Huel­ga y auto­cri­mi­na­li­za­ción- EHK

Hay que afron­tar esta huel­ga des­de el opti­mis­mo. Somos cons­cien­tes de lo que nos esta­mos jugan­do en esta eta­pa polí­ti­ca en Eus­kal Herria, carac­te­ri­za­da por pro­fun­dos cam­bios eco­nó­mi­co-socia­les y una tras­for­ma­ción de lo que fue el MLNV en un nue­vo Ente (para noso­tros en Cam­po Aber­tza­le y Socia­lis­ta) que debe­rá afron­tar con garan­tías los tiem­pos que se avecinan.

Por tan­to, esta huel­ga res­pon­de más a nues­tros pro­pios retos de futu­ro que al men­sa­je que se quie­re lan­zar a nues­tros enemi­gos nacio­na­les y de cla­se. Nece­si­ta­mos for­ta­le­cer­nos como nación, como pue­blo tra­ba­ja­dor y ser capa­ces de intro­du­cir en estas coor­de­na­das a otros sec­to­res que toda­vía no han enten­di­do la posi­bi­li­dad de cami­nar jun­tos. La hete­ro­ge­nei­dad no debie­ra ser un impe­di­men­to en el cor­to plazo.

En la hora pre­sen­te, la tarea bási­ca del Pue­blo Tra­ba­ja­dor Vas­co y el Movi­mien­to popu­lar es ser hege­mo­nía y apli­car las medi­das eco­nó­mi­cas y polí­ti­cas que fre­nen al neo­li­be­ra­lis­mo con el fin de ais­lar a las fuer­zas anti­de­mo­crá­ti­cas y con­tra-revo­lu­cio­na­rias de las bases socia­les que las han sus­ten­ta­do, des­ba­ra­tar sus fuer­zas y avan­zar en el pro­ce­so emancipatorio.

Enfren­te tene­mos, por un lado, a unos esta­dos impe­ria­les que, recor­de­mos, man­tie­nen por enci­ma de todo las leyes vigen­tes de excep­ción pasa­das y que van a endu­re­cer la legis­la­ción en lo que se refie­re a la insu­mi­sión, la des­obe­dien­cia civil y el dere­cho a la huel­ga. Es decir, van a apli­car su vio­len­cia de mane­ra que con­si­de­ren con­ve­nien­te, sin dudar­lo un ins­tan­te. Por otro, una bur­gue­sía local repre­sen­ta­da en PNV-UPN que se encuen­tra en estos momen­tos a la defen­si­va y que a medi­da que avan­ce la cri­sis se vol­ve­rá más agre­si­va y peligrosa.

Esta huel­ga tie­ne como uno de sus pun­tos fun­da­men­ta­les el recu­pe­rar, en par­te, la bata­lla ideo­ló­gi­ca per­di­da que alla­nó el cam­po de la acción repre­si­va y que éste a su vez faci­li­tó la inca­pa­ci­dad de acu­mu­lar. Pero para recu­pe­rar­nos de estas tres sacu­di­das debe­mos renun­ciar, no a la con­fron­ta­ción como pre­ten­den algu­nos, sino al sen­ti­mien­to de cul­pa­bi­li­dad que los esta­dos y sus bur­gue­sías loca­les inten­tan intro­du­cir en lo más hon­do de nues­tros pen­sa­mien­tos y accio­nes, por­que de lo con­tra­rio, esta­re­mos asu­mien­do que, ante la vio­len­cia eco­nó­mi­ca, social y polí­ti­ca de los pode­res his­pano-fran­ce­ses, y sus bur­gue­sías, sólo nos que­da la resig­na­ción y la pará­li­sis. Des­de lue­go ese es un lega­do que no pode­mos dejar a nues­tros hijos e hijas.

Renun­ciar a la con­fron­ta­ción es un mal sín­to­ma del esta­do de salud del inde­pen­den­tis­mo socia­lis­ta cara a abor­dar el futu­ro y más con esta cri­sis que pade­ce­mos y vamos a sufrir duran­te un lar­go perío­do. Pero des­de nues­tra pers­pec­ti­va es peor obser­var la auto-cri­mi­na­li­za­ción que ha con­se­gui­do el últi­mo comu­ni­ca­do de los repre­sen­tan­tes de nues­tra Izquier­da Aber­tza­le, es como poner­se una tiri­ta don­de toda­vía no hay herida.

La cues­tión pudie­ra ser “enten­di­ble” des­de una pers­pec­ti­va de la polí­ti­ca de alian­zas a cor­to pla­zo pero por otro lado nos hace correr un serio ries­go de inver­tir la lógi­ca de los hechos: absol­ver al opre­sor y cas­ti­gar al opri­mi­do. El Pue­blo Tra­ba­ja­dor no pue­de ser el pagano, una vez más, de las con­se­cuen­cias de la cri­sis y ade­más negar­le el dere­cho a actuar.

Deje­mos pues de seguir el guión que inten­tan mar­car­nos los esta­dos y sus cla­ses diri­gen­tes, lle­ván­do­nos a terre­nos move­di­zos para pos­te­rior­men­te, atra­par­nos con sus legis­la­cio­nes de excep­ción, que recor­de­mos, toda­vía no han sido dero­ga­das y que ame­na­zan con apli­car­se cada vez que un hecho, ya sea vio­len­to o no, ame­na­za la “esta­bi­li­dad del sistema”.

Mien­tras en Euro­pa se radi­ca­li­za la lucha de cla­ses, en Eus­kal Herria no se pue­de ejer­cer de bom­be­ro cada vez que la mise­ria social y polí­ti­ca gol­pea la cara de los tra­ba­ja­do­res vas­cos y los sec­to­res popu­la­res. Hay que man­te­ner la pre­cau­ción, al menos, ante tan­ta insis­ten­cia sobre unos hechos que sólo son “moti­vo de preo­cu­pa­ción” para los medios de comu­ni­ca­ción sis­té­mi­cos, que en el fon­do, inten­tan des­viar la aten­ción de los ver­da­de­ros dra­mas socio-polí­ti­cos que se están desa­rro­llan­do bajo este capi­ta­lis­mo que nos lle­va irre­me­dia­ble­men­te al abismo.

El 29 de Mar­zo, los tra­ba­ja­do­res vas­cos y el Movi­mien­to popu­lar tene­mos una cita inelu­di­ble con noso­tros mis­mos. Res­pon­dá­mo­nos como nos merecemos.

JO TA KE IRABAZI ARTE!!!

EHK (Eus­kal Herri­ko Komunistak)

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