Entre­vis­ta a Tariq Alí «Se ha crea­do algo nue­vo que es el extre­mis­mo de cen­tro»- Sin Perminso

¿Cómo ves los paí­ses de Euro­pa del Este? Por un lado son par­te de la Unión Euro­pea, pero por otro lado, sus tra­ba­ja­do­res son tra­ta­dos como mano de obra bara­ta de una colonia.

Duran­te un lar­go perio­do de tiem­po, los Esta­dos de Euro­pa del Este se que­ja­ron por haber sido Esta­dos saté­li­tes de la anti­gua URSS, deta­lle que, en cier­to modo, no dis­ta dema­sia­do de la ver­dad. Sin embar­go, en mi opi­nión, pasó algo peor: estos paí­ses die­ron un sal­to y, de saté­li­tes de la URSS, lle­ga­ron a ser saté­li­tes de los EEUU. Con­si­de­ro que se tra­ta de paí­ses sin una ver­da­de­ra inde­pen­den­cia, sim­ple­men­te tran­si­ta­ron de una esfe­ra de influen­cia a otra. ¿Por qué la actual influen­cia sería por defec­to mejor que la ante­rior? Como míni­mo, duran­te la épo­ca ante­rior, me refie­ro al perio­do socia­lis­ta, exis­tían vivien­das sub­ven­cio­na­das por el Esta­do, una salud públi­ca de acce­so uni­ver­sal, una edu­ca­ción de carác­ter uni­ver­sal y la dife­ren­cia en la dis­tri­bu­ción de la rique­za entre la gen­te de a pie y las per­so­nas que per­te­ne­cían al apa­ra­to buro­crá­ti­co que­da­ba paten­te, pero no era una dife­ren­cia tan ele­va­da como a fecha de hoy. Cuan­do pen­sa­mos en cómo vivía un miem­bro de la cúpu­la polí­ti­ca de aque­llos momen­tos, en vez de vivir en un piso con un dor­mi­to­rio, habi­ta­ba un piso con cua­tro dor­mi­to­rios. Pero eso es nada en com­pa­ra­ción con la des­igual­dad de nues­tros días. Y la gen­te se olvi­dó de este pasa­do, pero la anti­gua gene­ra­ción toda­vía lo man­tie­ne en su memo­ria. Por ello con­si­de­ro que el cam­bio, para muchos de los paí­ses de Euro­pa del Este, no todos, ha sido un desas­tre. Des­de el pun­to de vis­ta eco­nó­mi­co, las con­di­cio­nes de vida de la gran masa de gen­te han empeo­ra­do, los pre­cios en gene­ral han aumen­ta­do y los pre­cios de las pro­pie­da­des han sal­ta­do por los aires. Des­de el pun­to de vis­to eco­nó­mi­co son Esta­dos colo­ni­za­dos por la UE, o, para ser más pre­ci­so, por Alemania

¿Pien­sas que el mis­mo pro­ce­so se pue­de iden­ti­fi­car en los paí­ses del Sur de Euro­pa? ¿Asis­ti­mos a una pau­la­ti­na “colo­ni­za­ción eco­nó­mi­ca” median­te las medi­das impues­tas tras los rescates?

Si mira­mos a Gre­cia e Ita­lia, los ban­que­ros euro­peos deci­den quién va a gober­nar­los. Final­men­te estos paí­ses están gober­na­dos bási­ca­men­te por los ban­que­ros nom­bra­dos por la UE con el vis­to bueno del Gobierno ale­mán. ¿Qué es enton­ces la demo­cra­cia si los ban­que­ros, los cul­pa­bles de la cri­sis, se con­vier­ten en nues­tros man­da­ta­rios? Espa­ña es un país que está en ban­ca­rro­ta y las con­di­cio­nes de vida empeo­ran a dia­rio. A fecha de hoy, en caso de con­vo­car un pro­ce­so elec­to­ral, el ele­gi­do Gobierno de dere­chas esta­ría fue­ra. El Par­ti­do Socia­lis­ta ha capi­tu­la­do ante todas las media­das de aus­te­ri­dad toma­das por la dere­cha, así que la izquier­da debe cons­truir una nue­va orga­ni­za­ción. Izquier­da Uni­da en Espa­ña, aun­que sea una bue­na opción, debe empe­zar a actuar, abrir­se al movi­mien­to de los “indig­na­dos”, cons­truir­se un nue­vo dis­cur­so, no enquis­tar­se en la anti­gua for­ma de hacer las cosas. Así que los pro­ble­mas a afron­tar son inmen­sos, pero tam­bién exis­ten nue­vas posi­bi­li­da­des para contraatacarlos.

¿Cuál es el papel de los par­ti­dos polí­ti­cos a fecha de hoy? Mucha gen­te pien­sa que la vota­ción es un ges­to sin efec­tos. ¿Cómo te posi­cio­nas: dejar de votar, como for­ma de pro­tes­ta, u “ocu­par” lo político?

Los movi­mien­tos de ocu­pa­ción de las pla­zas, de los espa­cios públi­cos son muy impor­tan­tes, pero se tra­ta de un ges­to sim­bó­li­co. Se ocu­pa un espa­cio públi­co, pero la polí­ti­ca sigue por detrás su rum­bo ante­rior, por eso el movi­mien­to Occupy no for­mu­la una ofer­ta con­cre­ta para la gen­te, una alter­na­ti­va, y en eso radi­ca el pro­ble­ma. La ocu­pa­ción de las pla­zas en sí sim­bo­li­za el ges­to de un pro­fun­do des­con­ten­to. Tras los masi­vos movi­mien­tos de ocu­pa­ción de las pla­zas de Espa­ña ¿qué ha pasa­do? No tuvie­ron nin­gún impac­to en las elec­cio­nes, dado que la mayo­ría de la gen­te joven afir­mó que no iba a votar, acti­tud que entien­do, pero como míni­mo hubie­ran vota­do por cual­quie­ra de los par­ti­dos de izquier­da que val­ga la pena. Por supues­to que no se tra­ta de votar por los socia­lis­tas o por la dere­cha, sino votar por par­ti­dos de izquier­da que mues­tren una alter­na­ti­va váli­da, es un com­pro­mi­so con uno mis­mo, vale la pena lle­var­lo a cabo. A fecha de hoy no exis­te una alter­na­ti­va que no impli­que los votos, y toda­vía no se ha crea­do nin­gu­na otra alter­na­ti­va den­tro de lo político.

¿Qué sig­ni­fi­ca la social­de­mo­cra­cia actualmente?

A fecha de hoy, la social­de­mo­cra­cia no es nada. Sig­ni­fi­ca ser par­te del cen­tro, del cen­tro polí­ti­co, que fun­da­men­tal­men­te no mues­tra dife­ren­cias esen­cia­les con los con­ser­va­do­res. Sig­ni­fi­ca apo­yar las gue­rras de EEUU y la ocu­pa­ción de ter­ce­ros paí­ses y las medi­das de aus­te­ri­dad en casa. ¿En con­se­cuen­cia, cuál es la dife­ren­cia? De hecho, lo que vemos es que se degra­da y se corrom­pe el sis­te­ma de demo­cra­cia par­la­men­ta­ria. Y este resul­ta­do es una res­pon­sa­bi­li­dad de las polí­ti­cas de cen­tro, el cen­tro-dere­cha y el cen­tro-izquier­da. Se ha crea­do algo nue­vo que es el extre­mis­mo de cen­tro. El cen­tro actúa como un blo­que cuan­do nota que algo le pue­de debilitar.

Ante un pro­ble­ma gene­ra­li­za­do de degra­da­ción de las con­di­cio­nes labo­ra­les, ¿cómo se pue­de reac­cio­nar? ¿Emi­grar a otro país, o que­dar­se en el lugar y luchar por cam­biar la situación?

Es difí­cil encon­trar una solu­ción aho­ra, por­que cada uno de los paí­ses de la UE está en cri­sis y los inmi­gran­tes están muy gol­pea­dos por la cri­sis. En cada uno de los paí­ses, la dere­cha y la extre­ma-dere­cha se posi­cio­nan con­tra los inmi­gran­tes, es una situa­ción clá­si­ca en una cri­sis eco­nó­mi­ca gra­ve. Los tra­ba­ja­do­res autóc­to­nos de paí­ses como Gre­cia, Espa­ña, Ita­lia o Fran­cia debe­rían unir­se con los inmi­gran­tes pobres, por­que la situa­ción de estos inmi­gran­tes no dis­ta de la situa­ción que ellos mis­mos viven o vivi­rán. Todo lo con­tra­rio, los tra­ba­ja­do­res nati­vos de estos paí­ses serán las siguien­tes víc­ti­mas de esta pre­ca­rie­dad labo­ral. Por des­gra­cia, no exis­te una res­pues­ta poten­te de los tra­ba­ja­do­res con­tra el capi­ta­lis­mo que vivi­mos hoy.

¿Cuál sería el papel de los sin­di­ca­tos en un mun­do glo­ba­li­za­do? ¿Defen­der al tra­ba­ja­dor local u optar por una con­so­li­da­ción de los sin­di­ca­tos a nivel internacional?

Evi­den­te­men­te que esta­ría muy bien con­se­guir un movi­mien­to de los tra­ba­ja­do­res a nivel inter­na­cio­nal, pero debe­mos empe­zar por el nivel nacio­nal. La insu­fi­cien­te mane­ra en que los sin­di­ca­tos han inte­gra­do entre sus filas a los tra­ba­ja­do­res inmi­gran­tes es una mues­tra de la debi­li­dad de su lucha. Al fin y al cabo, los tra­ba­ja­do­res inmi­gran­tes van a otros paí­ses para hacer los tra­ba­jos que los autóc­to­nos no quie­ren hacer, y eso que­da paten­te. Gre­cia, por ejem­plo, un país pobre, fomen­ta la lle­ga­da de inmi­gran­tes. En Gre­cia tra­ba­jan unos cien­tos de miles de tra­ba­ja­do­res pakis­ta­níes, pade­cien­do agre­sio­nes por par­te de los movi­mien­tos de extre­ma dere­cha y sufrien­do ata­ques a sus vivien­das, en los puer­tos de Ate­nas. ¿Y por qué han ido a Gre­cia? Para con­se­guir un tra­ba­jo, por­que exis­te un tipo de tra­ba­jo para ellos, es decir las fae­nas que los tra­ba­ja­do­res grie­gos ya no quie­ren rea­li­zar, como lo hacían antes.

¿Hablan­do de la dis­cri­mi­na­ción, crees que la pro­pa­gan­da que exis­te a fecha de hoy en Euro­pa con­tra los musul­ma­nes tie­ne simi­li­tu­des con la pro­pa­gan­da desa­rro­lla­da por la extre­ma dere­cha antes de la Segun­da Gue­rra Mundial?

Es muy simi­lar, muy pare­ci­da a aquel tipo de pro­pa­gan­da. Aún más, los mis­mos argu­men­tos que se usa­ron con­tra los judíos se escu­chan a fecha de hoy, en toda Euro­pa, con­tra los musul­ma­nes: su día de ora­ción es dife­ren­te, tie­nen una ali­men­ta­ción que no nos gus­ta, vis­ten de mane­ra extra­ña, hablan una len­gua dife­ren­te, en fin, no son par­te de nues­tro mun­do. En los tiem­pos pasa­dos a los judíos se les con­si­de­ra­ba “bol­che­vi­ques” y aho­ra a los musul­ma­nes se les til­da de “terro­ris­tas”.

Tariq Ali

23 de julio de 2012

Cori­na Tul­bu­re entre­vis­tó a Tariq Ali para Sin Per­mi­so duran­te el Con­gre­so Marx is Muss, que tuvo lugar en Ber­lín del 7 al 10 de julio. Tam­bién trans­cri­bió y tra­du­jo la entrevista.

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