El caso Assan­ge des­de el femi­nis­mo- Bea­triz Gimeno

Assange, durante su discurso en la Embajada ecuatoriana en Londres. / ROSIE HALLAM (GETTY)

Cuan­do June me sugi­rió que escri­bie­ra un post sobre la lec­tu­ra femi­nis­ta del caso de Julian Assan­ge, pen­sé que me sería muy com­pli­ca­do lle­gar a tener una opi­nión cla­ra del asun­to; en reali­dad, me ha sido rela­ti­va­men­te fácil en cuan­to comen­cé a leer sobre el caso en las fuen­tes reales, y no en inter­net. Este es un cla­ro ejem­plo de cómo inter­net pue­de des­fi­gu­rar cual­quier noti­cia y hacer que la mez­cla entre noti­cia y opi­nión nos impi­dan ver la realidad.

Por una par­te tene­mos la per­se­cu­ción nor­te­ame­ri­ca­na hacia Wiki­leaks, que deplo­ro. Las penas que Esta­dos Uni­dos reser­va para quie­nes con­si­de­ra “enemi­gos” son des­pro­por­cio­na­das y los cas­ti­gos que apli­ca –judi­cial y extra­ju­di­cial­men­te- a estas per­so­nas son inhu­ma­nos. La situa­ción del sol­da­do Man­ning da una idea de lo que podría espe­rar­le a Assan­ge en caso de que ter­mi­na­ra en aquel país. EE UU no ofre­ce garan­tías en este o en otros casos, pero lo cier­to es que EE UU, por aho­ra no ha pedi­do la extra­di­ción de Assan­ge y, de hecho, le hubie­ra sido más fácil pedir­la des­de el Rei­no Uni­do si esa era su inten­ción pri­me­ra. En cual­quier caso es ver­dad que los bra­zos de la CIA son muy lar­gos y que el res­pe­to de EE UU por el dere­cho inter­na­cio­nal es cues­tio­na­ble, así que es lógi­co que Assan­ge ten­ga mie­do de aca­bar en ese país.

Sin embar­go, el caso tie­ne una ver­tien­te com­ple­ta­men­te eclip­sa­da por los medios y, lo que es peor, por todos los comen­ta­ris­tas y tam­bién por toda la comu­ni­dad de inter­net, y es que dos muje­res han denun­cia­do a Assan­ge por deli­tos sexua­les y la jus­ti­cia sue­ca le ha lla­ma­do a decla­rar. No está acu­sa­do de vio­la­ción, como se dice a menu­do, sino de un deli­to sexual menor que la vio­la­ción. Se dice tam­bién que el deli­to sobre el que la fis­ca­lía quie­re inte­rro­gar­le no sería cali­fi­ca­do como deli­to en la mayo­ría de los paí­ses demo­crá­ti­cos. Pero no todos los paí­ses tie­nen, des­gra­cia­da­men­te, una legis­la­ción ins­pi­ra­da por el femi­nis­mo en lo que hace a estos asun­tos. Sue­cia es un mode­lo y un ejem­plo; que el asun­to no sea deli­to en muchos paí­ses no quie­re decir que no debie­ra ser­lo o, inclu­so, no quie­re decir que poda­mos pen­sar que la legis­la­ción sue­ca no tie­ne importancia.

La cues­tión es que Assan­ge tuvo (pre­sun­ta­men­te) rela­cio­nes sexua­les con­sen­ti­das con dos muje­res. Con las dos se com­por­tó como el machis­ta que él mis­mo reco­no­ce que es. Al pare­cer no qui­so usar con­dón con nin­gu­na de ellas pero ambas le obli­ga­ron a ponér­se­lo si que­ría tener sexo. Se lo puso enton­ces pero en el pri­mer caso lo rom­pió adre­de, lo que me ha ser­vi­do para ente­rar­me de que esta es una prác­ti­ca habi­tual entre los machi­tos sue­cos ago­bia­dos por las “exi­gen­cias femi­nis­tas”. Hay inclu­so webs que expli­can cómo hacer­lo, cómo rom­per el con­dón en ple­na rela­ción para así impo­ner la volun­tad de macho con­tra­ria­do sobre la volun­tad de ella. En el segun­do caso, man­tu­vo rela­cio­nes con con­dón pero des­pués vol­vió a pene­trar a la mujer sin con­dón apro­ve­chan­do que ésta esta­ba dor­mi­da; cuan­do ella se dio cuen­ta y pro­tes­tó, él uso la fuerza.

Las dos muje­res no sabían si denun­ciar o no por­que, como en cual­quier otro lugar, los deli­tos sexua­les son siem­pre la pala­bra de una con­tra la del otro, y son tam­bién deli­tos muy difí­ci­les de pro­bar. En Sue­cia, como en todas par­tes, sobre las muje­res que denun­cian este tipo de agre­sión sue­le recaer un escru­ti­nio públi­co poco favo­ra­ble. La víc­ti­ma de una vio­la­ción pue­de con­se­guir su pro­pó­si­to de que se haga jus­ti­cia o pue­de aca­bar sien­do ella mis­ma con­ver­ti­da en la cul­pa­ble; lo cier­to es que nun­ca se sabe y siem­pre hay un ries­go. Al pare­cer, ellas dos se pusie­ron en con­tac­to por inter­net para denun­ciar jun­tas. Has­ta aquí lo que ellas man­tie­nen y el asun­to sobre el que la fis­ca­lía sue­ca quie­re inte­rro­gar a Assange.

No soy inge­nua y no me cos­ta­ría abso­lu­ta­men­te nada creer que todo es un mon­ta­je de la CIA, por­que la CIA es capaz de eso y, des­gra­cia­da­men­te, de mucho más, y tene­mos prue­bas de ello. Pero tam­po­co me cues­ta nada creer que lo que ellas denun­cian es ver­dad. Las pro­pias decla­ra­cio­nes de Assan­ge decla­rán­do­se un machis­ta y afir­man­do que Sue­cia “es la Ara­bia Sau­dí del femi­nis­mo” no ins­pi­ran mucha con­fian­za. Por si fue­ra poco, él no ha recha­za­do la ver­sión de las muje­res, sino que ha decla­ra­do que las pro­tes­tas de ellas acer­ca del con­dón a él no le pare­cie­ron de impor­tan­cia. Es decir, que admi­te que ellas pro­tes­ta­ron, pero afir­ma que a él esas pro­tes­tas no le pare­cie­ron serias. Lo cier­to es que me inclino a pen­sar, aun­que esto sí que es una opi­nión per­so­nal, que si todo fue­ra un mon­ta­je polí­ti­co éste se hubie­ra mon­ta­do sobre un deli­to de mayor impor­tan­cia por­que, según los juris­tas sue­cos que he teni­do la opor­tu­ni­dad de leer, hay muchí­si­mas pro­ba­bi­li­da­des de que si Assan­ge se pre­sen­ta no sea ni juz­ga­do, y mucho menos con­de­na­do. Me pare­ce raro un mon­ta­je tan ende­ble, pero en este sen­ti­do no pue­do sino aven­tu­rar mi opi­nión, que vale tan­to como la de cualquiera.

Lo que es evi­den­te para cual­quie­ra es que las muje­res que acu­san a Assan­ge han deja­do de tener nin­gu­na impor­tan­cia, si es que algu­na vez la tuvie­ron. Acer­car­se al caso Assan­ge por inter­net es entrar en el rei­no de la miso­gi­nia. Inclu­so en aque­llos ambien­tes de izquier­das que he con­sul­ta­do ape­nas pue­de leer­se nada que pon­ga en duda que ellas son unas men­ti­ro­sas, que todo es un mon­ta­je de EE UU. Nada dife­ren­te a lo que siem­pre se dice de las muje­res que denun­cian abu­sos sexua­les. La casi uni­ver­sal creen­cia de que esto es un mon­ta­je refle­ja per­fec­ta­men­te la rapi­dez y faci­li­dad con que los tes­ti­mo­nios de las víc­ti­mas de los deli­tos sexua­les son des­acre­di­ta­dos. Las nume­ro­sas per­so­na­li­da­des que se han posi­cio­na­do a favor de Julian Assan­ge sin men­cio­nar, siquie­ra, los posi­bles deli­tos sexua­les, demues­tra que la vio­la­ción es algo que mucha gen­te, la mayo­ría de ellos hom­bres, con­si­de­ra un deli­to menor y fácil­men­te olvi­da­ble cuan­do con­cu­rren cir­cuns­tan­cias “más importantes”.

Denun­ciar una vio­la­ción o un abu­so sexual es algo que con mucha faci­li­dad pue­de vol­ver­se con­tra la víc­ti­ma si ésta cae mal o la acu­sa­ción no con­vie­ne. Es un deli­to gra­ve o no según nos cai­gan la denun­cian­te y el agre­sor (véa­se Stra­suss-Kahn, que sí nos caía mal). El mis­mo pre­si­den­te Correa ha pro­nun­cia­do los argu­men­tos de siem­pre: ”¿Por qué no le denun­ció antes?” O bien ”¿por qué se fue con él si lue­go no que­ría?”, negan­do así la posi­bi­li­dad de decir pri­me­ro que sí y des­pués que no o de que se pro­duz­ca una vio­la­ción o un abu­so en el cur­so de una rela­ción con­sen­ti­da. Nadie ha cri­ti­ca­do estas pala­bras que tam­po­co son tan abso­lu­ta­men­te dife­ren­tes, en el fon­do, de las del sena­dor nor­te­ame­ri­cano que ha habla­do de vio­la­cio­nes “legí­ti­mas e ile­gí­ti­mas“.

Cega­dos con Wiki­leaks, con cier­to anti­ame­ri­ca­nis­mo bási­co muy exten­di­do, con el apo­yo polí­ti­co de la izquier­da a Ecua­dor, todos ellos temas que no tie­nen nada que ver con esto, poca gen­te se ha para­do a pen­sar lo que repi­ten has­ta la sacie­dad los juris­tas sue­cos y muchos juris­tas inde­pen­dien­tes: que Sue­cia es uno de los paí­ses más garan­tis­tas con los dere­chos de los acu­sa­dos, tan garan­tis­ta que figu­ra en el pues­to nume­ro 1 en dere­chos fun­da­men­ta­les entre 66 paí­ses en el Rule of Law Index 2011 (índi­ce del Esta­do de Dere­cho); que el abo­ga­do de las denun­cian­tes es Claes Borgs­tröm, el ombuds­man (defen­sor) para la igual­dad de géne­ro de 2000 a 2007, y que ha teni­do que recor­dar que sus clien­tas “no han come­ti­do un cri­men, que son las víc­ti­mas”, y ha con­si­de­ra­do “alu­ci­nan­te y un abu­so de la figu­ra de asi­lo” la actua­ción de Ecua­dor; que en todo caso es muy impro­ba­ble que Sue­cia extra­di­te a Assan­ge por­que la ley sue­ca impi­de extra­di­tar a nadie por deli­tos polí­ti­cos y el espio­na­je es con­si­de­ra­do como tal por la ley sue­ca; que Amnis­tía Inter­na­cio­nal se ha pro­nun­cia­do cla­ra­men­te por que Assan­ge sea juz­ga­do al con­si­de­rar que la ley sue­ca es com­ple­ta­men­te garan­tis­ta y las posi­bi­li­da­des de que los jue­ces sue­cos sean influen­cia­dos por las pre­sio­nes polí­ti­cas es casi nula, con­tan­do con los recur­sos y las dis­tin­tas ins­tan­cias judi­cia­les. Amnis­tía Inter­na­cio­nal ha dicho esto al mis­mo tiem­po que ha mani­fes­ta­do que el caso que ver­da­de­ra­men­te debe­ría estar ocu­pan­do a la soli­da­ri­dad inter­na­cio­nal es el del sol­da­do Man­ning, pri­va­do de los más ele­men­ta­les dere­chos huma­nos y garan­tías pro­ce­sa­les. Pero Assan­ge es un show­man y el sol­da­do Man­ning un sol­da­do nor­te­ame­ri­cano que no pare­ce muy listo.

Yo no sé si Assan­ge es o no es un vio­la­dor, eso lo ten­drán que decir los tri­bu­na­les, pero la pos­tu­ra más razo­na­ble y fun­da­men­ta­da, la que tie­ne en cuen­ta a las denun­cian­tes y la situa­ción gene­ral es la de Amnis­tía Inter­na­cio­nal: la ley sue­ca es fia­ble, los deli­tos de los que se le acu­sa no tie­nen nada que ver con Wiki­leaks, Assan­ge por tan­to debe­ría res­pon­der de sus pre­sun­tos deli­tos sexuales.

Fuen­te: http://​info​.nodo50​.org/​E​l​-​c​a​s​o​-​A​s​s​a​n​g​e​-​d​e​s​d​e​-​e​l​-​f​e​m​i​n​i​s​m​o​.​h​tml

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