Solo cuando indagamos en esas contradicciones internas que sufre esa sociedad, inmersa en una crisis estructural, política, económica y de valores, podremos analizar cómo y porqué se van produciendo esos infartos en cada uno de los casos y cómo esas adversas condiciones sociales y económicas se relacionan con los factores más individuales externos que a su vez afectan a sus arterias coronarias.

Además, nuestro análisis debe incluir no solo las causas de la aparición de los infartos de miocardio sino también de su mortalidad. Y para ello debemos repasar la mayor o menor gravedad de los distintos tipos de infartos y la rapidez y calidad de la atención sanitaria. Cómo funcionan los programas de prevención de esta y otras enfermedades desde los centros de Atención Primaria (Centros de Salud) y desde los hospitales. Su accesibilidad geográfica y económica, su grado de coordinación y capacidad de detectar los problemas de salud más frecuentes de su área de influencia. Todo ello minimizará el problema y los tiempos de atención y evitará la muerte y posibles complicaciones de esos infartos. Y por último, analizar la adecuada gestión, organización y coordinación de los profesionales sanitarios, y no sanitarios, del Centro de Salud y del hospital para garantizar el mejor de los resultados posibles para la población del área que atienda1. Servicios sanitarios públicos que tienen como finalidad no solo la restauración de la salud de la población que atiende, sino especialmente la promoción de su salud y la prevención de la enfermedad2.

La contradicciones políticas de esa sociedad en crisis que prioriza el beneficio económico, monetario e inmediato frente a los beneficios sociales, amplios y a largo plazo de la salud de su población son causas que nos llevan a proponer también políticas sanitarias que aboguen por la salud y bienestar de las personas y, por tanto, por la equidad del sistema sanitario. Por un Sistema Universal, para todos y todas, equitativo, a cada uno según sus necesidades, que dé más al que más lo necesita y no todo lo contrario. Políticas sanitarias públicas que muestran ser más eficientes y, sobre todo, mejoran la supervivencia y salud de la población que atienden cuando se comparan con los servicios sanitarios privados o los públicos de gestión privada3.

  1. La externalización privada de importantes servicios, incluido el de la limpieza o servicios de restauración de los servicios sanitarios implica aislar y compartimentar aspectos esenciales para implantar las medidas de prevención de enfermedades en el medio hospitalario, como las enfermedades nosocomiales, o la coordinación entre servicios de Atención Primaria y Especializada para la continuación de la atención de los pacientes con patologías crónicas.
  2. Ley General de Sanidad, de 25 de abril de 1986, título primero, «Del sistema de salud», capítulo primero, «De los principios generales», artículo 3, punto 1, «Los medios y actuaciones del sistema sanitario estarán orientados prioritariamente a la promoción de la salud y a la prevención de las enfermedades». Disponible en:
    http://www.juntadeandalucia.es/servicioandaluzdesalud/principal/documentosAcc.asp?pagina=pr_normativas2_1
  3. C. Quercioli, G. Messina, S. Basu, M. McKee, N. Nante, D. Stuckler: The effect of healthcare delivery privatisation on avoidable mortality: longitudinal cross-regional results from Italy, 1993-2003, J Epidemiol Community Health. 2012, 29 de septiembre de 2012. / PJ. Devereau, HJ. Schünemann, N. Ravindran, et al.: Comparison of mortality between private for-profit and private not-for-profit hemodialysis centers: a systematic review and meta-analysis, JAMA, 2002;288(19):2449-2457. / Noticia. El País – Cataluña. 20 de diciembre de 2012. La quiebra de la fundación sanitaria IAT costará 4,6 millones en dinero público. Disponible en:
    http://ccaa.elpais.com/ccaa/2012/12/20/catalunya/1356034932_574804.html

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