Arran­ca la cama­pa­ña elec­to­ral entre el mer­ca­do y la polí­ti­ca- Jes­se Chacón

Ha arran­ca­do la con­tien­da elec­to­ral en Vene­zue­la, en el pun­to de par­ti­da encon­tra­mos al can­di­da­to de la oli­gar­quía y los mono­po­lios agro­in­dus­tria­les, Enri­que Capri­les y al can­di­da­to de la patria y la inde­pen­den­cia Hugo Chávez.

El pri­me­ro ha opta­do por una estra­te­gia polí­ti­ca asu­mi­da como mer­ca­deo polí­ti­co, don­de el ciu­da­dano es redu­ci­do a la con­di­ción de con­su­mi­dor. Se bus­ca iden­ti­fi­car sus nece­si­da­des emo­cio­na­les y esté­ti­cas (sen­si­bi­li­dad y gus­to). El obje­ti­vo es tejer estra­te­gias de satis­fac­ción sim­bó­li­ca, ganar la hege­mo­nía de ese seg­men­to pobla­cio­nal. Lo curio­so es que poco o nada impor­ta la dimen­sión mate­rial de los suje­tos, sus con­di­cio­nes de exclu­sión, o cuan­do impor­ta, es para cons­truir líneas de argu­men­ta­ción del can­di­da­to que per­mi­tan ganar la cone­xión con esos elec­to­res. Les encan­ta­ría poder hacer su cam­pa­ña solo en los estra­tos medios y de éli­te, pero saben que el suje­to defi­ni­ti­vo en la con­tien­da son los sec­to­res populares.

En con­tra­vía, Hugo Chá­vez vie­ne desa­rro­llan­do una estra­te­gia de cam­pa­ña pro­gra­má­ti­ca, la cual iden­ti­fi­ca los suje­tos his­tó­ri­cos con poten­cial trans­for­ma­dor y las tareas de supera­ción de la exclu­sión y la depen­den­cia en la socie­dad vene­zo­la­na; el dis­cur­so de cam­pa­ña es cons­trui­do como la pro­pues­ta de país que el can­di­da­to y su par­ti­do polí­ti­co, una vez ele­gi­dos, con­ti­nua­rán desarrollando.

El mode­la­je neo­li­be­ral había ven­di­do la idea, duran­te toda la déca­da del 90, que las cam­pa­ñas pro­gra­má­ti­cas eran cues­tio­nes del pasa­do. Un libro muy de moda para ese enton­ces, lla­ma­do “La Socie­dad Des­po­li­ti­za­da” de Nico­lás Ten­zer, les daba el con­tex­to y la justificación.

En su libro, Ten­zer retra­ta­ba a las socie­da­des occi­den­ta­les, tan­to del nor­te como del sur, pin­tán­do­les como socie­da­des apá­ti­cas por la polí­ti­ca, en las cua­les el ciu­da­dano per­día pro­gre­si­va­men­te su inte­rés por la par­ti­ci­pa­ción y la cons­truc­ción de cana­les de repre­sen­ta­ción. Era una ciu­da­nía con­fi­gu­ra­da des­de el mer­ca­do y el con­su­mo, no des­de la preo­cu­pa­ción por lo públi­co; para su movi­li­za­ción polí­ti­ca, era nece­sa­rio recu­rrir a las más sofis­ti­ca­das téc­ni­cas de la seg­men­ta­ción y el mer­ca­deo, las cua­les serían apli­ca­das aho­ra a la política.

Esta estra­te­gia elec­to­ral, con­ti­núa sien­do uti­li­za­da de mane­ra inten­si­va y con gran­des már­ge­nes de uti­li­dad polí­ti­ca, en las socie­da­des hege­mo­ni­za­das por el libe­ra­lis­mo eco­nó­mi­co; sin embar­go, en las socie­da­des como la vene­zo­la­na, don­de se han con­fi­gu­ra­do rup­tu­ras en el orden oli­gár­qui­co impe­ran­te, logran­do aper­tu­rar ciclos de revo­lu­ción, esta estra­te­gia cae en el vacío, una y otra vez.

La estra­te­gia se tor­na inefi­caz, por­que la reali­dad cam­bió. En Vene­zue­la, se ha rever­ti­do la con­di­ción de socie­dad des­po­li­ti­za­da para con­ver­tir­se en una socie­dad en abier­ta polé­mi­ca públi­ca, don­de los ciu­da­da­nos bus­can cons­truir nue­vas repre­sen­ta­cio­nes y cana­les de expre­sión que les garan­ti­cen rea­li­zar sus intere­ses mate­ria­les y sociales.

En Vene­zue­la, en la déca­da del 90 y duran­te los pri­me­ros 12 años del siglo XXI, se cons­ti­tu­yó y se ha desa­rro­lla­do de mane­ra ascen­den­te, una con­cien­cia nacio­nal popu­lar con poten­cial eman­ci­pa­to­rio, la cual ha sido capaz de sopor­tar y pro­fun­di­zar las tareas de trans­for­ma­ción his­tó­ri­ca en el cam­po de la igual­dad y la liber­tad. Esto que lla­ma­mos con­cien­cia nacio­nal popu­lar, se encar­nó en el suje­to popu­lar y ha trans­for­ma­do radi­cal­men­te el mapa social y polí­ti­co de Vene­zue­la hacia una socie­dad jus­ta e igua­li­ta­ria, don­de todos los acto­res polí­ti­cos pue­den con­cur­sar libre­men­te des­de las reglas bási­cas de la democracia.

En este con­tex­to social y polí­ti­co, solo una estra­te­gia elec­to­ral, capaz de iden­ti­fi­car lo que está en jue­go para la vida de la gen­te y trans­for­mar­lo en cla­ve de pro­gra­ma y pro­pues­ta, es capaz de cons­truir la cone­xión con el suje­to nacio­nal popular.

Máxi­me que lo que está en jue­go, es el mode­lo de socie­dad que se segui­rá cons­tru­yen­do o que se res­tau­ra­rá des­de la visión reac­cio­na­ria de las éli­tes. Lo que está en jue­go hoy en la cam­pa­ña elec­to­ral que se desa­rro­lla, es la his­tó­ri­ca dispu­ta por resol­ver: ¿para quién es el fru­to de la ren­ta petro­le­ra, para las mayo­rías o para las éli­tes y las transnacionales?

El petró­leo es, en defi­ni­ti­va, el eje que estruc­tu­ra la dispu­ta elec­to­ral que comien­za. Para el can­di­da­to Capri­les, no hay otra ruta que el regre­so a la mira­da tec­no­crá­ti­ca y neo-libe­ral pri­va­ti­za­do­ra, que pre­ten­de reedi­tar los libre­tos de pri­va­ti­za­ción de los recur­sos. Es el sue­ño de la oli­gar­quía vene­zo­la­na, vol­ver al gran nego­cio de las miga­jas que le caen de la mesa de las trans­na­cio­na­les del petróleo.

Para el can­di­da­to Chá­vez, la apues­ta no es otra que con­ti­nuar pro­fun­di­zan­do la mira­da nacio­nal y revo­lu­cio­na­ria del petró­leo, con­ti­nuar sem­brán­do­lo para trans­for­mar­lo en salud, edu­ca­ción, vivien­da, para cons­truir el buen vivir.

Jes­se Chacón

Direc­tor GISXXI

www​.gisx​xi​.org

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