Des­obe­dien­cia a la refor­ma labo­ral- Aran­tza Sara­so­la, Xabier Ugar­te­men­dia y Axier Imaz

Las últi­mas refor­mas labo­ra­les han pro­du­ci­do un cam­bio total en las reglas de jue­go de la nego­cia­ción colec­ti­va, cen­tra­li­zan­do la mis­ma y dan­do uni­la­te­ra­li­dad a la par­te empre­sa­rial, no solo en el ámbi­to pri­va­do, sino tam­bién en el público.

El mode­lo de nego­cia­ción colec­ti­va que vamos a tener está total­men­te liga­do a un mode­lo de rela­cio­nes labo­ra­les más o menos des­re­gu­la­do. Es un ins­tru­men­to impres­cin­di­ble para fre­nar el des­em­pleo y la pobre­za, para repar­tir de mane­ra más equi­ta­ti­va la rique­za. Por­que a mayor des­re­gu­la­ción labo­ral, a mayor indi­vi­dua­li­za­ción de las rela­cio­nes labo­ra­les, más paro, meno­res sala­rios y más pobreza.

Son varias las cues­tio­nes que hay que defen­der para que la nego­cia­ción colec­ti­va siga sien­do un ins­tru­men­to que sir­va para defen­der los sala­rios y las con­di­cio­nes labo­ra­les de las tra­ba­ja­do­ras y los tra­ba­ja­do­res. Pero en opi­nión de LAB, hay una cues­tión que es de vital impor­tan­cia, la de los ámbi­tos de nego­cia­ción. En estos momen­tos la bata­lla prin­ci­pal es si el dere­cho a nego­ciar los con­ve­nios se man­tie­ne en manos de las y los tra­ba­ja­do­res de Eus­kal Herria o no.

Nues­tra estruc­tu­ra de nego­cia­ción colec­ti­va ha esta­do basa­da en con­ve­nios pro­vin­cia­les que mar­ca­ban el sue­lo míni­mo, como ele­men­to cohe­sio­na­dor, para todas y todos los tra­ba­ja­do­res del sec­tor. Lue­go esos mis­mos con­ve­nios han sido mejo­ra­dos por medio de con­ve­nios o pac­tos de empresa.

Aho­ra, con estas refor­mas, todo eso sal­ta por los aires. El ámbi­to de nego­cia­ción pro­vin­cial es ata­ca­do por arri­ba por la cen­tra­li­za­ción que se da, pues­to que los con­ve­nios pasan a ser total­men­te sub­si­dia­rios de la nego­cia­ción desa­rro­lla­da en Madrid. Por otro lado, es tam­bién ata­ca­do por la prio­ri­dad abso­lu­ta que se da a la nego­cia­ción de las empre­sas, que aho­ra sí pue­den empeo­rar lo pac­ta­do en un con­ve­nio pro­vin- cial. A esto se le une la ame­na­za de la cadu­ci­dad de los con­ve­nios (la mayo­ría en julio de 2013), que pue­de supo­ner su des­apa­ri­ción. Con lo cual, si no somos capa­ces de crear una alter­na­ti­va, la estruc­tu­ra de la nego­cia­ción colec­ti­va sería la de con­ve­nios esta­ta­les y con­ve­nios o pac­tos de empresa.

Esto, en la prác­ti­ca, supo­ne dejar sin dere­cho a nego­cia­ción en su ámbi­to, supo­ne dejar en manos de la patro­nal y sin nin­gún tipo de pro­tec­ción a miles y miles de tra­ba­ja­do­ras y tra­ba­ja­do­res. El teji­do pro­duc­ti­vo de Eus­kal Herria se sus­ten­ta en peque­ñas y media­nas empre­sas en las que no es real la posi­bi­li­dad de nego­ciar nada a nivel de empresa.

Sien­do este el esce­na­rio, el sin­di­ca­to LAB des­de el prin­ci­pio ha deci­di­do no aca­tar estas refor­mas, sino com­ba­tir­las pro­po­nien­do alter­na­ti­vas para cons­truir un mar­co pro­pio de nego­cia­ción colec­ti­va. Todos los espa­cios de nego­cia­ción, inter­sec­to­rial, sec­to­rial y de empre­sa, son espa­cios de lucha en esa direc­ción y no renun­cia­mos a nin­guno de ellos.

Es momen­to de jugar a la mayor, por­que así lo están deman­dan­do las tra­ba­ja­do­ras y los tra­ba­ja­do­res, y no tan­to de entrar en un deba­te jurí­di­co en torno a si tal o cual pro­pues­ta tie­ne mayor o menor cabi­da den­tro de la legis­la­ción vigen­te. Entre todos los agen­tes polí­ti­cos, sin­di­ca­les y socia­les de este país tene­mos que deba­tir qué mode­lo de nego­cia­ción colec­ti­va que­re­mos y cómo garan­ti­za­mos que ese dere­cho siga estan­do en nues­tras manos y no en Madrid.

Esta­mos hablan­do de cómo hacer un camino pro­pio y de qué acuer­dos polí­ti­cos y sin­di­ca­les tene­mos que cons­truir para ello. Un buen ejem­plo de que pode­mos hacer camino pro­pio superan­do las leyes es lo que esta­mos hacien­do en con­tra de la aper­tu­ra de los comer­cios en domin­gos y fes­ti­vos. Aun­que la adap­ta­ción de una ley esta­tal a la CAPV per­mi­ta abrir ocho fes­ti­vos al año, gra­cias a la diná­mi­ca desa­rro­lla­da en con­tra de la aper­tu­ra en domin­gos y fes­ti­vos, en la que esta­mos de acuer­do todos los sin­di­ca­tos y a tra­vés de mucha pre­sión, impli­ca­ción de las y los tra­ba­ja­do­res y lucha sin­di­cal, se ha con­se­gui­do no apli­car lo que esta­ble­ce la ley, esto es, no abrir los comer­cios en domin­gos y fes­ti­vos. Esa deci­sión es fru­to de una vic­to­ria sin­di­cal y ese es el camino a seguir si que­re­mos hacer fren­te a la reforma.

Hoy por hoy, el prin­ci­pal obs­tácu­lo para reco­rrer ese camino de des­obe­dien­cia son las patro­na­les Con­fe­bask y CEN. La acti­tud de la patro­nal no nos sor­pren­de, ya que siem­pre se ha posi­cio­na­do a favor de uti­li­zar todo lo que les ofre­ce la refor­ma de Madrid y de no que­rer per­der su posi­ción pri­vi­le­gia­da. Eso sí, su posi­ción es total­men­te ile­gí­ti­ma, ya que con la uti­li­za­ción de las leyes que les son total­men­te favo­ra­bles expri­men al máxi­mo a la cla­se trabajadora.

Hay que con­fron­tar, y mucho. Tene­mos que ele­var el nivel de la con­flic­ti­vi­dad social para for­zar a que haya una volun­tad que hoy no existe.

Lo curio­so de todo esto, para LAB, es la posi­ción del sin­di­ca­to mayo­ri­ta­rio. Es una acti­tud incom­pren­si­ble que ten­drán que valo­rar las y los tra­ba­ja­do­res. El camino que está reco­rrien­do LAB es el camino de la des­obe­dien­cia, no aca­tar la refor­ma. Es el mis­mo camino que pedi­mos al ámbi­to polí­ti­co, esa des­obe­dien­cia que tan­to pide ELA al res­to y tan poco está apli­can­do en su ámbi­to de actua­ción, en las empre­sas y en la nego­cia­ción colectiva.

Artikulua gustoko al duzu? / ¿Te ha gustado este artículo?

Twitter
Facebook
Telegram

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *