¿Dón­de fue­ron todas las flo­res en la “pri­ma­ve­ra árabe”?

Más artículos Seño­res y seño­ras inte­lec­tua­les “pro­gres”, no pue­de haber una revo­lu­ción sin un cam­bio eco­nó­mi­co. En nin­gún caso se pue­de hablar de derro­ta de la cla­se domi­nan­te

Los medios de la bur­gue­sía se han refe­ri­do a las revuel­tas ára­bes como “pri­ma­ve­ra”. Cier­tos inte­lec­tua­les pro­gre­sis­tas han asu­mi­do el voca­blo y, subi­dos en la ola del entu­sias­mo, han ido más allá hablan­do de “revo­lu­cio­nes”. Si ha habi­do una pri­ma­ve­ra la pre­gun­ta que hay que hacer­se es ¿dón­de están las flo­res? Si se han pro­du­ci­do revo­lu­cio­nes la pre­gun­ta sería ¿dón­de está el cam­bio eco­nó­mi­co? Por­que, seño­res y seño­ras inte­lec­tua­les “pro­gres”, no pue­de haber una revo­lu­ción sin un cam­bio eco­nó­mi­co. El argu­men­to que se han con­se­gui­do algu­nos triun­fos “demo­crá­ti­cos” como la reti­ra­da de los pre­si­den­tes, la ela­bo­ra­ción de nue­vas cons­ti­tu­cio­nes o la cele­bra­ción de elec­cio­nes es muy pobre dado que en nin­gún caso se pue­de hablar de derro­ta de la cla­se domi­nan­te pues­to que en todos los paí­ses don­de se han pro­du­ci­do esas revuel­tas esta cla­se man­tie­ne su con­trol sobre el poder y los recursos.

Es de supo­ner que, a estas altu­ras, la inte­lec­tua­li­dad “pro­gre” sepa que la vida social se deter­mi­na, en últi­ma ins­tan­cia, por la eco­no­mía. Es decir, la con­tra­dic­ción inhe­ren­te entre capi­tal y tra­ba­jo en una socie­dad capi­ta­lis­ta. En Túnez, el pri­mer país en des­en­ca­de­nar el entu­sias­mo entre la inte­lec­tua­li­dad “pro­gre”, se está hacien­do una refor­ma fis­cal que va en la línea de lo que el Ban­co Cen­tral Euro­peo recla­ma a la UE y que ha sido ala­ba­da por el FMI al tiem­po que recla­ma un pro­gra­ma de refor­mas estruc­tu­ra­les que inclu­yan la ven­ta de empre­sas públi­cas y la deva­lua­ción del dinar. Y no debe­ría haber nin­gu­na duda que el gobierno “demo­crá­ti­co” de Túnez lo hará.

Si bien la revo­lu­ción no es “pura”, como puso de mani­fies­to el pro­pio Lenin, hay que estar pre­ve­ni­dos sobre quie­nes hablan de “revo­lu­ción” sin que com­pren­dan lo que sig­ni­fi­ca. Sobre todo en el ámbi­to eco­nó­mi­co. O, por el con­tra­rio, lo com­pren­den muy bien y limi­tan sus aspi­ra­cio­nes a la revo­lu­ción nacio­nal o bur­gue­sa en con­tra­po­si­ción con la revo­lu­ción socialista.

Sal­vo en Bah­réin, Egip­to y Yemen no ha habi­do nin­gu­na revuel­ta real­men­te popu­lar. En Bah­réin y Yemen la cla­se media esta­ba esca­sa­men­te repre­sen­ta­da en las pro­tes­tas, mien­tras que en otros paí­ses ára­bes era cla­ra­men­te mayo­ri­ta­ria. En Egip­to se pue­de decir que mitad y mitad. Y una vez satis­fe­chas algu­nas de sus aspi­ra­cio­nes, bien de poder polí­ti­co o eco­nó­mi­co –como el ser par­tí­ci­pes en cier­ta medi­da de una tar­ta que se repar­tía la oli­gar­quía sin que les lle­ga­se algo a ellos‑, se han reti­ra­do rápi­da­men­te de las calles. Una revuel­ta de la cla­se media es fácil de con­tro­lar acep­tan­do algu­nas refor­mas polí­ti­cas y socia­les que no ponen en cues­tión el sis­te­ma. Y eso es lo que ha ocu­rri­do en todos los paí­ses ára­bes. Siguien­do el hilo argu­men­tal de la inte­lec­tua­li­dad “pro­gre”, tal vez haya cre­ci­do la hier­ba, pero no han sur­gi­do las flo­res. Y si han sur­gi­do han sido tan efí­me­ras que la pre­gun­ta es ¿dón­de fue­ron todas las flores?

Pero sea­mos indul­gen­tes con esta inte­lec­tua­li­dad “pro­gre”. Lenin habla­ba de las pers­pec­ti­vas de la revo­lu­ción socia­lis­ta en el mar­co del desa­rro­llo de una revo­lu­ción nacio­nal o bur­gue­sa. Supon­ga­mos, y con esta inte­lec­tua­li­dad “post­mo­der­na” es mucho supo­ner, que se sitúa en esta línea argu­men­tal. El úni­co país don­de se pue­de hablar de una pers­pec­ti­va en este sen­ti­do es en Egip­to, nuevamente.

El can­di­da­to de la izquier­da en las elec­cio­nes pre­si­den­cia­les logró un esplén­di­do ter­cer lugar, a sólo cin­co pun­tos del por­cen­ta­je logra­do por el can­di­da­to de los Her­ma­nos Musul­ma­nes quien, en la segun­da vuel­ta, se hizo con la pre­si­den­cia. Es más que pro­ba­ble que se pro­du­je­se un frau­de elec­to­ral que evi­ta­se el segun­do lugar de este can­di­da­to izquier­dis­ta, lo que pola­ri­zó el voto final entre el can­di­da­to de los mili­ta­res y el de los isla­mis­tas. En cual­quier caso, dos can­di­da­tos del sis­te­ma oli­gár­qui­co bien adap­ta­do al momen­to post-Muba­rak, como muy bien ha pues­to de mani­fies­to Samir Amin (1) por mucho que entre ambos haya algún pun­to de coli­sión por los espa­cios de poder, como ocu­rre aho­ra tras las medi­das toma­das por Mor­si de redu­cir el poder legis­la­ti­vo de los mili­ta­res. El dis­cur­so de este can­di­da­to de la izquier­da egip­cia fue poco post­mo­derno: recha­zo a los dic­ta­dos del FMI, retorno al pan­ara­bis­mo nas­se­ris­ta, can­ce­la­ción del acuer­do de paz con Israel…

La fuer­za de este sec­tor revo­lu­cio­na­rio en Egip­to, espe­cial­men­te en las zonas fabri­les y por­tua­rias, así como los cons­tan­tes sabo­ta­jes con­tra el oleo­duc­to que sur­te de gas a Israel (ya van once aten­ta­dos que han obli­ga­do a inte­rrum­pir el sumi­nis­tro otras tan­tas veces) y la per­ma­nen­te con­vo­ca­to­ria de huel­gas tan­to labo­ra­les como polí­ti­cas es una impor­tan­te palan­ca de pre­sión hacia un pre­si­den­te isla­mis­ta que se ve obli­ga­do a dar pasos que pue­den ser cali­fi­ca­dos por los más osa­dos como auda­ces y que le lle­van a un cier­to enfren­ta­mien­to con los mili­ta­res. Por todo ello, sor­pren­de que la inte­lec­tua­li­dad “pro­gre” no men­cio­ne a Egip­to en sus aná­li­sis y se obse­sio­ne con Siria.

Siria

La revuel­ta en este país sí con­tó con un cier­to com­po­nen­te popu­lar al prin­ci­pio, sobre todo por­que el prin­ci­pal sos­tén del gobierno de Al-Asad es la cla­se media alta. Los par­ti­ci­pan­tes ini­cia­les en la pro­tes­ta fue­ron una abi­ga­rra­da mez­cla de cla­se media baja, estu­dian­tes sedu­ci­dos por la pro­pa­gan­da occi­den­tal según la cual habían sido los blo­gue­ros quie­nes habrían ini­cia­do la revuel­ta en Egip­to, para­dos y, lo más impor­tan­te para quien escri­be, jor­na­le­ros e inmi­gran­tes de las zonas rura­les. Un dato impor­tan­te a tener en cuen­ta es que las pri­me­ras pro­tes­tas se pro­du­je­ron en pue­blos, no en ciu­da­des, y que cuan­do lle­gó a éstas fue a aque­llas que se habían con­ver­ti­do en zonas de pobre­za en con­tras­te con Damas­co, Ale­po y otras urbes sobre todo de la costa.

Pero ese cariz popu­lar se per­dió de inme­dia­to, jus­to cuan­do tras la repre­sión ini­cial (y no hay que per­der de vis­ta que casi en los albo­res de la pro­tes­ta y en para­le­lo con la repre­sión se ini­ció el pro­ce­so de revuel­ta arma­da y enfren­ta­mien­to sec­ta­rio) el gobierno ini­ció un camino de cier­tos cam­bios –no peo­res que los pues­tos en mar­cha en otros paí­ses de la famo­sa “pri­ma­ve­ra ára­be” y sí algu­nos de mayor cala­do- en el verano de 2011. A par­tir de aquí la deri­va de la revuel­ta fue cla­ra­men­te mili­tar por­que no se podía per­mi­tir que, al igual que ocu­rre en otros paí­ses, la cla­se en el poder se man­tu­vie­se (2). Por­que a Siria se le pue­de cri­ti­car de todo, pero hay un cariz que le hace dife­ren­te del res­to de gobier­nos: el apo­yo a la resis­ten­cia ára­be. Se pue­de cri­ti­car lo que sea, pero hay un hecho inne­ga­ble: la vic­to­ria de Hiz­bu­lá con­tra Israel en la gue­rra de 2006 fue, ade­más de por el arro­jo y valen­tía de los com­ba­tien­tes liba­ne­ses, gra­cias a las armas pro­por­cio­na­das al movi­mien­to polí­ti­co-mili­tar por Siria como ya lo había hecho duran­te la gue­rra de resis­ten­cia con­tra la ocu­pa­ción israe­lí del sur de Líbano entre 1982 y 2000.

Este hecho, que algu­nos inte­lec­tua­les “pro­gres” cali­fi­can de “geo­po­lí­ti­ca jesui­ta” es cru­cial para enten­der lo que está pasan­do en este país, así como el apo­yo que reci­be el gobierno sirio de Rusia y Chi­na en cada vez más cla­ra con­fron­ta­ción con EEUU. Si bien rusos y chi­nos no tuvie­ron nada que ver en la gue­rra en la que Israel salió derro­ta­do, si toma­ron muy bue­na nota de cómo comen­za­ba a decaer el poder esta­dou­ni­den­se. La gue­rra de agre­sión a Libia fue el pis­to­le­ta­zo de sali­da al pro­ce­so ruso-chino de enfren­ta­mien­to a la estra­te­gia geo­po­lí­ti­ca de EEUU que aún no ha con­clui­do y cada día se enco­na más.

Hablar de opo­si­ción de izquier­das en Siria es bas­tan­te arries­ga­do si no se pro­fun­di­za. Haber­la la hay, pero tan ato­mi­za­da que es difí­cil en estos momen­tos decir quién es quién y qué y a quién repre­sen­ta. ¿Es de izquier­das el Par­ti­do Comu­nis­ta, que acep­tó par­ti­ci­par en las elec­cio­nes par­la­men­ta­rias de mar­zo de este año y logró 11 dipu­tados? ¿Es jus­ti­fi­ca­ble por la izquier­da que un comu­nis­ta sea minis­tro de Asun­tos Eco­nó­mi­cos en el nue­vo gobierno de Al-Assad y que haya decla­ra­do públi­ca­men­te que su labor será la expan­sión del sec­tor públi­co? ¿Es de izquier­das el Comi­té de Coor­di­na­ción Nacio­nal Para Un Cam­bio Demo­crá­ti­co, que se ha divi­di­do al menos en tres fac­cio­nes y don­de se apues­ta –quien esto escri­be no sabe si estos sec­to­res son gran­des o peque­ños- de for­ma cla­ra por el Con­se­jo Nacio­nal Sirio y su bra­zo arma­do, ambos crea­dos, finan­cia­dos y sos­te­ni­dos por Occi­den­te y las monar­quías ára­bes y Tur­quía? ¿Qué ha que­da­do de la con­sig­na de los “tres noes” con la que el CCNCD salió a las calles: no al régi­men, no a la vio­len­cia y no a la inje­ren­cia exter­na? ¿Son de izquier­das los Comi­tés de Coor­di­na­ción Local, tam­bién divi­di­dos y tra­ba­jan­do estas frac­cio­nes con el CNS y su bra­zo armado?

Por­que fue­ra de los cali­fi­ca­ti­vos de “geo­po­lí­ti­ca jesui­ta” lan­za­dos por la inte­lec­tua­li­dad “pro­gre”, que sólo ocul­tan una supi­na igno­ran­cia en polí­ti­ca inter­na­cio­nal, lo que es inne­ga­ble para cual­quie­ra que ten­ga la men­te abier­ta es que sin el apo­yo exte­rior por par­te de Ara­bia Sau­di­ta y sus saté­li­tes del Gol­fo, así como los paí­ses occi­den­ta­les y Tur­quía, la revuel­ta siria habría segui­do el mis­mo camino que las de otros paí­ses: el man­te­ni­mien­to de las estruc­tu­ras de poder. Lo que es acep­ta­ble para estos acto­res exter­nos en otros paí­ses no lo es en Siria. Y la dife­ren­cia, cru­cial, es el apo­yo a la resis­ten­cia ára­be. Sin per­der de vis­ta que Siria es la puer­ta de entra­da a una agre­sión mili­tar con­tra Irán. No pue­de haber un ata­que con­tra el país per­sa si se man­tie­ne el gobierno de Al-Assad.

La lucha con­tra el capi­ta­lis­mo se da en todos los paí­ses ára­bes, con el epi­cen­tro en Egip­to. Sor­pren­de, o tal vez no, que este sim­ple dato pase des­aper­ci­bi­do para la inte­lec­tua­li­dad “pro­gre”, obse­sio­na­da con Siria. Como es lógi­co, no en todos los paí­ses se tie­ne la mis­ma fuer­za. Hay debi­li­da­des –en Siria, por demás- y con­tra­dic­cio­nes inne­ga­bles entre estos sec­to­res que se inter­re­la­cio­nan con las con­tra­dic­cio­nes regio­na­les y mun­dia­les. Y aho­ra en Siria, tal y como era pre­vi­si­ble hace meses (3), apa­re­ce con fuer­za el fac­tor kur­do en lo que pue­de ser una juga­da maes­tra del gobierno de Al-Asad para debi­li­tar la inje­ren­cia exter­na, sobre todo la turca.

Son estas con­tra­dic­cio­nes las que se mani­fies­tan en la izquier­da ára­be y las que agu­di­zan el enfren­ta­mien­to sec­ta­rio. Son estas con­tra­dic­cio­nes las que lle­van a una nue­va divi­sión en las fuer­zas pales­ti­nas, con Hamás posi­cio­nán­do­se con las monar­quías del Gol­fo con­tra Siria (4) mien­tras que la izquier­da man­tie­ne, con crí­ti­cas, su apo­yo a Al-Assad al menos has­ta el ata­que con­tra un cam­po de refu­gia­dos. Por no hablar de la hones­ta pos­tu­ra de la Yihad Islá­mi­ca, que aca­ba de recha­zar una millo­na­ria ofer­ta de Qatar para aban­do­nar Siria y tras­la­dar sede e infra­es­truc­tu­ra a Doha (5).

¿Cómo leer estas con­tra­dic­cio­nes, cuál es la con­tra­dic­ción domi­nan­te? Este es el dile­ma. La inte­lec­tua­li­dad “pro­gre” post­mo­der­na ha pues­to de for­ma cla­ra el pun­to de mira en Al-Assad y uti­li­za la dia­tri­ba, tan recu­rren­te, del esta­li­nis­mo para sata­ni­zar a quie­nes con­si­de­ran que esta debe ser la con­tra­dic­ción secun­da­ria. Para ser post­mo­der­nos su dis­cur­so es muy anti­guo, ni más ni menos que “esta­li­nis­mo”. Aho­ra resul­ta que un movi­mien­to con­tra la gue­rra impe­ria­lis­ta en Siria es “anti­rre­vo­lu­cio­na­rio”. Y se sor­pren­den por­que en Amé­ri­ca Lati­na haya gobier­nos que vean lo que suce­de en Siria de for­ma muy pró­xi­ma, no en vano la inje­ren­cia exter­na allí es endé­mi­ca. Estos gobier­nos, que se vie­nen enfren­tan­do con mayor o menor viru­len­cia a EEUU y sus alia­dos inter­nos y exter­nos des­de que vie­nen impul­san­do un cier­to pro­ce­so eman­ci­pa­to­rio ‑no están muy leja­nos los casos de Hon­du­ras y Paraguay‑, apli­can, y hacen bien, un vie­jo refrán: “cuan­do las bar­bas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remo­jar”. Otra vez la geo­po­lí­ti­ca que tan­to moles­ta a la inte­lec­tua­li­dad “pro­gre”.

Pero si fue­sen cohe­ren­tes con su plan­tea­mien­to, quie­nes inte­gran la inte­lec­tua­li­dad “pro­gre” debe­rían apo­yar sin fisu­ras a la gue­rri­lla colom­bia­na, algo que no hacen ni remo­ta­men­te. Aquí sí hay un movi­mien­to cla­ra­men­te revo­lu­cio­na­rio que lle­va déca­das luchan­do por la demo­cra­cia, la paz, la dig­ni­dad, la jus­ti­cia social y un cam­bio en las estruc­tu­ras eco­nó­mi­cas. Si hablan de dic­ta­du­ra, tor­tu­ra, repre­sión en Siria debe­rían estar el pri­me­ra fila en la denun­cia, en esos mis­mos tér­mi­nos, de los ase­si­na­tos de sin­di­ca­lis­tas colom­bia­nos, las des­apa­ri­cio­nes masi­vas, las eje­cu­cio­nes extra­ju­di­cia­les –los lla­ma­dos “fal­sos posi­ti­vos”-, la cri­mi­na­li­za­ción de los movi­mien­tos socia­les, los ase­si­na­tos de sus inte­gran­tes y diri­gen­tes tal y como está suce­dien­do aho­ra con la Mar­cha Patriótica…

Tur­quía

Obviar, como hace esta inte­lec­tua­li­dad “pro­gre”, que hay una diná­mi­ca inter­na­cio­nal y geo­po­lí­ti­ca en todo el mun­do es no sólo una falla inte­lec­tual gra­ve sino una irres­pon­sa­bi­li­dad. Aun­que EEUU no es el actor prin­ci­pal en la situa­ción en Orien­te Pró­xi­mo y el Magreb, sino Ara­bia Sau­di­ta, no se pue­de dudar de su capa­ci­dad para con­tro­lar unos acon­te­ci­mien­tos fren­te a los que se vio sor­pren­di­do. Ahí está el caso de su acer­ca­mien­to a Tur­quía, un país que había sido dura­men­te cri­ti­ca­do por la Admi­nis­tra­ción Oba­ma tras su prác­ti­ca rup­tu­ra con Israel des­pués del asal­to a la flo­ti­lla que pre­ten­día rom­per el blo­queo a Gaza en 2010. Es a tra­vés de Tur­quía que EEUU y sus saté­li­tes occi­den­ta­les faci­li­tan apo­yo logís­ti­co y mili­tar a los lla­ma­dos “rebel­des” sirios –EEUU ha dado car­ta blan­ca a la CIA y Gran Bre­ta­ña lo ha reco­no­ci­do abier­ta­men­te (6)-, al igual que es por este terri­to­rio, así como por Líbano, por don­de les lle­ga todo el arma­men­to des­de los paí­ses del Gol­fo y la OTAN. Tur­quía está jugan­do hoy el papel que Pakis­tán jugó en la déca­da de 1980 – 1990 para derro­car al gobierno pro-sovié­ti­co de Afga­nis­tán: allí se apo­yó, finan­ció y armó a los tali­ba­nes, aquí a los sec­ta­rios sunníes.

Pero, pese a todo, Tur­quía el esla­bón más débil de toda esta estra­te­gia una vez que Al-Assad ha deci­di­do abrir el fren­te kur­do. La con­se­cuen­cia de la cri­sis siria es el debi­li­ta­mien­to de Tur­quía como poten­cia regio­nal. Sus pre­ten­sio­nes de con­ver­tir­se en una poten­cia sub-impe­ria­lis­ta en la zona se están dilu­yen­do de for­ma muy rápi­da y aho­ra tie­ne que colo­car­se a la defen­si­va. Aquí tam­bién hay dis­cre­pan­cias. Para unos, Al-Assad ha alen­ta­do a los kur­dos. Para otros, no ha teni­do más reme­dio que dejar­les hacer. En cual­quier caso, la reali­dad es que los kur­dos no están par­ti­ci­pan­do en la lla­ma­da “opo­si­ción” siria y mucho menos en la crea­da, finan­cia­da y arma­da por los paí­ses occi­den­ta­les y las monar­quías del Golfo.

La fuer­za kur­da más acti­va en Siria, el Par­ti­do de la Unión Demo­crá­ti­ca (PYD), es una rama del Par­ti­do de los Tra­ba­ja­do­res del Kur­dis­tán (PKK), el más feroz enemi­go de Tur­quía. Sor­pren­de que la inte­lec­tua­li­dad “pro­gre”, tan soli­da­ria anta­ño con el PKK, haya pasa­do por este hecho como la luz por el cris­tal, sin tocar­lo ni man­char­lo. Por uti­li­zar un tér­mino mexi­cano, ha “nin­gu­nea­do” un aspec­to cru­cial de la situa­ción en Siria con amplias reso­nan­cias regio­na­les pues­to que los ner­vios ya están a flor de piel en el gobierno tur­co. Lo que mal que bien había logra­do con­tro­lar en Irak, don­de los kur­dos acep­ta­ron des­de el pri­mer momen­to el padri­naz­go de EEUU en su lucha con­tra Sad­dam Hus­sein, no lo va a poder hacer en Siria. Los kur­dos ira­quíes son dóci­les a las pre­ten­sio­nes impe­ria­lis­tas, los del PKK no. Y menos si el gobierno de Al-Assad resis­te. Otra dife­ren­cia cru­cial de las con­tra­dic­cio­nes regio­na­les y mun­dia­les que no gus­tan a la inte­lec­tua­li­dad “pro­gre”.

Tal vez, dada su obse­sión con Al-Assad, esta inte­lec­tua­li­dad “pro­gre” solu­cio­ne el tema posi­cio­nán­do­se con la for­ma­ción más reac­cio­na­ria de los kur­dos sirios, el Con­se­jo del Pue­blo del Oes­te del Kur­dis­tán (PCWK), que está apo­ya­do y finan­cia­do por los kur­dos ira­quíes. Aun­que lo van a tener difí­cil, de todas mane­ras, por­que tan­to el PYD como el CPWK se han nega­do a for­mar par­te y a cola­bo­rar con el Con­se­jo Nacio­nal Sirio, como sí han hecho otros sec­to­res que la inte­lec­tua­li­dad “pro­gre” con­si­de­ra de izquier­das en Siria.

Y tal vez, sólo tal vez, debe­rían leer a los kur­dos de Tur­quía y cómo el recha­zo a lo que está ocu­rrien­do y a la gue­rra con­tra Siria es total. Es más, el úni­co alcal­de mar­xis­ta en Tur­quía, en la loca­li­dad de Saman­dag, pro­vin­cia Hatay, no tie­ne repa­ros en cali­fi­car como “ban­di­dos” a los miem­bros del lla­ma­do Ejér­ci­to Libre Sirio que cam­pan a sus anchas en la zona bajo el ampa­ro del gobierno turco.

Ilu­sión

La inte­lec­tua­li­dad “pro­gre” habla de revo­lu­cio­nes ára­bes y se hace la ilu­sión que la par­ti­ci­pa­ción de las cla­ses más pobres es pro­me­te­do­ra. Pero habría que recor­dar­les a Marx y su visión del lum­pen pro­le­ta­ria­do. La pre­gun­ta es si este sec­tor tie­ne cla­ra una con­cien­cia de cla­se, dada la faci­li­dad con la que en Túnez, por ejem­plo, ha caí­do en las redes de la oli­gar­quía aun­que aún haya algún cona­to de lucha en Sidi Bou­zaid, la loca­li­dad en la que se inmo­ló el joven que dio ori­gen a la “pri­ma­ve­ra”. Una vez más, la inte­lec­tua­li­dad “pro­gre” con­fun­de los deseos con la reali­dad. Este sec­tor se está dejan­do influen­ciar por el can­to sec­ta­rio lan­za­do des­de las monar­quías del Gol­fo –Siria es el caso más cla­ro, pero tam­bién en Túnez y Egip­to- y son la car­ne de cañón de una estra­te­gia para desin­te­grar los Esta­dos y hacer invia­ble no ya un esta­do ára­be uni­do, al esti­lo del pan­ara­bis­mo de Nas­ser, sino uno socialista.

Plan­tear esto no es ni ser dog­má­ti­co ni estar cons­tre­ñi­do por una cami­sa de fuer­za mar­xis­ta. Sim­ple­men­te, es poner las cosas en su sitio por­que hay quien rumia sus derro­tas inter­nas con la rea­li­za­ción de sus sue­ños “revo­lu­cio­na­rios” y eso en últi­ma ins­tan­cia no supo­ne otra cosa que ampliar más la dis­tan­cia que sepa­ra a esta inte­lec­tua­li­dad “pro­gre” de las cla­ses popu­la­res. Si hay algo que es un oxí­mo­ron es hablar de “revo­lu­cio­nes ára­bes” cuan­do lo que se ve por todas par­tes es el sec­ta­ris­mo, el dine­ro de las monar­quías del Gol­fo ‑Qatar aca­ba de otor­gar 2.000 millo­nes de dóla­res a Egip­to en “ayu­da para reac­ti­var la eco­no­mía” (7)- y las armas de los paí­ses de la OTAN.

No hay flo­res en la “pri­ma­ve­ra ára­be” y si las ha habi­do, así hayan sido efí­me­ras ¿dón­de fue­ron todas las flo­res? Pue­de que alguien se haga la ilu­sión que exis­ten pero, por aho­ra y siem­pre con la mira­da pues­ta en Egip­to, en el res­to de paí­ses no son más que sim­ples ador­nos flo­ra­les de plás­ti­co, es decir, arti­fi­cia­les y apro­pia­das para una foto.


Notas:

(1) Samir Amin, “La vic­to­ria elec­to­ral del Islam polí­ti­co en Egip­to”, http://​www​.nodo50​.org/​c​e​p​r​i​d​/​s​p​i​p​.​p​h​p​?​a​r​t​i​c​l​e​1​458

(2) Alber­to Cruz, “Siria: opo­si­ción frus­tra­da, inje­ren­cia exter­na y reper­cu­sio­nes en la región”, http://​www​.lahai​ne​.org/​i​n​d​e​x​.​p​h​p​?​p​=​5​8​859

(3) Ibid

(4) Alber­to Cruz, “Adiós, Pales­ti­na, adiós: la lucha por el poder en Hamás”, http://​www​.lahai​ne​.org/​i​n​d​e​x​.​p​h​p​?​p​=​6​0​343

(5) As-Safir (Líbano), 28 de julio de 2012.

(6) Euro­pa Press, 10 de agos­to de 2012.

(7) Pren­sa Lati­na, 12 de agos­to de 2012.

Aden­da:

Pete See­ger, el “padre” de todos los can­tau­to­res de cor­te polí­ti­co y social –jun­to a Woody Guth­rie- escri­bió en 1955 una her­mo­sí­si­ma can­ción titu­la­da “Whe­re have all the flo­wers gone?” (cuyas raí­ces están en una can­ción popu­lar cosa­ca reco­gi­da por el escri­tor sovié­ti­co Mijail Ale­xan­dro­vich Shó­lo­jov en una nove­la que escri­bió en 1934) y que popu­la­ri­zó el trío Peter, Paul and Mary en 1962. Es una can­ción anti­be­li­cis­ta y con­ver­ti­da en un icono duran­te la gue­rra de agre­sión esta­dou­ni­den­se a Viet­nam. Mary Tra­vers, la can­tan­te del trío, murió de cán­cer el 9 de sep­tiem­bre de 2009 y en recuer­do a ella, y a quie­nes han inclui­do esta can­ción en alguno de sus álbu­mes, se ha reco­gi­do en el títu­lo de este artículo.

Alber­to Cruz es perio­dis­ta, poli­tó­lo­go y escri­tor. Su últi­mo libro es “La vio­len­cia polí­ti­ca en la India. Más allá del mito de Gandhi””, edi­ta­do por La Caí­da con la cola­bo­ra­ción del CEPRID. Los pedi­dos se pue­den hacer a libros@​lacaida.​info o bien a ceprid@​nodo50.​org. albercruz@​eresmas.​com

CEPRID

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