[Fotos] Rue­da de pren­sa de Elkartzen

La reali­dad es ter­ca y año tras año nos vemos obli­ga­dos a repe­tir que la pre­ca­rie­dad se ins­ta­la en el ámbi­to labo­ral, con más de 184.000 per­so­nas en paro y más de 500.000 tra­ba­ja­do­res y tra­ba­ja­do­ras per­ci­bien­do sala­rios infe­rio­res al umbral de la pobreza.

Pero, la pre­ca­rie­dad va más allá de lo labo­ral y se extien­de a todos los aspec­tos de las con­di­cio­nes vita­les de los sec­to­res popu­la­res, por lo que habla­mos de pre­ca­ri­za­ción social ya que miles de per­so­nas sin tra­ba­jo remu­ne­ra­do –para­das, pen­sio­nis­tas, viu­das, pre­cep­to­ras de pres­ta­cio­nes… (900.000)- se ven con­de­na­das a vivir con ingre­sos infe­rio­res al umbral de la pobre­za (37,5% del PIB per cápi­ta,). Con­ti­nua­men­te se rea­li­zan aumen­tos en los reci­bos de la elec­tri­ci­dad, el agua, el gas, el trans­por­te, la reco­gi­da de basu­ra, el telé­fono, el correo, etc.., la ausen­cia de repar­to del tiem­po de tra­ba­jo (pro­duc­ti­vo y repro­duc­ti­vo) y la cre­cien­te pri­va­ti­za­ción de los ser­vi­cios socia­les y públi­cos, está res­tan­do tiem­po para la par­ti­ci­pa­ción social activa.

La hue­lla eco­ló­gi­ca (que nos con­de­na a la auto-explo­ta­ción y auto-pre­ca­ri­za­ción) con­ti­núa aumen­tan­do ya que uti­li­za­mos casi otras tres Eus­kal Herria, ade­más de la que ya exis­te, para poder abas­te­cer­nos pro­du­cir y repro­du­cir­nos. El uso y dis­fru­te de una vivien­da se ha con­ver­ti­do en un ele­men­to de chan­ta­je (son ya 7 los desahu­cios dia­rios que se dan en Ara­ba, Biz­kaia y Gipuz­koa), en el que o pagas a los agen­tes espe­cu­la­ti­vos o bajas a lo más pare­ci­do al infierno de Vir­gi­lio, “de pati­tas a calle”. Aun­que la cla­se polí­ti­ca pro­fe­sio­nal no se que­da aquí, ya que con el pro­yec­to de modi­fi­ca­ción de la ley 182008 (que supo­ne impor­tan­tes recor­tes que se suman a los ante­rio­res) pre­ten­der dar una nue­va vuel­ta de tuer­ca a la vul­ne­ra­ción de dere­chos socia­les, dejan­do des­pro­te­gi­do de una for­ma cla­ra y pre­me­di­ta­da a quie­nes más nece­si­da­des tienen.

Todos estos fac­to­res, hacen que cada vez sean más los sec­to­res socia­les que se encuen­tran en una situa­ción de even­tua­li­dad, ines­ta­bi­li­dad y des­am­pa­ro bajo el peso de un endeu­da­mien­to casi vita­li­cio, y sin medios para poder lle­var a cabo una vida dig­na. Es este chan­ta­je lo que empu­ja a acep­tar la sumi­sión y la explo­ta­ción, pro­vo­can­do una socie­dad y una cla­se tra­ba­ja­do­ra cada vez más dis­gre­ga­da y sometida.

En Eus­kal Herria y en el pla­ne­ta, el capi­ta­lis­mo con­ti­núa explo­tan­do a pue­blos, per­so­nas tra­ba­ja­do­ras, muje­res y natu­ra­le­za. Para opti­mi­zar esa explo­ta­ción la patro­nal y la cla­se polí­ti­co-ins­ti­tu­cio­nal han rea­li­za­do un pac­to para ir apro­ban­do dife­ren­tes leyes y decre­tos que redu­cen y empeo­ran las con­di­cio­nes de vida y los dere­chos de los y las tra­ba­ja­do­ras de nues­tro pue­blo. Aquí vemos las dos caras de una mis­ma mone­da, la de la Euro­pa del capi­tal y los empre­sa­rios y la de sus masas tra­ba­ja­do­ras pre­ca­ri­za­das y des­po­ja­das de sus dere­chos; las dos caras de Eus­kal Herria, la de sus masas explo­ta­das y la del lobby eco­nó­mi­co-polí­ti­co. En este sen­ti­do ya han plan­tea­do sus líneas de inter­ven­ción: aba­ra­tar el des­pi­do, imple­men­tar el copa­go, menos impues­tos para la patro­nal y sus ami­go­tes, más fle­xi­bi­li­dad en todos los ámbi­tos, menor repre­sen­ta­ción sin­di­cal, más recor­tes socia­les, apues­ta por un sec­tor públi­co raquí­ti­co, pri­va­ti­za­do y mer­can­ti­li­za­do, con una inter­ven­ción públi­ca des­ti­na­da al bene­fi­cio e inte­rés pri­va­dos, una fis­ca­li­dad favo­ra­ble a la patro­nal y que no garan­ti­za una redis­tri­bu­ción de la rique­za y abrien­do las puer­tas a un capi­ta­lis­mo del Caos, para pro­fun­di­zar e ir dibu­jan­do la nue­va con­fi­gu­ra­ción del sis­te­ma capi­ta­lis­ta en Eus­kal Herria a lar­go pla­zo, hacien­do una apues­ta deci­di­da por la ter­cia­ri­za­ción de la eco­no­mía, aban­do­nan­do a su suer­te sec­to­res estra­té­gi­cos como la agri­cul­tu­ra, la gana­de­ría, la pes­ca y la indus­tria. La otra cara de la mone­da son las retri­bu­cio­nes pro­pias de los altos car­gos que con sola­men­te dos años y un día de ser­vi­cio en el car­go (has­ta el ran­go de vice-con­se­je­ro inclui­do) tie­nen dere­cho, cuan­do se jubi­len a cobrar el 50% de lo que cobra un car­go en acti­vo. (Cada vez exis­ten más pen­sio­nis­tas de este tipo, pién­se­se en los cien­tos de altos car­gos que han pasa­do por los Gobier­nos en sus 30 años de his­to­ria actual.)

La cla­se tra­ba­ja­do­ra y los sec­to­res popu­la­res deben optar por la trans­for­ma­ción social.
Los pue­blos opri­mi­dos esta­mos sien­do estru­ja­dos cada vez más en bene­fi­cio del capi­ta­lis­mo esta­tal, y Eus­kal herria es prue­ba de ello (Cupos, con­ve­nios, ata­ques al tra­ba­jo sin­di­cal, recor­te de dere­chos polí­ti­cos eco­nó­mi­cos y socia­les, robo de las arcas públi­cas para engor­dar nego­cios pri­va­dos, imple­men­ta­ción del capi­ta­lis­mo sal­va­je vía, TAV, Super­puer­tos, Inci­ne­ra­do­ras; des­pre­cio a la volun­tad popu­lar, deten­cio­nes, pre­sen­cia poli­cial, prohibiciones,…)

Asis­ti­mos en los últi­mos años a un aumen­to de las luchas en defen­sa de los dere­chos de la cla­se tra­ba­ja­do­ra, los ejem­plos son muchos: aumen­to de la con­cien­cia de la nece­si­dad de un cam­bio, movi­li­za­cio­nes amplias en defen­sa de las con­di­cio­nes vita­les de vida, mani­fes­ta­cio­nes de tra­ba­ja­do­res de sec­to­res estra­té­gi­cos para la pobla­ción como son edu­ca­ción y sani­dad, denun­cias en defen­sa de pues­tos de tra­ba­jo y con­tra regu­la­cio­nes, abu­sos y des­pi­dos, con­cien­cia­ción y pre­dis­po­si­ción a la lucha de sec­to­res cada vez más amplios y nume­ro­sos, cues­tio­na­mien­to del pro­pio sis­te­ma y de su mode­lo de desa­rro­llo con­tra­rio a los intere­ses de la cla­se tra­ba­ja­do­ra vasca…

Así las cosas, la cla­se tra­ba­ja­do­ra y los sec­to­res popu­la­res no pue­den optar por reflo­tar el sis­te­ma que está en cri­sis. No pue­den hacer cau­sa común con la patro­nal a la hora de afron­tar la actual situa­ción. No hace fal­ta que el sis­te­ma cai­ga en cri­sis para que la cla­se tra­ba­ja­do­ra sufra un seve­ro pro­ce­so de pre­ca­ri­za­ción. Y es que un capi­ta­lis­mo “sano” no garan­ti­za los dere­chos y la dig­ni­dad de los sec­to­res popu­la­res. Es por ello que la cla­se tra­ba­ja­do­ra y los sec­to­res popu­la­res deben optar por la trans­for­ma­ción social, por el cam­bio de este sis­te­ma socio­eco­nó­mi­co y por el trán­si­to hacia un sis­te­ma que mejo­re las con­di­cio­nes de vida. Fren­te a la actual cri­sis del capi­tal, solo cabe un nue­vo mode­lo eco­nó­mi­co que no se base ni en el con­su­mis­mo, ni en el cré­di­to fácil y la ava­ri­cia rapaz; sino en un sis­te­ma soli­da­rio entre cla­se, géne­ros y gru­pos de edad; soli­da­rio con la natu­ra­le­za y con todos los pue­blos de la Tie­rra. Nece­si­ta­mos sobe­ra­nía eco­nó­mi­ca para poder deter­mi­nar cómo recau­dar la rique­za gene­ra­da, para deci­dir dón­de inver­tir nues­tra rique­za median­te unos pre­su­pues­tos par­ti­ci­pa­ti­vos. Para poder arti­cu­lar meca­nis­mos de defen­sa con­tra todos los ata­ques que nos vie­ne de la mano de la patro­nal con la razón de su fuer­za. Nece­si­ta­mos orga­ni­zar­nos, dis­cu­tir, tomar deci­sio­nes y poner­las en prác­ti­ca. Esta­mos hablan­do de sobe­ra­nía eco­nó­mi­ca, de orga­ni­zar­nos para ejer­cer nues­tro poder de deci­dir y plas­mar nues­tro futu­ro eco­nó­mi­co, el futu­ro eco­nó­mi­co de Eus­kal Herria. Habla­mos tam­bién de demo­cra­ti­zar la eco­no­mía, de que sea la mayo­ría de la pobla­ción, aque­lla que con su esfuer­zo saca ade­lan­te día a día este país, la que par­ti­ci­pe y deci­da sobre las cues­tio­nes cla­ve de nues­tro modo de vida. Nece­si­ta­mos sobe­ra­nía eco­nó­mi­ca por­que nin­gún pue­blo que explo­ta a otro pue­de ser libre. En eso esta­mos y en eso esta­re­mos ante los gran­des retos que se le abren a nues­tro pue­blo, ya que solo la orga­ni­za­ción y la lucha harán de Eus­kal Herria un pue­blo soli­da­rio, en pie de igual­dad y con­se­cuen­te con la eman­ci­pa­ción de la humanidad.

Eus­kal Herria a 2011-11-03

Eje­cu­ción de hipo­te­cas, desahu­cios y dere­cho a una vivien­da digna.

Hoy por enési­ma vez hemos escu­cha­do un nue­vo caso de desahu­cio por impa­go en una vivien­da. No era el pri­mer inten­to, y aun­que antes no lo logra­ron por la soli­da­ri­dad veci­nal, esta vez defi­ni­ti­va­men­te los desalojaron.
Esto es lo que vemos y oímos una y otra vez: desahu­cios y más desahu­cios de per­so­nas que no cum­plen reli­gio­sa­men­te con su sagra­da cuo­ta hipo­te­ca­ria. Vis­to que estos hechos, por des­gra­cia, irán en aumen­to a la vez que se ago­ten las pres­ta­cio­nes por des­em­pleo y se des­in­fle el col­chón fami­liar, que­re­mos rea­li­zar algu­nas reflexiones.
En pri­mer lugar pode­mos hablar de la eje­cu­ción hipo­te­ca­ria y su con­se­cuen­cia, que es el desahu­cio de la vivien­da. Vivien­da que en su día nos acon­se­ja­ron com­prar por­que el cré­di­to esta­ba bara­to, y era una inver­sión segu­ra. Lo que nadie decía es el gran nego­cio de pro­mo­to­res y ban­que­ros que se escon­día tras el “mila­gro inmobiliario”.
Fren­te a este atra­co, las accio­nes que están plan­tean­do una par­te de los orga­nis­mos socia­les son dos: la pri­me­ra es la para­li­za­ción del desahu­cio y la segun­da la dación en pago de la vivien­da, para liqui­dar la deu­da con la pro­pia vivien­da y que no te sigan recla­man­do una deu­da complementaría.
Des­de Elkar­tzen cree­mos que estas dos accio­nes son un par­che al pro­ble­ma, salien­do siem­pre gana­dor el ban­co. Tra­ta­mos de expli­car el porqué.
Para­li­za­ción del desahu­cio: esta acción solo es efec­ti­va en la inme­dia­tez y con el fac­tor sor­pre­sa, cuan­do los eje­cu­to­res no quie­ren pro­ble­mas momen­tá­neos. Ellos saben que dis­po­nen de recur­sos para vol­ver, per­so­nal, poli­cía y tiem­po, saben que la soli­da­ri­dad no pue­de estar todo el día de guar­dia, y aca­ban eje­cu­tán­do­lo con más o menos violencia.
Fren­te a esto se ha lan­za­do la idea de la dación en pago, esto es que con la entre­ga del piso se da por liqui­da­da la deu­da sin per­se­cu­ción del deu­dor a pos­te­rio­ri. Aquí hay que tener en cuen­ta dos factores.
1 Las cuo­tas de devo­lu­ción del prés­ta­mo están com­pues­tas por la amor­ti­za­ción de la deu­da y los intere­ses, sien­do la devo­lu­ción final entre el 170% y 180% del capi­tal con­ce­di­do (según los años de devo­lu­ción, que en la últi­ma épo­ca se habían ofer­ta­do has­ta 50 años). Al ini­cio de la vida del prés­ta­mo, las cuo­tas casi en su tota­li­dad están com­pues­tas por los intere­ses del prés­ta­mo, esto es, amor­ti­za­mos muy poca par­te del dine­ro pedido.
2 Tras el desahu­cio por impa­go de tres cuo­tas, el ban­co “subas­ta” la vivien­da en un mer­ca­do “opa­co” dón­de se mue­ven oscu­ros intere­ses, lle­gan­do en muchos casos a adju­di­car­se por un 20% de su valor de com­pra (un 80% de des­cuen­to¡¡) y si no hay com­pra­dor es por ese pre­cio que se la adju­di­ca el pro­pio ban­co, y por tan­to si al pobre desahu­cia­do le que­da­ba por devol­ver el 60% del capi­tal, aún des­pués de haber paga­do entre intere­ses y amor­ti­za­ción el valor ini­cial de la vivien­da, toda­vía le debe­ría al ban­co un 40% adi­cio­nal del pre­cio de la vivien­da (ya que el ban­co de la deu­da pen­dien­te res­ta solo el valor de adju­di­ca­ción de la vivienda).
Con la dación en pago la per­so­na afec­ta­da, aun­que se le con­do­ne el total de deu­da pen­dien­te, se que­da sin techo y sin recur­sos eco­nó­mi­cos. Fren­te a esto, la enti­dad que le ha pres­ta­do el dine­ro se que­da con la vivien­da y con las cuo­tas cobra­das. Vivien­da que más ade­lan­te, a tra­vés de sus pro­pias inmo­bi­lia­rias, saca­rá al mer­ca­do, más bara­ta (la ven­de­rá al 70% de su valor, cuan­do la com­pro al 20%) y con nue­vo prés­ta­mo formalizado.
La dación en pago por supues­to que es mejor que el hecho de que te qui­ten la vivien­da y enci­ma sigas debien­do dine­ro al ban­co, pero sin­ce­ra­men­te, cree­mos que es una medi­da que no se cues­tio­na de raíz ni el pro­ble­ma de la vivien­da, ni la insa­cia­bi­li­dad de la banca.
Por tan­to a la con­ten­ción tem­po­ral del desahu­cio y a la dación en pago, medi­das de acción inme­dia­ta, les fal­ta un com­ple­men­to, una pro­pues­ta glo­bal que solu­cio­ne defi­ni­ti­va­men­te el pro­ble­ma de los afec­ta­dos, que arras­tra­dos por la ilu­sión de una “esta­bi­li­dad labo­ral” que se des­mo­ro­na y una pro­pa­gan­da ban­ca­ria enga­ño­sa les ven­die­ron la “segu­ri­dad de una vivien­da en propiedad”.
Des­de ELKARTZEN enten­de­mos que la úni­ca for­ma de solu­cio­nar esto es impli­can­do y res­pon­sa­bi­li­zan­do a las ins­ti­tu­cio­nes públi­cas. No olvi­de­mos que están dan­do dine­ro a espuer­tas a las enti­da­des de cré­di­to sin nin­gu­na con­tra­par­ti­da. Debe­mos exi­gir que, en vez de que­dar­se la ban­ca vivien­das por el 20% de su valor, se las que­den las ins­ti­tu­cio­nes. Es por ello que hoy cobra más fuer­za la solu­ción que ya pro­pu­si­mos en 2008 (en el libro La Eus­kal Herria ¿de quién? Edi­ta­do por IPES-Elkar­tzen), la de crear un INSTITUTO DE VIVIENDA PUBLICA DE EUSKAL HERRIA, (IPVEH), en el cual se inte­gra­rían entre otras, estas vivien­das regu­la­das de la siguien­te manera:
1 Las per­so­nas hipo­te­ca­das que por pro­ble­mas eco­nó­mi­cos u otros así lo deseen, podrán entre­gar su vivien­da al IPVEH.
El IPVHE asu­mi­rá el valor pen­dien­te de la hipo­te­ca, y reco­no­ce­rá un cré­di­to a favor de la fami­lia igual al mon­te total de lo paga­do (del capi­tal ini­cial des­em­bol­sa­do mas las cuo­tas del prés­ta­mo paga­das, capi­tal e intere­ses) menos la suma de todas las deduc­cio­nes fis­ca­les que en mate­ria de vivien­da se hubie­sen practicado.
2 La cesión dará dere­cho a ocu­par la vivien­da en régi­men de alqui­ler social, según la apli­ca­ción de los pará­me­tros que se determinen.
3 Se hará un cálcu­lo finan­cie­ro que deter­mi­ne el núme­ro de men­sua­li­da­des que que­da­ran com­pen­sa­das con el cré­di­to a favor de la fami­lia con­tra el IPVHE. Duran­te todo ese perio­do la fami­lia no rea­li­za­ra nin­gún des­em­bol­so eco­nó­mi­co. Fina­li­za­do este perio­do la fami­lia abo­na­rá el alqui­ler que corres­pon­da a su situa­ción socio­eco­nó­mi­ca de ese momen­to, según los pará­me­tros gene­ra­les que estén establecidos.

Sólo nos que­da repe­tir lo que ya diji­mos en un artícu­lo de pren­sa en 2009 bajo el títu­lo ¿A LAS CLASES POPULARES QUIÉN NOS RESCATA? don­de enton­ces escri­bía­mos “Esta com­pra de hipo­te­cas por el sec­tor publi­co a cam­bio de la vivien­da, inyec­ta­ra dine­ro liqui­do en el sis­te­ma finan­cie­ro; eli­mi­na­ra la moro­si­dad e impa­ga­dos de estos pres­ta­mos; libe­ra­ra a las fami­lias de un gas­to medio de 1000 € mes, que se des­ti­na­rá a esti­mu­lar la deman­da en otros bie­nes nece­sa­rios pero impo­si­bles de rea­li­zar en la situa­ción actual, con lo que se sos­ten­drá la pro­duc­ción de estos bie­nes, se ale­ja­ran los ries­gos de ajus­tes del empleo por fal­ta de pedi­dos en estos sec­to­res de pro­duc­ción, y por ende se ale­ja­ra el fan­tas­ma del aumen­to del paro. Esta corre­la­ción de hechos no es fic­ti­cia, son las rela­cio­nes reales del sis­te­ma económico.
Si no auna­mos esfuer­zos y somos capa­ces de plan­tear nue­vas ideas con­tra las deman­das vam­pí­ri­cas del capi­tal, ten­dre­mos más gas­to publi­co para ellos y menos dine­ro para gas­to social, un empo­bre­ci­mien­to de la eco­no­mía real con más des­em­pleo. De la cri­sis de 1929 se salió con el dise­ño del Esta­do del Bien­es­tar, que fue un gran pac­to social de cla­se, basa­do en una mayor dis­tri­bu­ción de la rique­za, la garan­tía del empleo, y una mayor demo­cra­ti­za­ción de la eco­no­mía. Si apren­de­mos de la his­to­ria, no pode­mos dejar que hoy se nos impon­gan las rece­tas del Ban­co Cen­tral Euro­peo, sumi­so al FMI. Haga­mos un muro con­tra la pre­ca­rie­dad y demos­tre­mos que exis­ten solu­cio­nes reales, la aquí expues­ta es solo una. Pen­se­mos y con­vir­ta­mos en acto nues­tro pensamiento”.

PONGAMOS LIMITE A LA POBREZA ¡YA!
La impor­tan­cia de la deter­mi­na­ción del Umbral de Pobreza

Los infor­mes ofi­cia­les nos hablan de pobre­za rela­ti­va, pre­ca­rie­dad, ausen­cia de bien­es­tar, etc., mani­pu­lan­do índi­ces y núme­ros que enmas­ca­ran la ver­da­de­ra reali­dad. Elkar­tzen lle­va años recla­man­do, inclu­so pre­sen­tó un infor­me a la Comi­sión crea­da para ana­li­zar la pobre­za en el Par­la­men­to de Gas­teiz, que se esta­blez­ca un cri­te­rio homo­gé­neo para defi­nir y deter­mi­nar el Umbral de Pobreza.
Deter­mi­nar el Umbral de Pobre­za, UP, es bási­co tan­to para cono­cer ver­da­de­ra­men­te el núme­ro de per­so­nas que se sitúan por deba­jo, como para hacer una polí­ti­ca efec­ti­va de redis­tri­bu­ción de ren­tas, pero des­gra­cia­da­men­te el méto­do esta­dís­ti­co uti­li­za­do para medir este UP no es neutral.
Pero ¿qué es exac­ta­men­te el umbral de pobre­za?. Se tra­ta de defi­nir una refe­ren­cia en base a los nive­les de ren­tas y pre­cios de una socie­dad y a par­tir de estos se deter­mi­na el míni­mo que nece­si­ta una per­so­na para vivir dig­na­men­te. Este míni­mo que­da con­di­cio­na­do por la pari­dad de com­pra, o por el nivel medio de vida del terri­to­rio en que se enmar­ca. Es una refe­ren­cia que en la eco­no­mía públi­ca se ha uti­li­za­do en dife­ren­tes momen­tos pero que no ha teni­do nun­ca un valor prác­ti­co para deter­mi­nar prestaciones.
Des­de Elkar­tzen pen­sa­mos que se debe uti­li­zar esa refe­ren­cia a la hora de cal­cu­lar todas las asig­na­cio­nes eco­nó­mi­cas míni­mas, como el Sala­rio Míni­mo Inter­pro­fe­sio­nal, las pres­ta­cio­nes socia­les en pen­sio­nes, la Ren­ta de Garan­tía de Ingre­sos, etc, de for­ma que estas nun­ca sean infe­rio­res al umbral de pobreza.
¿Cómo se cal­cu­la el umbral de pobre­za? Ya en 1928 la OIT (Orga­ni­za­ción Inter­na­cio­nal del Tra­ba­jo) desa­rro­lló la Con­ven­ción n°26 sobre ins­tau­rar pro­ce­di­mien­tos acor­des con el nivel medio de la eco­no­mía de cada país para la fija­ción de sala­rios míni­mos, lle­van­do implí­ci­to los umbra­les de pobreza.
Des­de el sur­gi­mien­to de la Unión Euro­pea son muchos los agen­tes socia­les euro­peos que han esta­do tra­ba­jan­do por armo­ni­zar una polí­ti­ca de ren­tas míni­mas en la UE, a tra­vés de una armo­ni­za­ción en la valo­ra­ción del umbral de pobre­za y del sala­rio míni­mo inter­pro­fe­sio­nal, como un todo indi­so­lu­ble, ya que la mayor cau­sa de la pobre­za en estos momen­tos pro­vie­ne de los sala­rios insu­fi­cien­tes y de las pres­ta­cio­nes socia­les que se ligan a ellos (des­em­pleo, baja por enfer­me­dad, pen­sio­nes, etc.) y por tan­to son tam­bién insuficientes.
Tan­to el Tra­ta­do de Maas­tricht (1993) como la Estra­te­gia de Lis­boa (2000), y nume­ro­sos tra­ta­dos fir­ma­dos para el desa­rro­llo de ambos, han aca­ba­do dejan­do de lado, por intere­ses del gran capi­tal el tema más cen­tral del mun­do labo­ral, que no es otro que deter­mi­nar por bare­mos uni­dos a las varia­bles eco­nó­mi­cas de cada país el Sala­rio míni­mo de dicho país, y no dejar­lo al arbi­trio capri­cho­so de los gober­nan­tes, con resul­ta­dos tan para­dó­ji­cos como los que tra­ba­ja­do­res a tiem­po com­ple­to per­ci­ben sala­rios muy por deba­jo al umbral de pobreza.
Pero esta no-regu­la­ción, no se ha debi­do al desin­te­rés y a la fal­ta de ini­cia­ti­vas poco cono­ci­das y casi siem­pre ocul­ta­das, sino a la pre­sión del lobby eco­nó­mi­co, que en últi­ma ins­tan­cia es para el que se regu­la corrom­pien­do el pro­pio con­cep­to de Esta­do de Derecho.
El artícu­lo 4 de la Car­ta Social Euro­pea (1961) afir­ma que «todos los tra­ba­ja­do­res tie­nen dere­cho a una remu­ne­ra­ción equi­ta­ti­va que les ase­gu­re, así como a su fami­lia, un nivel de vida satisfactorio.»
Des­de este momen­to muchos son los inten­tos por “homo­ge­nei­zar” los nive­les de sala­rios míni­mos y umbra­les de pobre­za, lle­va­dos tan­to por la Comi­sión Euro­pea como por el Par­la­men­to Euro­peo, pero, con el auge a ultran­za del neo­li­be­ra­lis­mo este dere­cho a una sala­rio decen­te des­apa­re­ció total­men­te en la redac­ción de la Car­ta de los Dere­chos Fun­da­men­ta­les y por ende del Tra­ta­do Cons­ti­tu­cio­nal (TC, 2004), bajo el pre­tex­to de que las remu­ne­ra­cio­nes no for­man par­te de las com­pe­ten­cias de la Unión.
Así el TC, exclu­ye la vía de la armo­ni­za­ción en un cam­po que tan­to se había deba­ti­do y se había acon­se­ja­do en la UE, lo que sig­ni­fi­ca un retro­ce­so en la polí­ti­ca labo­ral euro­pea, en com­pa­ra­ción con los infor­mes ela­bo­ra­dos y las “bue­nas inten­cio­nes” de los tra­ta­dos anteriores.
Remar­ca­mos que nun­ca se ha esta­do pidien­do fijar un sala­rio míni­mo uni­for­me para el con­jun­to de Euro­pa, sino de esta­ble­cer unas nor­mas sala­ria­les míni­mas, comu­nes para todos los paí­ses en fun­ción de su rique­za gene­ra­da, PIB, o en fun­ción de su estruc­tu­ra sala­rial media.
En 2011 la urgen­cia de armo­ni­za­ción social esta más viva que nun­ca, cuan­do más del 20 % de la pobla­ción de la UE está ame­na­za­da por la pobre­za, esta medi­da es indis­pen­sa­ble si se quie­re real­men­te fre­nar el «dum­ping social” y anclar una armo­ni­za­ción en la línea de dig­ni­dad y no en la de miseria.
En 2005, una red de inves­ti­ga­do­res ale­ma­nes, fran­ce­ses y sui­zos, pró­xi­mos al movi­mien­to sin­di­cal, ela­bo­ra­ron las «tesis para una polí­ti­ca euro­pea de sala­rios míni­mos ». Estas con­tri­bu­cio­nes mues­tran que el pro­ble­ma no resi­de en la fal­ta de ini­cia­ti­vas, sino en la pro­fun­di­za­ción del neo­li­be­ra­lis­mo y la pre­ca­rie­dad en Euro­pa que se esta cons­ti­tu­cio­na­li­zan­do a gol­pe de ley.
Esta red hace su apues­ta por inde­xar los sala­rios al PIB per capi­ta, per­mi­tien­do que el aumen­to de pro­duc­ti­vi­dad y de ganan­cias de la eco­no­mía reper­cu­ta tam­bién en aumen­to de los sala­rios, que a su vez reper­cu­ti­rán en una deman­da sol­ven­te sos­te­ni­da y en la cali­dad del empleo. Con este fin plan­tean un sis­te­ma de indi­za­ción auto­má­ti­co arti­cu­la­do en fun­ción del PIB de cada terri­to­rio, según el cual:
1 El Sala­rio Míni­mo, SMI; no debe­ría nun­ca de ser infe­rior al 50% del PIB per capi­ta (en cier­tos paí­ses miem­bros como en Fran­cia es supe­rior a este 50%), en hego Eus­kal Herria es un 30% del PIB per capi­ta. El SMI, está crean­do “tra­ba­ja­do­res pobres”, que a pesar de tra­ba­jar a tiem­po com­ple­to sus ingre­sos que­dan por deba­jo del umbral de pobre­za. La insu­fi­cien­cia se ve al com­pa­rar con nues­tro entorno, así en 2008 el SMI vas­co era de 600€ y el fran­cés de 1.321€ mes (por 14 pagas)
Sola­men­te una polí­ti­ca de sala­rios míni­mos jus­tos, ancla­dos en la rique­za real de cada país, fre­na­ría la con­cen­tra­ción de la rique­za repre­sen­tan­do una apor­ta­ción deci­si­va en la bús­que­da de la esta­bi­li­za­ción de la deman­de pri­va­da y que­da­ría total­men­te uni­do a la pro­duc­ti­vi­dad, como piden aho­ra los empresarios.
Esta unión de los sala­rios a la pro­duc­ti­vi­dad no sería “arbi­tra­ria” en las dis­tin­tas empre­sas y sec­to­res, sería a la pro­duc­ti­vi­dad real de todo el con­jun­to eco­nó­mi­co (pro­duc­ti­vi­dad labo­ral y pro­duc­ti­vi­dad del capi­tal) que en su máxi­mo expo­nen­te que­da reco­gi­da en el PIB. O sea que sala­rios y pen­sio­nes, para man­te­ner su peso en la rique­za real debe­rían variar en el mis­mo por­cen­ta­je en que lo hicie­ra el PIB.
2 La Ren­ta de Garan­tía de Ingre­sos (RGI) ante­rior­men­te deno­mi­na­da Ren­ta Bási­ca, o el Sala­rio Social no debe­ría nun­ca de ser infe­rior al 37,5% del PIB per capi­ta, que pasa­ría a ser con­si­de­ra­do el Umbral de Pobreza.
En Hego Eus­kal Herria la RGI en 2011 se sitúa en el 26,2% del PIB per capi­ta, por lo que habría que incre­men­tar­la casi en la mitad de los valo­res actua­les (subir 3.518€ anua­les en la CAPV y 3.820€ en Nafa­rroa) para que efec­ti­va­men­te situa­ra a los per­cep­to­res en el lími­te del UP, y sacar­los de la situa­ción de extre­ma nece­si­dad en la que se encuen­tran a pesar de per­ci­bir la prestación.
Es cier­to que solo con garan­ti­zar ren­tas y sala­rios en el Umbral de Pobre­za no vamos a con­se­guir aca­bar con la pobre­za. Ase­gu­rar unas con­di­cio­nes labo­ra­les dig­nas para aca­bar con la explo­ta­ción, poner lími­te a los desor­bi­ta­dos pre­cios de las vivien­das y alqui­le­res, son solo algu­nas de las cues­tio­nes impres­cin­di­bles para aca­bar con la pobre­za de una mane­ra inte­gral. Aun así, deli­mi­tar el umbral de pobre­za de Eus­kal Herria y apli­car­lo, es una base impor­tan­tí­si­ma para ase­gu­rar los dere­chos socia­les de las per­so­nas. Es una regla bási­ca para cons­truir el Sis­te­ma de Pro­tec­ción Social de Eus­kal Herria, jun­to con el desa­rro­llo de la rique­za colec­ti­va (los ser­vi­cios públi­cos, los ser­vi­cios socia­les) y jun­to con el desa­rro­llo del alqui­ler público.
De la mis­ma mane­ra con el umbral de pobre­za tam­bién pone­mos lími­te a la explo­ta­ción. Los suel­dos debe­rían fijar­se por enci­ma de esta refe­ren­cia. Si la RGI se situa­se a la par del umbral de pobre­za, muchas per­so­nas ten­drían la posi­bi­li­dad de recha­zar tra­ba­jos ofre­ci­dos en altas con­di­cio­nes de precariedad.
El umbral de pobre­za es un ins­tru­men­to efi­caz para redu­cir las des­igual­da­des socia­les. Ofre­ce la opor­tu­ni­dad de repar­tir la rique­za gene­ra­da en un terri­to­rio de una mane­ra más equi­ta­ti­va. Ade­más es un meca­nis­mo auto­má­ti­co para el repar­to de la rique­za, ya que si la rique­za aumen­ta, aumen­ta tam­bién la can­ti­dad del umbral y se dis­mi­nu­ye, tam­bién dis­mi­nu­ye dicha cantidad.
EN ELKARTZEN HEMOS DEFINIDO EL UMBRAL DE POBREZA 2011.
Ante la opa­ci­dad de datos de las admi­nis­tra­cio­nes publi­cas y sus cri­te­rios res­tric­ti­vos a la hora de otor­gar pres­ta­cio­nes socia­les, debe­mos socia­li­zar el con­cep­to de Umbral de Pobre­za y esta­ble­cer un cálcu­lo social. ELKARTZEN, ana­li­za­da la pro­pues­ta que nos lle­ga des­de la Euro­pa social, se ha suma­do a la adop­ción de este bare­mo de cálcu­lo del Umbral de Pobreza.
Los datos obte­ni­dos son infe­rio­res a 2009 y 2010, por la fuer­te cai­da del PIB en Hego Eus­kal Herria. En 2011 el UP que­da seña­la­do en 11.420€, lo que sig­ni­fi­ca una can­ti­dad men­sual de 952€ por lo que Elkar­tzen rei­vin­di­ca un Sala­rio Social o RGI por este valor. En el mis­mo cua­dro vemos, que con el cri­te­rio deman­da­do, el SMI para 2011 debe­ría de situar­se como míni­mo en 15.226 €, fren­te a los 8.979,6 € anua­les actua­les apro­ba­dos por el Gobierno de Zapatero.
MAGNITUDES ECONOMICAS Y PRESTACIONES MINIMAS EN HEGO EUSKAL HERRIA*

CAPV NAFARROA HEH
PIB ( Avan­ce diciem­bre 2010) 65.213.767.000 19.506.000.000 84.719.767.000
Habi­tan­tes ( 4º Tri­mes­tre 2010) 2.162.944 619.013 2.781.957
PIB por habi­tan­te 30.151 31.511 30.453,3
SMI pro­pues­to 50% PIB por hab. 15.226,6
Sala­rio Mini­mo Inter­pro­fe­sio­nal 2011 8.979,6
Umbral Pobre­za pro­pues­to 37,5% PIB por hab. 11.420
Ren­ta de Garan­tia de Ingre­sos según nor­ma­ti­va para 2011 7.902 7.600
Pen­sión mín. Jubi­la­ción, mayo­res 65, con con­yu­ge 10.388
Pen­sión mín. viu­de­dad mayo­res 65 8.419,6
Pen­sión orfan­dad 2.571,8
Pen­sion SOVI 6.923,9

*Para todas las pen­sio­nes se dan los impor­tes anua­les apo­ba­dos por el Esta­do para el año 2011.
Detrás de los fríos núme­ros un ter­cio de la pobla­ción (1 de cada 3!) de Eus­kal Herria sobre­vi­ve por deba­jo de Umbra­les de Pobre­za, en silen­cio e invi­si­bles a nues­tro deam­bu­lar fre­né­ti­co. Ellas tal vez se sien­tan des­po­seí­das has­ta de la voz, noso­tros aún pode­mos gri­tar y que­re­mos ceder nues­tra voz y nues­tro gri­to. Bas­ta ya de pobre­za tras las puer­tas cerra­das de nues­tros mis­mos rella­nos de escalera.

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