Men­sa­je 48 ani­ver­sa­rio del PCMLE

(Pro­nun­cia­do por el c. Oswal­do Pala­cios J. Voce­ro Nacio­nalen el Acto de Ani­ver­sa­rio rea­li­za­do el vier­nes 20 de julio en el Tea­tro Nacio­nal de la CCE.)

Ami­gas, Ami­gos y Cama­ra­das, repre­sen­tan­tes popu­la­res, diri­gen­tes de la Coor­di­na­do­ra Plu­ri­na­cio­nal de las Izquier­das, com­pa­ñe­ras y com­pa­ñe­ros de las orga­ni­za­cio­nes socia­les de todas las pro­vin­cias del país, invi­ta­dos especiales:
Que­re­mos ini­ciar este Acto par­ti­ci­pán­do­les a nues­tros ami­gos, a los tra­ba­ja­do­res y a los pue­blos del Ecua­dor, el júbi­lo y sano orgu­llo que inun­da las men­tes y los cora­zo­nes de nues­tros mili­tan­tes y diri­gen­tes al lle­gar a esta nue­va cele­bra­ción de los 48 años del Par­ti­do de la cla­se obre­ra, cuya vida y accio­nes están dedi­ca­das des­de los días de Agos­to de 1964 a empu­jar el cam­bio revo­lu­cio­na­rio en nues­tro país, que como se pue­de ver, es la úni­ca sali­da y solu­ción a los pro­ble­mas socia­les, eco­nó­mi­cos y de tra­ba­jo, de nues­tros pueblos.
Con esta tras­cen­den­tal oca­sión, los mar­xis­tas leni­nis­tas exten­de­mos un men­sa­je de uni­dad, de sin­ce­ra cola­bo­ra­ción y deci­sión de avan­zar, a las diver­sas orga­ni­za­cio­nes popu­la­res, a la Coor­di­na­do­ra Plu­ri­na­cio­nal de las Izquier­das y a cada uno de los par­ti­dos y orga­ni­za­cio­nes que la con­for­man, reite­rán­do­les que en los años de exis­ten­cia del PCMLE, hemos demos­tra­do una voca­ción de uni­dad y accio­nes con­cre­tas, para tra­ba­jar como esta­mos dis­pues­tos aho­ra, por­que los sec­to­res com­pro­me­ti­dos en trans­for­mar el Ecua­dor mar­che­mos jun­tos en bene­fi­cio del avan­ce del pro­ce­so de emancipación.
Dra­má­ti­cos acon­te­ci­mien­tos ocu­rren en el mun­do en estos días. Hemos vivi­do una de las cri­sis cícli­cas del capi­ta­lis­mo que ini­cia­ra en el 2.007 y cuyos efec­tos toda­vía se sien­ten. Si bien algu­nos de los voce­ros de los mono­po­lios y los ban­cos afir­man que la eco­no­mía mun­dial se “ale­ja del pre­ci­pi­cio” por aho­ra, los efec­tos desas­tro­sos y las secue­las sufri­das en los diver­sos con­ti­nen­tes, regio­nes y paí­ses, han con­vul­sio­na­do el esce­na­rio eco­nó­mi­co, polí­ti­co y social del planeta.
Duran­te el perío­do, se han des­trui­do volú­me­nes inmen­sos de fuer­zas pro­duc­ti­vas; se pro­du­ce una baja de la pro­duc­ción y los ser­vi­cios, han que­bra­do miles de empre­sas y ban­cos; el gran bache ha pro­vo­ca­do la caí­da de los pre­su­pues­tos de los Esta­dos y un gran endeu­da­mien­to de las prin­ci­pa­les eco­no­mías, como la de los Esta­dos Uni­dos, por ejemplo.
Pero, los prin­ci­pa­les efec­tos catas­tró­fi­cos han sufri­do las masas tra­ba­ja­do­ras, la juven­tud, los pue­blos, debi­do a que la cri­sis ha traí­do un aumen­to esca­lo­frian­te del des­em­pleo, dejan­do a cien­tos de miles en la calle, sin tra­ba­jo, sin poder pagar sus vivien­das, sus arren­da­mien­tos y sos­te­ner su vida. Sor­pren­den­tes son los índi­ces de la pobre­za en el mundo.
La pre­sen­cia de la cri­sis mues­tra con más evi­den­cia, cómo el capi­ta­lis­mo – que algu­nos defien­den y ala­ban – es un sis­te­ma de injus­ti­cia, opre­sión y explo­ta­ción; es un sis­te­ma en des­com­po­si­ción, corroí­do por una serie de lacras, como la des­hu­ma­ni­za­ción, el egoís­mo, la inse­gu­ri­dad social, el cri­men, la delin­cuen­cia, las dro­gas, etc.
Sin embar­go, el ele­men­to más des­ta­ca­do en medio de la cri­sis, es que los tra­ba­ja­do­res y los pue­blos, los pobres del mun­do, no están dis­pues­tos a que el sis­te­ma capi­ta­lis­ta los some­ta a una situa­ción opre­si­va. Fren­te a la situa­ción difí­cil que les ha toca­do vivir a las masas tra­ba­ja­do­ras, en casi todos los rin­co­nes del mun­do, inclu­so en aque­llas regio­nes que se decían tran­qui­las, han esta­lla­do gran­des explo­sio­nes socia­les: huel­gas, luchas, movi­li­za­cio­nes, pro­tes­tas, con­tra las ini­cuas medi­das que se han toma­do por par­te de los gobier­nos, las cor­po­ra­cio­nes y las ins­ti­tu­cio­nes del poder mun­dial, que les per­ju­di­can sustancialmente.
Hace más de un año en Espa­ña, ate­na­za­da por los efec­tos de la cri­sis, asfi­xia­da por las deu­das y las impo­si­cio­nes del capi­tal, esta­lló el movi­mien­to de los “indig­na­dos” y aho­ra al cum­plir­se su pri­mer ani­ver­sa­rio, en más de 80 ciu­da­des se han repli­ca­do con­cen­tra­cio­nes, movi­li­za­cio­nes y pro­tes­tas. La juven­tud uni­ver­si­ta­ria ha sido pro­ta­go­nis­ta del des­con­ten­to tra­du­ci­do en accio­nes calle­je­ras. En estos mis­mos días, los mine­ros han mar­cha­do des­de dis­tin­tos luga­res del país hacia Madrid para opo­ner­se al cie­rre de las minas de car­bón, que los deja­ría en la calle, des­ocu­pa­dos. Los tra­ba­ja­do­res del sec­tor públi­co, inclui­dos bom­be­ros y poli­cías pro­tes­tan por las reba­jas sala­ria­les, la anu­la­ción de dere­chos y las ame­na­zas de des­pi­dos que cons­tan en los “reajus­tes” que el gobierno de la dere­cha y las agen­cias del capi­tal han impues­to en ese país. 
Euro­pa ha sido y es esce­na­rio de indig­na­das luchas y movi­li­za­cio­nes mul­ti­tu­di­na­rias en Gre­cia, Por­tu­gal, Bél­gi­ca, Ingla­te­rra, Ale­ma­nia pro­ta­go­ni­za­das por tra­ba­ja­do­res, migran­tes, pro­fe­sio­na­les, jóve­nes y des­em­plea­dos, que se opo­nen con la lucha calle­je­ra a los reajus­tes orde­na­dos por las agen­cias inter­na­cio­na­les como el FMI, el Ban­co Mun­dial, el BCE, etc. con los cua­les los círcu­los bur­gue­ses e impe­ria­lis­tas tra­tan de que sean los pue­blos los que paguen la crisis.
En los pro­pios Esta­dos Uni­dos, don­de esta­lló la lla­ma­da bur­bu­ja inmo­bi­lia­ria de las hipo­te­cas, gran­des con­glo­me­ra­dos de migran­tes y tra­ba­ja­do­res han desa­rro­lla­do inten­sos com­ba­tes y pro­tes­tas para opo­ner­se a ser las víc­ti­mas de los efec­tos de la cri­sis, de los cie­rres de ban­cos y empre­sas indus­tria­les, del des­em­pleo, las leyes exclu­yen­tes y la dis­cri­mi­na­ción. Se ha pro­du­ci­do el masi­vo movi­mien­to “occupy” que se ha toma­do par­ques y luga­res neu­rál­gi­cos de las gran­des ciu­da­des, como for­ma de pro­tes­ta para opo­ner­se a las medi­das que afec­tan su vida y su trabajo.
Amé­ri­ca Lati­na vive una con­ti­nua e irre­duc­ti­ble serie de movi­li­za­cio­nes y luchas de dis­tin­tos sec­to­res, como en el Perú con­tra la explo­ta­ción mine­ra de los gran­des mono­po­lios; Chi­le, tie­ne en la calle pelean­do a miles de estu­dian­tes medios y secun­da­rios con­tra la refor­ma retró­gra­da de la edu­ca­ción públi­ca. En Méxi­co el com­ba­te social por la tie­rra y por aspi­ra­cio­nes sen­ti­das se une aho­ra a la pro­tes­ta por el frau­de elec­to­ral, exi­gien­do elec­cio­nes lim­pias; en Colom­bia se están ele­van­do las accio­nes del movi­mien­to social; Puer­to Rico con­ti­núa su vale­ro­sa acción por la inde­pen­den­cia en con­tra de la polí­ti­ca colo­nia­lis­ta de Puer­to Rico. En Argen­ti­na, Boli­via, Bra­sil, en Cen­troa­mé­ri­ca tie­nen lugar jor­na­das y accio­nes de com­ba­te por las nece­si­da­des, aspi­ra­cio­nes y rei­vin­di­ca­cio­nes de los diver­sos sec­to­res. En Vene­zue­la gran­des sec­to­res popu­la­res están en per­ma­nen­te acción en el impul­so de sus pro­pues­tas de cam­bio, movi­li­zán­do­se por radi­ca­li­zar el pro­ce­so polí­ti­co de trans­for­ma­cio­nes que se impul­san des­de el gobierno del Coro­nel Hugo Chá­vez Frías. 
En el Ecua­dor, el vira­je hacia la dere­cha que ha lle­va­do a cabo el régi­men de Rafael Correa dejan­do de lado y trai­cio­nan­do sus ini­cia­les pro­pues­tas demo­crá­ti­cas, patrió­ti­cas y nacio­na­lis­tas, lo han con­ver­ti­do aho­ra en un gobierno al ser­vi­cio de sec­to­res nue­vos de la bur­gue­sía y de algu­nos otros tra­di­cio­na­les como la ban­ca, así como de los mono­po­lios petro­le­ros y mine­ros de Chi­na y de otras poten­cias mun­dia­les. En los últi­mos años se fir­ma­ron con­tra­tos petro­le­ros que han entre­ga­do lo fun­da­men­tal de nues­tros recur­sos hidro­car­bu­rí­fe­ros a empre­sas impe­ria­lis­tas, per­ju­di­can­do el inte­rés nacional.
En el caso de la mine­ría, se ha plan­tea­do entrar de lleno a la explo­ta­ción de la mine­ría a gran esca­la y a cie­lo abier­to, fir­man­do un con­tra­to con la empre­sa Chi­na Ecsa, dejan­do de lado todas las decla­ra­cio­nes sobre el “res­pe­to de los dere­chos de la natu­ra­le­za”, cono­cien­do el desas­tre ambien­tal que ese tipo de mine­ría pro­vo­ca sobre la vida de las comu­ni­da­des, el agua, la flo­ra, la fau­na; pena­li­zan­do y per­si­guien­do a los diri­gen­tes de las comu­ni­da­des que se han opues­to a ello, pese a que los eco­lo­gis­tas, uni­ver­si­da­des y otros sec­to­res han expre­sa­do su abier­ta oposición.
En un ini­cial momen­to, Correa decla­ra­ba que tra­mos de la deu­da exter­na que habían con­traí­do los pasa­dos gobier­nos, cons­ti­tuía una cues­tión “ile­gal, inmo­ral e injus­ta”, y que no había que pagar­los. Sin embar­go, se reto­mó la nego­cia­ción y el pago de los bonos Glo­bal; se nego­ció con Chi­na 10 mil millo­nes de dóla­res que ésta habían entre­ga­do como una “com­pra anti­ci­pa­da” de petró­leo, pero a la vez car­gó por esa suma un inte­rés de has­ta el 6% de inte­rés que debe­mos pagar­la todos los ecua­to­ria­nos y ecuatorianas.
El sec­tor de la ban­ca ecua­to­ria­na – en perío­do de cri­sis mun­dial – ha incre­men­ta­do, al menos en los últi­mos tres años, ganan­cias millo­na­rias con el pleno apo­yo de las polí­ti­cas del gobierno actual, según lo rese­ñan los pro­pios anun­cios ofi­cia­les de las instituciones.
Se ha pro­du­ci­do hace pocas sema­nas un ver­da­de­ro aten­ta­do a la sobe­ra­nía e inde­pen­den­cia nacio­na­les cuan­do una mayo­ría legis­la­ti­va en la Asam­blea – obe­de­cien­do la dis­po­si­ción del régi­men – apro­bó la sus­crip­ción de la Con­ven­ción de los Dere­chos del Mar, CONVEMAR, con lo cual el país pier­de su juris­dic­ción sobre las 200 millas de mar terri­to­rial, para dejar­lo a expen­sas de los intere­ses de los paí­ses que poseen pode­ro­sas flo­tas para apro­ve­char de las rique­zas ictio­ló­gi­cas de nues­tro océano.
Otra de las face­tas regre­si­vas del gobierno actual es el auto­ri­ta­ris­mo. En un pro­ce­so de arbi­tra­rie­da­des, abu­sos e ile­ga­li­da­des, Correa ha con­cen­tra­do en manos del eje­cu­ti­vo todos los pode­res del Esta­do, piso­tean­do la Cons­ti­tu­ción de Mon­te­cris­ti apro­ba­da por un referéndum. 
En el Ecua­dor de hoy exis­te res­tric­ción y anu­la­ción de los dere­chos huma­nos, labo­ra­les, de infor­ma­ción, movi­li­za­ción. Impor­tan­tes con­quis­tas socia­les alcan­za­das con la lucha de los pue­blos están sien­do eli­mi­na­das, o se impo­nen nue­vas nor­mas que en la prác­ti­ca las des­apa­re­cen. Prue­bas al can­to: el dere­cho de orga­ni­za­ción, recla­mo y huel­ga de los tra­ba­ja­do­res; el ingre­so a las uni­ver­si­da­des y la gra­tui­dad de la edu­ca­ción supe­rior; el dere­cho a la movi­li­za­ción y par­ti­ci­pa­ción popu­lar en las prin­ci­pa­les deci­sio­nes nacionales.
El gobierno de Correa ha des­ata­do la cri­mi­na­li­za­ción de la lucha social: diri­gen­tes indí­ge­nas y cam­pe­si­nos, pobla­do­res que se opo­nen a la mine­ría; diri­gen­tes socia­les y polí­ti­cos de izquier­da, pro­fe­sio­na­les y líde­res socia­les como los dete­ni­dos el 3 de mar­zo en Qui­to, diri­gen­tes estu­dian­ti­les como Mar­ce­lo Rive­ra y Edwin Las­lui­sa, el Rec­tor de la Uni­ver­si­dad de Coto­pa­xi han sido obje­to de enjui­cia­mien­tos, per­se­cu­cio­nes y ata­ques ver­ba­les del Pre­si­den­te Correa; acu­sa­cio­nes ini­cuas “terro­ris­mo”, “cons­pi­ra­ción” supues­tos “aten­ta­dos a la segu­ri­dad nacio­nal”; se están apro­ban­do refor­mas al Códi­go Penal y el régi­men se intere­sa en que la gen­te sien­ta temor, como una medi­da para apla­car o sofo­car la lucha popular.
Un apa­ra­to de pro­pa­gan­da crea­do a par­tir del apro­ve­cha­mien­to de los medios de comu­ni­ca­ción que fue­ron incau­ta­dos a los ban­que­ros deu­do­res, se encar­ga a cada momen­to de difun­dir en radio, TV y perió­di­cos, los logros del gobierno de la lla­ma­da “revo­lu­ción ciu­da­da­na”, exal­tar la figu­ra mesiá­ni­ca de Rafael Correa y de su obra iné­di­ta a favor de los “pobres”. El Pre­si­den­te Correa se auto­pro­cla­ma una figu­ra his­tó­ri­ca a la altu­ra de Eloy Alfa­ro, de Simón Bolí­var, de los gran­des “esta­dis­tas refor­ma­do­res”, que viven aho­ra no una “épo­ca de cam­bios”, sino un “cam­bio de época”.
Fren­te a esta reali­dad, sin embar­go, se levan­ta un movi­mien­to social com­pues­to por las prin­ci­pa­les orga­ni­za­cio­nes sin­di­ca­les, UGTE, CEOSL, CEDOCUT, sec­to­res de las bases y diri­gen­tes de la CTE, la CONAIE, UNE,ECUARRUNARI, FEUNASSC, CUBE, FEUE, FESE que se opo­nen en los hechos a las polí­ti­cas nefas­tas, las accio­nes entre­guis­tas, el atro­pe­llo y auto­ri­ta­ris­mo del gobierno. Ese movi­mien­to social que al ini­cio del gobierno apo­yó a Correa con­si­de­rán­do­lo un ele­men­to demo­crá­ti­co y pro­gre­sis­ta, aho­ra se encuen­tra opues­to, al mis­mo tiem­po que se va movi­li­zan­do por sus pro­pias rei­vin­di­ca­cio­nes, en defen­sa de sus con­quis­tas y dere­chos que el correís­mo les arre­ba­ta y se com­pren­de la nece­si­dad de opo­ner­se, denun­ciar y movi­li­zar­se por ban­de­ras rei­vin­di­ca­ti­vas y demo­crá­ti­cas, a la vez que se abre paso la aspi­ra­ción de levan­tar un país nue­vo y dife­ren­te sobre la base de la orga­ni­za­ción y la lucha uni­ta­ria de esos sectores.
Que­re­mos en esta noche salu­dar la acción de la Coor­di­na­do­ra Plu­ri­na­cio­nal de las Izquier­das que tra­ba­ja por cohe­sio­nar las fuer­zas polí­ti­cas y socia­les de nues­tro país para enfren­tar la polí­ti­ca anti­po­pu­lar del correis­mo y pro­po­ner a los pue­blos del Ecua­dor una pla­ta­for­ma de rei­vin­di­ca­cio­nes y con­quis­tas demo­crá­ti­cas socia­les y polí­ti­cas que sea capaz de pro­po­ner y gal­va­ni­zar las accio­nes para derro­tar al Pre­si­den­te Correa en las elec­cio­nes del 2013 y bus­car para el Ecua­dor la mar­cha hacia una nue­va situa­ción que avan­ce hacia los cam­bios pro­fun­dos que nece­si­tan las mayo­rías, que recla­ma el Ecua­dor, tenien­do en cuen­ta que esas accio­nes des­en­mas­ca­ren tam­bién a la dere­cha tra­di­cio­nal, que no está en el gobierno y que aspi­ra capi­ta­li­zar el des­con­ten­to para sus pro­pios objetivos.
El par­ti­do revo­lu­cio­na­rio de la cla­se obre­ra ecua­to­ria­na, el PCMLE reafir­ma su dis­po­si­ción para mar­char jun­to a los tra­ba­ja­do­res, la juven­tud y los pue­blos del Ecua­dor; jun­to con la izquier­da ecua­to­ria­na al logro efec­ti­vo de estas aspi­ra­cio­nes de cam­bio, de la movi­li­za­ción y el com­ba­te de quie­nes que­re­mos la trans­for­ma­ción del país. 
Para ello, diri­gen­tes y bases de nues­tra orga­ni­za­ción, esta­mos en un pro­ce­so de cali­fi­ca­ción de nues­tra acti­vi­dad jun­to a las masas tra­ba­ja­do­ras; mejo­ran­do nues­tra rela­ción ideo­ló­gi­ca, polí­ti­ca y orga­ni­za­ti­va; dan­do pasos en la for­ma­ción comu­nis­ta de nues­tros cua­dros y mili­tan­tes, tra­ba­jan­do en la cons­truc­ción del Par­ti­do Comu­nis­ta, que de acuer­do a nues­tra con­cep­ción revo­lu­cio­na­ria es la herra­mien­ta indis­pen­sa­ble y efi­caz para el impul­so de las polí­ti­cas de izquierda. 
Reite­ra­mos nues­tra con­cep­ción inter­na­cio­na­lis­ta, que aca­ba de tener en estos días una expre­sión rele­van­te con la exi­to­sa rea­li­za­ción del 16to. Semi­na­rio Inter­na­cio­nal “Pro­ble­mas de la Revo­lu­ción en Amé­ri­ca Lati­na”, que ha con­ta­do con la pre­sen­cia de más de 60 dele­ga­dos inter­na­cio­na­les de nues­tro Con­ti­nen­te, Euro­pa y Asia. Hemos deba­ti­do sobre la pre­sen­cia en algu­nos esce­na­rios de Lati­noa­mé­ri­ca de la corrien­te cau­di­llis­ta y popu­lis­ta, gene­ra­da en los momen­tos de cri­sis que vive el mun­do capi­ta­lis­ta, que como en el caso del Ecua­dor está pre­sen­te en el inten­to de con­te­ner, con­fun­dir y des­viar las aspi­ra­cio­nes de cam­bio revo­lu­cio­na­rio de los pue­blos del Ecua­dor. Gra­cias a los dele­ga­dos de izquier­da de todos estos paí­ses por el deba­te fran­co de las ideas y el com­pro­mi­so para avan­zar en la uni­dad y la lucha por un mun­do diferentes.
Ren­di­mos home­na­je a nues­tras com­pa­ñe­ras y com­pa­ñe­ros caí­dos en la lucha revolucionaria.
Reite­ra­mos la deci­sión y el com­pro­mi­so de con­ti­nuar – pese a los ata­ques, a las ame­na­zas – y a toda la arre­me­ti­da del gobierno y la dere­cha, con nues­tra lucha jun­to al pue­blo, por la revo­lu­ción, el poder popu­lar y el socialismo,
Vivan los 48 años del PCMLE!
Viva la lucha de la cla­se obre­ra y de nues­tros pueblos!
Viva el inter­na­cio­na­lis­mo proletario!
Glo­ria al mar­xis­mo leninismo!
Com­pa­ñe­ras y compañeros!.

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