El Partido Comunista de México, durante los años que van de 1925 a 1929, abandonó el carácter de grupo de propaganda y devino en un partido político nacional
Claramente distinto a todas las demás formaciones del espectro político mexicano, pese a ser una organización de cuadros y estar lejos de aglutinar en su seno a grandes masas de afiliados. Los logros obtenidos en el seno del campesinado, el gremio de los ferrocarrileros y los grupos sociales antimperialistas son dignos de mencionarse. De aquí en adelante, con altas y bajas, el PC dejará su impronta en el acontecer de la lucha de clases en varios frentes.