Tre­ce años des­pués de lle­gar al gobierno, Hugo Chá­vez acen­túa inclu­sión social- Car­los Aznares

Cuan­do estos días se cum­plen 13 años des­de que Hugo Chá­vez ven­cie­ra por pri­me­ra vez en las urnas, el pre­si­den­te vene­zo­lano se pre­pa­ra para un nue­vo desa­fío elec­to­ral en 2012, acen­tuan­do las medi­das de ayu­da social a los sec­to­res más nece­si­ta­dos de su país.

Corro­bo­ran­do la idea que puso en mar­cha al pro­me­diar su man­da­to y que con­sis­te en impul­sar Misio­nes que abar­can todas las áreas sen­si­bles de la pobla­ción, para elu­dir así las tra­bas buro­crá­ti­cas que pudie­ran pro­du­cir­se en las ins­ti­tu­cio­nes for­ma­les de su gobierno, Chá­vez está deci­di­do a ter­mi­nar con la extre­ma pobre­za, que es una de las lacras here­da­das de las déca­das en que en el país gober­na­ban los par­ti­dos tra­di­cio­na­les de derecha.

En ese sen­ti­do, el man­da­ta­rio boli­va­riano y su equi­po han ido cum­plien­do rigu­ro­sa­men­te con un pro­gra­ma que comen­za­ra en su momen­to impul­san­do Misio­nes que lle­va­ron la medi­ci­na allí don­de jamás había pene­tra­do (Misión Barrio Aden­tro), que con­ti­nua­ra lue­go con las Misio­nes Habi­tat, que desa­rro­lló la cons­truc­ción de vivien­das, cuya esca­sez venía sien­do más que noto­ria, y cul­mi­na­ra, esa pri­me­ra eta­pa, con la Misión Mer­cal, que per­mi­tió la lle­ga­da direc­ta al con­su­mi­dor de pro­duc­tos ali­men­ti­cios. Para­le­la­men­te se le suma­ron las Misio­nes edu­ca­ti­vas, que abar­ca­ron des­de la lucha a raja­ta­bla con­tra el anal­fa­be­tis­mo, a tra­vés de la Misión Robin­son, has­ta dar edu­ca­ción bási­ca a miles de niños y adul­tos (Misión Ribas) e impul­sar el acce­so a los estu­dios uni­ver­si­ta­rios a quie­nes jamás habían soña­do esa posi­bi­li­dad y que aho­ra lo logran a tra­vés de la Misión Sucre, que vino com­ple­men­ta­da con la crea­ción de Uni­ver­si­da­des Boli­va­ria­nas en casi todo el país.

Es en ese mis­mo camino, que aho­ra el gobierno vene­zo­lano ha deci­di­do apos­tar a ven­cer nue­vos desa­fíos, para satis­fa­cer por un lado las deman­das que le lle­gan des­de sus pro­pias filas de segui­do­res, y por otra par­te, en fun­ción de eli­mi­nar cual­quier res­qui­cio que pudie­ra apro­ve­char la opo­si­ción, duran­te el perío­do de cam­pa­ña elec­to­ral que habrá de desa­rro­llar­se ape­nas comien­ce el pró­xi­mo año.

En este mar­co, el pre­si­den­te Chá­vez ha pues­to en mar­cha la Gran Misión Hijos de Vene­zue­la, que en varios aspec­tos tie­ne pun­tos de coin­ci­den­cia con las polí­ti­cas de inclu­sion social desa­rro­lla­das en Argen­ti­na, por el gobierno de Cris­ti­na Fer­nán­dez de Kirchner.

Esta pro­pues­ta inten­ta­rá aca­bar con la pobre­za extre­ma en Vene­zue­la. Si bien en los 13 años de gobierno cha­vis­ta ese mal se ha redu­ci­do en un 63 por cien­to, per­sis­ten aún en esa situa­ción 2 millo­nes y medio de ciu­da­da­nos, que son a los que está diri­gi­do esta nue­va iniciativa.

A par­tir de aho­ra, cual­quier fami­lia cuyo ingre­so sea infe­rior al sala­rio míni­mo y ten­ga has­ta tres hijos meno­res de 18 años, o sean per­so­nas con dis­ca­pa­ci­dad o muje­res emba­ra­za­das, reci­bi­rán un apor­te eco­nó­mi­co men­sual equi­va­len­te a 100 dóla­res por cada hijo.

Chá­vez advir­tió que es un pro­pó­si­to de este pro­yec­to lle­var a cero el índi­ce de pobre­za extre­ma en la nación, que expe­ri­men­tó una reduc­ción de esa cifra de 21 por cien­to en 1998 a 7,3 por cien­to en el pri­mer semes­tre de 2011.

El pro­gra­ma atien­de tam­bién el caso de las muje­res que no cum­plan los requi­si­tos exi­gi­dos y que están en situa­ción de calle, ya que se les faci­li­ta­rá el acce­so a sitios don­de serán con­ve­nien­te­men­te asis­ti­das a nivel ali­men­ti­cio y de salud, bus­can­do final­men­te capa­ci­tar­las para el tra­ba­jo y elu­dien­do así cual­quier tipo de prác­ti­ca que sólo cul­mi­ne en el asistencialismo.

Otra Misión que se aca­ba de poner en mar­cha es la de “Amor Mayor”, y vie­ne a bene­fi­ciar a todas aque­llas muje­res mayo­res de 55 años y varo­nes que han cum­pli­do los 60. Sin impor­tar si coti­za­ron o no algu­na vez en el Segu­ro Social, todos ellos podrán cobrar una pensión.

Has­ta el pre­sen­te, como con­se­cuen­cia de leyes deri­va­das de los gobier­nos de Car­los Andrés Pérez y Rafael Cal­de­ra, se excluía del sis­te­ma pro­vi­sio­nal a quie­nes por dis­tin­tas razo­nes no habían rea­li­za­do nin­gún tipo de coti­za­ción, o les fal­ta­ban apor­tes, a pesar de haber tra­ba­ja­do en labo­res como la pes­ca, la arte­sa­nía o el deporte.

A par­tir de enero del 2012, dichos ciu­da­da­nos reci­bi­rán una pen­sión de alre­de­dor de 400 dólares

Lue­go de dete­ner la pri­va­ti­za­ción del Ins­ti­tu­to Vene­zo­lano de Segu­ri­dad Social, en 1.999, la admi­nis­tra­ción de Chá­vez ha incre­men­ta­do el núme­ro de pen­sio­na­dos en Vene­zue­la por la vía de decre­tos especiales.

El sis­te­ma pasó de 387 mil, en 1998, a más de dos millo­nes en 2011, median­te la incor­po­ra­ción de miles de per­so­nas que no coti­za­ron nun­ca por la con­di­ción infor­mal de sus ofi­cios, y de otras que han podi­do com­ple­tar las coti­za­cio­nes has­ta lle­gar a las 750 exi­gi­das por la ley.

Por otra par­te, la Misión Amor Mayor, impul­sa el turis­mo para la Ter­cer Edad, gene­ran­do un plan de via­jes sub­si­dia­dos por todo el país, y cuyos bene­fi­cia­rios son pre­ci­sa­men­te los ancia­nos y ancia­nas que se ads­cri­ben a esta nue­va iniciativa.

Con estos nue­vos pro­gra­mas, se amplía la inclu­sión en el país, que en los últi­mos años ha sido uno de los ejes prin­ci­pa­les de inver­sión. El gobierno de Chá­vez mues­tra así a quie­nes des­de la opo­si­ción lo aci­ca­tean con que “poco y nada se ha avan­za­do”, que la reali­dad es muy otra: antes de la lle­ga­da de su gobierno, el Esta­do des­ti­na­ba ape­nas 36% a pro­gra­mas de bene­fi­cio direc­to a la pobla­ción. En estos 13 años, se ha incre­men­ta­do la asig­na­ción a más de 62% de las per­so­nas nece­si­ta­das, y se pre­vé que en los pró­xi­mos años lle­gue a un 70%, aumen­to que debe ir a la par con el cre­ci­mien­to de la eco­no­mía y la inver­sión en infra­es­truc­tu­ra rural y urba­na, ade­más de la pro­duc­ción agrícola.

Apre­tan­do el ace­le­ra­dor en su obse­sión de ampliar la cali­dad de vida de los vene­zo­la­nos con un sis­te­ma inte­gral de segu­ri­dad social, Chá­vez aca­ba de anun­ciar que en enero será el lan­za­mien­to de la gran Misión Saber y Tra­ba­jo, des­ti­na­da a rom­per con el «piso duro» del índi­ce de des­em­pleo, que en todo el país se encuen­tra actual­men­te en un dígito.

En los ini­cios del gobierno boli­va­riano el des­em­pleo esta­ba en un 20% y aho­ra ron­da un piso que osci­la entre el 7% y 8% pero que aún repre­sen­ta más de un millón de vene­zo­la­nos que están sin tra­ba­jo. Ese dato, más otros simi­la­res, hace que Hugo Chá­vez acen­túe su ofen­si­va rei­vin­di­can­do nue­vas for­mas de inclu­sión social. Sabe que ade­más de sumar votos, ase­gu­ra así la mejor defen­sa a la que pue­da aspi­rar el gobierno fren­te a sus enemigos.

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