El regre­so de los Clin­ton- Mumia Abu Jamal

No he per­di­do mucho tiem­po vien­do las con­ven­cio­nes de los par­ti­dos polí­ti­cos por­que son esen­cial­men­te, pues, convencionales.

Los polí­ti­cos hacen pro­me­sas que no tie­nen la más míni­ma inten­ción de hon­rar, y las hacen con son­ri­sas sin­ce­ras, has­ta con lágri­mas si hace falta.

Las con­ven­cio­nes de hoy no son tan­to la inven­ción de los par­ti­dos polí­ti­cos como de los empre­sa­rios que lle­van la batu­ta (lla­ma­dos “patro­ci­na­do­res” en la neo­len­gua de los noticieros).

Con fre­cuen­cia, tan­to los sitios y sumi­nis­tros para la con­ven­ción como la trans­por­ta­ción y el hos­pe­da­je en hotel de los dele­ga­dos son rega­los empre­sa­ria­les, “para sobor­nar­les mejor, queridos”.

Con la posi­ble excep­ción de Eli­za­beth Warren, la can­di­da­ta sena­to­rial de Mas­sa­chu­setts quien se hizo famo­sa al cri­ti­car los res­ca­tes ban­ca­rios, pocos ora­do­res me cap­tu­ra­ron la aten­ción, aun­que hay que decir que Miche­lle lució hermosa.

Sin embar­go, lo que me pare­ció más nota­ble fue la par­ti­ci­pa­ción del ex pre­si­den­te Bill Clin­ton con su dis­cur­so sobre los empleos y la economía.

Clin­ton, sin lugar a dudas, es el polí­ti­co más hábil de su gene­ra­ción, y se des­ta­ca así pre­ci­sa­men­te por­que tam­bién es pro­ba­ble­men­te el más inteligente.

Lo que Clin­ton sabe es que gane quien gane en noviem­bre, los empleos bien paga­dos en las indus­trias manu­fac­tu­re­ras ya se fue­ron del país, gra­cias en gran medi­da a su rega­lo a los man­da­ma­ses empre­sa­ria­les y finan­cie­ros en 1994: el TCLAN.

El TCLAN (Tra­ta­do de Libre Comer­cia de Amé­ri­ca del Nor­te) abrió las puer­tas en el extran­je­ro para el tras­la­do de indus­trias a los paí­ses con cos­tos meno­res de mano de obra, con el resul­ta­do en Esta­dos Uni­dos de la pér­di­da de millo­nes de empleos para siempre.

Apues­to que aún si algu­nos de uste­des vie­ron cada momen­to de cada con­ven­ción, no hayan escu­cha­do el acró­ni­mo TCLAN una sola vez.

Segu­ro que no.

El TCLAN afec­tó a las barre­ras aran­ce­la­rias y la indus­tria tex­til, pro­mo­vió la des­re­gu­la­ción ban­ca­ria y finan­cie­ra e impu­so topes a los bue­nos sala­rios de la cla­se obre­ra en la indus­tria manu­fac­tu­re­ra al ofre­cer a la indus­tria pri­va­da una sali­da – – en el extranjero.

Clin­ton no sólo fir­mó el tra­ta­do; pro­mo­vió la iniciativa.

Él repre­sen­ta la trai­cio­ne­ra polí­ti­ca de par­ti­do que se encuen­tra en el fon­do de la maqui­na­ria elec­to­ral corporativa.

Los comen­ta­rios Bill Clin­ton sobre los empleos se pare­cen mucho a los con­se­jos que Drá­cu­la podría dar sobre los ban­cos de san­gre. Sabe mucho del tema, pero sus intere­ses son otros.

Es la per­so­ni­fi­ca­ción de nues­tro sis­te­ma polí­ti­co y la razón por la cual tan­tas per­so­nas se decep­cio­nan con él.

Des­de la nación encar­ce­la­da, soy Mumia Abu-Jamal.

–© ’12 maj
7 de sep­tiem­bre de 2012
Audio gra­ba­do por Noe­lle Han­rahan: www​.pri​son​ra​dio​.org
Tex­to cir­cu­la­do por Fati­rah Litestar01@​aol.​com
Tra­duc­ción Amig@s de Mumia, México

http://​ami​gos​de​mu​miamx​.word​press​.com/​2​0​1​2​/​0​9​/​2​0​/​e​l​-​r​e​g​r​e​s​o​-​d​e​-​l​o​s​-​c​l​i​n​t​on/

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