Rafa Izquier­do: “La dis­mi­nu­ción del gas­to públi­co se ha con­ver­ti­do en un las­tre para la recu­pe­ra­ción de la eco­no­mía”- LAB Sindikatua

En la inter­ven­ción rea­li­za­da esta maña­na en la reu­nión del Con­se­jo eco­nó­mi­co y social (CES) de Nava­rra, Rafa Izquier­do, en repre­sen­ta­ción del sin­di­ca­to LAB, ha valo­ra­do el pro­yec­to de pre­su­pues­tos gene­ra­les de Nafa­rroa para 2013.

INTERVENCIÓN DE RAFA IZQUIERDO (LAB):
“El obje­ti­vo de défi­cit se ha con­ver­ti­do en la prio­ri­dad abso­lu­ta de la polí­ti­ca pre­su­pues­ta­ria del Gobierno de UPN, mien­tras que el res­to de polí­ti­cas de gas­to que­dan com­ple­ta­men­te subor­di­na­das al logro de dicho objetivo.

Esta­mos ante una nue­va impo­si­ción cen­tra­lis­ta median­te la cual el Esta­do, ampa­rán­do­se en la modi­fi­ca­ción del artícu­lo 135 de la Cons­ti­tu­ción, inter­fie­re en las com­pe­ten­cias auto­nó­mi­cas y vul­ne­ra (por la fuer­za si fue­ra nece­sa­rio) la auto­no­mía finan­cie­ra y pre­su­pues­ta­ria de las CCAA.

Por tan­to, que­da meri­dia­na­men­te cla­ro que la supues­ta rela­ción bila­te­ral con el Esta­do para acor­dar com­pro­mi­sos en mate­ria de esta­bi­li­dad pre­su­pues­ta­ria es mera apa­rien­cia, pues­to que el obje­ti­vo de défi­cit apro­ba­do por el Con­se­jo de Minis­tros es el que final­men­te se impo­ne a todas las CCAA. Esta actua­ción supo­ne, sin lugar a dudas, una invo­lu­ción en el mode­lo auto­nó­mi­co vigente.

Vol­vien­do al pre­su­pues­to para 2013, debe­mos sub­ra­yar que la pre­vi­sión de ingre­sos y el lími­te de défi­cit per­mi­ti­do por Madrid deter­mi­nan un techo de gas­to ope­ra­ti­vo (no finan­cie­ro) de 3.384,5 millo­nes de euros, lo que supo­ne un recor­te pre­su­pues­ta­rio del 8,8% con res­pec­to a las cuen­tas apro­ba­das para el pre­sen­te ejer­ci­cio. Es decir, que el pró­xi­mo año habrá 326,5 millo­nes menos a dis­po­si­ción de los depar­ta­men­tos del gobierno.

A la vis­ta de la evo­lu­ción eco­nó­mi­ca y de los com­po­nen­tes de la deman­da inter­na en Nafa­rroa, es evi­den­te que la dis­mi­nu­ción del gas­to públi­co se ha con­ver­ti­do en un las­tre para la recu­pe­ra­ción de la eco­no­mía, ya que con­tri­bu­ye nega­ti­va­men­te al avan­ce del PIB. Por lo tan­to, no es cier­to que unos pre­su­pues­tos tan con­trac­ti­vos como los pre­sen­ta­dos por el gobierno de UPN estén diri­gi­dos a pro­mo­ver la reac­ti­va­ción eco­nó­mi­ca, sino más bien todo lo con­tra­rio. Los recor­tes agra­van la situa­ción eco­nó­mi­ca y debi­li­tan los ser­vi­cios sociales.

De hecho, las polí­ti­cas que diri­ge el Depar­ta­men­to de Fomen­to serán las más per­ju­di­ca­das con un recor­te pre­su­pues­ta­rio supe­rior al 25%. A pesar de ello, el gobierno man­tie­ne su tes­ta­ru­da apues­ta pro­yec­tos mega­ló­ma­nos como el TAV.

Tam­po­co las polí­ti­cas socia­les y los ser­vi­cios públi­cos esen­cia­les sal­drán indem­nes del recor­te pre­su­pues­ta­rio anun­cia­do para 2013. El gas­to dedi­ca­do a fines socia­les sufri­rá una reduc­ción supe­rior a los 102,4 millo­nes de euros; lo que sig­ni­fi­ca que prác­ti­ca­men­te un ter­cio del “tije­re­ta­zo” dado al pre­su­pues­to ope­ra­ti­vo de los depar­ta­men­tos afec­ta­rá a par­ti­das de gas­to social.

Con seme­jan­tes recor­tes es com­ple­ta­men­te impo­si­ble man­te­ner los actua­les nive­les en la pres­ta­ción de ser­vi­cios públi­cos en áreas como la salud, la edu­ca­ción o las polí­ti­cas socia­les; y afir­mar lo con­tra­rio sería un enga­ño. Ade­más, se tra­ta de nue­vos recor­tes sobre recor­tes ya efec­tua­dos en 2011 y 2012.

Estas son algu­nas de las medi­das adop­ta­das has­ta aho­ra en el ámbi­to de los ser­vi­cios públi­cos: se han deja­do de cubrir vacan­tes por jubi­la­ción, se han redu­ci­do las sus­ti­tu­cio­nes y la cober­tu­ra de bajas, se han reba­ja­do los sala­rios del per­so­nal, aumen­ta­do la jor­na­da labo­ral, incre­men­to del ratio de alum­nos por aula, aumen­to de las tasas uni­ver­si­ta­rias, implan­ta­ción del copa­go en rece­tas, reduc­ción en la cuan­tía de las pres­ta­cio­nes eco­nó­mi­cas, dis­mi­nu­ción de la car­te­ra de ser­vi­cios socia­les, etc. Y a par­tir de aho­ra ¿qué medi­das adi­cio­na­les se van a establecer?

Esta deri­va pre­su­pues­ta­ria corre el peli­gro de con­ver­tir­se en una ten­den­cia sis­te­má­ti­ca que ame­na­za la igual­dad de opor­tu­ni­da­des en el acce­so a los ser­vi­cios socia­les bási­cos y pro­fun­di­za la frac­tu­ra social; y todo ello en un con­tex­to en el que aumen­tan las situa­cio­nes de pobre­za y la des­igual­dad social.

No pode­mos olvi­dar que el gas­to dedi­ca­do en Nafa­rroa a pro­tec­ción social repre­sen­ta alre­de­dor del 17,9% del PIB (últi­mos datos dis­po­ni­bles corres­pon­dien­tes a 2008), mien­tras que el gas­to medio dedi­ca­do en la Unión Euro­pea alcan­za el 29,5% del PIB. Y la orien­ta­ción de la actual polí­ti­ca pre­su­pues­ta­ria, en lugar de ten­der hacia la con­ver­gen­cia con Euro­pa en mate­ria de polí­ti­ca social, nos ale­ja toda­vía más de los pará­me­tros europeos.

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