Boli­via plan­tea diez man­da­tos para enfren­tar el capi­ta­lis­mo y cons­truir cul­tu­ra de la vida

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El pre­si­den­te boli­viano Evo Mora­les plan­teó el vier­nes diez man­da­tos para enfren­tar el capi­ta­lis­mo y cons­truir la cul­tu­ra de la vida, en el mar­co del ini­cio de una nue­va era mar­ca­da por el Sols­ti­cio de Verano, que se cele­bra cada 21 de diciembre.

En un masi­vo acto de cele­bra­ción mati­za­do por ritua­les y dan­zas pro­pias de los pue­blos indí­ge­nas ori­gi­na­rios de Boli­via, el Jefe de Esta­do ase­gu­ró que este 21 de diciem­bre es el ini­cio del Pacha­ku­ti que se tra­du­ce en el «des­per­tar del mun­do a la cul­tu­ra de la vida, el fin del capi­ta­lis­mo sal­va­je, así como la tran­si­ción del tiem­po de la vio­len­cia entre los seres huma­nos y la naturaleza».

En esa direc­ción, el Pre­si­den­te indí­ge­na plan­teó diez man­da­tos para la con­vi­ven­cia en armo­nía de los seres huma­nos con la Madre Tierra.

«Plan­tea­mos diez man­da­tos para enfren­tar al capi­ta­lis­mo y cons­truir la cul­tu­ra de la vida», dijo.

Men­cio­nó que el pri­mer man­da­to, en lo polí­ti­co se refie­ra a que se tie­ne que refun­dar la demo­cra­cia de la polí­ti­ca empo­de­ran­do a los pobres y sir­vien­do a los pueblos.

Fun­da­men­tó ese man­da­to en la cri­sis que vive el mun­do por mode­los que no repre­sen­tan a los pue­blos, son eli­tis­tas, exclu­yen­tes, gober­na­dos por cúpu­las con la visión de ser­vir a pocos y no de ser­vir al pue­blo, ade­más por las lla­ma­das demo­cra­cias que entre­gan las rique­zas natu­ra­les a manos del capi­tal transnacional.

En esa direc­ción, ase­gu­ró que la polí­ti­ca se cons­ti­tu­yó en ins­tru­men­to de lucro y no en una voca­ción de ser­vi­cio, por­que toda­vía per­sis­ten for­mas ana­cró­ni­cas de Gobierno que no res­pon­den a las deman­das que tie­nen los pue­blos del mundo.

El segun­do man­da­to, dijo es pasar de la demo­cra­cia repre­sen­ta­ti­va, en la que el poder está al ser­vi­cio de las éli­tes, a la demo­cra­cia comu­nal, en la que no exis­ten mayo­rías ni mino­rías sino que las deci­sio­nes se toman en con­sen­so y don­de se impo­ne la razón y no el voto.

«Ter­ce­ro se debe pro­mo­ver que la acción polí­ti­ca se cons­ti­tu­ya en un com­ple­to y per­ma­nen­te ser­vi­cio a la vida que es a su vez un com­pro­mi­so humano, moral con nues­tros pue­blo y recu­pe­ran­do los códi­gos de los ances­tros: no robar, no men­tir, no ser flo­jo ni ser adu­lón», precisó.

Apun­tó que el cuar­to man­da­to es que el ser­vi­cio a la patria no pue­de enten­der­se como el ser­vi­cio de la patria, como si fue­ra una empre­sa, por lo que los polí­ti­cos no pue­den emplear ins­tru­men­tos admi­nis­tra­ti­vos, jurí­di­cos y eco­nó­mi­cos del Esta­do para sus intere­ses pri­va­dos y personales.

«Quin­to: el pue­blo por inter­me­dio de sus orga­ni­za­cio­nes socia­les, comu­ni­ta­rias deben tomar el poder polí­ti­co cons­tru­yen­do nue­vas for­mas esta­ta­les y plu­ri­na­cio­na­les para per­mi­tir que nos gober­ne­mos a noso­tros mis­mos en el mar­co del “man­dar obe­de­cien­do», afirmó.

Mora­les pun­tua­li­zó que en el ámbi­to social: los dere­chos socia­les y huma­nos deben estar con­tra la mer­can­ti­li­za­ción de la nece­si­dad huma­na por­que en el mun­do exis­te una «reali­dad insul­tan­te y abu­si­va» que es la de las bre­chas entre ricos y pobres debi­do a una des­igual dis­tri­bu­ción de los ingre­sos y aun acce­so des­igual de los ser­vi­cios básicos.

Con­ti­nuó con el sex­to man­da­to que se refie­re a la libe­ra­ción a la sobe­ra­nía ali­men­ta­ria pre­ser­van­do el dere­cho humano a la alimentación.

«La dis­cu­sión sobre temas de segu­ri­dad ali­men­ta­ria fue rea­li­za­do en el mun­do des­de dife­ren­tes pers­pec­ti­vas como el de segu­ri­dad ali­men­ta­ria, sobe­ra­nía ali­men­ta­ria y el dere­cho humano a la ali­men­ta­ción, que es una par­te prin­ci­pal de la vida de las per­so­nas y en el mun­do el vivir bien y por lo vis­to el Esta­do tie­ne que rea­li­zar un con­jun­to de accio­nes», expresó.

Aña­dió que el sép­ti­mo man­da­to se refie­re a la inte­gra­ción de nacio­nes inter­na­cio­na­les para con­so­li­dar la alian­za de los pue­blos del sur con­tra el inter­ven­cio­nis­mo, el neo­li­be­ra­lis­mo y el colonialismo.

«Nues­tros pue­blos ances­tra­les siem­pre vivie­ron inte­gra­dos en cul­tu­ras, inte­gra­dos en comer­cio y soli­da­ri­dad y medios de cola­bo­ra­ción, tene­mos que cons­truir y for­ta­le­cer los acuer­dos entre los esta­dos y gobierno, un mar­co de apo­yo y soli­da­ri­dad para la vida y la huma­ni­dad», remarcó.

El Man­da­ta­rio sos­tu­vo que el octa­vo man­da­to es reco­no­cer el cono­ci­mien­to y la tec­no­lo­gía que son ins­tru­men­tos fun­da­men­ta­les para lograr el desa­rro­llo inte­gral, la erra­di­ca­ción de la pobre­za y el hambre.

«El cono­ci­mien­to y la tec­no­lo­gía son fun­da­men­ta­les para la pro­vi­sión de medios de comu­ni­ca­cio­nes, ser­vi­cios bási­cos y el empren­di­mien­to indus­trial, la trans­for­ma­ción de las mate­rias pri­mas y para impul­sar las eco­no­mías», aseveró.

Mora­les deta­lló que el noveno man­da­to es la ins­ti­tu­cio­na­li­dad inter­na­cio­nal de los pue­blos y de la Madre Tie­rra para no per­mi­tir el inter­ven­cio­nis­mo y neo­li­be­ra­lis­mo de las Nacio­nes Uni­das y una ins­ti­tu­cio­na­li­dad del impe­rio del capital.

«La ins­ti­tu­cio­na­li­dad mun­dial colo­nial está dise­ña­da para some­ter y enga­ñar a los pue­blos a nom­bre de la liber­tad y de la demo­cra­cia», argumentó.

El man­da­to déci­mo seña­la que el desa­rro­llo eco­nó­mi­co no debe estar orien­ta­do al mer­ca­do, al capi­tal y la ganan­cia, debe ser inte­gral y estar orien­ta­da a la feli­ci­dad de la gen­te, a la armo­nía y el equi­li­brio con la Madre Tierra.

«El capi­ta­lis­mo solo glo­ba­li­za el ham­bre, la injus­ti­cia social, des­tru­ye los dere­chos huma­nos, socia­les, eco­nó­mi­cos y cul­tu­ra­les, des­tru­ye el medioam­bien­te», explicó.

El Pre­si­den­te argu­men­tó que ese mani­fies­to está basa­do en la expe­rien­cia del pue­blo boli­viano y en el pro­ce­so de cam­bio ins­tau­ra­do en el país en 2006.

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