F= m x a- Borro­ka Garaia

El Gru­po Inter­na­cio­nal de Con­tac­to (GIC) va a estar hoy y maña­na en Eus­kal Herria para diag­nos­ti­car la actual situa­ción en rela­ción al “pro­ce­so de reso­lu­ción del con­flic­to” y detec­tar cua­les están sien­do las difi­cul­ta­des encon­tra­das a la hora de impul­sar una estra­te­gia aman­co­mu­na­da entre los dife­ren­tes sec­to­res de la socie­dad vas­ca y los esta­dos espa­ñol y francés.

Pasa­dos lar­gos meses des­de el alto el fue­go uni­la­te­ral y defi­ni­ti­vo decla­ra­do por ETA y de la decla­ra­ción de Aie­te, exis­te una cons­ta­ta­ción evi­den­te y es que, hoy por hoy, no está en acti­vo nin­gun pro­ce­so de reso­lu­ción al conflicto.

No exis­te tal pro­ce­so por­que el esta­do espa­ñol no tie­ne nin­gu­na nece­si­dad polí­ti­ca para impul­sar­lo y el esta­do fran­cés se encuen­tra cómo­do fin­gien­do el papel de agen­te secun­da­rio de un “con­flic­to ajeno”.

Lejos de exis­tir un pro­ce­so de reso­lu­ción, y libres los esta­dos del accio­nar arma­do de ETA, las estra­te­gias esta­ta­les están enfo­ca­das a inten­si­fi­car pro­ce­sos de sumi­sión y some­ti­mien­to en la socie­dad vas­ca, ya sea a tra­vés de vio­len­cia repre­si­va clá­si­ca o medi­das polí­ti­cas de hos­ti­ga­mien­to a la volun­tad de la socie­dad como el gra­ví­si­mo inten­to de fal­si­fi­ca­ción del cen­so elec­to­ral que de pro­du­cir­se abri­ría una nue­va fase polí­ti­ca de peli­gro­sas con­se­cuen­cias multilaterales.

Den­tro de los bun­kers del esta­do mane­jan dos vías con­tra­pues­tas de cara a enca­rar el nue­vo tiem­po polí­ti­co y es por ello que se pue­de detec­tar fácil­men­te con­tra­dic­cio­nes grue­sas has­ta en las cabe­zas visi­bles de inte­rior. Un día se pue­de oir a Ares que “Todo con­fir­ma que ETA ha aban­do­na­do todas las acti­vi­da­des terro­ris­tas” y el mis­mo día pode­mos leer que las fuen­tes anti­te­rro­ris­tas afir­man que “la deten­ción de los jefes de «coman­dos» cer­ca de la fron­te­ra con­tra­di­ce la sin­ce­ri­dad del «cese defi­ni­ti­vo» de la violencia”.

No son casua­les estas con­tra­dic­cio­nes sino que ponen de mani­fies­to las dos estra­te­gias que deba­ten actual­men­te los pode­res del esta­do para lle­var ade­lan­te. Una, la que quie­re inten­si­fi­car la vio­len­cia de esta­do y esce­ni­fi­car una derro­ta del inde­pen­den­tis­mo vía poli­cial en la que enca­jan las fal­si­fi­ca­cio­nes del cen­so, deten­cio­nes y repre­sión mien­tras se inten­tan ocul­tar reali­da­des de la actual coyun­tu­ra polí­ti­ca en un inmo­vi­lis­mo radi­cal. Y la otra, la que esta­ría de acuer­do en mover algo para que no se mue­va nada. Con­cre­ta­men­te la lega­li­za­ción de Sor­tu, algu­nos movi­mien­tos con los pre­sos y cerrar el con­flic­to con la espe­ran­za de que la izquier­da aber­tza­le supues­ta­men­te des­po­ja­da de su inten­si­dad com­ba­ti­va aca­be sucum­bien­do asi­mi­la­da. Dos estra­te­gias que cho­can entre sí debi­do a que es extre­ma­da­men­te difi­cil que la izquier­da aber­tza­le sea asi­mi­la­da mien­tras la vio­len­cia de esta­do se man­ten­ga lo cual pro­du­ce ten­sio­na­mien­to polí­ti­co. Y por otra par­te exis­te un terror impor­tan­te de sol­tar par­cial­men­te a la “fie­ra” y que de pasos polí­ti­cos que la legi­ti­men de tal mane­ra que sea muy difi­cil lue­go rever­tir­los. La sín­te­sis de estas dos vías y depen­dien­do de cual ten­ga más fuer­za en los ámbi­tos de poder será el camino elegido.

En cual­quier caso nin­gu­na de las opcio­nes que bara­jan les situan o pue­den situar­les en un pro­ce­so de solu­ción al con­flic­to político.

Es des­ta­ca­ble tam­bién que pese a que el PSE o el PNV estu­vie­ran dan­do cober­tu­ra a la decla­ra­ción de Aie­te cuan­do se pro­du­jo, en estos meses se ha com­pro­ba­do que no era más que una pose polí­ti­ca cal­cu­la­da. Las estra­te­gias de estos par­ti­dos no pasan por la hoja de ruta de Aie­te. Hemos vis­to al PNV asu­mir las tesis del gobierno del PP, inclu­so con el tema pre­sos y no exis­te nin­gu­na voz den­tro del PSOE que inten­te explo­rar esa hoja de ruta en sus jus­tos términos.

Es decir, la izquier­da aber­tza­le y los gru­pos sobe­ra­nis­tas se han que­da­do solos. No hay con­di­cio­nes de explo­rar un pro­ce­so de solu­ción con los mim­bres polí­ti­cos actua­les y “el pro­ce­so de solu­ción” se pue­de til­dar de fra­ca­so por su inexis­ten­cia y nulas pers­pec­ti­vas mien­tras no exis­ta pro­ce­so multilateral.

Si bien es cier­to que es un fra­ca­so y que nada indi­ca que las difi­cul­ta­des exis­ten­tes pue­dan ser supe­ra­das en las coor­de­na­das actua­les, las con­di­cio­nes polí­ti­cas que se pue­dan ir crean­do y la ero­sión polí­ti­ca e ideo­ló­gi­ca del esta­do es un fac­tor que pese a ese fra­ca­so obje­ti­vo se está dan­do. Sería por tan­to un ele­men­to cola­te­ral de impor­tan­cia y pre­ci­sa­men­te el que más le está des­gas­tan­do y cos­tan­do al esta­do supri­mir o condicionar.

Pese a ello, no debe­ría­mos enga­ñar­nos y pen­sar que la crea­ción de con­di­cio­nes y cam­bios en la corre­la­ción de fuer­zas pue­de ser el ele­men­to cen­tral de cara a un pro­ce­so de solu­ción por­que tam­bién pue­de ser un ele­men­to que dis­tor­sio­ne y des­vir­tue los obje­ti­vos. Ade­más las armas y diver­sas medi­das que tie­nen los esta­dos a su dis­po­si­ción pue­den blo­quear cami­nos y que aca­be todo en un pro­ce­so de auto-ali­men­ta­ción sin pers­pec­ti­vas y por lo tan­to fácil­men­te aco­rra­la­ble, suje­to y aislado.

Las fuer­zas de cam­bio tam­bién nece­si­ta­rán de su sín­te­sis y ser capa­ces de aún man­te­nien­do el mar­co de solu­cio­nes inten­si­fi­car el pro­ce­so de libe­ra­ción sin espe­rar a los esta­dos. O mejor dicho, con­fron­tan­do­los sin tapu­jos a tra­vés de estra­te­gias de ten­sio­na­mien­to que les pre­sio­nen efec­ti­va­men­te mien­tras com­ple­men­ta­ria­men­te las con­di­cio­nes polí­ti­cas y la acu­mu­la­ción de fuer­zas se expanden.

Fuer­za es igual a masa por ace­le­ra­ción. Las cla­ves para el cre­ci­mien­to y for­ta­le­ci­mien­to de esa masa están dadas, sería por tan­to la ace­le­ra­ción el fac­tor nece­sa­rio para que la fuer­za sea la reque­ri­da. Ya que es la fuer­za el úni­co fac­tor que pue­de abrir nue­vas espec­ta­ti­vas inclu­so en el ámbi­to de la reso­lu­ción. Como se defi­ne y se pone en acti­vo esa ace­le­ra­ción será el reto de los pró­xi­mos tiem­pos. Don­de se pone esa fuer­za será lo estratégico.

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