Razo­nes eco­nó­mi­cas y mili­ta­res para la últi­ma agre­sión a Gaza- Ser­gio Yahni

Israel rom­pió el alto el fue­go y des­ató la últi­ma ola de vio­len­cia en la fran­ja de Gaza. Comen­zó el vier­nes 9 de mar­zo con los ase­si­na­tos de Zuheir Al Qai­si, secre­ta­rio gene­ral del los Comi­tés Popu­la­res de Resis­ten­cia, y de Ahmad Al-Hana­ni, apa­ren­te­men­te un alto miem­bro en la orga­ni­za­ción. El Ejér­ci­to jus­ti­fi­có estas muer­tes decla­ran­do que ambos se habían encon­tra­do para «pla­ni­fi­car un ata­que terro­ris­ta des­de la penín­su­la del Sinaí en los pró­xi­mos días». Los comi­tés res­pon­die­ron dis­pa­ran­do cohe­tes sobre el terri­to­rio israe­lí. Al mar­gen de las expli­ca­cio­nes ofi­cia­les. ¿Cuá­les son las ver­da­de­ras razo­nes de Tel Aviv para reabrir el con­flic­to? El nue­vo sis­te­ma de inter­cep­ta­ción de misi­les y los nego­cios arma­men­tís­ti­cos hebreos, que uti­li­zan Gaza como cam­po de prue­bas, podrían estar detrás de la nue­va agre­sión con­tra la Franja.

Los man­dos mili­ta­res habían pre­vis­to que, ante un hipo­té­ti­co bom­bar­deo, se pro­du­ci­ría una res­pues­ta. Pero con­fia­ban en la capa­ci­dad de su nue­vo sis­te­ma de inter­cep­ta­ción de misi­les, «Iron Dome» (cúpu­la de hie­rro) para pro­te­ger a su pobla­ción y trans­for­mar el con­flic­to en una ofen­si­va uni­la­te­ral. Había muchas razo­nes para que­rer expe­ri­men­tar con este escu­do y esta ha sido la pri­me­ra oca­sión en la que se ha pro­ba­do en con­di­cio­nes de com­ba­te. Israel lo ven­de como un paso más en la pro­tec­ción del sur de su Esta­do, lugar don­de caen los cohe­tes lan­za­dos des­de Gaza. Pero no se pue­de pasar por alto los intere­ses de Israel en comer­cia­li­zar su escu­do anti­mi­si­les, pro­du­ci­do por la empre­sa «Rafael Advan­ced Defen­se Sys­tems Ltd».

¿Qué es «Iron Dome»? Se tra­ta de un sis­te­ma para con­tra­rres­tar misi­les de cor­to alcan­ce y pro­yec­ti­les de arti­lle­ría de 155 mm con un alcan­ce de has­ta 70 kiló­me­tros. Tie­ne tres com­po­nen­tes cen­tra­les: radar de detec­ción y segui­mien­to cons­trui­do por Elta, sis­te­ma de ges­tión de com­ba­te y con­trol de armas (BMC), desa­rro­lla­do por mPrest Sys­tems, com­pa­ñía de soft­wa­re israe­lí, sub­si­dia­ria de Rafael. El ter­ce­ro es la uni­dad que lan­za misi­les inter­cep­to­res, de tipo Tamir, equi­pa­dos con cen­so­res elec­tro-ópti­cos y ale­tas direc­cio­na­les de alta manio­bra­bi­li­dad. El radar detec­ta el lan­za­mien­to del cohe­te a ser inter­cep­ta­do y su tra­yec­to­ria. En ese momen­to, el BMC cal­cu­la el pun­to de impac­to y deci­de si un obje­ti­vo pre­de­ter­mi­na­do se encuen­tra ame­na­za­do. En caso afir­ma­ti­vo, se dis­pa­ra el misil.

«Iron Dome» fue desa­rro­lla­do tenien­do en men­te su ven­ta en el mer­ca­do inter­na­cio­nal. Des­de octu­bre del 2011 Rafael com­pi­te en un con­cur­so emi­ti­do por el Ejér­ci­to de Esta­dos Uni­dos para el sumi­nis­tro de sis­te­mas de inter­cep­ción de misi­les de cor­to alcan­ce. En él, Rafael com­pi­te con las gigan­tes nor­te­ame­ri­ca­nas, Lockheed Mar­tin y North­rop Grum­man Spa­ce & Mis­sion Sys­tems. Según publi­ca­ba «Avia­tion Week» estas dos empre­sas reci­bie­ron, en febre­ro del 2008, un total de 8,6 millo­nes de dóla­res y 5,9 millo­nes de dóla­res res­pec­ti­va­men­te para el dise­ño de pro­to­ti­pos de sis­te­mas simi­la­res que debe­rían pre­sen­tar al ejér­ci­to nor­te­ame­ri­cano has­ta fina­les de aquel mis­mo año. No obs­tan­te, estas no son las úni­cas com­pa­ñías que han desa­rro­lla­do sis­te­mas de inter­cep­ta­ción simi­la­res. Entre las más cono­ci­das se encuen­tra Raytheon, que ha ofre­ci­do el escu­do «Cen­tu­rión», pues­to en prác­ti­ca en Irak, don­de inter­cep­tó alre­de­dor de 110 proyectiles.

Para­dó­ji­ca­men­te, la con­tri­bu­ción eco­nó­mi­ca de EEUU al desa­rro­llo del sis­te­ma «Iron Dome» es inclu­so supe­rior a la finan­cia­ción que se con­ce­dió a las pro­pias com­pa­ñías nor­te­ame­ri­ca­nas, lle­gan­do has­ta los 205 millo­nes de dóla­res. Un mon­tan­te que ape­nas cubre el 20% del total gas­ta­do para poner en mar­cha el escu­do. De acuer­do a decla­ra­cio­nes rea­li­za­das por el direc­tor gene­ral de minis­te­rio de defen­sa israe­lí, Udi She­ni, al dia­rio «Haa­retz» del 9 de mayo del 2011, el cos­te del desa­rro­llo y absor­ción del sis­te­ma en las Fuer­zas Arma­das de Israel seria de 1.000 millo­nes de dóla­res. El obje­ti­vo: des­ple­gar has­ta 15 bate­rías en las fron­te­ras nor­te y sur del país.

Final­men­te, el sis­te­ma fue des­ple­ga­do ope­ra­cio­nal­men­te en mar­zo del 2011. Sin embar­go, ante las con­di­cio­nes de alto el fue­go, ape­nas pudo ser expe­ri­men­ta­do. Y las prue­bas no fue­ron del todo satis­fac­to­rias. Por ejem­plo, el 20 de agos­to de 2011 un resi­den­te de Beer She­va, al sur del Esta­do, murió tras ser alcan­za­do por un Grad que el «Iron Dome» no inter­cep­tó. Sin embar­go, y apro­ve­chan­do el nue­vo ciclo de vio­len­cia, el Ejér­ci­to defien­de que el sis­te­ma es capaz de inter­cep­tar entre el 80% y el 90% de los misi­les iden­ti­fi­ca­dos como amenaza.

Los altos man­dos mili­ta­res y los res­pon­sa­bles de las empre­sas arma­men­tís­ti­cas tie­nen mucho inte­rés en pre­sen­tar como exi­to­so el des­plie­gue de «Iron Dome». Comer­cia­li­zar este sis­te­ma en el extran­je­ro cons­ti­tui­ría una baza esen­cial para la indus­tria mili­tar de Tel Aviv, que com­po­ne un 14% de las expor­ta­cio­nes del país. Para mate­ria­li­zar esta posi­bi­li­dad, el Esta­do de Israel ha trans­for­ma­do a más de medio millon de israe­líes en cone­ji­llos de indias y dece­nas de pales­ti­nos han encon­tra­do su muer­te bajo los bombardeos.

Ser­gio Yah­ni es Direc­tor del Alter­na­ti­ve Infor­ma­tion Cen­ter de Jerusalén.

Gara

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