Ejér­ci­to Sirio Libre: ¿Revo­lu­cio­na­rios o Con­tras?- Red Voltaire

Ejército Sirio Libre: ¿Revolucionarios o Contras?

Des­de hace 18 meses, Siria se ha vis­to inmer­sa en una serie de des­ór­de­nes que han ido en aumen­to has­ta con­ver­tir­se en un con­flic­to que ya ha cau­sa­do la muer­te de unas 20 000 per­so­nas. Si bien exis­te un con­sen­so sobre estos hechos, tam­bién es cier­to que exis­ten impor­tan­tes diver­gen­cias en las narra­cio­nes e inter­pre­ta­cio­nes de esos hechos.

Según los Esta­dos occi­den­ta­les y sus medios de pren­sa, los sirios aspi­ran a vivir en demo­cra­cias de mer­ca­do al esti­lo occi­den­tal. Así que, siguien­do los esce­na­rios de Túnez, Egip­to y Libia corres­pon­dien­tes a la «pri­ma­ve­ra ára­be», los sirios se habrían levan­ta­do para derro­car al dic­ta­dor Bachar al-Assad, quien a su vez no tar­dó en repri­mir las mani­fes­ta­cio­nes de for­ma san­grien­ta. Los occi­den­ta­les qui­sie­ran poner fin a la masa­cre, pero los rusos y los chi­nos se opo­nen a ello, ya sea por inte­rés o por des­pre­cio a la vida humana.

Mien­tras tan­to, los Esta­dos que no acep­tan la domi­na­ción esta­dou­ni­den­se y sus medios de pren­sa esti­man, por el con­tra­rio, que Esta­dos Uni­dos ha des­ata­do con­tra Siria una acción ya pre­pa­ra­da des­de hace mucho tiem­po. Tam­bién esti­man que, pro­ce­dien­do al prin­ci­pio a tra­vés de sus alia­dos regio­na­les y, ya más tar­de, de for­ma direc­ta, Esta­dos Uni­dos ha infil­tra­do en Siria ban­das arma­das que han des­es­ta­bi­li­za­do el país, siguien­do el mode­lo de los Con­tras ya uti­li­za­dos ante­rior­men­te en Nica­ra­gua. Pero estos ele­men­tos han logra­do muy poco apo­yo en el plano interno y se han vis­to derro­ta­dos mien­tras Rusia y Chi­na impi­den que la OTAN liqui­de al ejér­ci­to sirio, lo cual inver­ti­ría la ecua­ción regional.

¿Quién dice la ver­dad? ¿Quién se equivoca?

En Siria, los gru­pos arma­dos no defien­den la demo­cra­cia sino que luchan con­tra ella

En pri­mer lugar, la inter­pre­ta­ción de los acon­te­ci­mien­tos regis­tra­dos en Siria como un epi­so­dio de la «pri­ma­ve­ra ára­be» es una ilu­sión en la medi­da en que la lla­ma­da «pri­ma­ve­ra» está lejos de ser una reali­dad. No es más que un eslo­gan publi­ci­ta­rio ten­dien­te a dar una ima­gen posi­ti­va a toda una serie de hechos hete­ró­cli­tos. Si bien es cier­to que en Túnez, Yemen y Bah­réin sí se pro­du­je­ron revuel­tas popu­la­res, tal cosa no suce­dió ni en Egip­to ni en Libia. En Egip­to, las mani­fes­ta­cio­nes en las calles se limi­ta­ron a la capi­tal y a la par­ti­ci­pa­ción de un sec­tor de la bur­gue­sía. El pue­blo egip­cio nun­ca se sin­tió, abso­lu­ta­men­te en nin­gún momen­to, impli­ca­do en el espec­tácu­lo tele­vi­si­vo de la pla­za Tah­rir [1]. En Libia tam­po­co se pro­du­jo una revuel­ta polí­ti­ca sino un movi­mien­to sepa­ra­tis­ta sur­gi­do en la región de Cire­nai­ca en con­tra del poder de Trí­po­li y que sir­vió de pre­tex­to a la inter­ven­ción mili­tar de la OTAN, inter­ven­ción mili­tar que cos­tó la vida a unas 160 000 personas.

La esta­ción liba­ne­sa NourTV se ano­tó un reso­nan­te éxi­to con la trans­mi­sión de una serie de pro­gra­mas de Has­san Hama­de y Geor­ges Rah­me titu­la­da «La pri­ma­ve­ra ára­be, de Law­ren­ce de Ara­bia a Ber­nard-Hen­ri Levy». Los auto­res de la serie desa­rro­llan la idea de que la «pri­ma­ve­ra ára­be» es un rema­ke de la «revuel­ta ára­be» de 1916 – 1918, orques­ta­da por los bri­tá­ni­cos en con­tra de los oto­ma­nos. Esta vez, los occi­den­ta­les han mani­pu­la­do las situa­cio­nes para derro­car a una gene­ra­ción de líde­res e impo­ner a la Her­man­dad Musul­ma­na. De hecho, la «pri­ma­ve­ra ára­be» cae en la cate­go­ría de publi­ci­dad enga­ño­sa. En estos momen­tos, Marrue­cos, Túnez, Libia, Egip­to y Gaza están sien­do gober­na­dos por una her­man­dad que, por un lado, impo­ne un orden moral mien­tras que, por el otro, apo­ya el sio­nis­mo y el capi­ta­lis­mo seu­do­li­be­ral, o sea los intere­ses de Israel y de los anglo­sa­jo­nes. Des­apa­re­ce así la ilu­sión. Varios auto­res, como el sirio Said Hilal Alcha­ri­fi hablan aho­ra, en tono de bur­la, de la «pri­ma­ve­ra otá­ni­ca».

En segun­do lugar, los diri­gen­tes del Con­se­jo Nacio­nal Sirio (CNS) y los coman­dan­tes del Ejér­ci­to Sirio Libre (ASL) no son pre­ci­sa­men­te demó­cra­tas en el sen­ti­do de que estén dis­pues­tos a favo­re­cer «un gobierno del pue­blo, por el pue­blo y para el pue­blo», según la fór­mu­la de Abraham Lin­coln, reco­gi­da en la Cons­ti­tu­ción fran­ce­sa. Por ejem­plo, el pri­mer pre­si­den­te del CNS fue Burhan Galioun, pro­fe­sor en una uni­ver­si­dad fran­ce­sa. Gha­lioum no era para nada «un opo­si­tor sirio per­se­gui­do por el regi­men» ya que entra­ba y salía libre­men­te de Siria. Tam­po­co era, como aho­ra pre­ten­de ser­lo, un «inte­lec­tual lai­co» ya que era el con­se­je­ro polí­ti­co del arge­lino Abbas­si Mada­ni, pre­si­den­te del Fren­te Islá­mi­co de Sal­va­ción (FIS), actual­men­te refu­gia­do en Qatar. Su suce­sor, Abdel Bas­set Syda [2], sólo hizo su apa­ri­ción en el mun­do de la polí­ti­ca en estos últi­mos meses y rápi­da­men­te resul­tó ser un sim­ple eje­cu­tor de los deseos esta­dou­ni­den­ses. Des­de el momen­to mis­mo de su elec­ción a la cabe­za del CNS, el señor Syda se com­pro­me­tió no a defen­der la volun­tad de su pue­blo sino a apli­car la «hoja de ruta» que Washing­ton redac­tó para Siria, titu­la­da The Day after. Los com­ba­tien­tes del Ejér­ci­to Sirio Libre tam­bién están lejos de ser mili­tan­tes de la demo­cra­cia. Reco­no­cen la auto­ri­dad espi­ri­tual del jeque Adnan al-Arour, pre­di­ca­dor tak­fi­ris­ta que lla­ma a derro­car y matar a Bachar al-Assad, no por moti­vos polí­ti­cos sino úni­ca­men­te por­que el pre­si­den­te sirio es alaui­ta, lo cual lo con­vier­te en un here­je a los ojos del jeque. Todos los ofi­cia­les del ESL que han podi­do ser iden­ti­fi­ca­dos son sun­ni­tas y todas las bri­ga­das del ESL lle­van nom­bres de figu­ras his­tó­ri­cas sun­ni­tas. Los «tri­bu­na­les revo­lu­cio­na­rios» del ESL con­de­nan a muer­te a sus opo­si­to­res polí­ti­cos (no sólo a los par­ti­da­rios de Bachar al-Assad) y a los infie­les, que son dego­lla­dos en públi­co. El pro­gra­ma del ESL con­sis­te en aca­bar con el régi­men lai­co ins­tau­ra­do por el Baas, el PSNS y los comu­nis­tas y pre­vé la ins­tau­ra­ción de un régi­men con­fe­sio­nal estric­ta­men­te sunnita.

El con­flic­to sirio fue pla­nea­do por los occidentales

Es de públi­co cono­ci­mien­to el deseo occi­den­tal de aca­bar con Siria, y ese ele­men­to es más que sufi­cien­te para expli­car los actua­les acon­te­ci­mien­tos. Recor­de­mos algu­nos hechos que no dejan lugar a dudas sobre la pre­me­di­ta­ción que carac­te­ri­za los acon­te­ci­mien­tos [3].

La deci­sión de impo­ner la gue­rra a Siria fue adop­ta­da en una reu­nión en Camp David, por el pre­si­den­te Geor­ge W. Bush, el 15 de diciem­bre de 2001, jus­to des­pués de los espec­ta­cu­la­res aten­ta­dos de Nue­va York y de Washing­ton. En aquel momen­to, lo pre­vis­to era inter­ve­nir simul­tá­nea­men­te en Siria y en Libia para demos­trar que Esta­dos Uni­dos podía inter­ve­nir en dos tea­tros de ope­ra­cio­nes al mis­mo tiem­po. El tes­ti­mo­nio del gene­ral Wes­ley Clark, ex coman­dan­te supre­mo de la OTAN, demues­tra la exis­ten­cia de esa deci­sión, que encon­tró la opo­si­ción del pro­pio Clark.

En 2003, en el momen­to de la caí­da de Bag­dad, el Con­gre­so esta­dou­ni­den­se adop­tó dos leyes que ins­truían al pre­si­den­te de Esta­dos Uni­dos para que pre­pa­ra­ra una gue­rra con­tra Libia y otra con­tra Siria (la Syria Accoun­ta­bi­lity Act).

En 2004, Washing­ton acu­só a Siria de escon­der en su terri­to­rio las armas de des­truc­ción masi­va que no logra­ba encon­trar en Irak. Aque­lla acu­sa­ción nau­fra­gó cuan­do se admi­tió que nun­ca exis­tie­ron las famo­sas armas de des­truc­ción masi­va y que sólo fue­ron un pre­tex­to para inva­dir Irak.

En 2005, des­pués del ase­si­na­to de Rafik Hari­ri, Washing­ton tra­tó de entrar en gue­rra con­tra Siria, pero no pudo hacer­lo por­que el país ára­be reti­ró su ejér­ci­to del Líbano. Esta­dos Uni­dos mon­tó enton­ces una serie de tes­ti­mo­nios fal­sos para acu­sar al pre­si­den­te al-Assad de haber orde­na­do el aten­ta­do y creó un tri­bu­nal inter­na­cio­nal de excep­ción para juz­gar­lo. A la lar­ga, Esta­dos Uni­dos se vio obli­ga­do a reti­rar sus acu­sa­cio­nes fal­sas al ser reve­la­das sus pro­pias manipulaciones.

En 2006, Esta­dos Uni­dos comen­zó a pre­pa­rar la «revo­lu­ción siria» median­te la crea­ción del Syria Demo­cracy Pro­gram. Se tra­ta­ba de crear y finan­ciar gru­pos prooc­ci­den­ta­les de opo­si­ción, como el Movi­mien­to por la Jus­ti­cia y el Desa­rro­llo. Al finan­cia­mien­to ofi­cial del Depar­ta­men­to de Esta­do se agre­gó un finan­cia­mien­to secre­to de la CIA, a tra­vés de una aso­cia­ción cali­for­nia­na lla­ma­da Demo­cracy Council.

Tam­bién en 2006, Esta­dos Uni­dos puso en manos de Israel el des­en­ca­de­na­mien­to de una gue­rra con­tra el Líbano, con la espe­ran­za de impli­car a Siria para poder inter­ve­nir. Pero la rápi­da vic­to­ria del Hez­bo­llah hizo fra­ca­sar aquel plan.

En 2007, Israel ata­có a Siria al bom­bar­dear una ins­ta­la­ción mili­tar en la lla­ma­da Ope­ra­ción Orchard. Una vez más Siria man­tu­vo su san­gre fría y no se dejó arras­trar a la gue­rra. Pos­te­rio­res veri­fi­ca­cio­nes del Orga­nis­mo Inter­na­cio­nal de Ener­gía Ató­mi­ca demos­tra­ron que el blan­co del ata­que no era una ins­ta­la­ción nuclear, des­min­tien­do así las afir­ma­cio­nes de los israelíes.

En 2008, en la reu­nión que la OTAN orga­ni­za bajo la deno­mi­na­ción de Gru­po de Bil­der­berg, la direc­to­ra del Arab Reform Initia­ti­ve, Bass­ma Kod­ma­ni, y el direc­tor de la Stif­tung Wis­sens­chaft und Poli­tik, Vol­ker Perthes, expu­sie­ron bre­ve­men­te ante la cre­ma y nata de Esta­dos Uni­dos y Euro­pa las ven­ta­jas eco­nó­mi­cas, polí­ti­cas y mili­ta­res de una posi­ble inter­ven­ción de la OTAN en Siria.

En 2009, la CIA creó varios ins­tru­men­tos de pro­pa­gan­da diri­gi­dos hacia Siria, como los cana­les Bara­daTV, con sede en Lon­dres, y OrientTV, en Dubai.

Agre­gue­mos a esos ele­men­tos his­tó­ri­cos la rea­li­za­ción en El Cai­ro, duran­te la segun­da sema­na de febre­ro de 2011, de una reu­nión a la que asis­tie­ron John McCain, Joe Lie­ber­man y Ber­nard-Hen­ri Lévy, per­so­na­li­da­des libias como Mah­mud Jibril –el enton­ces segun­do per­so­na­je en impor­tan­cia de la Yamahi­ria– y per­so­na­li­da­des sirias como Malik al-Abdeh y Ammar Qura­bi. Aque­lla reu­nión dio la señal para las ope­ra­cio­nes secre­tas que comen­za­ron simul­tá­nea­men­te en Libia y Siria (el 15 de febre­ro en Ben­ga­zi y el 17 en Damasco).

En enero de 2012, los depar­ta­men­tos esta­dou­ni­den­ses de Esta­do y de Defen­sa crea­ron el gru­po de tra­ba­jo The Day After. Sup­por­ting a demo­cra­tic transition in Syria, que redac­tó simul­tá­nea­men­te una nue­va cons­ti­tu­ción para Siria y un pro­gra­ma de gobierno [4].

En mayo de 2012, la OTAN y el Con­se­jo de Coope­ra­ción del Gol­fo (CCG) crea­ron el Wor­king Group on Eco­no­mic Reco­very and Deve­lop­ment of the Friends of the Syrian Peo­ple, bajo la copre­si­den­cia de Ale­ma­nia y de los Emi­ra­tos Ára­bes Uni­dos. En el mar­co de ese gru­po, el eco­no­mis­ta sirio-bri­tá­ni­co Ossam el-Kadi ela­bo­ró una repar­ti­ción de las rique­zas sirias entre los paí­ses miem­bros de la coa­li­ción, repar­ti­ción que se apli­ca­ría a par­tir del «día siguien­te», o sea des­pués del derro­ca­mien­to del régi­men sirio por par­te de la OTAN y del CCG [5].

¿Revo­lu­cio­na­rios o contrarrevolucionarios?

Los gru­pos arma­dos no sur­gie­ron de las mani­fes­ta­cio­nes paci­fi­cas de febre­ro de 2011. Aque­llas mani­fes­ta­cio­nes denun­cia­ban, efec­ti­va­men­te, la corrup­ción y recla­ma­ban más liber­ta­des, mien­tras que los gru­pos arma­dos –como aca­ba­mos de ver– pro­vie­nen del islamismo.

Una terri­ble cri­sis eco­nó­mi­ca afec­tó las regio­nes rura­les duran­te los últi­mos años, debi­do a las malas cose­chas, erró­nea­men­te inter­pre­ta­das como des­gra­cias pasa­je­ras, cuan­do en reali­dad eran con­se­cuen­cia de cam­bios cli­má­ti­cos dura­de­ros. A lo ante­rior se agre­ga­ron erro­res come­ti­dos en la apli­ca­ción de refor­mas eco­nó­mi­cas que des­or­ga­ni­za­ron el sec­tor pri­ma­rio. Ello pro­vo­có un impor­tan­te éxo­do rural que el gobierno ha sabi­do enfren­tar y una deri­va sec­ta­ria de cam­pe­si­nos que el gobierno no tuvo en cuen­ta. En nume­ro­sas regio­nes, el hábi­tat rural no esta­ba con­cen­tra­do en aldeas sino dis­per­so en for­ma de gran­jas ais­la­das. Nadie se dio cuen­ta de la ver­da­de­ra enver­ga­du­ra de ese fenó­meno, has­ta que se reagru­pa­ron sus adeptos.

En defi­ni­ti­va, en el seno de la socie­dad siria, que repre­sen­ta el para­dig­ma de la tole­ran­cia reli­gio­sa, se desa­rro­lló una corrien­te tak­fi­ris­ta. Esa corrien­te sir­vió de base a los gru­pos arma­dos, que a su vez han sido abun­dan­te­men­te finan­cia­dos por las monar­quías waha­bi­tas (Ara­bia Sau­di­ta, Qatar, Shar­jah) [6]. Ese dine­ro pro­ve­nien­te del exte­rior atra­jo nue­vos com­ba­tien­tes, entre los que se hayan parien­tes de víc­ti­mas de la repre­sión masi­va del san­grien­to y fra­ca­sa­do gol­pe de Esta­do de la Her­man­dad Musul­ma­na, en 1982. El móvil de esas per­so­nas es a menu­do más per­so­nal que ideo­ló­gi­co. Se tra­ta sobre todo de una bús­que­da de ven­gan­za. Atraí­dos por el dine­ro fácil, nume­ro­sos delin­cuen­tes e indi­vi­duos que ya tenían pro­ble­mas con la jus­ti­cia se unie­ron a esos ele­men­tos: cada «revo­lu­cio­na­rio» reci­be una suma que repre­sen­ta 7 veces el sala­rio medio sirio. Y final­men­te, tam­bién comen­za­ron a lle­gar pro­fe­sio­na­les que ya han com­ba­ti­do en Afga­nis­tán, Bos­nia, Che­che­nia o Irak. En pri­me­ra fila de estos se encuen­tran los hom­bres de al-Qae­da en Libia, lide­rea­dos por el pro­pio Abdelha­kim Belhaj [7]. Los medios de pren­sa los pre­sen­tan como yiha­dis­tas, lo cual es total­men­te inapro­pia­do ya que en el Islam no se con­ci­be la gue­rra san­ta con­tra corre­li­gio­na­rios. Se tra­ta, ante todo, de mercenarios.

La pren­sa occi­den­tal y la pren­sa de los paí­ses del Gol­fo insis­ten en la pre­sen­cia de deser­to­res entre los miem­bros del ESL, lo cual no deja de ser cier­to. Lo que sí es fal­so es que hayan deser­ta­do lue­go de haber­se nega­do a repri­mir mani­fes­ta­cio­nes polí­ti­cas. El per­fil de los men­cio­na­dos deser­to­res corres­pon­de casi siem­pre a los casos ya des­cri­tos ante­rior­men­te. En todo caso, en un ejér­ci­to de 300 000 hom­bres siem­pre será posi­ble encon­trar faná­ti­cos reli­gio­sos y delincuentes.

Los gru­pos arma­dos uti­li­zan una ban­de­ra que sus­ti­tu­ye la fran­ja roja de la actual ban­de­ra siria por una fran­ja ver­de y que pre­sen­ta tres estre­llas, en vez de dos. La pren­sa occi­den­tal cali­fi­ca esa ban­de­ra de la fran­ja ver­de y las tres estre­llas como «la ban­de­ra de la inde­pen­den­cia», ya que estu­vo en vigor al pro­cla­mar­se la inde­pen­den­cia de Siria, en 1946. Esa es, en reali­dad, la ban­de­ra del man­da­to fran­cés que se man­tu­vo en vigor duran­te la épo­ca de la inde­pen­den­cia for­mal del país (de 1932 a 1958). Las tres estre­llas repre­sen­tan los tres dis­tri­tos con­fe­sio­na­les de la épo­ca del colo­nia­lis­mo (alaui­ta, dru­so y cris­tiano). Así que esa ban­de­ra no es cier­ta­men­te un sím­bo­lo revo­lu­cio­na­rio. En reali­dad es todo lo con­tra­rio, ya que equi­va­le a pro­cla­mar el deseo de pro­lon­gar el pro­yec­to colo­nial, el pro­yec­to del Acuer­do Sykes-Picot de 1916 y del redi­se­ño del «Medio Orien­te amplia­do».

Duran­te los 18 meses de accio­nes arma­das, estos gru­pos arma­dos se han estruc­tu­ra­do y, más o menos, han ido coor­di­nán­do­se. La gran mayo­ría se encuen­tra actual­men­te bajo las órde­nes de Tur­quía, con la eti­que­ta del Ejér­ci­to Sirio Libre. Pero la reali­dad es que se han con­ver­ti­do en mili­cias de la OTAN, ya que el cuar­tel gene­ral del ESL se encuen­tra inclu­so en la base aérea de la OTAN de Incir­lik, en Tur­quía. Los isla­mis­tas más duros han for­ma­do sus pro­pias orga­ni­za­cio­nes o se han uni­do a al-Qae­da. Se hallan bajo con­trol de Qatar o de la rama sudai­ri de la fami­lia real sau­di­ta [8]. De hecho, depen­den de la CIA.

Esta con­for­ma­ción pro­gre­si­va, que comien­za entre cam­pe­si­nos pobres para ter­mi­nar con un flu­jo de mer­ce­na­rios, es idén­ti­ca a la que tuvo que enfren­tar Nica­ra­gua cuan­do la CIA orga­ni­zó a los Con­tras para derro­car a los san­di­nis­tas, o a lo que enfren­tó Cuba cuan­do la CIA orga­ni­zó el des­em­bar­co de Bahía de Cochi­nos para derro­car a los cas­tris­tas. Y es ese pre­ci­sa­men­te el mode­lo que hoy siguen los gru­pos arma­dos sirios: en mayo de 2012, los con­tra­rre­vo­lu­cio­na­rios cuba­nos orga­ni­za­ron en Mia­mi una serie de semi­na­rios para entre­nar a sus homó­lo­gos sirios en la rea­li­za­ción de accio­nes de gue­rri­lla urba­na [9].

La CIA apli­ca los mis­mos méto­dos en todas par­tes. Fue por eso que los Con­tras sirios con­cen­tra­ron su accio­nar mili­tar en la crea­ción de bases fijas (aun­que nin­gu­na de ellas logró sobre­vi­vir, ni siquie­ra el emi­ra­to islá­mi­co de Baba Amro), en la rea­li­za­ción de sabo­ta­jes con­tra la eco­no­mía (des­truc­ción de la infra­es­truc­tu­ra e incen­dios inten­cio­na­les en las gran­des fábri­cas) y, final­men­te, en el terro­ris­mo (des­ca­rri­la­mien­to de tre­nes de pasa­je­ros, aten­ta­dos con autos-bom­ba en luga­res cén­tri­cos y ase­si­na­tos con­tra líde­res reli­gio­sos, polí­ti­cos y militares).

Como con­se­cuen­cia de esas accio­nes, el sec­tor de la pobla­ción siria que, al prin­ci­pio de estos acon­te­ci­mien­tos, podía alber­gar algu­na sim­pa­tía hacia los gru­pos arma­dos cre­yen­do que estos repre­sen­ta­ban una alter­na­ti­va al régi­men actual, poco a poco ha ido ale­ján­do­se de ellos.

De mane­ra para nada sor­pren­den­te, la bata­lla de Damas­co con­sis­tió en hacer con­ver­ger hacia la capi­tal los 7 000 com­ba­tien­tes que se halla­ban dis­per­sos en el país y ejér­ci­tos de mer­ce­na­rios que esta­ban a la espe­ra en los paí­ses limí­tro­fes. Dece­nas de miles de Con­tras tra­ta­ron de pene­trar en Siria des­pla­zán­do­se simul­tá­nea­men­te en nume­ro­sas colum­nas de camio­ne­tas (pick-up) y pre­fi­rien­do atra­ve­sar el desier­to en vez de cir­cu­lar por las auto­pis­tas. Los bom­bar­deos aéreos fre­na­ron a una par­te de esos inva­so­res, que se vie­ron obli­ga­dos a regre­sar por don­de mis­mo vinie­ron. Otros, lue­go de apo­de­rar­se de varios pues­tos fron­te­ri­zos, logra­ron lle­gar has­ta la capi­tal, pero no encon­tra­ron allí el apo­yo popu­lar que espe­ra­ban. Por el con­tra­rio, la pro­pia pobla­ción guió a los sol­da­dos del ejér­ci­to nacio­nal en la tarea de iden­ti­fi­car­los y sacar­los de sus posi­cio­nes. Al final, los Con­tras tuvie­ron que batir­se en reti­ra­da y anun­cia­ron que, a fal­ta de tomar Damas­co, toma­rían Ale­po. Eso demues­tra que los par­ti­ci­pan­tes en las revuel­tas no son los habi­tan­tes de Damas­co ni los de Ale­po sino com­ba­tien­tes pro­ve­nien­tes del exterior.

En con­tras­te con la impo­pu­la­ri­dad de los gru­pos arma­dos, hay que seña­lar la popu­la­ri­dad del ejér­ci­to nacio­nal sirio y de las mili­cias de auto­de­fen­sa. El Ejér­ci­to Ára­be Sirio es un ejér­ci­to de reclu­tas, o sea un ejér­ci­to popu­lar. Resul­ta impen­sa­ble que ese ejér­ci­to pue­da ser uti­li­za­do como ins­tru­men­to de repre­sión polí­ti­ca. Des­de hace poco, el gobierno auto­ri­zó la for­ma­ción de mili­cias por barrios, y dis­tri­bu­yó armas a los ciu­da­da­nos que se com­pro­me­tie­ron a dedi­car 2 horas de su tiem­po a la defen­sa de su barrio, bajo las órde­nes de miem­bros del ejército.

Pasan­do gato por liebre

En su épo­ca, al pre­si­den­te esta­dou­ni­den­se Ronald Reagan le cos­tó mucho tra­ba­jo pre­sen­tar a sus Con­tras como «revo­lu­cio­na­rios». Creó para ello una estruc­tu­ra de pro­pa­gan­da, el Buró de Diplo­ma­cia Públi­ca, cuya direc­ción puso en manos de Otto Reich [10]. Este últi­mo sobor­nó a perio­dis­tas en la mayo­ría de los gran­des medios de la pren­sa esta­dou­ni­den­se y de Euro­pa occi­den­tal para que into­xi­ca­ran al públi­co. Entre otras cosas, echó a rodar el rumor de los que san­di­nis­tas dis­po­nían de armas quí­mi­cas y que exis­tía el ries­go de que las uti­li­za­ran con­tra su pro­pio pue­blo. Hoy en día, la pro­pa­gan­da se diri­ge des­de la Casa Blan­ca, y lo hace el con­se­je­ro adjun­to para la segu­ri­dad nacio­nal a car­go de las comu­ni­ca­cio­nes estra­té­gi­cas, Ben Rho­des, quien está apli­can­do los mis­mos vie­jos méto­dos y nue­va­men­te ha recu­rri­do, con­tra al Assad, al rumor de las armas químicas.

En cola­bo­ra­ción con el MI6 bri­tá­ni­co, Rho­des ha logra­do impo­ner una estruc­tu­ra fan­tas­ma como prin­ci­pal fuen­te de infor­ma­ción de las agen­cias de pren­sa occi­den­ta­les: el Obser­va­to­rio Sirio de los Dere­chos Huma­nos (OSDH). Los medios no han cues­tio­na­do nun­ca la cre­di­bi­li­dad de esta fir­ma, a pesar de que sus afir­ma­cio­nes han sido des­men­ti­das por los obser­va­do­res de la Liga Ára­be y por los obser­va­do­res de la ONU. Esa estruc­tu­ra fan­tas­ma, sin loca­les, per­so­nal ni cono­ci­mien­tos, se ha con­ver­ti­do inclu­so en LA fuen­te de infor­ma­ción de las can­ci­lle­rías euro­peas des­de que la Casa Blan­ca con­ven­ció a estas últi­mas de reti­rar de Siria a su per­so­nal diplomático.

Ben Rho­des orga­ni­zó tam­bién una serie de espec­tácu­los para perio­dis­tas en bus­ca de emo­cio­nes fuer­tes. Para ello se crea­ron dos turo­pe­ra­do­res, uno en el gabi­ne­te del pri­mer minis­tro tur­co Edo­gan y el segun­do en el gabi­ne­te del ex pri­mer minis­tro liba­nes Fouad Sinio­ra. Se invi­tó a los perio­dis­tas a entrar ile­gal­men­te en Siria con la ayu­da de guías con­tra­ta­dos al efec­to. Duran­te meses se estu­vo ofre­cien­do la posi­bi­li­dad de via­jar, des­de la fron­te­ra tur­ca, para visi­tar una aldea en la mon­ta­ña, don­de era posi­ble hacer sesio­nes foto­grá­fi­cas con los «revo­lu­cio­na­rios» y «com­par­tir la vida dia­ria de los com­ba­tien­tes». Pos­te­rior­men­te, a los más depor­ti­vos se les pro­po­nía un via­je des­de la fron­te­ra liba­ne­sa para ir a visi­tar el emi­ra­to islá­mi­co de Baba Amro.

Lo más extra­ño es que nume­ro­sos perio­dis­tas des­cu­brie­ron fal­si­fi­ca­cio­nes enor­mes, sin que ello los lle­va­ra a sacar con­clu­sión algu­na. Por ejem­plo, un céle­bre repor­te­ro foto­grá­fi­co fil­mó a los «revo­lu­cio­na­rios» de Baba Amro que­man­do neu­má­ti­cos para pro­du­cir un humo negro que daría la impre­sión de que el barrio esta­ba sien­do bom­bar­dea­do. Ese repor­te­ro trans­mi­tió las imá­ge­nes a tra­ves de Channel4 [11], pero siguió afir­man­do que había sido tes­ti­go del bom­bar­deo con­tra Baba Amro que repor­ta­ba el Obser­va­to­rio Sirio de los Dere­chos Humanos.

Por su par­te, el New York Times reve­ló que fotos e imá­ge­nes de video trans­mi­ti­das por el ser­vi­cio de pren­sa del Ejér­ci­to Sirio Libre en las que apa­re­cen sus vale­ro­sos com­ba­tien­tes fue­ron mon­ta­das como una obra de tea­tro [12]. Las armas que apa­re­cen en esas imá­ge­nes son en reali­dad jugue­tes que repro­du­cen armas reales. A pesar de ello, el New york Times no pone en duda la exis­ten­cia de un ejér­ci­to de deser­to­res que con­ta­ría con unos 100 000 hombres.

Siguien­do un esque­ma clá­si­co, los perio­dis­tas pre­fie­ren men­tir antes que reco­no­cer que han sido mani­pu­la­dos. Des­pués de ser enga­ña­dos una vez, siguen par­ti­ci­pan­do, ya cons­cien­te­men­te, en el desa­rro­llo de la men­ti­ra a pesar de haber­la des­cu­bier­to. Que­da por saber si uste­des, lec­to­res de este artícu­lo, tam­bién pre­fie­ren mirar para otro lado o apo­yar al pue­blo sirio fren­te a la agre­sión de los Contras.

Thierry Meys­san

26 de julio de 2012

Fuen­te El-Akh­bar (Algé­rie)

http://​www​.vol​tai​re​net​.org/​E​j​e​r​c​i​t​o​-​S​i​r​i​o​-​L​i​b​r​e​#​nh1

[1] Con­tra­ria­men­te a lo que se ha afir­ma­do, la pla­za Tah­rir no es la más gran­de del Cai­ro. Fue esco­gi­da úni­ca­men­te por razo­nes de mar­ke­ting, ya que la pala­bra ára­be Tah­rir se tra­du­ce a los idio­mas euro­peos como Liber­tad. Es evi­den­te que no fue­ron los egip­cios quie­nes esco­gie­ron ese sím­bo­lo ya que la len­gua ára­be tie­ne dife­ren­tes tér­mi­nos para desig­nar la Liber­tad. El tér­mino ára­be Tah­rir hace refe­ren­cia a la liber­tad con­ce­di­da, no a la liber­tad conquistada.

[2] Al trans­cri­bir el nom­bre del señor Syda, la pren­sa occi­den­tal agre­ga una «a» para evi­tar la con­fu­sión con la enfer­me­dad del mis­mo nom­bre. NdlR.

[3] «Pre­me­di­ta­ción» es un tér­mino de uso común en dere­cho cri­mi­nal. En polí­ti­ca, el tér­mino más ade­cua­do sería «com­plot», pero el autor se ha abs­te­ni­do de uti­li­zar­lo debi­do a la reac­ción his­té­ri­ca que sus­ci­ta esa pala­bra entre quie­nes creen que la polí­ti­ca occi­den­tal es trans­pa­ren­te y demo­crá­ti­ca. NdlR.

[4] «Washing­ton a rédi­gé une nou­ve­lle cons­ti­tu­tion pour la Syrie», Réseau Vol­tai­re, 21 de julio de 2012.

[5] «Les « Amis de la Syrie » se par­ta­gent l’économie syrien­ne avant de l’avoir con­qui­se», por Ger­man Foreign Policy, tra­duc­ción de Hori­zons et débats, Réseau Vol­tai­re, 14 de junio de 2012.

[6] Shar­jah es uno de los sie­te emi­ra­tos que com­po­nen los Emi­ra­tos Ára­bes Unidos

[7] «L’Armée syrien­ne libre est com­man­dée par le gou­ver­neur mili­tai­re de Tri­po­li», por Thierry Meys­san, Réseau Vol­tai­re, 18 de diciem­bre de 2011.

[8] Para más deta­lles, ver «La Con­tre-révo­lu­tion au Pro­che-Orient», por Thierry Meys­san, Kom­so­mols­ka­ya Pravda/​Réseau Vol­tai­re, 11 de mayo de 2011.

[9] «L’opposition syrien­ne prend ses quar­tiers d’été à Mia­mi», por Agen­cia Cuba­na de Noti­cias, Jean Guy Allard, Réseau Vol­tai­re, 25 de mayo de 2012.

[10] «Otto Reich et la con­tre-révo­lu­tion», por Arthur Lepic, Paul Laba­ri­que, Réseau Vol­tai­re, 14 de mayo de 2004.

[11] «Syria’s video jour­na­lists battle to telle the ’truth’», Channel4, 27 de mar­zo de 2011.

[12] “Syrian Libe­ra­tors, Bea­ring Toy Guns”, por C. J. Chi­vers, The New York Times, 14 de junio.

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