Un domin­go ber­li­nés con Rosa y Karl- Angel Ferrero

Han pasa­do más de noven­ta años y la cere­mo­nia –inte­rrum­pi­da sólo duran­te los perío­dos más con­vul­sos de la his­to­ria del país– sigue sien­do más o menos la mis­ma. Aquí esta­mos, un solea­do domin­go de un invierno inusual­men­te poco frío (-1 ºC), que con­tras­ta con los pai­sa­jes neva­dos de años ante­rio­res. Una de las per­so­nas a las que se home­na­jea aquí hoy era más bien rea­cia a este tipo de actos. «No somos ami­gos de aque­llas cere­mo­nias anua­les para el recuer­do de las tra­di­cio­nes revo­lu­cio­na­rias», escri­bió en 1903, «que con su regu­la­ri­dad mecá­ni­ca ter­mi­nan por hacer­se coti­dia­nas y, como todo lo que es tra­di­cio­nal, bas­tan­te bana­les.» Todos los 15 de enero se des­pla­zan has­ta el cemen­te­rio de Frie­drichs­fel­de en Lich­ten­berg cien­tos de per­so­nas para hon­rar la memo­ria de Karl Liebk­necht y Rosa Luxem­burg, ase­si­na­dos por miem­bros de los Frei­korps –un cuer­po para­mi­li­tar for­ma­do por sol­da­dos des­mo­vi­li­za­dos gene­ro­sa­men­te finan­cia­do por los capi­ta­nes de indus­tria ale­ma­nes con 500 millo­nes de mar­cos a tra­vés de la Liga Anti­bol­che­vi­que, y del que for­ma­ron par­te nume­ro­sos nazis, como, por ejem­plo seña­la­do, Ernst Röhm y Hein­rich Himm­ler– a los que el minis­tro de la gue­rra, el social­de­mó­cra­ta Gus­tav Nos­ke, había recu­rri­do para aplas­tar la insu­rrec­ción espar­ta­quis­ta de 1919.

El con­cep­to no pue­de más que inte­re­sar a quien pro­ce­da de un país de tra­di­ción cató­li­ca, pues lejos del tre­men­dis­mo de los cam­po­san­tos del sur de Euro­pa, con su tétri­ca exhi­bi­ción de cru­ces y demás moti­vos fúne­bres, este cemen­te­rio se pen­só, ade­más de como un lugar de res­pe­to, como un memo­rial: su estruc­tu­ra cir­cu­lar invi­ta al visi­tan­te a pasear en torno al muro, leer los nom­bres y leyen­das ins­cri­tos en las este­las y revi­vir así la his­to­ria de la lucha de cla­ses que a ellos va aso­cia­da. La his­to­ria del Gedenks­tät­te der Sozia­lis­ten es un com­pen­dio de la his­to­ria del socia­lis­mo, con todas sus vici­si­tu­des: aquí están ente­rra­dos des­de Wilhelm Liebk­necht (fun­da­dor del Par­ti­do social­de­mó­cra­ta ale­mán), Karl Liebk­necht (fun­da­dor del Par­ti­do comu­nis­ta ale­mán) y Rosa Luxem­burg has­ta Hil­de Ben­ja­min (la fis­cal que ins­tru­yó la requi­si­to­ria con­tra Wolf­gang Harich) o Wal­ter Ulbricht (artí­fi­ce del Muro de Ber­lín). Inau­gu­ra­do en 1881, el cemen­te­rio de Frie­drichs­fel­de, sito en la par­te orien­tal de Ber­lín, comen­zó a ser popu­lar­men­te cono­ci­do con el adje­ti­vo de “socia­lis­ta” cuan­do des­pués de Wilhelm Liebk­necht otros social­de­mó­cra­tas –Paul Sin­ger, Ignaz Auer, Emma Ihrer– fue­ron aquí ente­rra­dos, una fama que aumen­tó con el tiem­po y se cimen­tó defi­ni­ti­va­men­te tras la aper­tu­ra de la fosa común para los caí­dos en la insu­rrec­ción espar­ta­quis­ta. Aun­que el pro­yec­to de uti­li­zar un con­jun­to escul­tó­ri­co de August Rodin que se había de titu­lar “La indig­na­ción” para hon­rar su memo­ria nun­ca se lle­vó a cabo, en 1926 se inau­gu­ró por encar­go de Eduard Fuchs –el his­to­ria­dor y colec­cio­nis­ta admi­ra­do por Wal­ter Ben­ja­min– un sen­ci­llo monu­men­to a Karl Liebk­necht y Rosa Luxem­burg dise­ña­do por Mies van der Rohe, ante el cual ter­mi­na­ban las mani­fes­ta­cio­nes anua­les en memo­ria del ase­si­na­to de Liebk­necht y Luxem­burg, has­ta que, en 1933, fue des­trui­do por los nacio­nal­so­cia­lis­tas. Tras la derro­ta del fas­cis­mo en la Segun­da Gue­rra Mun­dial y la par­ti­ción de Ale­ma­nia, se recons­tru­ye­ron las lápi­das y monu­men­tos van­da­li­za­dos por los nazis –pero no así la obra de Mies van der Rohe– y se reor­ga­ni­zó el espa­cio. Los inten­tos del SED por mono­po­li­zar el acto se mate­ria­li­za­ron en la cons­truc­ción de una tri­bu­na des­de la que los diri­gen­tes del par­ti­do ofre­cían sus dis­cur­sos cada 15 de enero, de modo bas­tan­te simi­lar a la fun­ción que aca­bó tenien­do el mau­so­leo de Lenin en la Pla­za Roja de Mos­cú en tiem­pos de la Unión Sovié­ti­ca, sobre el cual los miem­bros del gobierno y del Comi­té Cen­tral del PCUS bus­ca­ban fun­dar sim­bó­li­ca­men­te su poder. Pero demos­tran­do que la memo­ria no se deja ins­tru­men­ta­li­zar fácil­men­te para usos polí­ti­cos, el 15 de enero se con­vir­tió en los últi­mos días del ago­ni­zan­te régi­men de la RDA en un acto de disi­den­cia, cuan­do los asis­ten­tes por­ta­ban pan­car­tas con la cita de Rosa Luxem­burg: «la liber­tad es siem­pre la liber­tad de quie­nes pien­san de otra for­ma» (Freiheit ist immer der Freiheit der Anders­den­ken­den). Hoy es un acto plu­ral, al que acu­de anual­men­te todo el espec­tro de la izquier­da alemana.

Sobre la este­la fune­ra­ria, que no es más que un sen­ci­llo blo­que de pie­dra, se hizo ins­cri­bir la leyen­da DIE TOTEN MAHNEN UNS. Difí­cil tra­duc­ción. Los muer­tos nos advier­ten. Los muer­tos nos recuer­dan (que murie­ron y por qué murie­ron). Los muer­tos nos apre­mian. «Mien­tras escri­bo estas líneas, recuer­do un diá­lo­go que ano­té hace tiem­po, cuan­do leía esa nove­la del cubano Jesús Díaz que se titu­la Las ini­cia­les de la tie­rra», escri­be Rafael Chir­bes en su ensa­yo sobre la memo­ria his­tó­ri­ca en el Rei­no de Espa­ña. «“¿Los muer­tos vigi­lan?”, pre­gun­ta un per­so­na­je de la nove­la de Díaz, y su inter­lo­cu­tor le res­pon­de: “Vigi­lan y esta­rán siem­pre vigi­lan­do por­que los vivos trai­cio­na­ron su san­gre.” Así ha sido siem­pre, así es y, casi con cer­te­za, así segui­rá sien­do.» [1] Por eso esta­mos aquí hoy.

La izquier­da en Euro­pa y en Alemania 

Uno se pre­gun­ta por qué se ha tar­da­do tan­to en orga­ni­zar un acto así: a las tres de la tar­de en la Volks­büh­ne Ber­lín –en la Rosa-Luxem­burg-Platz– comen­zó un acto, que cerra­ba los de toda la jor­na­da de hoy, en el que par­ti­ci­pa­ron el secre­ta­rio nacio­nal del Par­ti­do Comu­nis­ta Fran­cés Pie­rre Lau­rent, la vice­pre­si­den­ta del Par­ti­do de la Izquier­da Euro­pea Mai­te Mola y el secre­ta­rio de la coa­li­ción de izquier­das SYRIZA Ale­xis Tsi­pras. Giu­liano Pisa­pia, el alcal­de de Milán por Rifon­da­zio­ne Comu­nis­ta, no pudo asis­tir al acto. Por La Izquier­da, que ponía en esta oca­sión la casa, habla­ron un enér­gi­co Klaus Ernst –«¿Quién ha vivi­do por enci­ma de sus posi­bi­li­da­des? ¿Los jubi­la­dos, los tra­ba­ja­do­res, los para­dos?»– y Oskar Lafon­tai­ne. La izquier­da euro­pea comien­za a coor­di­nar­se tras la deses­pe­ra­da lla­ma­da a la sal­va­ción de los pue­blos de Euro­pa de Mikis Theo­do­ra­kis y Mano­lis Gle­zos en octu­bre de 2011. Lau­rent des­cri­bió la situa­ción fran­ce­sa tras el anun­cio de Standard&Poor’s de deva­luar la deu­da de la segun­da eco­no­mía de Euro­pa y anun­ció la pro­pues­ta para la crea­ción de fon­do social y eco­ló­gi­co euro­peo, una suer­te de ban­co públi­co euro­peo que habría de sus­ti­tuir al Fon­do Euro­peo de Esta­bi­li­dad Finan­cie­ra, mien­tras que Mola y Tsi­pras denun­cia­ron los recor­tes socia­les y la degra­da­ción social que atra­vie­san sus res­pec­ti­vos países.

Fren­te al rena­ci­mien­to de los nacio­na­lis­mos desin­te­gra­do­res y las ale­gres lla­ma­das a apear­se de la mone­da úni­ca y aún de la Unión Euro­pea, se rei­vin­di­có un refor­za­mien­to del pro­gre­so de inte­gra­ción, hacién­do­lo avan­zar hacia una Euro­pa soli­da­ria de los pue­blos. No cae en saco roto esta lla­ma­da, pues de aqué­lla ten­ta­ción no está exclui­da la izquier­da popu­lis­ta, a pesar de que Michael R. Krät­ke ha des­cri­to mag­ní­fi­ca­men­te el esce­na­rio de lo que suce­de­ría en un caso así. [2] De no ser por los pro­nós­ti­cos som­bríos que se aba­ten sobre Euro­pa, la situa­ción move­ría a la risa: hoy son euro­es­cép­ti­cos los con­ser­va­do­res –y una par­te nada des­de­ña­ble de teó­ri­cos social­de­mó­cra­tas– que nos empu­ja­ron al euro pre­ci­pi­ta­da­men­te y tacha­ron de “anti­eu­ro­peís­tas” las razo­na­bles crí­ti­cas de la izquier­da a las con­di­cio­nes de intro­duc­ción de la mone­da úni­ca. Hoy la unión mone­ta­ria ya no se pue­de rever­tir sal­vo a un pre­cio mayúscu­lo para la pobla­ción. Por lo demás, no cabe olvi­dar que, his­tó­ri­ca­men­te, Euro­pa nun­ca fue un pro­yec­to exclu­si­va­men­te mone­ta­rio, sino tam­bién polí­ti­co y social que lle­gó a ser defen­di­do no sólo por socia­lis­tas y comu­nis­tas, sino inclu­so por Mijaíl Baku­nin, como un medio de ase­gu­rar la paz entre pue­blos en un con­ti­nen­te perió­di­ca­men­te devas­ta­do por la gue­rra. [3] Que el deba­te entre una Euro­pa social y una Euro­pa del capi­tal dis­ta de ser nue­vo lo demues­tra un tex­to de Rosa Luxem­burg –cuyas tra­duc­cio­nes ingle­sa y espa­ño­la acos­tum­bran a pre­sen­tar­se muti­la­das– de 1911:

«No sólo los par­ti­dos social­de­mó­cra­tas, sino tam­bién des­de el lado bur­gués apa­re­ce de vez en cuan­do la la idea de una fede­ra­ción euro­pea. […] Ése es el ejem­plo del pro­fe­sor Julius Wolf, un cono­ci­do anti­so­cia­lis­ta que pro­pa­ga la idea de una comu­ni­dad eco­nó­mi­ca euro­pea. Ésta no sig­ni­fi­ca empe­ro otra cosa que una unión adua­ne­ra para la gue­rra comer­cial con­tra los Esta­dos Uni­dos de Amé­ri­ca y así es inter­pre­ta­da y cri­ti­ca­da por los social­de­mó­cra­tas. […] La solu­ción de una fede­ra­ción euro­pea sólo pue­de [sig­ni­fi­car] obje­ti­va­men­te en el seno de una socie­dad capi­ta­lis­ta una gue­rra adua­ne­ra con Amé­ri­ca.» [4]

Y algo pare­ci­do a una “gue­rra adua­ne­ra” con los Esta­dos Uni­dos es lo que hemos vivi­do. A pesar de todos los titu­la­res alar­mis­tas, el euro sigue sien­do a día de hoy una mone­da más fuer­te que el dólar, lo que, antes del esta­lli­do de la cri­sis finan­cie­ra, gene­ra­ba inte­rés en ella como divi­sa de reser­va, espe­cial­men­te en los paí­ses petro­lí­fe­ros (aca­so no sea ocio­so recor­dar que Irak comen­zó a ven­der su petró­leo en euros en el 2000 e Irán lo hizo en el 2007). « Con un défi­cit en su balan­za comer­cial de 553 mil millo­nes de dóla­res en el año 2003, la finan­cia­ción de las impor­ta­cio­nes de petró­leo en otra divi­sa (sobre todo en euros) ten­dría vio­len­tos efec­tos estruc­tu­ra­les para la eco­no­mía esta­dou­ni­den­se y para la eco­no­mía mun­dial en su con­jun­to», escri­be Elmar Alt­va­ter. «El res­to de paí­ses –con­ti­núa– ten­dría que impor­tar más pro­duc­tos esta­dou­ni­den­ses y expor­tar menos a EE.UU., lo que equi­val­dría al caó­ti­co final de una divi­sión glo­bal del tra­ba­jo en la que los EE.UU. se per­mi­ten finan­ciar su ele­va­do y cre­cien­te exce­so de impor­ta­cio­nes sobre las expor­ta­cio­nes por los paí­ses expor­ta­do­res, car­gán­do­se de deu­das, pero sien­do capaz de des­va­lo­ri­zar esas deu­das median­te la deva­lua­ción del dólar.» [5] Ni que decir tie­ne que estos efec­tos estruc­tu­ra­les aca­rrea­rían tam­bién una pér­di­da de su hege­mo­nía mun­dial. Una Unión Euro­pea que actua­se ade­más como un blo­que geo­po­lí­ti­co inde­pen­dien­te y no como mera cabe­za de puen­te de la OTAN hacia el Este y hacia el Sur –es decir: para asis­tir a Israel como “esta­do vigía” en Orien­te Pró­xi­mo e impe­dir que Rusia recu­pe­re su esta­tu­to de poten­cia mun­dial – , ten­dría tam­bién con­se­cuen­cias posi­ti­vas en la diplo­ma­cia inter­na­cio­nal. Se tra­ta, tan sólo, de un ejem­plo de lo que es y de lo que podría lle­gar a ser si Euro­pa no fue­ra pre­sa de los estre­chos intere­ses de sus éli­tes polí­ti­cas y eco­nó­mi­cas. La tra­ge­dia de nues­tro con­ti­nen­te, como ha recor­da­do insis­ten­te­men­te Krät­ke, es que Euro­pa –la región eco­nó­mi­ca­men­te más inte­gra­da del pla­ne­ta– se nie­ga a jugar su papel: Euro­pa se nie­ga a ser Euro­pa. Qui­zá en este pun­to aca­ben recon­ci­lián­do­se el inter­na­cio­na­lis­mo revo­lu­cio­na­rio de Rosa Luxem­burg y el euro­peís­mo prag­má­ti­co de Karl Kautsky.

Mien­tras tan­to aquí en Ale­ma­nia, es en el Sarre, de don­de pro­ce­de Lafon­tai­ne, don­de ha sal­ta­do la pri­me­ra noti­cia polí­ti­ca de 2012. La lla­ma­da coa­li­ción Jamai­ca –por los colo­res de con­ser­va­do­res, ver­des y libe­ra­les– se disuel­ve por ten­sio­nes inter­nas. En ver­dad la situa­ción polí­ti­ca de este peque­ño esta­do fede­ra­do es par­ti­cu­la­rí­si­ma: a comien­zos de 2010 se des­cu­brió que un gru­po de empre­sa­rios enca­be­za­do por Har­mut Oster­mann había finan­cia­do duran­te diez años has­ta con medio millón de euros a todos los par­ti­dos polí­ti­cos –368.8000 al FDP; 57.000 a Los Ver­des, 44.500 a la CDU y 30.000 al SPD – , lo cual es tan­to como decir que el capi­tal puso los hue­vos en todos los ces­tos menos en el que menos intere­sa­ba, que era el de La Izquier­da. La coa­li­ción, una ini­cia­ti­va de Los Ver­des del Sarre, hizo que inclu­so Daniel Cohn-Ben­dit cali­fi­ca­se a su corre­li­gio­na­rio Hubert Ulrich de “mafio­so”. [6] La Izquier­da exi­ge la con­vo­ca­to­ria de nue­vas elec­cio­nes. El pro­pio Lafon­tai­ne se ha ofre­ci­do a for­mar coa­li­ción con social­de­mó­cra­tas y ver­des. [7] Hei­ko Maas, el pre­si­den­te del gru­po par­la­men­ta­rio del SPD en el Sarre, no des­car­ta del todo la opción, pero favo­re­ce, con el plá­cet de la Willy-Brandt-Haus en Ber­lín, una even­tual coa­li­ción con los con­ser­va­do­res, a pesar de que en este últi­mo caso ten­dría que acep­tar el papel de socio mino­ri­ta­rio. [8] Los Ver­des se lo miran todo des­de una pru­den­te dis­tan­cia. De cerrar­se el acuer­do, la coa­li­ción entre con­ser­va­do­res y social­de­mó­cra­tas en el Sarre sería la segun­da en Ale­ma­nia des­pués de la de Ber­lín. Pero este fan­tas­ma se pro­yec­ta ya en toda la Repú­bli­ca Fede­ral: a la hora de escri­bir estas líneas, las encues­tas de inten­ción de voto siguen sin dar una mayo­ría sufi­cien­te a una coa­li­ción roji­ver­de, con lo que, de des­car­tar­se un tri­par­ti­to fede­ral con La Izquier­da –un socio incó­mo­do, toda vez que refle­ja todo aque­llo que ellos deja­ron de ser – , las úni­cas opcio­nes abier­tas serían la reedi­ción de una gran coa­li­ción o una coa­li­ción entre ver­des y con­ser­va­do­res; los con­ser­va­do­res han abier­to las puer­tas a ambas posi­bi­li­da­des con su apro­ba­ción del esta­ble­ci­mien­to de un sala­rio míni­mo legal y el apa­gón nuclear para 2022 res­pec­ti­va­men­te. [9] En otras pala­bras: de no sumar los sufi­cien­tes votos, antes que sacu­dir­se los pre­jui­cios hacia La Izquier­da y acep­tar su pro­pia res­pon­sa­bi­li­dad en los recor­tes socia­les y reba­jas fis­ca­les que nos han con­du­ci­do a don­de esta­mos, los social­de­mó­cra­tas y los ver­des pre­fe­ri­rían entre­gar el gobierno de la pri­me­ra eco­no­mía euro­pea a Ange­la Mer­kel que impri­mir el urgen­te giro social que nece­si­ta toda la Unión Europea.

La memo­ria como puen­te entre pasa­do y futuro 

Jakob Augs­tein ha adver­ti­do recien­te­men­te con­tra el cinis­mo del poder de la dere­cha y con­tra el cinis­mo de la resig­na­ción de la izquier­da, una «resig­na­ción aira­da de labios sella­dos, que des­con­fía tan­to del sis­te­ma que inclu­so la dimi­sión del pre­si­den­te de la Repú­bli­ca Fede­ral le resul­ta indi­fe­ren­te, por­que nada cam­bia­ría.» [10] El cinis­mo, como ha dicho Gre­gor Gysi, pue­de pare­cer inte­li­gen­te, pero ayu­da más bien poco. Es domin­go, 15 de enero de 2012. Un gra­do bajo cero en Ber­lín. Fran­cia sigue con­mo­cio­na­da por la pér­di­da de la tri­ple A de sus bonos del teso­ro. En Nige­ria, don­de la mayo­ría de la pobla­ción vive con menos de dos dóla­res al día, los tra­ba­ja­do­res del sec­tor petro­lí­fe­ro ame­na­zan con ir a la huel­ga en pro­tes­ta por la deci­sión del gobierno de reti­rar los sub­si­dios del petró­leo. Esco­cia bus­ca la inde­pen­den­cia. El gobierno indio ini­cia una inves­ti­ga­ción sobre los tour-ope­ra­do­res que ofre­cen “safa­ris huma­nos” en las Islas Anda­más en los que los turis­tas indios se divier­ten lan­zan­do comi­da a los indí­ge­nas. Dis­tur­bios en Mag­de­bur­go tras una mani­fes­ta­ción anti­fas­cis­ta. Rui­do de sables en el estre­cho de Ormuz. Pues sí, el mun­do sigue en cri­sis. Por eso esta­mos aquí hoy.

NOTAS: [1] Rafael Chir­bes, “De qué memo­ria habla­mos”, Por cuen­ta pro­pia. Leer y escri­bir (Bar­ce­lo­na, Ana­gra­ma, 2010), pp. 247 – 248. [2] Michael R. Krät­ke, “ Gre­cia y la sali­da del euro: un país ente­ro hacia la ban­ca­rro­ta ”, Sin Per­mi­so, 13 de noviem­bre de 2011. [3] Mijaíl Baku­nin, “Fede­ra­lism, Socia­lism, Anti-Theo­lo­gism” (1867). El tex­to pue­de encon­trar­se en la edi­ción ingle­sa del Archi­vo Vir­tual de los Mar­xis­tas: < http://​www​.mar​xists​.org/​r​e​f​e​r​e​n​c​e​/​a​r​c​h​i​v​e​/​b​a​k​u​n​i​n​/​w​o​r​k​s​/​v​a​r​i​o​u​s​/​r​e​a​s​o​n​s​-​o​f​-​s​t​a​t​e​.​htm > [4] Rosa Luxem­burg, “Frie­den­su­to­pien” (1911). El tex­to com­ple­to pue­de encon­trar­se en la edi­ción ale­ma­na el Archi­vo Vir­tual de los Mar­xis­tas: < http://​mar​xists​.org/​d​e​u​t​s​c​h​/​a​r​c​h​i​v​/​l​u​x​e​m​b​u​r​g​/​1​9​1​1​/​0​5​/​u​t​o​p​i​e​n​.​htm > [5] Elmar Alt­va­ter, El fin del capi­ta­lis­mo tal y como lo cono­ce­mos (Bar­ce­lo­na, El Vie­jo Topo, 2012), en impren­ta. [6] Cohn-Ben­dit über Saar­land-Grü­ne: Der Ulrich ist ein Mafio­so ”, taz, 12 de octu­bre de 2010. [7] “Lafon­tai­ne offen für Rot-Rot-Grün an der Saar”, Der Wes­ten, 6 de enero de 2012. [8]Per­so­nal­de­bat­ten der Links­par­tei: Lafon­tai­ne will nicht mitsch­wa­dro­nie­ren ”, taz, 13 de enero de 2012. [9] Umfra­ge-Baro­me­ter, Der Spie­gel, 15 de enero de 2012. < http://​www​.spie​gel​.de/​f​l​a​s​h​/​f​l​a​s​h​-​2​4​3​8​9​.​h​tml > [10] Jakob Augs­tein, “ Die reini­gen­de Qual der Reue ”, Der Spie­gel, 22 de diciem­bre de 2011.

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