La Ver­dad sobre la muer­te de Gad­da­fi y la Gran Jamahi­ri­ya Libia – Rei­nal­do Bolivar

El jue­ves 20 de 0ctubre, con el patro­ci­nio de EEUU, la OTAN y la Liga de Esta­dos Ára­bes azu­za­da por el Foro de Coope­ra­ción del Gol­fo Ára­be, un gru­po apá­tri­das cazó y ase­si­nó cruel­men­te al Mayor Líder Espi­ri­tual que haya teni­do esa nación ára­be – afri­ca­na. En la actua­li­dad los ana­lis­tas deli­mi­tan, de allí sus erro­res, sus con­si­de­ra­cio­nes a la his­to­ria Libia des­de 2003, cuan­do el Gobierno de Gad­da­fi se vio obli­ga­do para garan­ti­zar la super­vi­ven­cia de la nación a rea­li­zar acuer­dos de coope­ra­ción eco­nó­mi­ca en el mar­co del dere­cho inter­na­cio­nal para supe­rar el férreo blo­queo que des­de los años 80 del siglo XX man­tu­vo occi­den­te. No se tra­ta­ba de una entre­ga ni de un cam­bio en la orien­ta­ción ideo­ló­gi­ca, se tra­tó de una estra­te­gia que has­ta han usa­do paí­ses ami­gos. Cla­ro está hubo extra limi­ta­cio­nes o inge­nui­da­des como el haber acep­ta­do entre­gar las armas de alto poder defen­si­vo, en espe­cial los misi­les tie­rra aire. Lo mis­mo que hizo el gobierno de Hus­sein. Que­dar a mer­ced de la mise­ri­cor­dia de sus cap­to­res. O con­se­jos mal inten­cio­na­dos de su entorno ya com­pra­do, para ene­mis­tar­lo con corrien­tes pro­gre­sis­tas afri­ca­nas, las cua­les están muy ador­me­ci­das en la actua­li­dad. Gobier­nos cons­cien­tes de las ame­na­zas como Irán, Corea del Nor­te y Siria no han caí­do en esta tram­pa del “arri­ba las manos y entre­ga las armas”, fra­gua­da en el seno del Con­se­jo de Segu­ri­dad. La Gran Jamahi­ri­ya Libia Ára­be Popu­lar Socia­lis­ta, sí cayó. Tal vez pen­san­do que al con­ver­tir­se en un supli­dor segu­ro de com­bus­ti­ble, en un gran inver­sio­nis­ta en occi­den­te y en un segu­ro com­pra­dor de la pro­duc­ción manu­fac­tu­ra­da occi­den­tal era sufi­cien­te para con­te­ner la sed de ven­gan­za impe­rial. Todo indi­ca que los inte­lec­tua­les libios, lea­les a la Revo­lu­ción Ver­de, no con­fron­ta­ron la his­to­ria de paí­ses del Sur que tras derro­tar a los ocu­pan­tes fue­ron con­de­na­dos al con­tra­ata­que impe­rial. No estu­dia­ron a Hai­tí, a Yugos­la­via, y dudo si se aso­ma­ron al modo como Euro­pa Occi­den­tal y EEUU aca­ba­ron con el socia­lis­mo afri­cano ase­si­nan­do a los cabe­zas de los movi­mien­tos. Si lo hicie­ron no fue­ron escu­cha­dos y se impu­sie­ron las voces de la quin­ta colum­na en el gobierno, que hoy com­pro­ba­mos, era más fuer­te que los hijos de Gad­da­fi, en cuya vida cen­tra­ba la aten­ción los crí­ti­cos de la izquier­da gla­mo­ro­sa del mun­do, des­cui­dan­do el ver­da­de­ro peli­gro: el entorno buró­cra­ta que con­tro­la­ba la varia­ble de la for­ma­ción ideo­ló­gi­ca y las rela­cio­nes inter­na­cio­na­les. ¿Aca­so por qué mata­ron a Lumum­ba, Cabral, San­ka­ra, Machel, Mod­la­ne? La his­to­ria de que tenían muchos años en el poder no les cua­dra a ellos, ni la inva­sión por petró­leo, ni la patra­ña de que eran dic­ta­do­res. Eran nacio­na­lis­tas, socia­lis­tas, se opo­nían a la colo­ni­za­ción, a los mul­ti­la­te­ra­les neo­li­be­ra­les y lucha­ban por un Áfri­ca Uni­da y en coor­di­na­ción con Amé­ri­ca y Asia. El más recien­te de estos már­ti­res fue John Garang, Vice­pre­si­den­te en Sudán del Sur en 2005, que pre­di­ca­ba la inte­gri­dad de país de mayor tama­ño terri­to­rial en el con­ti­nen­te. “Mis­te­rio­sa­men­te” el heli­cóp­te­ro que los tras­la­da­ba se estre­lló, algo simi­lar a lo que pasó con Samo­ra Machell en Mozam­bi­que. Para los que no les con­vie­ne la pre­di­ca de la inte­gra­ción y la uni­dad del Sur, no hay otra sali­da que matar a los pre­di­ca­do­res. Más aún si están ejer­cien­do el poder. ¿No siguió Usted el aco­so con­tra el Pre­si­den­te de Lau­rent Gba­bo de Cos­ta de Mar­fil a quien aho­ra pre­ten­den juz­gar en la igno­mi­nio­sa Cor­te Penal Inter­na­cio­nal? ¿No recuer­da los bom­bar­deos que hacían con­tra la casa de Yaser Ara­faf en Pales­ti­na? El mag­ni­ci­dio es una polí­ti­ca de esta­do (de EEUU, Euro­pa Occi­den­tal, Israel, entre otros) para ani­qui­lar las ideas. Pri­me­ro decla­ra al obje­ti­vo como “Dic­ta­dor”, le abren un expe­dien­te en la arro­di­lla­da Cor­te Penal Inter­na­cio­nal y lue­go lo ajus­ti­cian. Caso con­tra­rio lo encar­ce­lan a perpetuidad.
LA HISTORIA DE LIBIA
En las pági­nas web tipo Wiki­pe­dia, a la que inex­pli­ca­ble­men­te citan inves­ti­ga­do­res muy serios y le hacen copia y pega cien­tos y cien­tos, apa­re­ce el rey Idris como el fun­da­dor de Libia. Y como a veces se lee por leer se repi­te la men­ti­ra. Es impor­tan­te com­pren­der quien fue el señor Idris para la hoy malo­gra­da Libia. Su nom­bre com­ple­to Sidi Muham­mad Idris al-Mah­di al-Sanu­si, y nació en Bengha­zi, Cire­nai­ca, en 1890. Ya en 1911, Idris era Rey de Cire­nai­ca, y como tal fir­mó un tra­ta­do de paz y coope­ra­ción con Ita­lia, la poten­cia inva­so­ra. Con tal acuer­do el rey Idris reci­be dine­ro de los ita­lia­nos quie­nes de esa for­ma ase­gu­ra­ban la paz de los terri­to­rios con­quis­ta­dos. Pero los ita­lia­nos no que­rían ser menos que Fran­cia y Rei­no Uni­do, y reme­mo­ran­do su pasa­do impe­rial deci­den inva­dir a toda Libia. Usur­pan Tri­po­li­ta­nia en 1922. Vien­do Idris el peli­gro de que los ita­lia­nos toma­ran sus feu­dos y se olvi­da­ran de su pac­to de coope­ra­ción, valien­te­men­te huye del país y se exi­lia en Egip­to, bajo el ampa­ro de sus nue­vos ami­gos, los bri­tá­ni­cos. El joven rey no tenía pro­ble­ma alguno en nego­ciar con los impe­rios de Euro­pa siem­pre que se le garan­ti­za­ra su vida feliz.
El valien­te reye­zue­lo pasa 25 años vivien­do cual emir en El Cai­ro. Des­de allí con­tro­la­ba a Cire­nai­ca a tra­vés de sus hom­bres de con­fian­za, radi­ca­dos en Bengha­zi. Espe­ra­ba pacien­te­men­te su momen­to. Cuan­do los alia­dos ganan a la Ale­ma­nia Nazi y al eje la gue­rra, Idris se ale­gra de ver derro­ta­dos a los ita­lia­nos. Sin per­der tiem­po se pone a la orden de Gran Bre­ta­ña y como vie­jo rey de papel les recuer­da que el trono le per­te­ne­ce, y no impor­ta que ellos se que­den con el país. El hom­bre­ci­to es regre­sa­do a Libia en 1947. Ingla­te­rra se lo echa al hom­bro y le da pre­ci­sas ins­truc­cio­nes. Aten­ción lec­tor, aun­que la his­to­ria de hoy es simi­lar a la 1949, no estoy hablan­do toda­vía del CNT, fie­les here­de­ros de aquel laca­yo. El dis­fraz de rey, siguien­do el libre­to bri­tá­ni­co, da el pri­mer paso y pro­cla­ma la Inde­pen­den­cia de Cire­nai­ca, mien­tras los bri­tá­ni­cos coci­nan ante la recién naci­da ONU la uni­fi­ca­ción libia sin oír los pare­ce­res de las tri­bus de Tri­po­li­ta­nia y Fez­zan que pre­fe­rían una con­fe­de­ra­ción y no una unión. En 1949 la ONU resuel­ve la crea­ción del nue­vo esta­do libio. Idris es nom­bra­do rey del esper­pen­to de Monar­quía Fede­ral Inde­pen­dien­te de Libia y reci­be el total bene­plá­ci­to de la ONU, tal como en agos­to de este año se lo dio al pro­cla­ma­do por la OTAN como “CNT”. Cuan­tas coin­ci­den­cias en tan sólo 61 años. De plano Idris se apar­ta de la tra­di­ción ára­be al asu­mir como rey y aban­do­nar su esta­tus de emir. Pre­fie­re ser rey como gus­ta en Rei­no Uni­do. Obsér­ve­se que el señor Sidi Idris no movió un dedo para inde­pen­di­zar a Libia, ni siquie­ra a Cire­nai­ca. Libia no fue inde­pen­dien­te en 1949, ni en 1951, fue mera­men­te un pro­tec­to­ra­do bri­tá­ni­co ava­la­do por la ONU. Pasa­rían 20 años para que la anhe­la­da inde­pen­den­cia se pro­du­je­ra y la dis­fru­ta­ran por 42 años cuan­do de nue­vo el tra­ma­do de impe­rial vol­vie­ra sobre su paso para res­ti­tuir a los here­de­ros del laca­yo Idris en el poder. Del 47 al 60, Idris revi­vió su rei­na­do al ser­vi­cio de Gran Bre­ta­ña y de un her­mano de ésta, EEUU. Des­de el terri­to­rio beduino era fácil con­tro­lar el Medi­te­rrá­neo y la entra­da a Áfri­ca. Los alia­dos ingle­ses esta­ble­cen allí bien equi­pa­das bases mili­ta­res. Esas bases des­apa­re­cie­ron con Gad­da­fi que des­de 2004 cons­truía en su lugar un puer­to de aguas pro­fun­das para ser­vir a Áfri­ca, así como ini­cia­ba una súper carre­te­ra que aspi­ra­ba sur­ca­ra todo el con­ti­nen­te de Nor­te a Sur, es decir de Libia a Sudá­fri­ca, y avi­zo­ra­ba ade­más un ferro­ca­rril de esas dimen­sio­nes. Locu­ras de un ára­be afri­ca­nis­ta que había abra­za­do des­de 2001 la idea de una Fede­ra­ción de Esta­dos de África.
Idris esta­ba tran­qui­lo con el con­trol auto­ri­ta­rio sobre las tri­bus, ayu­da­do por el poder de fue­go de Occi­den­te. Pero en 1960 del terri­to­rio desér­ti­co ema­na a bor­bo­to­nes petró­leo. Las tri­bus recla­man que la nue­va rique­za debe dis­tri­buir­se en las pro­vin­cias que cons­ti­tu­yen la Monar­quía Fede­ral. Idris reci­be nue­vas órde­nes: apa­gar las jus­tas aspi­ra­cio­nes de las pro­vin­cias. Así que sin per­di­da de tiem­po hace apa­re­cer una nue­va cons­ti­tu­ción que crea la Monar­quía Uni­fi­ca­da, vale decir bajo su úni­co man­do (que es otro decir, pues no man­da­ba sino que eje­cu­ta­ba). Las tras­na­cio­na­les petro­le­ra no tar­dan en ins­ta­lar­se. La ganan­cia irá direc­ta­men­te a ellas, y a cam­bio man­tie­nen los capri­chos del rey y una guar­dia repre­si­va que se encar­ga de callar por las balas cual­quier pro­tes­ta tri­bal. Idris des­ata, jun­to a la mayor corrup­ción de la que es capaz, la más cruel repre­sión con­tra el pueblo.
De cos­tum­bres euro­peas, el cruel rey gene­ró un ver­da­de­ro racis­mo con­tra los sub­saha­ria­nos o la gen­te negra como iro­ni­za­ba. Esa gen­te esta­ba prohi­bi­da en su rei­no y paga­ba con la muer­te cru­zar las fron­te­ras de la Monar­quía Uni­fi­ca­da de Libia. Una lim­pie­za étni­ca sin pre­ce­den­tes en el Nor­te de Áfri­ca se efec­tuó en su tira­nía tute­la­da. Las matan­zas que hoy rea­li­zan los del CNT y la OTAN con­tra los emi­gran­tes de Níger, Mali, Chad, Mau­ri­ta­nia y Sudán que viven en Libia des­de la Revo­lu­ción Ver­de son tam­bién lega­do de aquel tris­te­men­te cele­bre rey. Para Idris, Libia no era un país ára­be ni afri­cano, era del Medi­te­rrá­neo euro­peo por tan­to no podía con­ver­tir­se en un refu­gio de emi­gran­tes de color. La vio­la­ción a los dere­chos huma­nos por la monar­quía de Idris, era públi­ca y nota­ria. Era el títe­re fuer­te des­de 1911, ósea gober­nò 58 años, pri­me­ro al ser­vi­cio de Ita­lia y lue­go a las órde­nes de Gran Bre­ta­ña. La ban­de­ra que adop­ta en 1949, que hoy vemos repe­ti­da­men­te, era su sím­bo­lo, que evo­ca­ba al impe­rio Bri­tá­ni­co y con nada que ver con el mun­do Ára­be. Idris odia­ba el pan­ara­bis­mo, detec­ta­ba a Nas­ser y al socia­lis­mo. Solo va a tener rela­cio­nes de coope­ra­ción con los paí­ses ára­bes al fun­dar­se la OPEP.
LOS OFICIALES JÓVENES Y GADDAFI
El des­con­ten­to era gene­ral. El petró­leo no había traí­do nin­gún pro­gre­so a Libia. Nin­gu­na infra­es­truc­tu­ra físi­ca, ni carre­te­ras. Menos escue­las y uni­ver­si­da­des. Para 1968 un 80 % de la pobla­ción sabía leer y escri­bir, y eso gra­cias a las escue­las isla­mi­tas. Ape­nas una cen­te­na había logra­do ingre­sar a algu­na uni­ver­si­dad euro­pea, pues­to que en Libia no había estas ins­ti­tu­cio­nes. Entre los pri­vi­le­gia­dos estu­vo el joven beduino mili­tar Gad­da­fi, quien estu­dio la secun­da­ria en Bengha­zi, cuna del tirano y par­te de la uni­ver­si­dad en Lon­dres, capi­tal del impe­rio opre­sor. La mor­ta­li­dad infan­til ron­da­ba las 100 muer­tes por 1000 naci­dos. Impo­si­ble para la pobla­ción ver un medi­co y el agua pota­ble sólo era posi­ble en los oasis. Solo Idris y su entorno vivían bien, muy bien. En 1969, un gru­po de jóve­nes ofi­cia­les enca­be­za­dos por el Coro­nel Muam­mar Gad­da­fi, derro­ca­ron al gobierno de Idris median­te un gol­pe de esta­do incruen­to en sep­tiem­bre de 1969. El vie­jo rey se encon­tra­ba en Tur­quía reci­bien­do tra­ta­mien­to médi­co, no regre­só al país. Fijó, pri­me­ro, su resi­den­cia en Gre­cia para lue­go soli­ci­tar asi­lo polí­ti­co en Egip­to, país del que obtu­vo la nacio­na­li­dad en 1972.
Nin­guno, léa­se bien, nin­guno de los fie­les a Idris fue per­se­gui­do, tor­tu­ra­do y menos aún muer­to. El gobierno revo­lu­cio­na­rio no dio al mun­do y menos a la ONU moti­vo alguno para acu­sar­lo de vio­len­to: Que dife­ren­cia a la mor­tan­dad, al holo­caus­to de la OTAN y los idri­si­tas con­tra los libios en el recien­te gol­pe de esta­do dado des­de el 19 de mar­zo de 2011 que inclu­yo el mag­ni­ci­dio y el ase­si­na­to con­se­cu­ti­vo de la fami­lia Gad­da­fi. Toda una ven­gan­za pre­pa­ra­da en Bengha­zi al mejor esti­lo del rey laca­yo y con el poder de fue­go de la OTAN.
El gobierno revo­lu­cio­na­rio reali­zó un jui­cio trans­pa­ren­te que duró 5 años con­tra el rey títe­re. Muy dife­ren­te a los jui­cios suma­rios ha los que han sido some­ti­dos líde­res en Irak, Ruma­nia, por ejem­plo. La diri­gen­cia idri­sis­ta fue juz­ga­da con el debi­do pro­ce­so, no se come­tió un solo ase­si­na­to. No se des­tru­yó nin­gu­na pro­pie­dad. No se que­mo un solo retra­to. Toda la fami­lia del monar­ca tirano fue res­pe­ta­da. Cire­nai­ca no sufrió veja­cio­nes. Nin­gún pro monar­ca fue las­ti­ma­do. No exis­te nin­gu­na denun­cia o tes­ti­mo­nio que diga lo con­tra­rio. Gad­da­fi res­pe­to los dere­chos huma­nos de quie­nes habían lle­va­do a su pue­blo al bor­de de la des­apa­ri­ción. En 1974, Idris fue con­de­na­do car­gos de corrup­ción y apro­pia­ción inde­bi­da. Mori­ría, tran­qui­la­men­te en su segun­do hogar en El Cai­ro, sin per­se­cu­cio­nes polí­ti­cas el 15 de mayo de 1983, a los 93 años, de muer­te natu­ral. Pero en sus últi­mos 11 años de exi­lio dora­do, des­puès de la muer­te de Gamal Nas­ser acti­vo una diplo­ma­cia per­so­nal y su incon­ta­ble for­tu­na para tor­pe­dear al gobierno de la Revo­lu­ción Ver­de. Tal como en 1922, no dejo de influir en su tri­bu de Cire­nai­ca y des­de fue­ra alen­tó a Bengha­zi para man­te­ner­lo como bas­tión con­tra­rre­vo­lu­cio­na­rio. Con el aval de sus padri­nos de Gran Bre­ta­ña e Ita­lia logró que occi­den­te blo­quea­ra a la Gran Jamahi­ri­ya y decla­ran a Gad­da­fi terro­ris­ta, comu­nis­ta, tirano. Idris actúo como lo hicie­ron hoy los que alzan la ban­de­ra monár­qui­ca, bus­có el apo­yo de los paí­ses de Euro­pa Occi­den­tal. Fue muy fácil. Gad­da­fi se había alia­do a Nas­ser, su padre polì­ti­co, y come­tió el gran peca­do de nacio­na­li­zar la indus­tria petro­le­ra y mine­ra, expul­san­do a las tras­na­cio­na­les. Eso era imper­do­na­ble, hicie­ra lo que hicie­ra. Tal con­duc­ta solo se paga con la muer­te, como lo paga­ron los már­ti­res afri­ca­nos cita­dos al prin­ci­pio de este estu­dio. Con Gad­da­fi, Libia salió de las pági­nas de los bue­nos mucha­chos pro impe­ria­lis­ta. Los que cono­cen del Blo­queo a Cuba, pue­den ima­gi­nar­se lo que le ocu­rría a la Libia Revo­lu­cio­na­ria. Un blo­queo trae muer­tes. La lucha con­tra un blo­queo requie­re estra­te­gias que a veces rayan en la sobre viven­cia del pue­blo. Quien no lo com­pren­da así, se equi­vo­ca­rá de plano al inten­tar juz­gar al Gad­da­fi pos des­blo­queo y si vamos más cer­ca se equi­vo­ca­ra al ana­li­zar los cam­bios que en la actua­li­dad rea­li­za la revo­lu­cio­na­ria Cuba. Y se equi­vo­ca­ran radi­cal­men­te al pun­to de jus­ti­fi­car la tra­ge­dia que hoy vive la Gran Jamahi­ri­ya Libia. Cui­da­do con eso, no se dejen lle­var por la inme­dia­tez y el que­rer ser el pri­me­ro en decir algo dife­ren­te. El esce­na­rio inter­na­cio­nal actual es esca­bro­so como para estu­diar­lo con oxi­da­das o nove­do­sas pre­mi­sas comunicacionales.
REVOLUCION VERDE
Como varios afri­ca­nos que lucha­ban por la inde­pen­den­cia, Gad­da­fi se pre­pa­ró has­ta los nive­les uni­ver­si­ta­rios, aún recu­rrien­do a hacer­lo en Euro­pa, pero con la con­vic­ción de libe­rar de ver­dad a su país. Por­que Libia no se inde­pen­di­zo en 1949 cuan­do la ONU la con­vir­tió en un pro­tec­to­ra­do de Gran Bre­ta­ña, tal como lo ha hecho en 2011, esta vez aumen­tan­do los amos a más paí­ses de Euro­pa. Libia fue real­men­te inde­pen­dien­te a par­tir del 2 de sep­tiem­bre de 1969. Así lo cele­bra­ron los libios en 2009, con actos lle­nos de ale­gría, de ver­de espe­ran­za, de ver­de isla­mi­ta, de ver­de agra­rio. Con des­fi­le espec­ta­cu­la­res don­de par­ti­ci­pó todo el pue­blo y repre­sen­ta­cio­nes de todos los paí­ses de Áfri­ca e invi­ta­dos de Euro­pa, Amé­ri­ca y Áfri­ca. En ese enton­ces Hugo Chá­vez se pre­sen­tó en la Cum­bre Extra­or­di­na­ria de la Unión Afri­ca­na rea­li­za­da en Trí­po­li y en la sede del Libro Ver­de, de la que hoy sólo que­dan fotos pues fue des­apa­re­ci­da por com­ple­to por las bom­bas ase­si­nas de la OTAN.
Gad­da­fi miró hacia el mun­do ára­be y al Sur. De hecho la revo­lu­ción adop­ta pri­me­ro la ban­de­ra ára­be y al morir Nas­ser una con varia­bles, sin aban­do­nar el pan ara­bis­mo. Será en 1977 cuan­do se esta­ble­ce la Ban­de­ra Ver­de. Entre moti­vos por su visión afri­ca­nis­ta, por la refor­ma agra­ria y por alu­sión direc­ta al Islam, prin­ci­pal reli­gión del país. Gad­da­fi tie­ne su legi­ti­mi­dad al haber gana­do el lide­raz­go de su tri­bu Gadad­fa, la mayor del país. A par­tir de allí el res­to de las tri­bus lo pro­cla­ma maes­tro y guía espi­ri­tual. Tal pro­ce­der cul­tu­ral es muy difí­cil de com­pren­der por los occi­den­ta­les que al hablar de demo­cra­cia lo hacen a ima­gen de su reali­dad y cir­cuns­tan­cias, sin dete­ner­se a revi­sar la cul­tu­ra de otros pue­blos ori­gi­na­rios. El mode­lo mul­ti­par­ti­dis­ta occi­den­tal imple­men­ta­do a san­gre y fue­go en Áfri­ca por Euro­pa no res­pon­de a la con­cep­ción espi­ri­tual y cul­tu­ra de aque­llos pue­blos. Noso­tros los occi­den­ta­les nos nega­mos a enten­der­lo. La demo­cra­cia tie­ne varias inter­pre­ta­cio­nes, impo­ner­la des­de un solo pun­to de vis­ta es inter­ven­cio­nis­mo. Al con­sa­grar­se la Revo­lu­ción, Gad­da­fi plas­ma sus ideas fuer­zas socia­lis­tas en el Libro Ver­de. El libro de con­te­ni­do cla­ra­men­te socia­lis­ta, es uno de los pocos docu­men­tos escri­tos des­de una revo­lu­ción para seña­lar el camino, en espe­cial, en un pue­blo musul­mán don­de la con­duc­ta pasa muchas veces por el dis­cer­ni­mien­to a dis­cre­ción que hacen los que deten­tan el poder del Coran. La Revo­lu­ción Ver­de siem­pre la tuvo muy cla­ra con aquel docu­men­to de pocas pági­nas y fácil lec­tu­ra. Pocos en occi­den­te han estu­dia­do el fun­cio­na­mien­to de la demo­cra­cia libia. El gobierno libio de la revo­lu­ción superó con cre­ces las monar­quías pro occi­den­tal del mun­do ára­be, que de mane­ra insó­li­ta apo­ya­ron y finan­cia­ron a la OTAN bajo la pre­mi­sa de dar­le demo­cra­cia a Libia. Para los que cono­cen el fun­cio­na­mien­to del gobierno de la Gran Jamahi­ri­ya (gobierno de las masas), podrán dar fe de la pro­li­fe­ra­ción de movi­mien­tos socia­les de ese país y de los con­tac­tos con simi­la­res en el mun­do. Mucha gen­te de la que este tra­ba­jo de segu­ro com­par­tió en Libia con gen­te de avan­za­da de otros paí­ses. El apo­yo has­ta finan­cie­ro de la Revo­lu­ción Ver­de lle­gó a nume­ro­sas agru­pa­cio­nes socia­les de Áfri­ca, Amé­ri­ca y Asia. La for­mas de orga­ni­za­ción popu­lar están defi­ni­das den el Libro Ver­de y no eran letra muer­ta. El Gobierno Ver­de dio un apo­yo incon­di­cio­nal a los paí­ses más pobres de Áfri­ca, al menos 20 de ellos reci­bían coope­ra­ción para el desa­rro­llo, mucho más alta que la dada por Euro­pa, Japón y EEUU. Paí­ses que inex­pli­ca­ble­men­te deja­ron sólo a la Revo­lu­ción de Gad­da­fi, como los de Áfri­ca Occi­den­tal, en par­ti­cu­lar los de gobier­nos islá­mi­cos que se bene­fi­cia­ron de la coope­ra­ción soli­da­ria de Libia en diver­sas áreas. En lo mul­ti­la­te­ral corres­pon­dió a la visión de Gad­da­fi dar­le un deci­si­vo impul­so a la Orga­ni­za­ción para la Uni­dad Afri­ca­na, que reu­ni­da en Sir­te en 2001, cam­bio a Unión Afri­ca­na, con una ener­gía nue­va para la reso­lu­ción de con­flic­tos y con el apo­yo finan­cie­ro del gobierno libio, que apos­ta­ba a un gobierno úni­co afri­cano, que de tan sólo ima­gi­nar­lo cau­sa páni­co a Occi­den­te. En la Cum­bre Extra­or­di­na­ria de la UA en sep­tiem­bre de 2009, esta orga­ni­za­ción deci­dió cam­biar su Comi­sión de la UA, por una Auto­ri­dad Úni­ca Afri­ca­na, pro­pues­ta impul­sa­da con vigor por Gad­da­fi. La Unión Euro­pea y EEUU pren­die­ron las alar­mas, nun­ca Áfri­ca había esta­do tan cer­ca del sue­ño de los padres fundadores.
LA NUEVA LIBIA PAZ Y PROGRESO
La ONU siem­pre estu­vo ensa­ña­da con­tra la Libia de Gad­da­fi. Tras las nego­cia­cio­nes de Idris y Gran Bre­ta­ña la some­tió a terri­bles blo­queos eco­nó­mi­cos que sin embar­go no detu­vie­ron el pro­gre­so del país. Para la monar­quía bri­tá­ni­ca, Libia les per­te­ne­ce des­de 1947, Idris se encar­gó de hacér­se­lo sen­tir así. La revo­lu­ción cam­bio defi­ni­ti­va­men­te la cara del país. De 80 % en tiem­pos de los idri­si­tas el anal­fa­be­tis­mo bajo a 5 %, de 100 x 1000 la mor­ta­li­dad infan­til e redu­jo a 16 X mil con la Revo­lu­ción. El PIB Per Capi­ta se cata­pul­tó a 12 dóla­res anua­les y para 2010 Libia ocu­pa­ba un índi­ce de desa­rro­llo humano (edu­ca­ción, salud y eco­no­mía) de 54, el más alto de Áfri­ca; más alto que los paí­ses del Gol­fo Ára­be. Para que ten­ga una idea, Vene­zue­la está en el pues­to 75. El acce­so al agua pota­ble subió casi al 100 % gra­cias a la cons­truc­ción de 4500 Kms de tube­rías de 7 metros de diá­me­tros que lle­van agua del sub­sue­lo a todo el país. Y podrían hacer­lo por 4000 millo­nes de años. Aun­que actual­men­te tan monu­men­tal obra, con­si­de­ra­da la Octa­va Mara­vi­lla del Mun­do, está par­cial­men­te des­trui­da por los bom­bar­deos huma­ni­ta­rios de la OTAN, al pun­to que Trí­po­li se encuen­tra sin sumi­nis­tro cons­tan­te de agua. La Libia que no tenía uni­ver­si­da­des en 1969, reci­bía en la Revo­lu­ción Ver­de a miles de estu­dian­tes de todo el con­ti­nen­te, de Asia y Amé­ri­ca total­men­te gra­tis. Hace poco un buen gru­po de jóve­nes Saha­rauis que cur­sa­ban estu­dio allí debie­ron salir apre­su­ra­da­men­te del país por ries­go a per­der su vida, igual lo hicie­ron jóve­nes de Nica­ra­gua que había lle­ga­do con gran entu­sias­mo en octu­bre de 2010. Con todo segu­ro, entre los sub­saha­riano que cru­za­ban la fron­te­ra hacia el Sur, huyen­do de las bom­bas esta­ban los estu­dian­tes que aho­ra que­dan sin espe­ran­za. No eran mer­ce­na­rios, son jóve­nes que aspi­ran a pre­pa­rar­se para ayu­dar a Áfri­ca. La OTAN no tuvo remor­di­mien­to en dejar caer sus bom­bas “solo mata gad­da­fis­tas” sobre las uni­ver­si­da­des. Total allí con toda segu­ri­dad podía haber uno de a tri­bu de los Gadad­fa estu­dian­do. Gue­rra preventiva.
Y cómo si fue­ra una pre­gun­ta de revis­ta ¿Sabía Usted que has­ta febre­ro 2010 Libia tenía una sobre ofer­ta de vivien­das? ¿Qué en el año 2009, por el alza de los pre­cios del petró­leo, cada fami­lia del país reci­bió 15 mil dóla­res en efec­ti­vos para que cubrie­ra cual­quier défi­cit medi­co u otra nece­si­dad? ¿Qué en caso de que algu­na enfer­me­dad no pudie­ra ser aten­di­da en el país el gobierno se hacía, sin mayor buro­cra­cia, car­go de los tra­ta­mien­tos en exte­rior, inclu­yen­do pasa­jes y manu­ten­ción? ¿Qué exis­tía un pro­gra­ma de becas en el exte­rior para aque­llas carre­ras que no se ofer­ta­ban en el país? Por supues­to aho­ra las gran­des com­pa­ñías euro­peas ten­drán que cons­truir vivien­das, carre­te­ras, hos­pi­ta­les, cam­pos depor­ti­vos, edi­fi­cios edu­ca­ti­vos des­trui­dos por la OTAN, con la úni­ca fina­li­dad de recons­truir y cobrar por ello. Los libios no tenían razón para aca­bar con su paraí­so. Eran feli­ces. La ven­gan­za de los idri­si­tas vino como ani­llo al dedo a la OTAN y a la ONU. El ague­rri­do ejér­ci­to de la Revo­lu­ción com­ba­tió con el últi­mo de sus hom­bres. Nadie da par­te de las dece­nas de miles de jóve­nes sol­da­dos y ofi­cia­les que caye­ron bajo el peso de las moder­nas bom­bas. Los pro­pios CNTrai­do­res se les esca­pó el dato de 50 mil. En la Libia se ha per­pe­tra­do un geno­ci­dio que aún no ter­mi­na. En ciu­da­des don­de se dor­mía a puer­tas abier­tas, hoy sus habi­tan­tes ate­mo­ri­za­dos son asal­ta­dos cons­tan­te­men­te por “rebel­des” que dis­pa­ran ale­gres sobre los “gad­da­fis­tas” y lo expro­pian de sus pro­pie­da­des, vio­lan muje­res y matan a hom­bres para evi­tar “insu­bor­di­na­cio­nes” o cobrar el hecho de seguir a Gad­da­fi. Son los idri­sis­tas, aque­llos a quie­nes la revo­lu­ción no tocó ni un cabe­llo en 1969.
PARA SUPERAR EL BLOQUEO
Para supe­rar el blo­queo y seguir por la sen­da del pro­gre­so, el Gobierno Ver­de idea una estra­te­gia para eli­mi­nar el blo­queo y per­mi­tir que las impor­ta­cio­nes de ali­men­tos, medi­ca­men­tos, bie­nes de capi­tal regre­sen al país. Gra­cias a ello pue­de cons­truir­se el gran río arti­fi­cial con empre­sas de Euro­pa Occi­den­tal y Corea del Sur. Si no se rom­pía el blo­queo en 2003, la sed hubie­se mer­ma­do la pobla­ción. Sin rom­per el blo­queo no se hubie­sen cons­trui­do los gran­des puer­tos y aero­puer­tos, ni hubie­se esta­do Libia arman­do una de las líneas aéreas más fuer­tes del Sur, que ya con­ta­ba con 40 avio­nes de últi­ma gene­ra­ción que ya vola­ban a 23 paí­ses afri­ca­nos y esta­ban pró­xi­mo a hacer un vue­lo sema­nal a Vene­zue­la, con­tri­bu­yen­do a derri­bar el pea­je de tener que trian­gu­lar por Euro­pa para ir a la Madre Áfri­ca. Las inver­sio­nes libias lle­ga­ron a Ita­lia cuyo Pri­mer Minis­tro de mane­ra hipó­cri­ta ofre­ció pagar los daños por la cruel ocu­pa­ción ita­lia­na de 1911 a 1947. Son 25 mil millo­nes de dóla­res que debe Ita­lia a Libia, que pue­den dar por sen­ta­do que no paga­rá, como si se los debie­ra a Gad­da­fi y no al pue­blo libio. Gad­da­fi logró rom­per el blo­queo. Libia se cata­pul­tó por las vías del desa­rro­llo. La indus­tria turís­ti­ca nació con fuer­za. De los paí­ses veci­nos vinie­ron los sub­saha­ria­nos y egip­cios a bus­car tra­ba­jo, no de mer­ce­na­rios sino a tra­ba­jar. Más de 3 millo­nes des­de Egip­to y un núme­ro simi­lar de los paí­ses del Sur. Todas las emba­ja­das afri­ca­nas repre­sen­ta­das en Trí­po­li. Si algún país her­mano no podía cubrir los gas­tos, el gobierno libio, com­pren­dien­do la impor­tan­cia de las rela­cio­nes regio­na­les esta­ba pres­to a auxi­liar­le. La Libia Socia­lis­ta de un país pau­pé­rri­mo pasó a ser una poten­cia media, la quin­ta eco­no­mía afri­ca­na en ascenso.
Por el lado inter­na­cio­nal el gobierno hizo una gran avan­za­da diplo­má­ti­ca. En Sir­te se cons­tru­yó la mejor ciu­dad de con­ver­sio­nes de Áfri­ca, y de las mejo­res del mun­do. Gad­da­fi en per­so­na salió a pre­di­car al mun­do la nece­si­dad de un nue­vo orden mun­dial. De una trans­for­ma­ción radi­cal de la ONU y de una defen­sa del Sur con­tra el nor­te, segu­ra­men­te al tan­to de error mili­tar que había come­ti­do al desarmarse.
En 2009 estu­vo en la ONU para gri­tar­les que era hora de refor­mar­la, de qui­tar­le el poder al Con­se­jo de Segu­ri­dad y dár­se­lo todo a la Asam­blea Gene­ral. Ante los gober­nan­tes del mun­do lanzó+o con­tra el piso la hipó­cri­ta car­ta de la ONU. Se enfren­ta­ba de nue­vo a su archi enemi­ga, la mis­ma que lo había gol­pea­do y que no levan­tó la voz para con­de­nar el bom­bar­deo de su resi­den­cia en la cual murió una de sus hijas. Igno­ra­ba Gad­da­fi que ape­nas dos años des­pués de su pre­sen­cia en la ONU está orde­na­ría bom­bar­dear­les a los hijos y ami­go y al mis­mo has­ta la muer­te. Ya en Julio había esta­do en uno de las tan­tas cum­bres de los paí­ses no ali­nea­dos para recla­mar­les tan­ta pasi­vi­dad ante las poten­cias. Ese día comen­zó a hablar des­de el cen­tro del esce­na­rio has­ta lle­gar al pre­si­dio el cual el can­ci­ller egip­cio le nega­ba soli­ci­tán­do­le “hable des­de su pues­to Señor Pre­si­den­te”. Gad­da­fi inmen­so, le habló con su voz ron­ca “Soy el Pre­si­den­te de la Unión Afri­ca­na, debo hablar des­de el Pre­si­dium. Cuan­do le toque a la Gran Jamahi­ri­ya, habla­ré des­de mi pues­to”. Era una for­ma de plan­tear­le al NOAL que era hora de hablar­le de pie a Occi­den­te y sen­tar­se orgu­llo­so cuan­do se es oído.
Ese mis­mo año vino a Vene­zue­la a la II Cum­bre Amé­ri­ca del Sur Áfri­ca. Ejer­cía la Pre­si­den­cia Pro Tem­po­re de la Unión Afri­ca­na, y lo hacía con ente­re­za y fuer­za. En Mar­ga­ri­ta mos­tró su pro­yec­to de la Orga­ni­za­ción del Tra­ta­do del Atlán­ti­co Sur, para la defen­sa mili­tar y tec­no­ló­gi­ca de las dos regio­nes. Por­que el Sur está vació de trans­por­te, de saté­li­tes, de defen­sas. Mien­tras el Nor­te lo tie­ne todo. Expli­ca­ba Gad­da­fi con su mano sobre un gran mapa que sos­te­nía el Pre­si­den­te Chá­vez en Mar­ga­ri­ta. Y en diciem­bre, de nue­vo en Sir­te, rea­li­za la Cum­bre Unión Euro­pea – Unión Afri­ca­na, y cie­rra exi­gien­do la des­apa­ri­ción de los mons­truos del Bret­ton Wood, el FMI y el Ban­co Mun­dial. Defi­ni­ti­va­men­te Gad­da­fi era peli­gro­so. Allá estu­vie­ron sus ver­du­gos de Gran Bre­ta­ña y Fran­cia. Ya los había pues­to en su lugar cuan­do obli­gó a Sui­za a dis­cul­par­se por el tra­to a uno de sus hijos, o cuan­do ame­na­zó a la Unión Euro­pea con no ven­der­le más petró­leo por el mal tra­to con­tra Libia.
Fue en la Cum­bre de la Liga Ára­be en Sir­te en mar­zo de 2010, ejer­cien­do Gad­da­fi la Pre­si­den­cia Pro Tem­po­re de esa orga­ni­za­ción. Por­que es bueno recor­dar que al momen­to, mar­zo de 2011, de la Liga Ára­be com­por­tar­se como Idris ante la ONU, no invi­ta­ron a Libia que este año ejer­cía la Pre­si­den­cia. Gad­da­fi había anun­cia­do que la Liga Ára­be debía subir el per­fil y ser más com­ba­ti­va en la defen­sa de sus miem­bros ante el impe­rio e Israel. Los ára­bes del Gol­fo no sopor­ta­ban las acti­tu­des anti­im­pe­ria­lis­tas del beduino. Para ellos la uni­dad es sólo un asun­to de decla­ra­cio­nes. Para enton­ces Euro­pa había inclui­do a 188 ciu­da­da­nos libios en una lis­ta de terro­ris­tas. Gad­da­fi, que com­pren­de el poder del petró­leo y la fal­ta que le hace a Euro­pa les dio un ulti­má­tum: “o eli­mi­nan esa lis­ta injus­ta o no les ven­do más petró­leo”. La Pre­si­den­cia Pro Tem­po­re de la UE, ejer­ci­da por Espa­ña, se dis­cul­pó y de inme­dia­to inva­li­dó la lis­ta. Gad­da­fi los hizo arro­di­llar. No olvi­den esto los que insis­ten en decir que este hom­bre se puso al ser­vi­cio de Occi­den­te. Den­se su tiem­po de inves­ti­gar, Inter­net no muer­de. Gad­da­fi fue con­se­cuen­te has­ta al final con sus idea­les y posi­cio­nes. Com­pren­día a cabal­men­te su poder de nego­cia­ción basa­do en el petró­leo y lo uti­li­za­ba Lo que si es cier­to es que Occi­den­te se la juró. Los impe­rios no per­do­nan las humi­lla­cio­nes. Allí está Hai­tí El gran error de Gad­da­fi en esta nego­cia­ción para supe­rar el blo­queo fue la de entre­gar todas las armas disua­si­vas. De haber con­ser­va­do un ter­cio de ella apun­tan­do sobre los ocu­pan­tes de anta­ño y de aho­ra de Libia, ni un avión hubie­se atra­ve­sa­do el cie­lo beduino. No hubo en su abur­gue­sa­do entorno quien se lo advir­tie­ra. Gad­da­fi con­ser­vó el poder terres­tre. Jamás hubie­se per­di­do una gue­rra en tie­rra, y de no haber inter­ve­ni­do la ase­si­na OTAN hubie­se recu­pe­ra­do al menor cos­to todo el país. Lec­cio­nes. Otro error del Líder Libio fue man­te­ner duran­te mucho tiem­po en el gobierno a ele­men­tos que se hicie­ron éli­tes y comie­ron de las mie­les del capi­ta­lis­mo. Muchos de ellos están aho­ra al fren­te de algu­na frac­ción del CNT. Pero los man­tu­vo de con­se­je­ros y has­ta le hicie­ron repe­tir una fal­sa apre­cia­ción sobre la rebe­lión en la veci­na Túnez. Por algo su últi­mo can­ci­ller sal­tó la talan­que­ra. Un can­ci­ller que colo­có a los prin­ci­pa­les emba­ja­do­res de la Gran Jamahi­ri­ya Libia en misio­nes tan noda­les como la ONU. Unión Afri­ca­na, las capi­ta­les euro­peas, EEUU y otras. Un ser­vi­cio diplo­má­ti­co a las órde­nes de la trai­ción, con sus ban­de­ras monár­qui­cas lis­tas para cuan­do lle­ga­rá el momento.
Se le recuer­da en Kam­pa­la, Ugan­da, apa­re­cién­do­se con los pre­si­den­tes del Cari­be y los reyes étni­cos de Áfri­ca, para decir­le al mun­do que la uni­dad y la inte­gra­ción deben ser más que dis­cur­so. Y que de sor­pre­sa nos ten­dría en noviem­bre con la III Cum­bre ASA que toca­ba en Libia. Con él se va un peda­zo de los sue­ños de Amé­ri­ca del Sur – África.

LA CONSPIRACION
Le arma­ron la patra­ña a la Revo­lu­ción Ver­de. SI algo le fal­tó a la Gran Jamahi­ri­ya Libia fue con­for­mar un buen equi­po publi­ci­ta­rio de sus logros. Los medios occi­den­ta­les posi­cio­na­ron la ima­gen de dic­ta­dor y vio­la­dor de dere­chos huma­nos de este hom­bre. Pero en los infor­mes de la ONU de los últi­mos 10 años no apa­re­ce una sola denun­cia con­tra aquel gobierno. Libia había sus­cri­to bajo Gad­da­fi todas las con­ven­cio­nes y pro­to­co­los inter­na­cio­na­les sobre el tema. Esta­ba al día con los orga­nis­mos con­tro­la­do­res de los dere­chos huma­nos, Y cum­plía con las metas del mile­nio. Se ha demos­tra­do que Gad­da­fi no man­dó a bom­bar­dear la Pla­za Ver­de, que no hay fosas comu­nes en Libia, que hay par­ti­ci­pa­ción de la mujer, que los dere­chos fun­da­men­ta­les esta­ban garan­ti­za­dos. Gad­da­fi ni siquie­ra per­si­guió al cana­lla de Idris y sus secua­ces, Y en la ciu­dad de Bengha­zi la opo­si­ción actuó a sus anchas, arma­da has­ta los dien­tes. A esa ciu­dad tam­bién lle­gó el pro­gre­so de la mano de la Revo­lu­ción Ver­de. En Libia, Occi­den­te ha ensa­ya­do todas sus tác­ti­cas moder­nas de gue­rra, que inclu­yen esce­no­gra­fías gigan­tes para simu­lar la toma de Trí­po­li y así des­mo­ra­li­zar al enemigo.
La cons­pi­ra­ción lle­va­ba años fra­guán­do­se. El Gobierno fue mina­do. Los prin­ci­pa­les car­gos fue­ron toma­dos como el Pri­mer Minis­tro, Can­ci­ller, Inte­rior y Jus­ti­cia, Inte­li­gen­cia, Petró­leo y Mine­ría. Hila­ri Clin­ton, cono­ce­do­ra de esto, dio la par­ti­da en aquel dis­cur­so de abril cuan­do “ordeno” disi­mu­la­da­men­te a las per­so­nas que acom­pa­ña­ban al Líder a dejar­lo. Y allí vino el goteo. Los que se man­tu­vie­ron fir­mes fue­ron los hijos Esos de los que varios ana­lis­tas que caen en la farán­du­la y dicen “los hijos de Gad­da­fi se des­via­ron” y toda esa can­ta­le­ta que los ale­ja de la pro­fun­di­dad del caso, cayen­do en lo que los medios quie­ren que se cai­ga. La cons­pi­ra­ción bus­có apo­yo en la reale­za ára­be y la encon­tró rápi­da­men­te. Les con­ve­nía pues gran par­te de las reser­vas inter­na­cio­na­les de Libia se encuen­tra en el Gol­fo, muchí­si­mo más que la que esta­ba en Euro­pa. Los paí­ses ára­bes patro­ci­na­ron la inva­sión con el pro­pio dine­ro aho­rra­do para su país por la admi­nis­tra­ción Gad­da­fi. Eso en su momen­to debe salir a la luz públi­ca. Aho­ra bien, ase­si­na­ron al hom­bre que tal vez admi­nis­tró mejor a país alguno en la tie­rra. Por­que lo doto de infra­es­truc­tu­ra y de un IDH Alto, lo for­mó y es capaz de tener en reser­va 200 mil millo­nes de dóla­res, sufi­cien­te para que su pue­blo pudie­ra cum­plir pagos inter­na­cio­na­les por unos 50 años.
LA DOCTRINA CONTRA EL TERRORISMO A LA DOCTRINA ANTI DICTADURA
El terro­ris­mo ha muer­to. Ya no hace fal­ta que pon­ga­mos el repe­ti­ti­vo párra­fo de “con­de­na­mos el terro­ris­mo en cual­quie­ra de su for­ma y ven­ga de don­de ven­ga”. Ya EEUU dice que mató al fan­tas­ma de Bin Laden. Ya lo que lla­man Al Qae­da se unió a EEUU y tie­ne su peda­zo de poder en Trí­po­li Ya ETA tiró la toa­lla. Aho­ra hay que seguir luchan­do con­tra algo. Que mejor que los dic­ta­do­res. EEUU creó muchos con su Doc­tri­na de la Segu­ri­dad Nacio­nal en Amé­ri­ca. Euro­pa los tuvo bien pode­ro­sos como Fran­co, Hitler y Mus­so­li­ni. Ya el inefa­ble Sar­ko­zi lo ha dicho “Bus­ca­re­mos a los dic­ta­do­res estén don­de estén”. Y para que no haya lugar a dudas, en Inter­net ya apa­re­cen mapas guías que seña­lan quien es dic­ta­dor y quien es gober­nan­te. Si alguien inco­mo­da los obje­ti­vos impe­ria­les, no impor­ta que haya gana­do elec­cio­nes lim­pias y obser­va­das, será dic­ta­dor. Y esos emi­res y reyes que gobier­nan des­de que nacie­ron son gober­nan­tes. Van vien­do. La cali­fi­ca­ción es de los mis­mos que entro­na­ron a Idris y ase­si­na­ron a Gad­da­fi. Aun­que, cui­da­do, por­que hay izquier­das exqui­si­tas como la fran­ce­sa que es capaz de cri­ti­car a Gad­da­fi y has­ta de repro­char por­que los demó­cra­tas no salie­ron corrien­do a apo­yar al CNT. O algu­nos altos polí­ti­cos no cui­dan sus pala­bras y dicen “a pesar de las cri­ti­cas a Gaddafi…bla, bla”. ¿Cuá­les crí­ti­cas? ¿Haber hecho una estra­te­gia para supe­rar el blo­queo? ¿Haber fir­ma­do acuer­dos con Occi­den­te? Si eso lo han hecho muchos de nues­tros paí­ses para diver­si­fi­car­se, para supe­rar le depen­den­cia. La aler­ta está en que occi­den­te es ven­ga­ti­vo y ava­ro. Gad­da­fi siem­pre man­tu­vo sus idea­les huma­ni­ta­rios y su posi­ción anti­im­pe­ria­lis­ta. Cayó en su tie­rra, tal como lo dijo uno y otra vez. Vio morir por goteo a sus hijos. Cuán­to dolor de padre en el pecho del aquel valien­te hom­bre de 69 años. Supli­có una y otra vez a las poten­cias como Rusia, Chi­na que hicie­ran dete­ner los bom­bar­deos, no para sal­var­se él sino para evi­tar que siguie­ran matan­do a su gen­te, como la mata­ba en el blo­queo. Sería cobar­día diplo­má­ti­ca no pre­gun­tar en este momen­to ¿Por qué Chi­na y Rusia no veta­ron la reso­lu­ción 1973? Tenían que hacer­lo. Y con dolor pre­gun­ta­mos ¿Por qué Sudá­fri­ca, Nige­ria y Gabón no vota­ron en con­tra de aque­lla abe­rra­ción inter­ven­cio­nis­ta? Le deben esta expli­ca­ción al pue­blo malo­gra­do de Libia, a los pue­blos del mun­do. Los afri­ca­nos deben vol­ver al camino de la uni­dad que tran­si­ta­ba con Gaddafi.
Gad­da­fi, en su estra­te­gia para dar­le vida a su pue­blo acep­tó nego­ciar con los trai­do­res del CNT, hacer el jue­go occi­den­tal de las elec­cio­nes, dis­tri­buir el poder. Por­que ni siquie­ra poder nece­si­ta­ban los trai­do­res que ya eran sus minis­tros y ocu­pan­tes de altos car­go en el sis­te­ma. Pero el CNT y la OTAN no lo que­rían a él, que­ría a toda Libia, como la tuvie­ron hace 42 años.
“En el mun­do actual, la tota­li­dad de los regí­me­nes polí­ti­cos son el resul­ta­do de la lucha que libran los dis­tin­tos sis­te­mas de Gobierno para alcan­zar el poder, ya sea esta lucha pací­fi­ca o arma­da, como la lucha de cla­ses, de sec­tas, de tri­bus, de par­ti­dos o de indi­vi­duos se liqui­da siem­pre por éxi­to de uno de esos sis­te­mas, indi­vi­duos, gru­po, par­ti­do o cla­se y por la derro­ta del pue­blo, en con­se­cuen­cia, la derro­ta de la ver­da­de­ra demo­cra­cia” (Moham­mad Gad­da­fi, en el Libro Verde).
“Hice todo lo que pude para ayu­dar a la gen­te a enten­der el con­cep­to de demo­cra­cia real, don­de comi­tés popu­la­res diri­gen nues­tro país. Pero eso no alcan­zó, como algu­nos, inclu­so las per­so­nas que tenían casas de 10 habi­ta­cio­nes, nue­vos tra­jes y mue­bles me dije­ron, nun­ca estu­vie­ron satis­fe­chos y tan egoís­tas eran que aun que­rían más. Fue­ron ellos quie­nes dije­ron a los esta­dou­ni­den­ses y otros extran­je­ros, que nece­si­ta­ban «demo­cra­cia» y «liber­tad» sin reco­no­cer que es un sis­te­ma sal­va­je, don­de el pez gran­de se come al chi­co, pero esta­ban encan­ta­dos con esas pala­bras, sin tener en cuen­ta que en EEUU, no hay medi­ci­na gra­tis, no hay hos­pi­ta­les gra­tis, no tie­nen vivien­das gra­tis, no hay edu­ca­ción gra­tis y no tie­nen comi­da gra­tis, excep­to cuan­do la gen­te tie­ne que men­di­gar o ir a lar­gas colas para obte­ner un pla­to de sopa”. Tes­ta­men­to de Gad­da­fi, 27 de mayo de 2011.
Que­da Gad­da­fi como maes­tro eterno de los libios, ver­da­de­ro Padre Fun­da­dor de la Nación. El impe­rio y la monar­quía han hecho retro­ce­der a la Gran Jamahi­ri­ya Libia 42 años, que es como decir diez siglos. Los laca­yos has­ta le han cam­bia­do arbi­tra­ria­men­te el nom­bre al país (obran igual en todas partes).
Nece­sa­rio es estu­diar la vida y obra de este gigan­te afri­cano de tras­cen­den­cia mun­dial. Que la Gran Jamahi­ri­ya Libia Ára­be Popu­lar no espe­re un ciclo de Idris para reto­mar la sen­da de la Inde­pen­den­cia La lucha continúa.
“No hay alter­na­ti­va para mí, ten­go que sos­te­ner mi posi­ción y si Dios quie­re mori­ré siguien­do Su camino, el camino que ha hecho a nues­tro país rico, con tie­rras de cul­ti­vo, con ali­men­tos y salud y que ha per­mi­ti­do inclu­so ayu­dar a nues­tros her­ma­nos y her­ma­nas afri­ca­nos y ára­bes a tra­ba­jar aquí con noso­tros, en la Jamahi­ri­ya Libia.”. 

Tes­ta­men­to de Gad­da­fi, el 27 de mayo de 2011.

Honor y glo­ria a Moham­mad Gad­da­fi, Padre Fun­da­dor de Libia, impul­sor de la Unión Afri­ca­na. Már­tir por la Revo­lu­ción de los Pueblos.

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