Estas elecciones se han llevado a cabo en un contexto especial: en el contexto de la apertura de una nueva era política en Euskal Herria, tras la decisión de la organización ETA de dar por finalizada la lucha armada y después de que en la Conferencia de Aiete se situasen las bases para la resolución integral del conflicto.
Todos estos acontecimientos han supuesto un vuelco en profundidad de cara al futuro de nuestro pueblo. Sin embargo, no debemos interpretar este vuelco como un salto que se da de un día para otro, sino como resultado del trabajo en común de la Izquierda Abertzale con las fuerzas soberanistas e independentistas de izquierda. Este trabajo en común ha generado condiciones para avanzar como pueblo, para defender los derechos que nos corresponden así como para articular nuevas mayorías en los ámbitos institucional y electoral.
Los resultados obtenidos por Bildu el 22 de mayo generaron un autentico terremoto
político y ahora, los obtenidos en las elecciones españolas sitúan una nueva mar- ca en el recorrido iniciado hace dos años: 333.624 votos, al servicio de la solución y del cambio político.
El porqué de estos resultados
Aunque empezamos a acostumbrarnos a calificar como históricos los resultados electorales, no es para menos lo conseguido. Si con los resultados de Bildu parecía que habíamos alcanzado la cima, hemos avanzado en el recorrido, demostrando que des- cubrir y alcanzar nuevas cimas esta solo al alcance de los soberanistas e independentistas de izquierda. Ejemplo de ello son los resultados obtenidos por Amaiur en Hego Euskal Herria, situándonos como primera fuerza en representabilidad.
Las razones del éxito pueden ser diversas, pero sin lugar a dudas, una de las claves fundamentales ‑para haber llegado a amplias capas sociales a las que los soberanistas e independentistas no habíamos llega- do anteriormente y para multiplicar nuestra capacidad de incidir- ha sido la acumulación de fuerzas. A la base en común puesta por EA, Alternatiba y la Izquierda Abertzale se le ha sumado ahora Aralar, dando pie a la conformación de Amaiur. La amplia unidad de abertzales y el acuerdo entre diferentes ha cuajado en nuestro pueblo, situando es- tas fuerzas políticas al servicio del cambio. Eso es lo que ha sido premiado.
Decimos que hemos conformado una re- presentación popular, pero no tenemos ninguna vocación de trasladar la imagen de que solo nosotros representamos al pueblo, esa es la diferencia entre PNV y la unión de los abertzales de izquierdas: PNV ha actuado en nombre de Euskadi todos estos años en Madrid, nosotros no, hemos actuado por encima de las siglas de cada cual, hemos consensuado un programa, hemos creado Amaiur y hemos dejado en manos de los soberanistas e independentistas esta nueva herramienta de acción política. En esto consiste nuestro acierto.
Los resultados se pueden medir numéricamente: 333.624 votos son los más significativos obtenidos hasta ahora. Sin embargo, tanto o más significativo es lo que estos resultados traen consigo: el liderazgo para llevar este tiempo de las so- luciones hasta el final, hasta consumar el cambio, que recae en los soberanistas e independentistas de izquierda, ayunta- miento a ayuntamiento, y también en las Cortes españolas. Tras esta cifra hay un caudal inmenso de confianza popular, de credibilidad; confianza y credibilidad que nosotr@s en conjunto hemos recibido. Ni EA, ni Alternatiba, ni Aralar, ni la Izquierda Abertzale, sino todos juntos. Con la unidad estos resultados y el cambio son posibles. Con Bildu y Amaiur el cambio es posible, sino, no.
Territorio por territorio
Es probable que las 333.624 personas que han votado Amaiur no conozcan los nombres de los siete congresistas. Ni que decir de los tres senadores. Amaiur en sí misma ha sido la razón para dar el voto, y la imagen del puente, la imagen que de forma más nítida hemos expresado: el puente hacía la solución.
En Gipuzkoa hemos obtenido unos resulta- dos extraordinarios, ratificando los resulta- dos obtenidos anteriormente con Bildu. Si la oposición salvaje desarrollada por PNV, PP y PSE frente a la Diputación y el Ayuntamiento de Donostia tenía como objetivo el des- gaste, ese desgaste ha recaído sobre ellos en estas elecciones. El voto de las gentes de Gipuzkoa no fue producto de un calentón, sino que una clara apuesta por el cambio, que ahora se ha repetido. Un@s y otr@s tendremos que tenerlo en cuenta: aquell@s que impulsamos el cambio y aquell@s que pretenden obstaculizarlo. Los votos han puesto a cada uno en su lugar.
En Bizkaia los resultados son buenos, pero se pueden mejorar, tenemos que mejorar- los, para hacer frente al reto que tenemos en el herrialde. En los grandes núcleos de población la acumulación de fuerzas de los abertzales de izquierda no ha tenido la expansión que le corresponde. Ahora se nos abre una oportunidad para analizar el desequilibrio entre la oportunidad que tenemos entre manos y los resultados obtenidos, para así obtener conclusiones que nos sean útiles de cara al futuro.
Araba ha sido un espacio muy fructífero para la opción de los soberanistas e independentistas de izquierda, obteniendo un diputado y alcanzando el tercer puesto. En Araba estamos ganando posiciones y podemos afirmar que la oferta de acumulación de fuerzas se acopla perfectamente a las necesidades y objetivos de los últimos años en este territorio.
En Navarra hemos obtenido un diputado y 49.000 votos: los soberanistas e independentistas de izquierdas hemos ganado en posición política en el territorio y hemos conseguido un congresista. Esta es la valoración cualitativa que realizamos. Por otro lado, si sumamos a los votos de Amaiur los 42.000 de Geroa Bai –resultado sorpresa pero que debemos situar en la línea política que NABAI ha conseguido afincar esta ultima década- , estamos en situación de plantar cara a la derecha Navarra en la medida que seamos capaces de aunar fuerzas superando la división existente hasta aho- ra. Tanto UPN como la presidenta Barcina si algo temen es la unidad de acción que se pueda dar por parte de los que defienden que otra Navarra es posible. A esto hay que añadir que la coalición electoral con PP no le ha acarreado los resultados esperados de cara a Madrid y que se ha acabado el monopolio de su representación en las Cortes españolas.
En líneas generales, es cada vez mayor el terreno que abarcan los soberanistas e independentistas de izquierda, en detrimento de UPN, PP y PSE-PSN que ven como se va achicando su ámbito de influencia, significativo en el caso del PSE que ha notado en las urnas el castigo de Madrid y el fracaso político del lehendakari López.
Merecen especial mención los resultados conseguidos por PNV: el partido jeltzale ha llegado en una situación complicada a las elecciones, a rebufo de los nuevos tiempos, sin adaptarse todavía, sin proyecto claro de futuro y, aún con todo, es innegable que ha obtenido unos buenos resultados. Pero, tras el 20 de noviembre la situación del partido sigue siendo la misma que antes, con
un handicap añadido y es que ha perdido su liderazgo en cuanto a representación de congresistas, que pasa a manos de Amaiur. Con todo, el choque entre dos realidades, España y Euskal Herria, presente también en estas elecciones, va decantándose a favor de las fuerzas que representan Euskal Herria, hasta el punto de poner muy nerviosos a los futuros gestores de Madrid.
Ampliando nuestra mirada, son reseñables los datos de Cataluña, donde CIU ha conse- guido unos muy buenos resultados, agrandando la fisura con Madrid. Con todo, Euskal Herria y Cataluña tienen ante si la oportunidad y la necesidad de trabajar en común.
¿Para qué son estos resultados?
Estas elecciones han dado como resultado dos imágenes principales, una en Madrid y otra en Euskal Herria. En Madrid, PP ha resultado ganador, con unos resultados sobresalientes, que se deben sobre todo a la gravísima crisis económica que padece el Estado y el voto de castigo que ha recibido el PSOE. En Euskal Herria, la mayoría social ha dejado en manos de los soberanistas e independentistas de izquierda el liderazgo del cambio, siguiendo la pauta marcada por Bildu en la anterior cita electoral.
En todo caso, más allá de los resultados de estas elecciones, conviene analizar la corriente de fondo: la correlación de fuerzas políticas y electorales que ha prevalecido durante décadas está variando sustancial- mente en la dirección de los soberanistas e independentista de izquierda de este país y este dato adquiere una importancia vital de cara a los pasos que debemos dar en el fu- turo en nuestro pueblo.
Debemos extraer también una segunda conclusión: estos años PNV ha acaparado, se ha apropiado de la representación de Euskadi en Madrid, y sabemos bien para qué. En el futuro, esto cambia. Los siete diputados obtenidos por Amaiur obligarán al PNV a actuar de otra manera en las Cortes Generales y para todos se abrirá un nuevo tiempo en cuanto al sentido de nuestra actuación en Madrid. Estamos obligados a entendernos en este nuevo tiempo, a conseguir alianzas entre las diferentes representaciones vascas (Amaiur, PNV, Geroa Bai) y también con las representaciones de los diferentes pueblos que conforman el Estado español, con los que deberemos buscar resquebrajar el muro de la negación del derecho a decidir.
Porque los obstáculos, seguro, serán considerables. Pero que nadie se equivoque: 333.624 votos nos dan la capacidad para trabajar a fondo por los derechos del pueblo vasco en unas instituciones que no son las nuestras. El mandato recibido es claro: no tenemos un mandato para trabajar en la construcción del pueblo español, eso en todo caso les corresponde a todos aquellos y aquellas que se consideran españoles; no es nuestro caso, nuestro pueblo se llama Euskal Herria, y nos corresponde actuar en defensa de los derechos políticos y económicos que le son negados sistemáticamente y le corresponden. Y la defensa de nuestro pueblo y sus derechos requiere de un trabajo continuo, aunque no normalizado, en las Cortes españolas.
Seguramente estos próximos días y semanas azuzarán debates de todo tipo, que si Amaiur va a disponer de oficinas en el Congreso y el Senado, que si la representación obtenida es tal y cual, que si va a acudir a la visita con el rey español… Hay que entender todo esto dentro de la lógica de la alianza de soberanistas e independentistas vascos que somos mostrados como auténticos “diablos ́ a punto de entrar hasta la cocina de las máximas instituciones españolas. Son presos del discurso y del relato que durante décadas han creado los partidos y las editoriales mediáticas que, por cierto, no muestran voluntad de cambio a día de hoy. La realidad los pondrá en su sitio, cuando los que muestran como perdedores, los que queremos imponer nuestro proyecto, los hijos e hijas de la violencia dejemos en evidencia, con nuestra propuesta democrática, la mentira histórica en la que han vivido.
Rajoy: tiene usted un problema con Euskal Herria
Es tiempo de soluciones en Euskal Herria. Se han dado las condiciones y se han puesto los medios suficientes para que esto sea así y no tiene vuelta atrás, vamos avanzando en un camino sin retorno para conseguir una solución definitiva y democrática del conflicto y, una vez abierta esta puerta, con el objetivo de llevar este pueblo hasta la in- dependencia. Esta es nuestra hoja de ruta.
No podemos decir lo mismo de Madrid: no es tiempo de soluciones, desgraciadamente, en Madrid. Se sigue con la misma agenda que todos estos años: con la negación, no hay conflicto político alguno. Conclusión: hay que moverlos de posición. En este sentido, la Conferencia Internacional de Aiete fue un paso; ETA dio su paso, dejando definitivamente la lucha armada; 333.624 votos es otro paso; es la nuestra una estrategia que consiste en encadenar pasos que crean nuevas condiciones con las que seguir avanzando en la conquista de las soluciones y en el desarrollo de nuestro proyecto independentista y, es a nosotros, a los soberanistas e independentistas de izquierda de este país, a los que nos corresponde actuar con iniciativa, sin parones, seguir pedaleando, porque de esta manera avanzamos en la nueva fase política.
Es por ello que hemos emplazado de manera solemne al nuevo presidente español Mariano Rajoy. Tiene una gran responsabilidad entre manos: deberá, sin lugar a dudas, hacer frente a la gravísima crisis económica que padece el Estado; pero hay una segunda crisis que no podrá eludir el presidente entrante: el del modelo político. El Estado español lleva años en la encrucijada de definir el modelo político del futuro que se puede decantar en dos direcciones: retro- cediendo en el modelo de café para todos, más centralismo y unas autonomías más constreñidas; o dando fin a la transición post-franquista, reconociendo el derecho a decidir de los pueblos que conforman el actual Estado español.
No hay voluntad para ello, no la habrá, puede ser esta la primera idea que nos venga a la cabeza. Es cierto, no hay voluntad; si nos fijamos en el termómetro que marca la voluntad de soluciones de Madrid, nada ha variado sustancialmente estas décadas. Pero le sucede una cosa al Estado español: en voluntad antidemocrática se merece un diez; pero su apuesta política para con el pueblo vasco ha fracasado estrepitosamente, no le vale su estrategia de asimilación. Y si a esto le añadimos que es el proyecto de los soberanistas e independentistas de izquierda el único que se muestra con fortaleza ante su pueblo, la ecuación resultante es clara: estamos más fuertes que nunca, nosotros, no el Estado español, y los 333.624 votos debemos emplearlos como palanca para crear nuevas condiciones para la resolución del conflicto, para mover de posición a Madrid.
Este es el sentido de nuestra apuesta, de nuestra oferta de soluciones, sincera, de nuestro programa, aquí, en Euskal Herria, y en Madrid, que no ha sido elaborada de manera transgénica, que tiene en cuenta los anhelos y las necesidades de la mayoría social y cuyo objetivo es la solución definitiva y el cambio social con mayúsculas. Este es el mandato social, el que hemos recibido en las urnas, y a partir de ahora, manos a la obra, a la lucha, a la confrontación, porque aunque hayan variado de raíz los parámetros de confrontación con el Estado español y el Estado francés, seguimos en la confrontación, con los votos, en las instituciones, en las calles, impulsando en el día a día nuestra apuesta por un país independiente.
Reconocimiento, derecho a decidir
¿Cuáles van a ser los próximos pasos? ¿Las prioridades? Los pasos y las prioridades van en la misma dirección tanto en Euskal Herria como en Madrid. Tenemos una única agenda.
La mayoría social vasca quiere construir su futuro libre y democráticamente. Esto es lo que las urnas están manifestando repetidamente y a lo que debe responder Madrid: a la raíz del conflicto. Euskal Herria es una nación y le corresponde el derecho a decidir, el derecho de autodeterminación. Esta es nuestra idea principal, el encabezamiento de nuestra agenda política.
Siendo esto así, es prioritario hacer frente a las consecuencias del conflicto. Este ám- bito de diálogo tiene sus protagonistas: por un lado, el Estado español y el Estado francés, y por otro, ETA. Los temas a tratar: presos, desarme y la desmilitarización.
Pero no solo son las consecuencias las que debemos abordar. ETA ha decidido poner fin a la lucha armada, pero el conflicto político continua, porque París y Madrid siguen negando el derecho de autodeterminación. Este es la raíz del conflicto que deberán afrontar las formaciones políticas de nuestro país, dialogar y acordar, dejando en manos de la ciudadanía vasca la convalidación del acuerdo.
Estos son los dos carriles por los que deberemos transitar para superar definitiva y democráticamente el conflicto, pero como paso previo debemos subrayar dos tareas urgentes en este nuevo tiempo político: el Estado español debe poner fin a la política penitenciaria de venganza y de castigo añadido tanto a los presos como sus familiares y, en consecuencia, dar fin a la dispersión, excarcelar a los presos con enfermedades graves y derogar la cadena perpetua que su- pone la doctrina Parot. Además, se debe poner fin a la ilegalización, legalizando Sortu.
Los soberanistas e independentistas tenemos grandes retos y la mochila cargada de tareas, hemos sido capaces de crear nuevas condiciones políticas y ahora nos toca avanzar. Nuestro campo de juego prioritario no ha variado, es la casa de los 333.624 votos, Euskal Herria, y estamos seguros que con el trabajo que seamos capaces de hacer de la mano de nuestro pueblo y el empuje internacional seremos capaces de conseguir nuestros objetivos. Lo hemos hecho hasta ahora y lo haremos en el futuro.
Euskal Herria, 24 de noviembre del 2011
Hausnartzen
Ezker Abertzaleak azaroaren 20ko hauteskundeen inguruko hausnarketa luzatu nahi dio bere oinarriari
Testuinguru berezian kokaturik iritsi dira hauteskunde hauek: Euskal Herrian aro politiko berria zabaldu den unean, ETA erakundeak borroka armatuari amaiera emateko erabakia hartu ostean eta Aieteko Konferentziak gatazkaren konponbide osorako oinarriak finkatu dituenean, hain zuzen.
Gertakari hauek guztiek sakoneko iraulketa ekarri dute, dudarik gabe, gure herriaren etorkizunari begira, baina iraulketa hau ez da egun batetik besterako jauzi gisa ulertu behar, inondik ere, ezker abertzaleak herri honetako ezkerreko indar soberanista eta independentistekin abiatu duen elkarlanaren emaitza gisa baizik, elkarlan honetatik baldintza berriak sortu baitira herri gisa aurrera egiteko, dagozkigun eskubideak defenditzeko eta eremu instituzional eta elektoralean gehiengo berriak artikulatzeko.
Maiatzaren 22ko Bilduren emaitzek lurrikara politikoa sortu zuten, eta haien ondotik Espainiako hauteskundeen emaitzak iritsi dira, duela bi urte abiatutako ibilbidean aurrera egiteko marka berria ezarriz: 333.624
boto, konponbideen mesedetan eta alda- keta politikoaren zerbitzura.
Emaitza hauen zergatia
Aurretik Bildurekin lortutakoak eta emaitza hauek ere historikoak direla esaten ohitzen hasiak bagara ere, ez da makala egindakoa! Bildurekin gailurrera iritsi ginela ematen bazuen, ibilbidean aurrera eginda gailur berriak topatzea eta igotzea soilik herri honetako ezkerreko soberanista eta independentisten esku dagoela erakusten ari gara. Horren lekuko Hego Euskal Herrian Amaiurren emaitzak, ordezkaritzari dagokionez, lehen indar bilakatu delarik.
Hainbat izan daitezke arrakasta honen zergatiak, baina zalantzarik gabe indar meta- keta funtsezkoa izan da inoiz herri honetako soberanista eta independentistak iristeko gai izan ez garen herri sektore anitzetara iristeko eta gure eragin gaitasuna bider- katzeko orduan. EA, Alternatiba eta Ezker Abertzaleak jarritako oinarri komunari Ara- lar gehitu zaio oraingoan, Amaiur osatuz, eta abertzaleen arteko batasun zabalak, ezberdinen arteko adostasun eskuzabalak, herri honetako gehiengoaren nahiarekin bat egin du, alderdiok –ezker abertzalea barne- herritarren beharren zerbitzura, aldaketa- ren zerbitzura jarriz. Hori da saritu dena.
Herri ordezkaritza osatu dugula diogu, baina ez herria soilik gu garela adierazteko asmoz, horretan datza PNV eta gure arteko ezberdintasuna, PNV alderdia Euskadiren izenean aritu delako urteotan Madrilen, ez- kerreko abertzaleok ez, gure siglen gainetik jokatu dugu, programa bat adostu, Amaiur sortu eta tresna berria herritarren esku utzi dugu. Horretan asmatu dugu.
Emaitzak zenbakitan neur daitezke, 333.624 inoiz izan diren esanguratsuenak dira, baina zenbakia bera baino esanguratsuagoa da emaitza horrek berarekin dakarrena: herri honetako ezkerreko soberanista eta inde- pendentisten esku dagoela aldaketaren lidergoa, udalez udal, Espainiako gorteetan, aldaketari begira, konponbideen garaia bururaino eramaterako. Zenbaki horren atzean herri konfiantza dago, sinesgarritasuna, eta hori beste inoren gainetik guk jaso dugu, ez EAk, ez Alternatibak, ez Aralarrek, ez Ezker Abertzaleak, guztion batasunak baizik. Batasun honekin aldaketa eta emaitza hauek posible dira, Bildu eta Amaiurrekin aldaketa posible da, bestela ez.
Herrialdez herrialde
333.624 boto emaileek ez dituzte ziurrenik zazpi kongresisten izenak jakingo, zer esanik ez hiru senatariena: Amaiur izan da botoa emateko arrazoia, eta zubiaren irudia argien azaldu dugun irudia: konponbiderako zubia.
Gipuzkoan izugarrizko emaitzak lortu dira, aurretik Bildurekin lortutakoak berretsiz. Bai Diputazioari begira, bai Donostiako Udalari begira PNV, PP eta PSE alderdiek landu duten oposizio basatiak desgastea eragitea bazuen xede, desgastea beraien gain erori da hauteskunde hauetan. Gipuzkoarren botoa ez zen beroaldia izan, hots, aldake- tarako apustu argia baizik, oraingoan ere errepikatu dena. Kontuan hartu beharko dugu batzuk eta besteok: aldaketa bideratzea dagokigunok eta aldaketa zapuztea xede dutenek. Botoek bakoitza bere lekuan jarri dute.
Bizkaian emaitza onak dira, baina hobetu daitezke, hobetu behar ditugu, herrialdean dugun erronkari erreparatzen badiogu, batik bat hirigune handietan abertzale eta ezkerrekoen indar metaketak ez baitu lortu behar besteko hedapena. Aukeren eta emaitzen arteko desorekaren arrazoiak aztertzeko eta hurrengorako ondorioak ateratzeko tartea dugu orain.
Araba ezkerreko soberanista eta indepen- dentisten aukerarentzat oso eremu emankorra gertatu da, diputatu baten lorpenarekin eta hirugarren lekua hartuz emaitzetan. Herrialde honetan susperraldia bizi dugu eta indar metaketaren eskaintza urtetako nahi eta beharrekin erabat txertatuta dagoela azpimarratu daiteke.
Nafarroan diputatu bat eta 49.000 boto: ezkerreko soberanista eta independentistok leku nagusia hartu dugu herrialdean eta pisuzko ordezkaritza lortu Madrili begira. Hauxe da kualitatiboki baloratu behar dena. Bestalde, gure botoei Geroa Bairen 42.000ak gehituz gero – ezustekoa izan dira emaitza hauek, NABAIk hamarkada batean landutako ildoaren baitan kokatu beharrekoak‑, eskuinari itzal egiteko moduko aukera zabaltzen zaigu herrialdean, baldin eta asmatzen dugun elkarren artean bidea egiten, orain arteko zatiketa poli- tikotik harago. UPN alderdiak eta Barcina lehendakariak beldurrik badiote horri da: beste Nafarroa baten aldeko indarren bilketari, hain zuzen. PP alderdiarekin egin duen aliantza elektoralak ez dio ekarri gainera, nahikoa etekin Madrili begira: Nafarroaren ordezkaritzaren monopolioa akabo!
Orokorrean, ezkerreko soberanista eta inde- pendentisten lur eremua handituz doa etengabe eta UPN, PP eta PSE-PSN alderdien eragin gaitasuna murrizten ari da, emaitzek erakusten dutenez, PSE alderdiaren kasuan Lopez lehendakariaren porrot politikoa hauteskundeetan ere nabaritu delarik. PNV alderdiaren emaitzek ere aipamen berezitua merezi dute: alderdi jeltzalea egoera zailean iritsi da hauteskundeetara, garai berriaren atzetik, egokitu ezinean, etorkizuneko proiektu argirik gabe eta aldapa gora egin duen kanpainatik etekin onak atera dituenik ezin uka. Baina hauteskunde aurretik zuen egoeran jarraitzen du ondotik ere, eta Madrilerako ordezkaritzari dagokionez, nagusigoa galduta, Amaiurren mesedetan. Guztiarekin, Euskal Herriaren eta Espainiaren proiektuen arteko talka, hauteskunde hauetan ere nabarmendu dena, Euskal Herriaren mesedetan desorekatzen ari da, Madril oso urduri jartzeraino.
Gure begirada zabaltzen badugu bestalde, azpimarragarriak dira Kataluniako datuak, non CIU alderdiak garaipen handia lortu duen, Estatu espainiarrak lurralde horretan duen zuloa handituz. Euskal Herria eta Ka- taluniak elkarrekin aritzeko premia eta au- kera zabalik dute etorkizunean.
Emaitza hauek zertarako
Hauteskunde hauetatik bi argazki nagusi atera dira, bat Madrilen eta bestea Euskal Herrian. Madrilen, PP atera da garaile, emaitza ezin bikainagoekin, krisi ekonomiko larriaren ondorioz boto emaileak PSOE zigortzea erabaki ostean. Euskal Herrian aldiz, herritarrek ezkerreko soberanista eta independentisten esku utzi dute aldaketaren lidergoa, aurretik Bilduren eskuan utzi zuen bezala.
Hauteskundeotako emaitzez harago, sakoneko joera azpimarratzea komeni da: hamarkada luzetan nagusia izan den indar korrelazio politiko eta elektoralak aldaketa sakona ezagutzearekin batera, balantza indar handiz desorekatzen ari da herri honetako abertzale eta ezkertiarron bilgunerantz. Honek egundoko garrantzia hartzen du herri honetan datozen urteetan egin beharreko urratsei begira.
Bada bigarren ondorio bat ere: azken hamarkadetan PNV eta Euskadi marka bera izan dira Madrilen, badakigu ondo zertarako. Aurrerantzean ez. Amaiurrek lorttako zazpi diputatuek gauzak beste modu batera egitera behartuko ditu jeltzaleak, eta guztiontzat aro berri bat zabalduko da Madrileko jarduerari dagokionean. Aro berri honetan, bai Euskal Herriko ordezkaritzen artean bai Espainiako gainerako herrietakoekin adostasunak eta aliantzak lortzetik aukera berriak ireki daitezke erabaki eskubidearen aurkako horma tzarra pitzatzen hasteko orduan.
Oztopoak hor egongo direlako, nolakoak gainera! 333.624 botorekin ordea, asko dugu egiteko Madrilen, gurea ez den instituzio horretan. Mandatua argia da: mandatua ez da Espainiako herriaren eraikuntzan parte hartzea, ez, hori Espainia beren herritzat dutenek egin beharko dute; gurea Euskal Herria da, eta Euskal Herriari dagozkion eskubide politiko eta ekonomikoen defentsan jardutea dagokigu. Eta zeregin honetan modu ez normalizatuan baina iraunkorki aritzea dagokigu.
Datozen egun eta asteetan hamaika eztabaida piztuko dituzte, Amaiurren bulegoa dela, ordezkaritza, Erregearekin bilkura … isats eta adardun deabrua, ezkerreko soberanista eta independentisten aliantza, Madrileko sukalderaino sartuko den honetan. Azken hamarkadetan landu duten diskurtsoaren eta egin duten kontakizunaren preso dira alderdiak eta komunikabideetako editorialak eta aldaketarako asmo handirik gabe ari dira gainera. Errealitateak jarriko ditu bere lekuan: galtzaileak omen garenak, gure proiektua inposatu nahi dugunak, indarkeriaren seme-alabak … demokraziaren aldarrikapena eskuan hartuta, urtetako gezurra agerian uzten dugunean.
Rajoy: arazo bat duzu Euskal Herriarekin
Konponbidearen garaian murgildurik dago Euskal Herria. Horretarako baldintzak eta bitartekoak jarri dira eta itzulerarik gabeko bidean aurrera goaz, behin betiko konponbide demokratikoa erdiesteko eta, ate hau zabalduta, herri hau independentziara eramateko xedez. Horra gure ibilbide orria.
Ezin esan dezakegu Madril konponbideen garaian murgildurik dagoenik. Urteotako agenda berarekin jarraitzen du: ukazioarekin, hain zuzen, ez dagoela gatazkarik esanez. Murgilarazi behar ditugu, beraz. Nazioarteko ordezkariek Aieten burututako Konferentzian urratsa egin zen; ETAk bere urratsa egin du; 333.624 boto urratsa da; urratsen garaian sartuta gaude, eta guri dagokigu bereziki, ezkerreko soberanista eta independentistoi, pedalkadak etengabe ematen jarraitzea, urratsen bidean etenik ez egitea, urrats hauek guztiak eta etorkizunean burutuko ditugunak baitira baldintza berriak sortzen ari direnak eta sortuko dituztenak.
Horregatik luzatu diogu gatazkari behin betiko konponbidea emateko deia Rajoyri, Espainiako presidente berriari. Ez da makala eskuen artean duen ardura: krisi ekonomiko latzari aurre egin beharko dio, ezbairik gabe; baina beste krisi batek ere bete-betean harrapatu du presidente berria: Espainiako eredu politikoarenak. Bidegurutzean sartuta dago aspaldion Estatu espainiarra eta datozen hamarkadetako eredua dago jokoan, eta bi norabide aukeran: atzerantz bata, eredu autonomikoa estutzetik eta zentralismoaren indartzetik eratorri daitekeena; lehen trantsizioaren amaiera dakarrena bestea, Espainia osatzen duten herrien erabakitze eskubidea aitortuz.
Ez dago borondaterik, ez da egongo, izan daiteke burura datorren lehen ideia. Eta horrela da, Estatu espainiarraren borondatearen termometroari erreparatzen badiogu, ez da ezer aldatu azken hamarkada hauetan. Borondate ezan oso irmo baina egindako apustuan oso ahul geratu da ordea, gure herria asimilatzeko estrategia eta egituraketa juridiko eta instituzionalak porrot egin ostean. Ez du balio egindako apustuak. Eta ez du balio horri gehitzen badiogu ezkerreko soberanista eta independentisten proiektua dela egun indarrez ageri dena bere herriaren aurrean, ekuazioa asmatzen erraza da: inoiz baino indartsuago gaude eta 333.624 boto horien hauspoa gatazkaren konponbiderako baldintza berriak sortzeko, Madril mugiarazteko baliatu behar ditugu.
Horretarako dira ezkerreko abertzaleon eskaintza eta programak, hemen eta Madrilen, herri honen gehiengoaren nahiak eta beharrak gure eginez, herri honetara konponbidea, aldaketa ekartzeko, bideratzeko. Hori da mandatua, eta horren mesedetan jarri behar dugu Madrilen egin beharreko lana, borroka, konfrontazioa, konfrontazioaren parametroak errotik aldatu badira ere, konfrontazioaren ibilbideak ez baitu etenik, herri honek independentzia eskuratu artean.
Aitortza, erabakitze eskubidea
Nondik norakoak dira datozen hilabe- teetako urratsak? Lehentasunak? Urratsak eta lehentasunak berberak dira Euskal Herrian eta Madrilen. Agenda bakarra dugu.
Euskal herritarren gehiengoak bere etorkizuna libre eta demokratikoki eraiki nahi du. Hori da hautestontziek behin eta berriz adierazten dutena eta horri erantzun behar dio Madrilek: gatazkaren muinari. Euskal Herria nazio bat da eta erabakitzeko eskubidea du, autodeterminazio eskubidea. Horra gure agendaren lerro burua, ideia nagusia.
Gauzak honela, lehenik eta behin beharrezkoa da gatazka armatuak utzi dituen ondorioei heltzea. Elkarrizketa horren subjektuak: alde batetik, Espainiako Estatua eta Frantziakoa, eta, bestetik, ETA. Hitz egin beharreko gaiak: presoak, desarmea eta desmilitarizazioa.
Bestalde, ETAren borroka armatua bukatu denean, hemen gatazka politiko bat dago oraindik, herri honi bere etorkizuna libreki erabakitzeko eskubidea, autodeterminazio eskubidea ukatzen diotelako Espainiak eta Frantziak. Horri ekin beharko zaio elkarrizketa politikoetan, Euskal Herriko alderdi politikoen artean, guztien artean.
Hauek dira gatazkaren konponbiderako bi lan esparru nagusiak, baina hauekin batera urgentzia osoa hartzen du presoen egoera okertzeko, presoak subjektu politiko moduan aintzat ez hartzeko eta beraien eta beraien familien sufrimendua areagotzeko martxan jarri zuten eskema politiko oso bat bertan behera uzteak, batetik; eta bestetik, Sorturen legeztapenak.
Helburu handiak jarri dizkiogu beraz, gure buruari, aukerak ere halakoak direlako, ezkerreko soberanista eta independentistok guk geuk sortutakoak. Eta gure joko zelai nagusia, zalantzarik gabe, 333.624 botoen etxea da, Euskal Herria, eta bertan egiten den lanarekin eta nazioartearen bultza- daz, helburu handiak betetzeko bidean gaude. Erakutsi dugu eta erakutsiko dugu.
Euskal Herrian, 2011ko azaroaren 24an