Karl Marx gogoan zaitugu!!

Tal día como hoy, el 14 de mar­zo de 1883, murió en Lon­dres (Rei­no Uni­do) el fun­da­dor del ver­da­de­ro socia­lis­mo, Karl Marx, quien había naci­do en Tré­ve­ris, Ale­ma­nia, en 1818.

Par­ti­ci­pan­te acti­vo des­de joven en las luchas socia­les, Marx fue direc­tor de La Gace­ta Rena­na, en cuyas pági­nas some­tió a crí­ti­ca a las diver­sas ten­den­cias de la filo­so­fía y eco­no­mía bur­gue­sas. En unión con Frie­drich Engels, Marx cons­tru­yó una teo­ría revo­lu­cio­na­ria y crí­ti­ca que sir­vió de base a la redac­ción de El Mani­fies­to Comu­nis­ta y a un con­jun­to de obras, entre las cua­les sobre­sa­le El Capi­tal, con las que puso al des­cu­bier­to las leyes que rigen el naci­mien­to, desa­rro­llo y fin del sis­te­ma capitalista.

Marx demos­tró que la Huma­ni­dad se verá libe­ra­da de todas las cala­mi­da­des socia­les y eco­nó­mi­cas, no como resul­ta­do de las bue­nas inten­cio­nes y la cari­dad, sino de la lucha de los tra­ba­ja­do­res orga­ni­za­dos. Marx y Engels deja­ron sen­ta­do que el socia­lis­mo no es una uto­pía de soña­do­res sino el resul­ta­do inevi­ta­ble del desa­rro­llo de las fuer­zas pro­duc­ti­vas. Por eso, al socia­lis­mo de Marx y Engels se le lla­ma cien­tí­fi­co, a dife­ren­cia del socia­lis­mo utópico.

Marx y Engels esta­ble­cie­ron que toda la his­to­ria de la Huma­ni­dad es la his­to­ria de la lucha de cla­ses, de las suce­si­vas derro­tas y vic­to­rias de una cla­se sobre otra. Esta lucha con­ti­nua­rá has­ta que des­apa­rez­ca la pro­pie­dad capi­ta­lis­ta sobre los medios de pro­duc­ción; inevi­ta­ble debi­do a las con­tra­dic­cio­nes inhe­ren­tes al capi­ta­lis­mo. Al res­pec­to dijo Vla­di­mir Ilich Ulia­nov (Lenin): “La doc­tri­na de Marx es com­ple­ta y armó­ni­ca, dan­do a los hom­bres una con­cep­ción del mun­do ínte­gra, irre­con­ci­lia­ble con toda supers­ti­ción, con toda reac­ción y con toda defen­sa de la opre­sión bur­gue­sa; es la legí­ti­ma here­de­ra de lo mejor que creó la Huma­ni­dad en el siglo XIX: la filo­so­fía ale­ma­na, la eco­no­mía polí­ti­ca ingle­sa y el socia­lis­mo francés”.

Marx desa­rro­lló como base filo­só­fi­ca de su doc­tri­na el mate­ria­lis­mo, pero lo enri­que­ció con la dia­léc­ti­ca, es decir, la doc­tri­na del desa­rro­llo en su for­ma más com­ple­ta y libre de uni­la­te­ra­li­dad de la teo­ría de la rela­ti­vi­dad del cono­ci­mien­to humano que per­ci­be la mate­ria en cons­tan­te desa­rro­llo. Más aún, Marx empleó para el aná­li­sis de la socie­dad huma­na, el mate­ria­lis­mo his­tó­ri­co. No hay caos ni arbi­tra­rie­dad en el desa­rro­llo social sino que éste está con­di­cio­na­do por el desa­rro­llo de las fuer­zas pro­duc­ti­vas. El cono­ci­mien­to social del hom­bre refle­ja el régi­men eco­nó­mi­co de la socie­dad. Las ins­ti­tu­cio­nes polí­ti­cas son la super­es­truc­tu­ra que se levan­ta sobre la base económica.

Marx desa­rro­lló la eco­no­mía polí­ti­ca y puso en evi­den­cia que el valor de toda mer­can­cía se deter­mi­na por la can­ti­dad de tiem­po de tra­ba­jo social­men­te nece­sa­rio inver­ti­do en su pro­duc­ción. En el capi­ta­lis­mo, la fuer­za de tra­ba­jo del hom­bre y de las muje­res se con­vier­te en una mer­can­cía. El obre­ro asa­la­ria­do ven­de su fuer­za de tra­ba­jo al pro­pie­ta­rio de los ins­tru­men­tos de tra­ba­jo. El tra­ba­ja­dor emplea una par­te de la jor­na­da de tra­ba­jo en cubrir el cos­to de su sus­ten­to y de su fami­lia (el sala­rio), duran­te la otra par­te de la jor­na­da tra­ba­ja gra­tis para el pro­pie­ta­rio, crean­do para el capi­ta­lis­ta la plus­va­lía, fuen­te de las ganan­cias de la cla­se capitalista.

La teo­ría de la plus­va­lía es la base fun­da­men­tal de la doc­tri­na eco­nó­mi­ca de Marx. El socia­lis­mo utó­pi­co no podía des­cu­brir las leyes del desa­rro­llo de la socie­dad capi­ta­lis­ta ni le encon­tra­ba solu­ción real a los con­flic­tos socia­les, polí­ti­cos y eco­nó­mi­cos. El socia­lis­mo de Marx puso al des­cu­bier­to que nin­gún país capi­ta­lis­ta se for­mó sin una lucha entre las dife­ren­tes cla­ses socia­les. La con­clu­sión inevi­ta­ble de la doc­tri­na socia­lis­ta de Marx es la teo­ría de la lucha de cla­ses: “Los hom­bres han sido siem­pre y segui­rán sien­do, en polí­ti­ca, víc­ti­mas necias del enga­ño de los demás y del pro­pio, mien­tras no apren­dan a des­cu­brir detrás de todas las fra­ses, decla­ra­cio­nes y pro­me­sas mora­les, polí­ti­cas, reli­gio­sas y socia­les, los intere­ses de tales o cua­les cla­ses sociales”.

Marx aler­tó con­tra toda ten­ta­ti­va a con­ver­tir su doc­tri­na en un dog­ma, una letra muer­ta para secues­trar y hacer pri­sio­ne­ros a los revo­lu­cio­na­rios e impe­dir­les su ini­cia­ti­va y crea­ti­vi­dad. El mar­xis­mo es una guía para la acción. No es un cate­cis­mo ni un esque­ma inmu­ta­ble. El mar­xis­mo se enri­que­ce con las luchas y expe­rien­cias revo­lu­cio­na­rias de los tra­ba­ja­do­res; se enri­que­ce con las par­ti­cu­la­ri­da­des y pecu­lia­ri­da­des de cada situa­ción, con las raí­ces his­tó­ri­cas de cada pueblo.

Los mar­xis­tas que han sali­do vic­to­rio­sos de la dura y difí­cil con­fron­ta­ción con el sis­te­ma capi­ta­lis­ta lo han sido por­que han apli­ca­do el mar­xis­mo en el mar­co de las par­ti­cu­la­ri­da­des de sus paí­ses, sus pue­blos y sus his­to­rias y nun­ca lo asu­mie­ron dog­má­ti­ca­men­te como un gri­lle­te. Marx no sólo fue un teó­ri­co genial cuya doc­tri­na ha per­du­ra­do por los siglos. Tam­bién fue con­se­cuen­te­men­te orga­ni­za­dor. A él y a Engels se debió la crea­ción de la Aso­cia­ción Inter­na­cio­nal de los Tra­ba­ja­do­res, la Pri­me­ra Inter­na­cio­nal. Marx unió al esfuer­zo crea­dor en el pen­sa­mien­to la acti­vi­dad prác­ti­ca para esti­mu­lar la orga­ni­za­ción y los movi­mien­tos revo­lu­cio­na­rios, como ocu­rrió en 1848 y lue­go en la comu­na de París (Fran­cia), en 1871.

Karl Marx!!

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