El preso político Jose Mª Perez, Txuri, que se encuentra en la prisión de Burgos, sufrió un infarto el pasado martes. Este año Txuri cumplirá 25 años en prisión; aunque desde el 2008 debería estar en libertad, el Tribunal Supremo le aplicó la doctrina 197⁄2006, por lo que ha sido condenado a 30 años de cárcel.
Perez sintió algo mientras hacia deporte y fue al médico. Este médico le hizó un chequeo, y lo mandó directamente al hospital. En el hospital le realizaron un cateterismo, y le pusieron un stent. Los familiares de Jose Mª Perez, Txuri, supieron la noticia a través de la prisión de Burgos, y no han tenido ningun problema para verlo. El jueves fue trasladado desde la UVI a planta; y parece ser que su evolución ha sido favorable.
A las y los presos políticos vascos se les aplica la cadena perpetua; por consecuencia, la edad media del colectivo también está aumentando, ya que son muchas y muchos los presos que tendrán que cumplir condenas de 30 o 40 años. Y esto tiene una consecuencia directa en la salud de la persona que tiene que permanecer tantos años en prisión. Un claro ejemplo de ello es la situación que vive Jose Mª Perez: lleva casi 25 años en prisión, tiene una condena de 30 años porque le aplicaron la doctrina 197⁄2006, en todos los años que ha pasado en la cárcel ha desarrollado varias enfermedades y ahora ha sufrido un infarto. La consecuencia directa de esta política penitenciaria tan cruel son el caso de Iñaki Erro y el de Txus Martin, entre otros. Es decir, el problema se repite una y otra vez.
Estas situaciones tan excepcionales que se les aplican a nuestros familiares y allegados presos políticos vascos no respetan sus derechos, y por ello para Etxerat es imprescindible acabar con ellos. Así pues, le exijimos al estado español y al estado francés que acaben con esta política penitenciaria tan extrema. Para ellos es necesario que los presos y presas con enfermedades graves e incurables esten en casa, que se acabe con la doctrina 197⁄2006 que significa la cadena perpetua, y que liberen a los presos y las presas que tengan cumplidas las tres cuartas partes o dos tercios de la condena. Así mismo, es necesario que cumpliendo sus derechos trasladen a Euskal Herria a los presos y las presas políticas vascas.
Por otro lado Etxerat quiere mostrar su apoyo a los familiares y allegados de los presos y presas que han sufrido accidentes en estos últimos días. Aunque el año acaba de comenzar, los familiares y allegados de los presos y las presas políticas vascas ya han sufrido tres accidentes. El primer accidente del año ocurrió el 28 de enero, cuando una familiar del preso Arkaitz Argote, que se encuentra en la cárcel de Huelva, volvía de una visita. El accidente se produjo en la A‑8, a la altura de Eibar. A causa del accidente la familiar de Argote tuvo todo el cuerpo dolorido y el coche sufrió graves daños. Pero, lamentablemente, este no ha sido el único accidente que se ha producido en el 2012, ya que el pasado fin de semana hubo otros dos accidentes. Por un lado, el pasado viernes tres allegados del preso gasteiztarra Gorka Betolaza que se encuentra en la prisión de Cáceres sufrieron un accidente cerca de Valladolid. El coche quedó siniestro, pero afortunadamente los tres allegados no sufrieron daños graves. Por otra parte, el domingo los familiares y allegados de los presos Joseba Esparza, Xabier Rey y Joseba Lerin, que se encuentran el las cárceles de Puerto, tuvieron otro accidente cuando regresaban de una visita. El coche sufrió graves daños, pero también por suerte los familiares y allegados no sufrieron graves daños.
Estos accidentes son la consecuencia directa de la política de dispersión que llevan a cabo el Estado Español y el Estado Francés. Esta política causó trece accidentes solo en el año 2011. Y en los 22 años que dura la dispersión 16 familiares y allegados han perdido la vida en las carreteras y son cientos los accidentes de tráfico que ha habido. Además de esto, son incontables los daños físicos, sicológicos y económicos que hemos tenido que sufrir los familiares y allegados.
Desde la Asociación Etxerat creemos que es urgente la desactivación inmediata de la política de dispersión que aplican el Estado Español y el Estado Francés a los presos y las presas políticas vascas. Así mismo, les exigimos que en este nuevo tiempo político den pasos hacia delante, y que para ello liberen a los presos y presas con enfermedades graves e incurables, a los que tienen cumplidas las tres cuartas partes o dos tercios de la condena cumplidas y a los que tienen aplicada la doctrina 197⁄2006; también exigimos el inmediato traslado a Euskal Herria de todos los presos y presas políticas vascas.