La explo­ta­ción de la mujer tra­ba­ja­do­ra: Una expli­ca­ción mate­rial- Ini­cia­ti­va Comunista

Un hecho incues­tio­na­ble es que la ideo­lo­gía de la cla­se domi­nan­te es la ideo­lo­gía domi­nan­te en la socie­dad y que den­tro de ésta el patriar­ca­do orde­na y regu­la la divi­sión sexual del tra­ba­jo pro­duc­ti­vo y del tra­ba­jo social­men­te necesario.

Por otra par­te, de la mis­ma for­ma que el Esta­do logró absor­ber y asi­mi­lar al movi­mien­to comu­nis­ta con el revi­sio­nis­mo euro­co­mu­nis­ta o al movi­mien­to obre­ro con el sin­di­ca­lis­mo ins­ti­tu­cio­nal, tam­bién logró reorien­tar al movi­mien­to femi­nis­ta y a la lucha por la libe­ra­ción de la mujer en todo un entra­ma­do de aso­cia­cio­nes, fun­da­cio­nes e “ins­ti­tu­tos”.

La habi­li­dad de la bur­gue­sía y el capi­ta­lis­mo para cam­biar mil veces de ros­tro a cam­bio de que su base eco­nó­mi­ca de explo­ta­ción siga intac­ta es magis­tral. Así pode­mos ver como el femi­nis­mo bur­gués ha ido ganan­do espa­cio den­tro de la ideo­lo­gía domi­nan­te y por lo tan­to den­tro de la ideo­lo­gía mayo­ri­ta­ria entre las tra­ba­ja­do­ras. Deta­lles como la supues­ta pari­dad en las lis­tas elec­to­ra­les, la pro­mo­ción de una mujer pro­fe­sio­nal libe­ral o inclu­so de las pocas direc­ti­vas o pro­pie­ta­rias, uni­das a polí­ti­cas par­che que dicen tra­tan de solu­cio­nar pro­ble­mas como la vio­len­cia machis­ta o la “con­ci­lia­ción fami­liar,” han ser­vi­do para tra­tar de crear una ilu­sión de la ple­na o casi igual­dad entre las muje­res y los hom­bres en la socie­dad capi­ta­lis­ta moderna.

Sin embar­go lejos de todo esto, si una rebus­ca en las esta­dís­ti­cas eco­nó­mi­cas ofi­cia­les pode­mos ver como el cas­ti­llo de la igual­dad se des­mo­ro­na ante una reali­dad mate­rial y obje­ti­va directa.

Vamos a ana­li­zar los datos de la agen­cia tri­bu­ta­ria, por lo que la mues­tra ana­li­za­da son las muje­res y hom­bres tra­ba­ja­do­res por cuen­ta aje­na ‑las que difí­cil­men­te pode­mos defrau­dar- y aun sabien­do que el lla­ma­do tra­ba­jo infor­mal o no decla­ra­do afec­ta espe­cial­men­te a las muje­res ‑espe­cial­men­te rela­ti­vo a los cui­da­dos y la lim­pie­za- ya pode­mos sacar con­clu­sio­nes contundentes.

Lo pri­me­ro que nos encon­tra­mos es que las muje­res somos el 44% de la fuer­za de tra­ba­jo regu­la­da, sien­do unos 8 millo­nes de tra­ba­ja­do­ras y es que como vere­mos a con­ti­nua­ción, nues­tra fuer­za de tra­ba­jo es más bara­ta para el explotador.

De las 8 millo­nes de tra­ba­ja­do­ras, más del 50% gana­mos menos de 12 mil euros bru­tos al año, esto sig­ni­fi­ca que no lle­ga­mos ni a los mil euros bru­tos al mes. Si bien antes éra­mos el 44% de la fuer­za de tra­ba­jo, si mira­mos a nues­tros com­pa­ñe­ros tra­ba­ja­do­res que cobran menos de 12 mil euros al año, las muje­res tra­ba­ja­do­ras pasa­mos a ser el 52% sobre el total.

El siguien­te extrac­to a ana­li­zar serían las tra­ba­ja­do­ras que ganan entre 15 y 30 mil euros. En dicho pun­to las muje­res tra­ba­ja­do­ras pasa­mos a ser el 40% del total de tra­ba­ja­do­res que cobran en ese espectro.

Como os podéis ima­gi­nar el dato se dis­pa­ra si nos vamos a las ren­tas más altas, aun­que pese a su con­di­ción de asa­la­ria­das su estruc­tu­ra de cla­se segu­ra­men­te no ten­ga nada que ver con la nues­tra, sólo el 21% de las ren­tas asa­la­ria­das más ele­va­das son mujeres.

A los capi­ta­lis­tas les intere­sa el patriar­ca­do, como les intere­sa el nacio­na­lis­mo, y cual­quier méto­do que sir­va para divi­dir a la cla­se obre­ra, entre otras cosas por­que así pue­de hacer una dis­cri­mi­na­ción sala­rial y aumen­tar la extrac­ción de plus­va­lía de nues­tro tra­ba­jo, es decir, el patriar­ca­do hace ganar más a los capitalistas.

Este hecho obje­ti­vo que no pode­mos igno­rar las muje­res tra­ba­ja­do­ras de todo el mun­do, no hace más que afian­zar nues­tra con­vic­ción revo­lu­cio­na­ria, nues­tro deber para con nues­tras com­pa­ñe­ras y com­pa­ñe­ros de cla­se es el de la erra­di­ca­ción de la socie­dad de cla­ses. Nues­tra lucha por nues­tra liber­tad como muje­res y como tra­ba­ja­do­ras es pare­ja con­tra la explo­ta­ción capi­ta­lis­ta y con­tra la hege­mo­nía domi­nan­te patriarcal.

Nues­tra lucha por la libe­ra­ción de la mujer debe ser pare­ja a nues­tra lucha por la libe­ra­ción de la cla­se obrera.

Por­que no habrá pleno socia­lis­mo sin libe­ra­ción de la mujer ni ple­na libe­ra­ción de la mujer sin socialismo.

¡Por un femi­nis­mo revolucionario!

¡Viva la lucha de las mujeres!

Raquel Gómez, mili­tan­te de Ini­cia­ti­va Comunista.

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