Recientemente, el presidente Hugo Chávez en su propuesta “Para la gestión Bolivariana socialista 2013−2019”, ha planteado como primer objetivo histórico la independencia, al respecto afirmó: “Como decía nuestro Libertador en 1820: Es imperturbable nuestra resolución de independencia o nada. Independencia definitiva o nada debe ser la divisa de los bolivarianos y bolivarianas de hoy. Independencia definitiva es nuestra causa y nuestra tarea permanente”.
Este objetivo histórico está formulado expresamente así, “Defender, expandir y consolidar el bien más preciado que hemos reconquistado después de 200 años: la Independencia Nacional”.
La anterior tarea se emparenta con la lucha anti imperialista. Lucha que ha querido ser presentada por los intelectuales tributarios de los intereses norteamericanos como una suerte de postura regresiva e ideológica, distante de la realidad, tratan de encubrir que la relación, o más bien, cadena imperial, tiene expresiones materiales concretas en la cotidianidad de la gente.
El imperialismo se expresa en el día a día de los pueblos destruyendo la independencia nacional, generando sometimiento y monopolización, las relaciones de monopolización de la imposición imperial se pueden evidenciar en:
- Monopolio sobre las patentes y la propiedad intelectual.
- Monopolio en el patrón tecnológico que soporta el desarrollo industrial.
- Monopolio sobre los recursos energéticos y los minerales estratégicos.
- Monopolio sobre la política agropecuaria y sometimiento de los países a la condición primario exportadora y de extensión de los agrocultivos para biodiésel.
- Monopolio sobre los arsenales militares atómicos y la implantación abusiva del control militar desde la instalación de bases militares en los países sometidos.
- Monopolio en el manejo de las cadenas productivas nacionales y su subordinación al capital financiero transnacional.
Estos monopolios como relación de dominio imperial, expresan la obligada extensión ultramarina que le permite al capitalismo global superar sus recurrentes ciclos de crisis a partir de prácticas agresivas de desposesión en nuestros países, convirtiéndonos en exportadores netos de capitales y de bienes primario exportadores, ya sean alimentos o minerales estratégicos como petróleo, coltán, oro o diamantes, su voracidad sin límites significa para los pueblos saqueados, la implantación de regímenes de terror estatal capaces de garantizar la perpetuación del saqueo.
Venezuela ha planteado un desafío estratégico a la dominación imperial sobre el suelo patrio, ha comenzado un ciclo profundo de rupturas con la condición de neo colonia subyugada. Hemos comenzado a construir una condición de independencia plena, la cual solo es posible a partir de una revolución, revolución que viene transformando desde la afirmación y la realización de nuevas y mejores condiciones de vida para todos los venezolanos.
Esta es sin lugar a dudas la ruta que viene caminando la revolución bolivariana, veamos la disputa y las realizaciones en varios terrenos de lucha contra la dominación imperial sobre nuestra patria:
- La postura de independencia frente al manejo de las patentes y la propiedad intelectual ha permitido que las transnacionales de los medicamentos no anulen la industria nacional de los medicamentos genéricos. Antes, las patentes farmacéuticas ern manejadas con criterios de mercado, impactando en la salud del pueblo, hoy por el contrario según la Cámara Nacional de Medicamentos Genéricos y Afines (CANAMEGA), los laboratorios nacionales han tenido un crecimiento considerable y entregan a la población medicamentos genéricos que significan 46% menos en los precios que si los produjeran laboratorios multinacionales.
- En la búsqueda de un patrón tecnológico y científico propio e independiente, Venezuela ha comprendido la complejidad de la tarea, ha comenzado por desarrollar nuevas capacidades a partir del incremento de la matrícula universitaria, ubicándonos hoy como el cuarto país del mundo con mayor matrícula universitaria, ha fortalecido la cadena de las telecomunicaciones, logrando instalar plantas de manufactura de informática y telemática, lanzar un satélite propio y fortalecer la prestación del servicio de las telecomunicaciones superando la pobreza digital, el sector de las telecomunicaciones ha logrado pasar de representar un 3% del Pib, a un 11.1% del Pib.
Estamos colocando las bases para la construcción de un patrón tecnológico autónomo e interdependiente, capaz de superar el monopolio imperial de la tecnología, esto lo logramos desde la creación de eslabones productivos como VIT, VETELCA, ORINOQUIA, estas experiencias son los embriones de nuestro desarrollo e innovación tecnológica, a la par que aportan a recuperar el sentido de lo nuestro y la valoración de nuestras capacidades, no otro papel cumplen las marcas de nuestra producción tecnológica, es una dimensión cultural de nuevos sentidos y posibilidades. La interdependencia tecnológica es la expresión de la política internacional de apostarle a un mayor equilibrio multipolar, abriéndose a las diversas ofertas de otros ejes diferentes al norteamericano.
- El rompimiento del monopolio sobre los recursos energéticos y los minerales estratégicos, está representado en la política nacional y soberana de la revolución Bolivariana en el manejo de la política petrolera.
Hemos consolidado una conducción nacionalista y revolucionaria del petróleo que parte de comprender que el petróleo no es solo un bien de mercado, es ante todo un problema político en el que se juega la sostenibilidad del país en el hoy y en el país de las futuras generaciones.
Por lo tanto su gestión hoy está articulada a una política al servicio del interés y desarrollo nacional, esto ha implicado trabajar por un precio justo en el mercado mundial para lo cual hemos restituido el papel de la OPEP, para que esta postura tenga coherencia, hemos consolidado el marco constitucional que define al petróleo como propiedad del Estado.
Esta perspectiva cristaliza muchas décadas de lucha del pueblo venezolano y quedó ratificada en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en la cual quedan redactados unos artículos específicos frente al problema petrolero y en los cuales se define la propiedad inalienable e imprescriptible de la República sobre los yacimientos de hidrocarburos (Art. N° 12), la reserva al Estado de la actividad petrolera (Art. N° 302) y la propiedad estatal de la totalidad de las acciones de PDVSA (Art. N° 303). Pero no son formalismos muertos, son realizaciones que se expresan en el aumento del aporte fiscal del petróleo al desarrollo nacional.
En estos y en los demás monopolios imperiales, la revolución venezolana ha lograda infringir tangibles derrotas a las pretensiones transnacionales, no existe un solo militar norteamericano en suelo patrio, no existe un solo convenio militar de subordinación al imperio, tenemos una política agropecuaria de soberanía alimentaria en oposición a la imposición de las transnacionales de los biocombustibles, que pretenden que los alimentos sean para los automóviles y no para la gente. En la construcción de nuestra política económica y modelo productivo hemos revertido el sometimiento financiero frente al Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, llegando la deuda externa a representar para 1985 en el ciclo adeco, el 84.3% del Pib, para 1995 en el ciclo copeyano, el 68.98% del Pib, ubicándose hoy en el ciclo Bolivariano solo en 23.6% del Pib.
Todas las realizaciones en la consolidación de nuestra independencia nacional, nos muestran a la vez las profundas consecuencias de llegar a perderse la conducción revolucionaria de la sociedad Venezolana, asistiríamos a la restauración del yugo imperial y a la perpetuación de las condiciones de exclusión, pobreza y terror para el pueblo.
Por ello, la tarea de la independencia no es un capricho libresco y ortodoxo, es la condición para construir un país del tamaño de nuestros anhelos, donde los niños cultiven la felicidad.
El camino de la independencia real ha comenzado, en nuestras manos esta profundizarla o perderla!
Jesse Chacón
Director GISXXI
www.gisxxi.org