«Bas­que Country: Cul­tu­re & Cui­si­ne» podría tra­du­cir­se a eus­ke­ra y castellano

La aplicación para móviles "Basque Country: Culture & Cuisine" podría traducirse a euskera y castellano Entre­vis­ta con Mark Ayling, perio­dis­ta, escri­tor y via­je­ro cali­for­niano, autor de una apli­ca­ción para telé­fo­nos móvi­les lla­ma­da “The Bas­que Country: Cui­si­ne and Cul­tu­re”. En la char­la, Ayling habla del pro­ce­so de docu­men­ta­ción y de los pla­nes de desa­rro­llo de esta guía inter­ac­ti­va sobre los res­tau­ran­tes, la gas­tro­no­mía y la cul­tu­ra vas­ca.-¿Cuán­to tiem­po has vivi­do en Donos­tia y qué es lo que te hizo esco­ger Eus­kal Herria como ins­pi­ra­ción para esta guía? 

Lle­gué a Donos­tia hace un año, des­pués de pasar otro año estu­dian­do cas­te­llano en un pue­bli­to en Cas­ti­lla y León (Espa­ña). Mien­tras vivía allí des­cu­brí el País Vas­co a tra­vés de un libro –The Bas­que His­tory of the World de Mark Kur­lansky – y me entró la curio­si­dad. De modo que bus­qué un tra­ba­jo como pro­fe­sor de inglés en Donos­tia y me dedi­qué a apren­der tan­to como pude de his­to­ria y cul­tu­ra vas­ca. Inten­té sumer­gir­me en la cul­tu­ra local y me hice ami­go de muchos estu­dian­tes de coci­na, por lo que caí en este mun­do por casualidad.

No podía que creer que tan pocos ame­ri­ca­nos supie­ran sobre Eus­ka­di, por lo que deci­dí ense­ñar al mun­do que hay mucho más ade­más del Gug­genheim. Me dí cuen­ta de que todas las guías agru­pa­ban el País Vas­co como una peque­ña sub­sec­ción en libros más gran­des sobre Espa­ña o Fran­cia. Que­ría ser el pri­me­ro en pre­sen­tar Eus­ka­di des­de una pers­pec­ti­va vas­ca y unir cul­tu­ra, his­to­ria, turis­mo y gastronomía.

-¿Cuán­to tiem­po te lle­vó com­ple­tar la guía?

Tar­dé unos cua­tro meses, com­pa­ti­bi­li­zan­do el tra­ba­jo con mi empleo de día. Mi plan ori­gi­nal era ense­ñar por las maña­nas, pro­bar pintxos por la tar­de y escri­bir por la noche, ¡pero al final todo fue mucho más caótico!

Para enton­ces lle­va­ba dos años inten­tan­do entrar en el mun­do de la escri­tu­ra de via­jes, y la ofer­ta para escri­bir y edi­tar mi pro­pia guía fue mi pri­mer logro. Tuve que apren­der mucho sobre el tra­ba­jo, des­de cómo pedir fotos y la par­ti­ci­pa­ción de res­tau­ran­tes, cómo lograr un equi­li­bro en pre­cio, geo­gra­fía y gas­tro­no­mía, has­ta cómo hacer entre­vis­tas pro­fe­sio­na­les, ¡y todo en cas­te­llano! Pero todo salío bien y estoy muy orgu­llo­so del pro­duc­to final.

-¿Hay pla­nes para tra­du­cir la guía a otros idiomas?

Si, he habla­do con los edi­to­res de Sutro (pro­duc­to­res de la apli­ca­ción) sobre tra­du­cir­lo a eus­ke­ra, cas­te­llano y fran­cés, pero por aho­ra ten­go que espe­rar a que Sutro tra­duz­ca todo el soft­wa­re antes de empe­zar a tra­du­cir el contenido.

Sutro pla­nea ofre­cer­lo en cas­te­llano en un futu­ro cer­cano; y más ade­lan­te en eus­ke­ra. Sin embar­go, quie­ro crear un audio-book con fra­ses en eus­ke­ra para la pró­xi­ma edi­ción, de modo que los visi­tan­tes pue­dan pedir sus pintxos y su txa­ko­li en la len­gua local. Tam­bién nos gus­ta­ría exten­der la guía [que de momen­to solo inclu­ye Ala­va, Biz­kaia y Gipuz­koa] a Nava­rra e Iparralde.

-¿Qué es lo que más te gus­tó de escri­bir esta guía y cuál era tu objetivo?

La mejor par­te sin duda es el pro­ce­so de apren­di­za­je: tan­to como estu­dian­te de cul­tu­ra vas­ca y recién lle­ga­do a la esce­na gas­tro­nó­mi­ca vas­ca, como aspi­ran­te a escri­tor de via­jes. Cada día fue una jor­na­da de inten­so apren­di­za­je y cre­ci­mien­to. Des­pués de cua­tro meses de escri­bir e inves­ti­gar, conoz­co el País Vas­co de arri­ba aba­jo. Pero trans­mi­tir ese cono­ci­mien­to al gran públi­co es el obje­ti­vo y tam­bién la mayor recom­pen­sa. Es muy satis­fac­to­rio leer los comen­ta­rios posi­ti­vos que deja la gen­te des­pués de usar la guía en sus pro­pias aventuras.

-¿Qué es lo que más te gus­ta de Eus­kal Herria?

Wow, no creo que pue­da redu­cir­lo a una sola res­pues­ta… Empe­zan­do con los pintxos en Donos­tia, las sagar­do­te­gis (sidre­rías) en invierno, sur­fear por toda la cos­ta vas­ca, per­der­me por pue­blos peque­ños, explo­rar Urdai­bai, hacer el Camino de San­tia­go y dis­fru­tar de la natu­ra­le­za, escu­char músi­ca en direc­to en Lei­ze Gorria, nadar has­ta la isla de San­ta Cla­ra, calle­jear duran­te San­to Tomás, y por últi­mo, pero no menos impor­tan­te… cono­cer a los vascos.

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