El movi­mien­to Herri­ra nace en Donos­tia con el fin de traer a casa a pres@s y exiliad@s

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'Herrira' se compromete a apoyar a los «presos y huidos» de ETA
Gara

El tra­ba­jo de Egin Deza­gun Bidea y la masi­va movi­li­za­ción del 7 de enero han pues­to un jalón sobre el que asien­ta el nue­vo movi­mien­to que se ha pre­sen­ta­do en Donos­tia con el fin de «lle­nar las sillas vacías que hay en Eus­kal Herria». La cita ha sido tam­bién un nue­vo paso en la denun­cia de la actual polí­ti­ca carcelaria.

  • Docu­men­to fun­da­cio­nal de Herri­ra (pdf) euesfr
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El Kur­saal de Donos­tia ha sido el esce­na­rio que han ele­gi­do los impul­so­res de Herri­ra para pre­sen­tar el nue­vo movi­mien­to que tra­ba­ja­rá para la vuel­ta a casa de pre­sos y exi­lia­dos polí­ti­cos vascos.

En un acto diná­mi­co y ágil, que ha inter­ca­la­do actua­cio­nes musi­ca­les –Xabi Solano (Esne Bel­tza) y Eñaut Elo­rrie­ta (Ken 7) – , emi­sio­nes de vídeo, dan­za e inter­ven­cio­nes de los miem­bros del nue­vo movi­mien­to, Herri­ra ha naci­do en Donos­tia para «lle­nar las sillas vacías» que hay en Eus­kal Herria, ha ase­gu­ra­do al ini­cio del acto Amaia Zurutuza.

Herri­ra nació, tal y como han recor­da­do hoy sus pro­mo­to­res, tras el deba­te que Egin Deza­gun Bidea anun­ció tras la movi­li­za­ción que rom­pió récords el 7 de enero. Aque­lla cita, han seña­la­do, se ha con­so­li­da­do como una «refe­ren­cia cla­ra» para poner la cues­tión de los pre­sos «en el cen­tro del deba­te polí­ti­co» y refle­jar la «volun­tad mayo­ri­ta­ria» de la ciu­da­da­nía vasca.

Denun­cia de la polí­ti­ca carcelaria

Fran Bal­da, Nago­re Gar­cía y Gar­bi­ñe Era­so, en eus­ka­ra, cas­te­llano y fran­cés, res­pec­ti­va­men­te, se han pro­nun­cia­do en nom­bre de los herri bil­gu­nes –prin­ci­pa­les ejes de actua­ción de Herri­ra, foca­li­za­dos pue­blo a pue­blo y barrio a barrio– para des­ta­car que la solu­ción del con­flic­to polí­ti­co requie­re la «supera­ción de sus cau­sas y sus consecuencias».

Como pri­mer paso, han recla­ma­do la des­ac­ti­va­ción de las medi­das de excep­ción que se apli­can a los pre­sos polí­ti­cos vas­cos y han exi­gi­do cam­bios en la actual polí­ti­ca car­ce­la­ria, pidien­do así la libe­ra­ción de aque­llos pre­sos que han cum­pli­do sus con­de­nas, de los que están aque­ja­dos de gra­ves enfer­me­da­des o de aque­llos ence­rra­dos de mane­ra «pre­ven­ti­va».

Por ello, se pre­ten­de orga­ni­zar «la amplia volun­tad» de la ciu­da­da­nía vas­ca y estruc­tu­rar un movi­mien­to «popu­lar y abier­to» que «faci­li­te la vuel­ta a casa de pre­sos y exi­lia­dos» para que pue­dan «par­ti­ci­par en el pro­ce­so democrático».

Docu­men­to fundacional

El docu­men­to fun­da­cio­nal del cita­do movi­mien­to, deba­ti­do en los herri bil­gu­nes, deja cla­ro que no se tra­ta de una ini­cia­ti­va coyun­tu­ral, sino enfo­ca­da a un obje­ti­vo ambi­cio­so y «labo­rio­so»: «El reto que asu­mi­mos es la vuel­ta a casa de pre­sos y hui­dos. Lo con­si­de­ra­mos un come­ti­do histórico».

La nece­si­dad de este sal­to cua­li­ta­ti­vo había sido cons­ta­ta­da por la ini­cia­ti­va Egin Deza­gun Bidea, tras su «gran aco­gi­da» reci­bi­da en «el nue­vo con­tex­to polí­ti­co abier­to en Eus­kal Herria en los últi­mos meses». El éxi­to de la movi­li­za­ción de enero fue una señal defi­ni­ti­va. Tras ello, se puso en mar­cha un deba­te en los herri bil­gu­nes des­ti­na­do a valo­rar qué nue­va herra­mien­ta se pue­de ofre­cer a las dece­nas y dece­nas de miles de per­so­nas dis­pues­tas a tra­ba­jar por los repre­sa­lia­dos en par­ti­cu­lar y la reso­lu­ción del con­flic­to en gene­ral. El resul­ta­do de esta refle­xión es Herri­ra, que apun­ta que «no sur­ge como suce­sor» del movi­mien­to que ha actua­do his­tó­ri­ca­men­te en favor de los pre­sos polí­ti­cos vas­cos, ni de los agen­tes que lo han impul­sa­do. «Tam­po­co tie­ne voca­ción de sus­ti­tuir­los», precisa.

Se tra­ta de una ini­cia­ti­va emi­nen­te y exclu­si­va­men­te ciu­da­da­na, sin depen­den­cia de par­ti­dos ni orga­ni­za­cio­nes polí­ti­cas, que no se enca­si­lla en un pro­yec­to o ideo­lo­gía con­cre­ta, y que tam­po­co bus­ca hacer polí­ti­ca. Su úni­co obje­ti­vo es traer a casa a pre­sos y exiliados.

El docu­men­to fun­da­cio­nal tie­ne sie­te pági­nas en las que se resu­men sus aspi­ra­cio­nes de fon­do y sus for­mas de actua­ción, lo que deja cla­ro el tra­ba­jo de sín­te­sis rea­li­za­do. La cla­ve de Herri­ra estri­ba en el capí­tu­lo titu­la­do «Prin­ci­pios y misión», y en este párra­fo con­cre­to que resu­me su filo­so­fía ori­gi­nal: «La cla­ve para evi­tar las con­se­cuen­cias del con­flic­to resi­de en la solu­ción de sus fun­da­men­tos. Las garan­tías para que no haya más pre­sos y hui­dos las ofre­ce­rá la solu­ción de las razo­nes del con­flic­to. Esto se reco­ge en el con­cep­to de amnis­tía, ya que con­tex­tua­li­za la vuel­ta a casa de pre­sos y hui­dos en la supera­ción de las razo­nes que los han lle­va­do a esta situa­ción. Por lo tan­to, la amnis­tía es nues­tro hori­zon­te, y nues­tra misión, con­se­guir que los y las pre­sas y hui­das vuel­van a casa».

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