Lo que Oba­ma cono­ce- Fidel Castro

El artícu­lo más demo­le­dor que he vis­to en este momen­to sobre Amé­ri­ca Lati­na, fue escri­to por Renán Vega Can­tor, pro­fe­sor titu­lar de la Uni­ver­si­dad Peda­gó­gi­ca Nacio­nal de Bogo­tá y publi­ca­do hace 3 días en el sitio web Rebe­lión, bajo el títu­lo “Ecos de la Cum­bre de las Américas”.

Es bre­ve y no debo hacer ver­sio­nes, los estu­dio­sos del tema pue­den bus­car­lo en el sitio indicado.

En más de una oca­sión he men­cio­na­do el infa­me acuer­do que EEUU impu­so a los paí­ses de Amé­ri­ca Lati­na y el Cari­be al crear la OEA, en aque­lla reu­nión de can­ci­lle­res, que tuvo lugar en la ciu­dad de Bogo­tá, en el mes de Abril de 1948; en esa fecha, por puro azar, me encon­tra­ba allí pro­mo­vien­do un con­gre­so lati­no­ame­ri­cano de estu­dian­tes, cuyos obje­ti­vos fun­da­men­ta­les eran la lucha con­tra las colo­nias euro­peas y las san­grien­tas tira­nías impues­tas por Esta­dos Uni­dos en este hemisferio.

Uno de los más bri­llan­tes líde­res polí­ti­cos de Colom­bia, Jor­ge Elié­cer Gai­tán, que con cre­cien­te fuer­za había uni­do los sec­to­res más pro­gre­sis­tas de Colom­bia que se opo­nían al engen­dro yan­ki y cuya pró­xi­ma vic­to­ria elec­to­ral nadie duda­ba, ofre­ció su apo­yo al con­gre­so estu­dian­til. Fue ase­si­na­do ale­vo­sa­men­te. Su muer­te pro­vo­có la rebe­lión que ha pro­se­gui­do a lo lar­go de más de medio siglo.

Las luchas socia­les se han pro­lon­ga­do a lo lar­go de mile­nios, cuan­do los seres huma­nos, median­te la gue­rra dis­pu­sie­ron de un exce­den­te de pro­duc­ción para satis­fa­cer las nece­si­da­des esen­cia­les de la vida.

Como se cono­ce los años de escla­vi­tud físi­ca, la for­ma más bru­tal de explo­ta­ción, se exten­die­ron en algu­nos paí­ses has­ta hace algo más de un siglo, como ocu­rrió en nues­tra pro­pia Patria en la eta­pa final del poder colo­nial español.

En los pro­pios Esta­dos Uni­dos la escla­vi­tud de los des­cen­dien­tes de afri­ca­nos se pro­lon­gó has­ta la pre­si­den­cia de Abraham Lin­coln. La abo­li­ción de esa for­ma bru­tal de explo­ta­ción se pro­du­jo ape­nas 30 años antes que en Cuba.

Mar­tin Luther King soña­ba con la igual­dad de los negros en Esta­dos Uni­dos has­ta hace ape­nas 44 años, cuan­do fue vil­men­te ase­si­na­do, en abril de 1968.

Nues­tra épo­ca se carac­te­ri­za por el avan­ce ace­le­ra­do de la cien­cia y la tec­no­lo­gía. Este­mos o no cons­cien­tes de ello, es lo que deter­mi­na el futu­ro de la huma­ni­dad, se tra­ta de una eta­pa ente­ra­men­te nue­va. La lucha real de nues­tra espe­cie por su pro­pia super­vi­ven­cia es lo que pre­va­le­ce en todos los rin­co­nes del mun­do globalizado.

En lo inme­dia­to, todos los lati­no­ame­ri­ca­nos y de modo espe­cial nues­tro país, serán afec­ta­dos por el pro­ce­so que tie­ne lugar en Vene­zue­la, cuna del Liber­ta­dor de América.

Ape­nas nece­si­to repe­tir lo que uste­des cono­cen: los víncu­los estre­chos de nues­tro pue­blo con el pue­blo vene­zo­lano, con Hugo Chá­vez, pro­mo­tor de la Revo­lu­ción Boli­va­ria­na, y con el Par­ti­do Socia­lis­ta Uni­do crea­do por él.

Una de las pri­me­ras acti­vi­da­des pro­mo­vi­das por la Revo­lu­ción Boli­va­ria­na fue la Coope­ra­ción Médi­ca de Cuba, un cam­po en el que nues­tro país alcan­zó espe­cial pres­ti­gio, reco­no­ci­do hoy por la opi­nión públi­ca inter­na­cio­nal. Miles de cen­tros dota­dos con equi­pos de alta tec­no­lo­gía que sumi­nis­tra la indus­tria mun­dial espe­cia­li­za­da, fue­ron crea­dos por el Gobierno boli­va­riano para aten­der a su pue­blo. Chá­vez por su par­te no selec­cio­nó cos­to­sas clí­ni­cas pri­va­das para aten­der su pro­pia salud; puso esta en manos de los ser­vi­cios médi­cos que ofre­cía a su pueblo.

Nues­tros médi­cos ade­más con­sa­gra­ron una par­te de su tiem­po a la for­ma­ción de médi­cos vene­zo­la­nos en aulas debi­da­men­te equi­pa­das por el gobierno para esa tarea. El pue­blo vene­zo­lano, con inde­pen­den­cia de sus ingre­sos per­so­na­les, comen­zó a reci­bir los ser­vi­cios espe­cia­li­za­dos de nues­tros médi­cos, ubi­cán­do­lo entre los mejor aten­di­dos del mun­do y sus índi­ces de salud comen­za­ron a mejo­rar visiblemente.

El Pre­si­den­te Oba­ma cono­ce esto per­fec­ta­men­te bien y lo ha comen­ta­do con alguno de sus visi­tan­tes. A uno de ellos le expre­só con fran­que­za: ”el pro­ble­ma es que Esta­dos Uni­dos envía sol­da­dos y Cuba, en cam­bio, envía médicos”.

Chá­vez, un líder, que en doce años no cono­ció un minu­to de des­can­so y con una salud de hie­rro se vió, sin embar­go, afec­ta­do por una ines­pe­ra­da enfer­me­dad, des­cu­bier­ta y tra­ta­da por el pro­pio per­so­nal espe­cia­li­za­do que lo aten­día, no fue fácil per­sua­dir­lo de la nece­si­dad de pres­tar aten­ción máxi­ma a su pro­pia salud. Des­de enton­ces, con ejem­plar con­duc­ta, ha cum­pli­do estric­ta­men­te con las medi­das per­ti­nen­tes sin dejar de aten­der sus debe­res como Jefe de Esta­do y líder del país.

Me atre­vo a cali­fi­car su acti­tud como heroi­ca y dis­ci­pli­na­da. De su men­te no se apar­tan, ni un solo minu­to, sus obli­ga­cio­nes, en oca­sio­nes has­ta el ago­ta­mien­to. Pue­do dar fe de ello por­que no he deja­do de tener con­tac­to e inter­cam­biar con él. Su fecun­da inte­li­gen­cia no ha cesa­do de con­sa­grar­se al estu­dio y aná­li­sis de los pro­ble­mas del país. Le divier­ten la baje­za y las calum­nias de los voce­ros de la oli­gar­quía y el impe­rio. Jamás le escu­ché insul­tos ni baje­zas al hablar de sus enemi­gos. No es su lenguaje.

El enemi­go cono­ce aris­tas de su carác­ter y mul­ti­pli­ca sus esfuer­zos des­ti­na­dos a calum­niar y gol­pear al Pre­si­den­te Chá­vez. Por mi par­te no vaci­lo en afir­mar mi modes­ta opi­nión ─ema­na­da de más de medio siglo de lucha─ de que la oli­gar­quía jamás podría gober­nar de nue­vo ese país. Es por ello preo­cu­pan­te que el Gobierno de Esta­dos Uni­dos haya deci­di­do en tales cir­cuns­tan­cias pro­mo­ver el derro­ca­mien­to del Gobierno bolivariano.

Por otro lado, insis­tir en la calum­nio­sa cam­pa­ña de que en la alta direc­ción del Gobierno boli­va­riano exis­te una deses­pe­ra­da lucha por la toma del man­do del gobierno revo­lu­cio­na­rio si el Pre­si­den­te no logra supe­rar su enfer­me­dad, es una gro­se­ra mentira.

Por el con­tra­rio, he podi­do obser­var la más estre­cha uni­dad de la direc­ción de la Revo­lu­ción Bolivariana.

Un error de Oba­ma, en tales cir­cuns­tan­cias, pue­de oca­sio­nar un río de san­gre en Vene­zue­la. La san­gre vene­zo­la­na, es san­gre ecua­to­ria­na, bra­si­le­ña, argen­ti­na, boli­via­na, chi­le­na, uru­gua­ya, cen­tro­ame­ri­ca­na, domi­ni­ca­na y cubana.

Hay que par­tir de esta reali­dad, al ana­li­zar la situa­ción polí­ti­ca de Venezuela.

¿Se com­pren­de por qué el himno de los tra­ba­ja­do­res exhor­ta a cam­biar el mun­do hun­dien­do el impe­rio burgués?


Fidel Cas­tro Ruz

Abril 27 de 2012

7 y 59 p.m.

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