Poe­sía revo­lu­cio­na­ria des­de Marinaleda

Liber­tad Sán­chez Mar­tí­nez, hija de Juan Manuel Sán­chez Gordillo

- Revo­lu­ción sí o sí.

“Con nues­tra arma que es la palabra
vamos a pelear como nunca
por­que pen­sa­mos que es lo justo
por­que cree­mos en la justicia.
Sen­ti­mos con voz de hom­bres y mujeres
llo­ra­mos y peleamos
como nun­ca hubie­seis pensado
como gran­des en nues­tros hechos.
Si creeis que tene­mos miedo
no sabeis con quién tratais
que somos seres humanos
hom­bres y muje­res con un gran pecho,
y con una rebel­día que nadie pue­de parar
venir aquí y gritad:
viva la tolerancia,
viva la justicia,
viva la libertad.”

- Amor fren­te al odio.

“Odiais lo sencillo
lo diferente
el trabajo
el sudor del proletario
pero vivís de eso
como fábri­cas macabras
como vam­pi­ros rompehuesos
no nos dais miedo
ni voso­tros ni vues­tros perros
que aquí somos muchos
que aquí somos rebeldes
que aquí no nos callamos
que aquí no nos pisotean
ni nues­tra voz
ni nues­tra lucha pacífica
que es la voz del pueblo.”

- Nos han subestimao.

Hay gen­te que pien­sa que somos ganao
y nos tra­ta y habla como a ganao
solo hay un peque­ño pro­ble­ma en todo esto
que se con noso­tros se han equivocao,
que somos seres humanos
con su noble­za, dig­ni­dad e inteligencia
y que por más vuel­tas que le den
no podrán con nues­tra fuerza
ni enga­ñar­nos ni callarnos
que la cabe­za la tene­mos pa pensar
y la boqui­ta para hablar
si pien­san que pue­den con nosotros
es por­que nos han subestimao
por­que aquí nadie se rinde
nadie se calla
y nadie deja de luchar,
y a ver si se dan por enteraos
los cua­tro cho­ri­zos de corrup­ción engorrinaos,
que si ellos pegan fuerte
noso­tros gri­ta­mos con­tra la muerte,
¡y que nos qui­ten lo bailao!

- Alma revolucionaria.

¡Habla sin miedo!
¡Gri­ta si tie­nes que hacerlo!
¡Llo­ra, ríe, siente!
pero nun­ca calles
por­que si callan tu voz
callan tu alma
y tu fuer­za nece­si­ta salida
y tu alma revo­lu­cio­na­ria lucha por salir
no dejes que te la maten
por­que le debes tu res­pe­to y que la ames
este/​a eres tú
a quién le gus­te bienvenido
a quién no, ahí tie­nes la puer­ta y sé mi enemigo,
que solo le ten­go mie­do al vien­to cuan­do sopla muy fuerte
y enton­ces con un bra­zo me protejo
que es mi bra­zo de trabajar
y ese nun­ca me fallará.

- Libre.

¿Eres libre?
pre­gún­ta­se­lo a tu alma
¿Amas tus hechos?
pre­gún­ta­se­lo a tu alma
¿Estás en el camino correcto?
pre­gún­ta­se­lo a tu alma
que cuan­do se habla de estos tér­mi­nos es la más sabia,
el alma y el cora­zón acom­pa­ña­das de la cabeza,
que si fal­ta algu­na de las tres ya fal­ta una pieza.

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