La OTAN pre­pa­ra la mayor ope­ra­ción de into­xi­ca­ción de la His­to­ria- Red Voltaire

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Den­tro de varios días, qui­zás a par­tir del medio­día del vier­nes 15 de junio, los sirios que tra­ten de ver los cana­les nacio­na­les sólo cap­ta­rán en sus tele­vi­so­res otros cana­les crea­dos por la CIA. Imá­ge­nes fil­ma­das en estu­dio mos­tra­rán masa­cres impu­tadas al gobierno, mani­fes­ta­cio­nes popu­la­res, minis­tros y gene­ra­les dimi­tien­do, al pre­si­den­te al-Assad dán­do­se a la fuga, a los rebel­des reu­nién­do­se en pleno cen­tro de las gran­des ciu­da­des así como la lle­ga­da de un nue­vo gobierno al pala­cio presidencial.

El obje­ti­vo de esa ope­ra­ción, diri­gi­da direc­ta­men­te des­de Washing­ton por Ben Rho­des, con­se­je­ro adjun­to de segu­ri­dad nacio­nal de Esta­dos Uni­dos, es des­mo­ra­li­zar a los sirios y per­mi­tir así un gol­pe de Esta­do. La OTAN, lue­go de haber­se estre­lla­do con­tra el doble veto de Rusia y Chi­na en el Con­se­jo de Segu­ri­dad de la ONU, logra­ría así con­quis­tar Siria sin tener que ata­car­la ile­gal­men­te. Sea cual sea la opi­nión de cada cual sobre lo que está suce­dien­do en Siria, Lo cier­to es que un gol­pe de Esta­do pon­dría fin a toda espe­ran­za de democratización.

De for­ma total­men­te ofi­cial, la Liga Ára­be ha soli­ci­ta­do a los ope­ra­do­res de los saté­li­tes Arab­sat y Nile­sat que pon­gan fin a la retrans­mi­sión de los medios sirios, tan­to públi­cos como pri­va­dos (Syria TV, Al-Ekba­ri­ya, Ad-Dou­nia, Cham TV, etc.). Ya exis­te un pre­ce­den­te dado que la Liga Ára­be impu­so ante­rior­men­te la cen­su­ra con­tra la tele­vi­sión libia para impe­dir que los diri­gen­tes de la Yamahi­ria pudie­ran comu­ni­car­se con su pro­pio pue­blo. No exis­te en Siria nin­gu­na red her­tzia­na en que los cana­les de tele­vi­sión se cap­ten exclu­si­va­men­te vía saté­li­te. Pero este cor­te no deja­rá las pan­ta­llas en blanco.

En efec­to, esta deci­sión sólo es la par­te visi­ble del ice­berg. Según nues­tras infor­ma­cio­nes, varias reunio­nes inter­na­cio­na­les han teni­do lugar esta sema­na para coor­di­nar la ope­ra­ción de into­xi­ca­ción. Las dos pri­me­ras reunio­nes, de natu­ra­le­za téc­ni­ca, se desa­rro­lla­ron en Doha (Qatar). La ter­ce­ra, de carác­ter polí­ti­co, tuvo lugar en Riad, (Ara­bia Saudita).

En la pri­me­ra reu­nión par­ti­ci­pa­ron los ofi­cia­les de gue­rra sico­ló­gi­ca «incrus­ta­dos» en varias tele­vi­sio­nes sate­li­ta­les, como Al-Ara­bi­ya, Al-Jazee­ra, BBC, CNN, Fox, France24, Futu­re TV y MTV –ya es sabi­do que des­de 1998 ofi­cia­les de la Uni­ted Sta­tes Army’s Psy­cho­lo­gi­cal Ope­ra­tions Unit (PSYOP) han sido incor­po­ra­dos a la redac­ción de la CNN, prác­ti­ca que la OTAN exten­dió des­pués a otras esta­cio­nes tele­vi­si­vas de impor­tan­cia estra­té­gi­ca. Estos ofi­cia­les redac­ta­ron de ante­mano una serie de noti­cias fal­sas, en fun­ción de una his­to­ria fal­sa con­ce­bi­da por el equi­po de Ben Rho­des, en la Casa Blan­ca. Se esta­ble­ció un pro­ce­di­mien­to de vali­da­ción recí­pro­ca en el que cada medio debe citar las men­ti­ras de los demás para dar­les cre­di­bi­li­dad a los ojos de los teles­pec­ta­do­res. Los par­ti­ci­pan­tes deci­die­ron ade­más no limi­tar­se a requi­si­cio­nar úni­ca­men­te los cana­les de la CIA para Siria y el Líbano (Bara­da, Futu­re TV, MTV, Orient News, Syria Chaab, Syria Alghad), sino tam­bién unos 40 cana­les reli­gio­sos waha­bi­tas que exhor­ta­rán a des­atar masa­cres con­fe­sio­na­les bajo la con­sig­na «¡Los cris­tia­nos a Bei­rut, los alaui­tas a la tum­ba!»

En la segun­da reu­nión par­ti­ci­pa­ron inge­nie­ros y rea­li­za­do­res encar­ga­dos de pla­ni­fi­car la fabri­ca­ción de imá­ge­nes de fic­ción, en las que se mez­clan secuen­cias roda­das en estu­dios a cie­lo abier­to con imá­ge­nes gene­ra­das por compu­tado­ra. En estas últi­mas sema­nas se han mon­ta­do, en Ara­bia Sau­di­ta, varios estu­dios que imi­tan los dos pala­cios pre­si­den­cia­les sirios y las prin­ci­pa­les pla­zas de Damas­co, de Ale­po y de Homs. Ya exis­tían ese tipo de estu­dios en Doha, pero resul­ta­ban insu­fi­cien­tes dada la enver­ga­du­ra de la ope­ra­ción planteada.

En la ter­ce­ra reu­nión par­ti­ci­pa­ron el gene­ral James B. Smith, emba­ja­dor de Esta­dos Uni­dos; un repre­sen­tan­te del Rei­no Uni­do y el prín­ci­pe sau­di­ta Ban­dar Bin Sul­tan, el mis­mo a quien el pre­si­den­te Geor­ge Bush padre desig­na­ba como su hijo adop­ti­vo, al extre­mo que la pren­sa esta­dou­ni­den­se comen­zó a lla­mar­lo «Ban­dar Bush». El obje­ti­vo de esta reu­nión fue coor­di­nar la acción de los medios con la acción del «Ejér­ci­to Sirio Libre», con­for­ma­do esen­cial­men­te con los mer­ce­na­rios a suel­do del prín­ci­pe Bandar.

La ope­ra­ción ya venía ges­tán­do­se des­de hace meses, pero el Con­se­jo de Segu­ri­dad Nacio­nal de Esta­dos Uni­dos deci­dió ace­le­rar­la des­pués de que el pre­si­den­te ruso Vla­di­mir Putin noti­fi­có a la Casa Blan­ca que Rusia se opon­drá por la fuer­za a todo inten­to ile­gal de inter­ven­ción de la OTAN con­tra Siria.

Esta ope­ra­ción com­pren­de dos eta­pas simul­tá­neas: por un lado, inun­dar los medios de noti­cias fal­sas, y por el otro, cen­su­rar o blo­quear toda posi­bi­li­dad de respuesta.

El hecho de prohi­bir las tele­vi­sio­nes sate­li­ta­les para des­en­ca­de­nar y diri­gir una gue­rra no es nada nue­vo. Bajo la pre­sión de Israel, Esta­dos Uni­dos y la Unión Euro­pea han prohi­bi­do suce­si­va­men­te cana­les de tele­vi­sión liba­ne­ses, pales­ti­nos, ira­quíes, libios et ira­níes. Nin­gún tipo de cen­su­ra se ha impues­to con­tra cana­les vía saté­li­te pro­ve­nien­tes de otras regio­nes del mundo.

La difu­sión de noti­cias fal­sas tam­po­co es nada nue­vo. Cua­tro pasos sig­ni­fi­ca­ti­vos en el arte de la pro­pa­gan­da se han dado por vez pri­me­ra duran­te el últi­mo decenio.
- En 1994, una esta­ción de músi­ca pop, la Radio Libre de Mille Colli­nes (RTML) dio la señal que des­en­ca­de­nó el geno­ci­dio ruan­dés al exhor­tar a «¡Matar a las cuca­ra­chas!».
- En 2001, la OTAN uti­li­zó los medios de pren­sa para impo­ner una inter­pre­ta­ción de los aten­ta­dos del 11 de sep­tiem­bre y jus­ti­fi­car los ata­ques con­tra Afga­nis­tán e Irak. Ya en aque­lla épo­ca fue Ben Rho­des el encar­ga­do de redac­tar, por orden de la admi­nis­tra­ción Bush, el infor­me de la Comi­sión Kean Hamil­ton sobre los atentados.
- En 2002, la CIA uti­li­zó 5 cana­les (Tele­ven, Glo­bo­vi­sión, Meri­diano, ValeTV y CMT, para hacer creer que enor­mes mani­fes­ta­cio­nes habían obli­ga­do al pre­si­den­te demo­crá­ti­ca­men­te elec­to de Vene­zue­la, Hugo Chá­vez, a renun­ciar a su car­go, cuan­do en reali­dad esta­ba sien­do víc­ti­ma de un gol­pe de Esta­do militar.
- En 2011, France24 desem­pe­ña­ba de fac­to el papel de minis­te­rio de Infor­ma­ción de Con­se­jo Nacio­nal Libio, al que inclu­so esta­ba vin­cu­la­da por con­tra­to. Duran­te la bata­lla de Trí­po­li, la OTAN hizo fil­mar en estu­dio y difun­dir a tra­vés de Al-Jazee­ra y de Al-Ara­bi­ya imá­ge­nes que mos­tra­ban a los rebel­des libios entran­do en la pla­za prin­ci­pal de la capi­tal cuan­do en reali­dad se encon­tra­ban aún lejos de la ciu­dad, de mane­ra que los habi­tan­tes, con­ven­ci­dos de que la gue­rra esta­ba per­di­da, cesa­ron toda resistencia.

Los medios de pren­sa ya no se con­for­man con apo­yar la gue­rra. Aho­ra hacen la guerra.

Este dis­po­si­ti­vo vio­la los prin­ci­pios bási­cos del dere­cho inter­na­cio­nal, empe­zan­do por el artícu­lo 19 de la Decla­ra­ción Uni­ver­sal de Dere­chos Huma­nos que esti­pu­la el dere­cho a «reci­bir infor­ma­cio­nes y opi­nio­nes, y el de difun­dir­las, sin limi­ta­ción de fron­te­ras, por cual­quier medio de expre­sión». Y lo más impor­tan­te es que vio­la las reso­lu­cio­nes de la Asam­blea Gene­ral de la ONU, adop­ta­das al tér­mino de la Segun­da Gue­rra Mun­dial para pre­ve­nir las gue­rras. Las reso­lu­cio­nes 110, 381819 prohí­ben «los obs­tácu­los al libre inter­cam­bio de infor­ma­cio­nes e ideas» (en este caso, el blo­queo de los cana­les sirios) y «la pro­pa­gan­da ten­dien­te a pro­vo­car o esti­mu­lar cual­quier tipo de ame­na­za con­tra la paz, de rup­tu­ra de la paz o todo acto de agre­sión». A la luz del dere­cho, la pro­pa­gan­da a favor de la gue­rra es un cri­men con­tra la paz. Es inclu­so el más gra­ve de los crí­me­nes, ya que hace posi­bles los crí­me­nes de gue­rra y el genocidio.

Fuen­te
Kom­so­mols­kaïa Pravda 

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