Timo­chen­ko, nue­vo coman­dan­te de las FARC

¡Timoleón Jimenez es designado por el secretariado como el nuevo Comandante de las FARC-EP!

Cre­ce­rá rau­dal de pro­tes­ta y la movi­li­za­ción popu­lar con­tra la oli­gar­quía que lace­ra la Colom­bia y su gen­te, mien­tras favo­re­ce la inver­sión y los intere­ses de las transnacionales.

A los gue­rri­lle­ros de las FARC-EP

A las mili­cias bolivarianas

Cama­ra­das:

El 4 de noviem­bre cayó en com­ba­te el coman­dan­te de las FARC Alfon­so Cano en las mon­ta­ñas del Cau­ca del muni­ci­pio de Suá­rez. Des­de hacía dos años lo per­se­guía una jau­ría de más de 7.000 hom­bres guia­dos por tec­no­lo­gía mili­tar de pun­ta y una flo­ti­lla de avio­nes y heli­cóp­te­ros, bajo las órde­nes de ase­so­res mili­ta­res esta­dou­ni­den­ses, mer­ce­na­rios israe­líes y el alto man­do militar.

Los gue­rri­lle­ros de las FARC nos sen­ti­mos orgu­llo­sos de que el coman­dan­te haya caí­do pelean­do en el cam­po de com­ba­te y muer­to como mue­ren los ver­da­de­ros jefes mili­ta­res, los héroes del pue­blo, los valien­tes. Mos­tran­do con su gri­to de gue­rra y con el plo­mo, con su ejem­plo, que así mue­ren los hom­bres y las muje­res caba­les, con­se­cuen­tes con lo que pien­san, y que jura­ron por la jus­ti­cia y la dig­ni­dad del pue­blo, pelear has­ta las últi­mas con­se­cuen­cias. Éste es el ejem­plo que lle­va­rán gal­va­ni­za­do siem­pre en la con­cien­cia los gue­rri­lle­ros de las FARC que han jura­do ven­cer, y vencerán.

No hay muer­te más her­mo­sa que la que sobre­vie­ne pelean­do por la liber­tad, por una cau­sa altruis­ta, colec­ti­va, vis­lum­bran­do en su sue­ño, como Alfon­so, la Nue­va Colom­bia, la de la dig­ni­dad huma­na, la del empleo, la de la edu­ca­ción y la salud gra­tui­tas, la de la sobe­ra­nía del pue­blo, de la tie­rra para los cam­pe­si­nos, de la vivien­da para los que care­cen de ella, una patria nue­va, socia­lis­ta, jus­ti­cie­ra, boli­va­ria­na, pro­pul­so­ra de la con­cre­ción en el con­ti­nen­te de una Gran Nación de Repú­bli­cas hermanas.

Esos pobres ana­lis­tas y polí­ti­cos medio­cres, adu­la­do­res del poder, que hoy hablan del derrum­be de las FARC ante la muer­te del coman­dan­te, son tan igno­ran­tes que ni siquie­ra mere­cen el ges­to de nues­tro des­pre­cio. No se res­que­bra­jó el mito de Alfon­so Cano, como afir­man per­di­dos en la borra­che­ra de su triun­fa­lis­mo. No han logra­do adver­tir que la ima­gen de Alfon­so caí­do en com­ba­te en la vere­da Chi­rria­de­ros cre­ce como arque­ti­po y es moti­vo del más encum­bra­do orgu­llo fariano y de un pue­blo que ha sido capaz de pro­du­cir coman­dan­tes lumi­no­sos. Están tan per­di­dos, que toda­vía cele­bran la muer­te del más fer­vien­te par­ti­da­rio de la solu­ción polí­ti­ca y la paz.

La moral del gue­rri­lle­ro fariano siem­pre se cre­ce en la adver­si­dad por­que es de estir­pe boli­va­ria­na y maru­lan­dia­na. Aquí hay con­cien­cia, anhe­lo incan­des­cen­te de com­ba­te y de vic­to­ria. Todo por la dig­ni­dad de un pue­blo, por su liber­tad. Pier­den su tiem­po, alu­ci­nan, los que sue­ñan con la clau­di­ca­ción y des­mo­vi­li­za­ción de la guerrilla.

Cre­ce­rá el rau­dal sono­ro de la pro­tes­ta y la movi­li­za­ción popu­lar que hoy asus­ta a la oli­gar­quía neo­li­be­ral que lace­ra la sobe­ra­nía con su polí­ti­ca de “segu­ri­dad”, que con­tra Colom­bia y su gen­te, favo­re­ce la inver­sión y los intere­ses de las trans­na­cio­na­les. Que empie­cen a tem­blar los usur­pa­do­res del poder que has­ta hoy se han nega­do a pagar la inmen­sa deu­da social con­traí­da con el pue­blo. La indig­na­ción está reco­rrien­do el mun­do en medio de la cri­sis sis­té­mi­ca del capi­tal. Pue­den estar segu­ros que no podrán dete­ner el fue­go insur­gen­te con­tra la tira­nía, por la paz, y que la gue­rri­lla redo­bla­rá su tro­te hacia la vic­to­ria con las ban­de­ras del Movi­mien­to Boli­va­riano des­ple­ga­das al vien­to, con el pueblo.

Que­re­mos infor­mar­les que el cama­ra­da Timo­león Jimé­nez, con el voto uná­ni­me de sus com­pa­ñe­ros del Secre­ta­ria­do, fue desig­na­do el 5 de noviem­bre, nue­vo coman­dan­te de las FARC-EP. Se garan­ti­za así la con­ti­nui­dad del Plan Estra­té­gi­co hacia la toma del poder para el pue­blo. La cohe­sión de sus man­dos y com­ba­tien­tes, como decía Manuel Maru­lan­da Vélez, sigue sien­do uno de los más impor­tan­tes logros de las FARC.

Coman­dan­te Alfon­so Cano: sus linea­mien­tos en el cam­po mili­tar y polí­ti­co, serán cum­pli­dos al pie de la letra.

¡VIVA LA MEMORIA DEL COMANDANTE ALFONSO CANO!

HEMOS JURADO VENCER, Y VENCEREMOS.

Secre­ta­ria­do del Esta­do Mayor Cen­tral de las FARC-EP
Mon­ta­ñas de Colom­bia, noviem­bre de 2011


La caí­da en com­ba­te del Coman­dan­te Alfon­so Cano, Secre­ta­ria­do del Esta­do Mayor Cen­tral de las FARC-EP

La muer­te en com­ba­te del Cama­ra­da y Coman­dan­te Alfon­so Cano enlu­ta al con­jun­to del movi­mien­to anti impe­ria­lis­ta mun­dial, a todas las víc­ti­mas de la explo­ta­ción capi­ta­lis­ta, al movi­mien­to uni­ver­sal por el socia­lis­mo, a cada uno de los pue­blos que alzan ban­de­ras de sobe­ra­nía, dig­ni­dad y demo­cra­cia. Afli­ge pro­fun­da­men­te a toda la gen­te bue­na del pla­ne­ta, par­ti­cu­lar­men­te en Amé­ri­ca Lati­na, el Cari­be y Colombia.

Tam­bién lace­ra en extre­mo las fibras más nobles de sus seres que­ri­dos. Para ellos nues­tro abra­zo soli­da­rio. Com­par­ti­mos inten­sa­men­te su pena, sabe­mos mejor que nadie lo que sig­ni­fi­ca esta pér­di­da. Igual cari­ño ado­lo­ri­do exten­de­mos a las fami­lias de los demás com­ba­tien­tes que pere­cie­ron en los mis­mos hechos. Su san­gre y sus vidas nos ins­pi­ran des­de ya futu­ras victorias.

Las lágri­mas de feli­ci­dad del Pre­si­den­te San­tos reve­lan que por obra suya cayó de ver­dad un gran­de, un por­ten­to de hom­bre, un revo­lu­cio­na­rio de talla his­tó­ri­ca. Un for­mi­da­ble inter­lo­cu­tor del que había que des­ha­cer­se antes de cual­quier inten­to de apro­xi­ma­ción. Reco­ge­mos el guan­te. Como Manuel y Jaco­bo, Alfon­so siem­pre supo ser un gran maes­tro. Y apren­di­mos de él.

Sus ideas y su genial con­duc­ción son par­te del arse­nal ideo­ló­gi­co, polí­ti­co y mili­tar de las FARC Ejer­ci­to del Pue­blo. Nadie podrá jamás arre­ba­tár­nos­lo. Su talen­to y acti­vi­dad revo­lu­cio­na­ria cre­cie­ron y madu­ra­ron a la par con nues­tra his­to­ria. En los días de Mar­que­ta­lia mili­ta­ba ya en las filas de la juven­tud comu­nis­ta. Has­ta su muer­te en com­ba­te, nada pudo dis­traer­lo de la lucha.

Com­ple­tó cin­cuen­ta años con­ti­nuos de tro­pel con­tra el régi­men, sig­na­dos por una pro­fun­da capa­ci­dad de aná­li­sis y una envi­dia­ble cohe­ren­cia ideo­ló­gi­ca y polí­ti­ca. Bogo­tano sen­ci­llo y de fino humor, diri­gen­te estu­dian­til y barrial, antro­pó­lo­go de los tiem­pos duros de la Uni­ver­si­dad Nacio­nal, audaz mili­tan­te clan­des­tino, será eterno ejem­plo del inte­lec­tual com­pro­me­ti­do has­ta la muerte.

Sus enemi­gos del impe­rio y la oli­gar­quía jamás se can­sa­rán de inten­tar des­di­bu­jar su obra con rui­nes expe­dien­tes. Al lado de su per­fil polí­ti­co, el Cama­ra­da Alfon­so Cano demos­tró poseer una ele­va­da capa­ci­dad mili­tar. Supo con­du­cir pri­me­ro los coman­dos con­jun­tos Cen­tral y Occi­den­tal y lue­go a todas las FARC, has­ta el nivel que hoy en día ate­rra al mili­ta­ris­mo fas­cis­ta de Colombia.

Ellos saben muy bien lo que repre­sen­ta­mos las FARC. La expre­sión real de la orga­ni­za­ción y la lucha indo­ble­ga­ble con­tra la glo­ba­li­za­ción capi­ta­lis­ta. Somos un pue­blo arma­do que denun­cia y com­ba­te el carác­ter terro­ris­ta de su demo­cra­cia de mer­ca­do. Miles y miles de muje­res y hom­bres que mar­cha­mos com­pac­tos en el camino a cons­truir una nación y un mun­do sin opresores.

Las reser­vas petro­le­ras de Colom­bia, al rit­mo que se pien­san extraer, esta­rán ago­ta­das por com­ple­to en los pró­xi­mos cua­tro años. Nos pre­ten­den embru­jar con la idea de que para enton­ces se habrá halla­do sufi­cien­te cru­do para otros tan­tos. Nues­tro des­tino es aho­rrar con nues­tro cru­do las exis­ten­cias impe­ria­les, y pagar con los ingre­sos los cré­di­tos para la infra­es­truc­tu­ra fun­cio­nal al saqueo.

Obvia­men­te los cré­di­tos serán sumi­nis­tra­dos por la ban­ca inter­na­cio­nal. Y para con­se­guir­los el país debe­rá com­pro­me­ter­se a rea­li­zar gran­des y cre­cien­tes recor­tes al bien­es­tar social de los colom­bia­nos. Refor­mas tri­bu­ta­rias, al régi­men de pen­sio­nes, labo­ral, en salud y edu­ca­ción. Seme­jan­te arre­me­ti­da avan­za aho­ra a toda máqui­na en el Con­gre­so de la República.

El TLC y la aper­tu­ra inde­cen­te a la inver­sión extran­je­ra ame­na­zan lle­var­se por delan­te lo más valio­so del patri­mo­nio humano, ambien­tal y eco­nó­mi­co del país. Gigan­tes­cos pro­yec­tos aurí­fe­ros, car­bo­ní­fe­ros, turís­ti­cos, agro­in­dus­tria­les, bio­ener­gé­ti­cos y agro­pe­cua­rios, entre otros, ade­más de expo­liar nues­tras rique­zas, expri­mi­rán impu­ne­men­te la mano de obra en gra­dos intolerables.

Se halla en ace­le­ra­da eje­cu­ción un mode­lo de desa­rro­llo inequi­ta­ti­vo y anti­pa­trió­ti­co, pro­duc­to de las mani­pu­la­cio­nes urdi­das des­de el pala­cio pre­si­den­cial y los dis­tin­tos minis­te­rios, apro­ba­do a pupi­tra­zos por el poder legis­la­ti­vo y decla­ra­do exequi­ble por las cor­tes, que no toma en cuen­ta en lo más míni­mo la opi­nión del pue­blo colom­biano ni la de sus más inme­dia­tos afectados.

Y a dicho mode­lo, empe­za­do a cons­truir déca­das atrás con la vio­len­ta estra­te­gia para­mi­li­tar, se lo pre­sen­ta como la sal­va­ción eco­nó­mi­ca del país, las loco­mo­to­ras que nos saca­rán ade­lan­te. En él se fun­den los más caros intere­ses del capi­tal trans­na­cio­nal y de la corrup­ta cla­se diri­gen­te colom­bia­na, que medra con sumas fabu­lo­sas tras cada acuer­do y con­tra­to celebrados.

No exis­ten en Colom­bia espa­cios de dis­cu­sión que ten­gan la capa­ci­dad de influen­ciar o deter­mi­nar de algún modo las deci­sio­nes liga­das al mode­lo de desa­rro­llo. Como que­dó demos­tra­do en las recien­tes elec­cio­nes loca­les, los par­ti­dos polí­ti­cos han sido dilui­dos en mez­qui­nos lide­raz­gos per­so­na­les CORRUPTOS y caren­tes de prin­ci­pios. Las fuer­zas polí­ti­cas que podrían dis­cu­tir el mode­lo están minadas.

Sólo dos for­mas de lucha se opo­nen a él de modo cora­ju­do y per­ti­naz. La lucha calle­je­ra en mar­chas y pro­tes­tas, y la lucha gue­rri­lle­ra en las mon­ta­ñas. Las recien­tes dis­po­si­cio­nes sobre segu­ri­dad ciu­da­da­na apro­xi­man la pri­me­ra de ellas a la delin­cuen­cia y le atri­bu­yen penas de pri­sión. Al tiem­po se nos exi­ge la des­mo­vi­li­za­ción a los alza­dos bajo la ame­na­za de la ani­qui­la­ción total.

Tal es el mar­co en el que toma cuer­po el deses­pe­ra­do afán por ren­dir a las FARC-EP. Sabe­mos muy bien cuá­les son los pro­pó­si­tos del Pre­si­den­te San­tos, enri­que­cer toda­vía más a los más ricos y hun­dir aún más en la mise­ria a los más pobres. Resul­ta en con­se­cuen­cia de car­di­nal impor­tan­cia ten­der los puen­tes nece­sa­rios para for­ta­le­cer, uni­fi­car y defen­der las dos for­mas de lucha vigentes.

Movi­li­za­ción de masas y lucha gue­rri­lle­ra están lla­ma­das a con­ver­ger en un haz estra­té­gi­co, la solu­ción polí­ti­ca al con­flic­to que se libra en Colom­bia. La gue­rra no es más que la deter­mi­na­ción impe­rial y oli­gár­qui­ca de cerrar todos los cami­nos de la opo­si­ción a sus pla­nes de des­po­jo, el mazo con el que las cla­ses domi­nan­tes espe­ran aplas­tar la inconformidad.

La resis­ten­cia heroi­ca de la insur­gen­cia colom­bia­na, al igual que la voz en alto del pue­blo movi­li­za­do en la pro­tes­ta, no pue­den cesar con un fal­so lla­ma­do a la nego­cia­ción y el con­sen­so. Cual­quier inten­to de des­mo­vi­li­zar la lucha popu­lar sin la con­cer­ta­ción de solu­cio­nes que erra­di­quen sus cau­sas esta­rá lla­ma­do al fra­ca­so. No pue­de haber paz con repre­sión y hambre.

Las FARC-EP ren­di­mos sen­ti­do home­na­je a la memo­ria de nues­tro Coman­dan­te Alfon­so Cano. Por nues­tro pue­blo y por él, nos com­pro­me­te­mos a per­sis­tir en la bús­que­da de la solu­ción polí­ti­ca has­ta alcan­zar una paz demo­crá­ti­ca con dig­ni­dad y jus­ti­cia social. La voz de estu­dian­tes, tra­ba­ja­do­res, cam­pe­si­nos, comu­ni­da­des indí­ge­nas y negras, des­em­plea­dos, pen­sio­na­dos, muje­res y cla­ses medias ago­bia­das tie­ne que ser escu­cha­da y aten­di­da en Colombia.

Con el cama­ra­da Alfon­so recor­da­mos a los ilusos:

“Des­mo­vi­li­zar­se es sinó­ni­mo de iner­cia, es entre­ga cobar­de, es ren­di­ción y trai­ción a la cau­sa popu­lar y al idea­rio revo­lu­cio­na­rio que cul­ti­va­mos y lucha­mos por las trans­for­ma­cio­nes socia­les, es una indig­ni­dad que lle­va implí­ci­to un men­sa­je de des­es­pe­ran­za al pue­blo que con­fía en nues­tro com­pro­mi­so y pro­pues­ta bolivariana”.

Coman­dan­te Alfon­so Cano!!!

Morir por la Patria es vivir para siempre!!!

Secre­ta­ria­do del Esta­do Mayor Cen­tral de las FARC-EP
Noviem­bre de 2011

Publi­ca­do por Soli­da­ri­dad FARC-EP para Marquetalia

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