Tras la denuncia interpuesta por Cáritas, propietaria del local, el juez de guardia ordenó el desalojo del centro social Burlataenea. La orden de desalojo fue ejecutada con toda celeridad por la Policía Foral
Varias dotaciones de la policía foral se presentaron en Burlataenea y entraron destrozando algunas puertas, a pesar de que se encontraban abiertas y de que los ocupantes estaban desalojando el edificio pacíficamente, sin resistencia alguna. Cuando varios de ellos solicitaron la orden de registro, la respuesta de uno de los policías fue la de “cómeme la poya” procediendo posteriormente a identificar a quienes les habían solicitado la orden judicial, que finalmente se negaron a mostrar.
Cáritas adopta compromisos
Tras el desalojo se celebró una asamblea en la que se comunicó que la dirección de Cáritas se ha comprometido a mantener una reunión con los representantes de Burlataenea, para poder acordar una posible cesión del local hasta que el solar, pendiente de una permuta urbanística por otra unidad, sea requerido para su uso. Para hoy sábado se ha convocado una asamblea a las 5 de la tarde en las Askas, con el fin de realizar una planificación de cara a los próximos días. Entre las actuaciones a desarrollar destacan una intervención en el pleno del Ayuntamiento el día 27 y una manifestación el viernes 28.