Es una far­sa seguir hablan­do de la pri­ma­ve­ra ára­be – James Petras

Comen­ta­rios para CX36 Radio Cen­te­na­rio del soció­lo­go nor­te­ame­ri­cano, Prof. James Petras des­de Nue­va York Esta­dos Uni­dos. Mar­tes 11 de octu­bre de 2011. www​.radio36​.com​.uy

Chury: Petras, ¿cómo estás?

Petras: Esta­mos muy bien Chury. Tene­mos varios temas. Empe­za­mos con el mun­do ára­be y des­pués pasa­mos a Amé­ri­ca Lati­na enfo­can­do sobre Chi­le y Vene­zue­la y si hay tiem­po podría­mos con­si­de­rar lo que está pasan­do en EE.UU. con la pro­tes­ta con­tra Wall Street.

Pri­me­ro hable­mos de Siria por­que los medios de comu­ni­ca­ción como bra­zo de las cla­ses domi­nan­tes en Euro­pa y EE.UU. han dis­tor­sio­na­do toda la natu­ra­le­za del con­flic­to. La ima­gen que pre­sen­tan del con­flic­to de que es una gran masa de movi­mien­to popu­lar que está ata­can­do el gobierno, esa ima­gen es total­men­te fal­sa, no es una movi­li­za­ción pací­fi­ca; es una lucha arma­da que los datos indi­can que cer­ca de mil sol­da­dos y poli­cías han muer­to. Inde­pen­dien­te­men­te de lo que uno pien­sa del movi­mien­to y el gobierno, carac­te­ri­zar­lo sim­ple­men­te como pací­fi­co no es correc­to. Es un con­flic­to armado.

Segun­do, no es una sim­ple pro­tes­ta con exi­gen­cias de algún cam­bio. Los líde­res han decla­ra­do que es una for­ma de tum­bar al gobierno, es una insu­rrec­ción, no una sim­ple protesta.

Ter­cer fac­tor, dice la pren­sa que es un movi­mien­to endó­geno, un movi­mien­to sim­ple­men­te de los pue­blos que bus­can solu­cio­nar sus pro­ble­mas. Pero hay mucha docu­men­ta­ción de hace tiem­po, que los EE.UU. están cana­li­zan­do recur­sos hacia las fuer­zas opo­si­to­ras, inclu­so de for­ma muy abier­ta. El emba­ja­dor nor­te­ame­ri­cano se fue a la mar­cha a inci­tar a los mani­fes­tan­tes a seguir su lucha has­ta derro­car al gobierno. No sólo eso sino que hay muchas indi­ca­cio­nes de que a par­tir de Tur­quía hay armas entran­do al país. Hace dos días encon­tra­ron un alma­cén lleno de ame­tra­lla­do­ras y lan­za­do­res de misi­les. Enton­ces tam­po­co es sim­ple­men­te un levan­ta­mien­to interno. Hay mucha influen­cia exter­na que está fomen­tan­do esta protesta.

Cuar­to pun­to, la pren­sa occi­den­tal habla de la lucha por la demo­cra­cia. Pero las prin­ci­pa­les fuer­zas inter­nas son dos. Una es las fuer­zas pro occi­den­ta­les, simi­lar a lo que pasó en Libia, que es gen­te que está actuan­do para impo­ner un régi­men que podría some­ter­se a la polí­ti­ca nor­te­ame­ri­ca­na y de Euro­pa. La segun­da ver­tien­te de la opo­si­ción son los fun­da­men­ta­lis­tas musul­ma­nes que quie­ren impo­ner un régi­men reli­gio­so con­tra el régi­men secu­lar que exis­te aho­ra. Enton­ces la dico­to­mía demo­cra­cia o auto­ri­ta­ris­mo es fal­sa. Es una lucha entre títe­res y reli­gio­sos con­tra un régi­men autoritario.

Esas son algu­nas cla­ri­fi­ca­cio­nes que debe­mos tomar en cuen­ta. Aho­ra, ¿cuá­les son las alter­na­ti­vas? De una for­ma y otra tene­mos de un lado el impe­ria­lis­mo res­pal­dan­do a los levan­ta­dos con armas, apo­yo, san­cio­nes en las Nacio­nes Uni­das. Y en el otro lado tene­mos un régi­men auto­ri­ta­rio repre­si­vo. Pero exis­te algu­na posi­bi­li­dad de que entre los opo­si­to­res e inclu­so den­tro de los apo­yos del régi­men haya fuer­zas demo­crá­ti­cas secu­la­res que si les per­mi­ten, podrían for­mar una opo­si­ción que pre­sen­te una alter­na­ti­va más demo­crá­ti­ca pero pre­ser­van­do la secu­la­ri­dad del régi­men y man­te­nien­do su polí­ti­ca antiimperialista.

Estas fuer­zas no reci­ben apo­yo guber­na­men­tal y tam­po­co del impe­ria­lis­mo, y tam­po­co los medios de comu­ni­ca­ción los pre­sen­tan como una ver­da­de­ra opción. Es una de las tra­ge­dias: exis­te la posi­bi­li­dad de una sali­da pací­fi­ca tal vez nego­cia­da que evi­te la des­truc­ción del país. Y final­men­te hay que enten­der que Rusia y Chi­na, con el veto en el Con­se­jo de Segu­ri­dad, entien­den que esta insu­rrec­ción arma­da está mani­pu­la­da por el mun­do occi­den­tal. Según los obser­va­do­res en las Nacio­nes Uni­das entien­den que están uti­li­zan­do el mis­mo plan que uti­li­za­ron en Libia: mon­tar pro­tes­tas, lla­mar­los demó­cra­tas, armar­los y uti­li­zar san­cio­nes como aper­tu­ra hacia un ata­que militar.

Por esta razón Rusia y Chi­na recha­zan la pro­pues­ta occi­den­tal de san­cio­nes. Por­que a par­tir de cláu­su­las que per­mi­ten defen­der a quie­nes reci­ben bene­fi­cios huma­ni­ta­rios es que lue­go entran las fuer­zas aéreas y terres­tres de la OTAN para des­truir al gobierno. Por esto Rusia y Chi­na con todas las reser­vas que tie­nen con el régi­men de Siria están en con­tra. Ellos quie­ren que haya una rec­ti­fi­ca­ción inter­na; Rusia pro­po­ne que el régi­men de Assad modi­fi­que el auto­ri­ta­ris­mo. Pero has­ta aho­ra esta pro­pues­ta de Rusia, que es la que me pare­ce más racio­nal, ha sido recha­za­da por Fran­cia, Esta­dos uni­dos e Ingla­te­rra y tam­bién por el régi­men de Assad.

Por esta razón debe­mos man­te­ner nues­tra posi­ción con­tra los ata­ques occi­den­ta­les sin caer en la tram­pa de decir que en la actua­li­dad todo está per­fec­to. Esos son mis comen­ta­rios sobre Siria.

El otro asun­to es Egip­to don­de la jun­ta mili­tar mató a 26 cris­tia­nos hace tres días. Hay que enten­der lo que está pasan­do. Los mili­ta­res en el poder han rap­ta­do el levan­ta­mien­to popu­lar. Aho­ra hay una dic­ta­du­ra mili­tar que está blo­quean­do la demo­cra­cia. Los mili­ta­res están de una for­ma y otra implí­ci­ta­men­te empu­jan­do a los fun­da­men­ta­lis­tas para que ellos domi­nen lo que repre­sen­ta la opo­si­ción. Hay una alian­za táci­ta entre mili­ta­res en el poder y fun­da­men­ta­lis­tas en la opo­si­ción para blo­quear la demo­cra­ti­za­ción. Por esta razón los mili­ta­res han dado la opor­tu­ni­dad para que los fun­da­men­ta­lis­tas ata­quen a los cóp­tos cris­tia­nos. Ellos espe­ran con esto des­pres­ti­giar a la opo­si­ción y dis­traer a un sec­tor del públi­co de la meta demo­crá­ti­ca. Uti­li­zan esta masa­cre para jus­ti­fi­car la dic­ta­du­ra y blo­quear el pro­ce­so de transición.

Los mili­ta­res no tie­nen nin­gu­na inten­ción de demo­cra­ti­zar el país. Han encar­ce­la­do cien­tos de mani­fes­tan­tes, han repri­mi­do muchas huel­gas, han inter­ve­ni­do en las uni­ver­si­da­des. Es una far­sa seguir hablan­do de la pri­ma­ve­ra ára­be cuan­do una dic­ta­du­ra vuel­ve al poder como en el caso de Egip­to. Debe­mos ser cla­ros en eso. Hay una alian­za, tri­ple alian­za aho­ra en Egip­to, entre mili­ta­res, la OTAN e Israel para man­te­ner el sta­tus quo con­tra el movi­mien­to del pue­blo. Y el pue­blo cada vez más entien­de por eso hay muchas huel­gas sin­di­ca­les de maes­tros y otros sec­to­res para bus­car poner algún con­te­ni­do en este lla­ma­do gobierno de transición.

Chury: Habías habla­do de Amé­ri­ca Lati­na como tema también

Petras: El tema de Amé­ri­ca Lati­na es lo que está pasan­do prin­ci­pal­men­te en Chi­le en este momen­to. Chi­le es un ejem­plo de estos paí­ses con una facha­da demo­crá­ti­ca que escon­den una socie­dad con las peo­res des­igual­da­des en toda Amé­ri­ca Lati­na. Y apar­te de los pro­ce­sos elec­to­ra­les, son gobier­nos muy repre­si­vos, con las peo­res mane­ras de con­tro­lar al pue­blo. Encar­ce­lan a mapu­che, indí­ge­nas y gol­pean a los mani­fes­tan­tes que tra­tan de exi­gir un mejo­ra­mien­to en el están­dar de vida.

Hace tiem­po que la bur­gue­sía en Chi­le es la más hipó­cri­ta en el mun­do. Hablan mucho de la demo­cra­cia, hablan mucho de la esta­bi­li­dad y no hablan nada de las des­igual­da­des. Hay que enten­der que en Chi­le, según The Eco­no­mist, tie­nen el peor finan­cia­mien­to de edu­ca­ción públi­ca uni­ver­si­ta­ria de todos los paí­ses en Amé­ri­ca Lati­na, en Euro­pa y en Nor­te­amé­ri­ca. El por­cen­ta­je que va hacia la edu­ca­ción públi­ca uni­ver­si­ta­ria es la misé­rri­mo. Por ejem­plo, sólo el 45% de los estu­dian­tes van a la uni­ver­si­dad públi­ca. La gran mayo­ría van a uni­ver­si­da­des pri­va­das que exi­gen pagos altí­si­mos. Eso sig­ni­fi­ca que el acce­so a la uni­ver­si­dad es muy cla­sis­ta, para per­pe­tuar la estruc­tu­ra de cla­se. Aho­ra, el señor Piñe­ra, que es un mul­ti­mi­llo­na­rio, está uti­li­zan­do la tác­ti­ca del palo y la zanaho­ria: pri­me­ro ofre­ce algu­na com­pen­sa­ción sobre becas para la edu­ca­ción públi­ca pero sin cam­biar el sis­te­ma de ingre­so, los exá­me­nes y las con­di­cio­nes para la gran mayo­ría de los estudiantes.

Antes de las mani­fes­ta­cio­nes Piñe­ra tenía un apo­yo de más del 50 %. Aho­ra ha caí­do a un 20%, mien­tras las últi­mas encues­tas indi­can que el 80% del públi­co apo­ya la lucha estu­dian­til y las rei­vin­di­ca­cio­nes estu­dian­ti­les. Esta pola­ri­za­ción ha cau­sa­do enor­mes inquie­tu­des con el gobierno. Ha aumen­ta­do la repre­sión más sal­va­je. Empie­za a demo­ni­zar al movi­mien­to estu­dian­til lla­mán­do­los extre­mis­tas, por el hecho de que el pre­si­den­te de la Fede­ra­ción uni­ver­si­ta­ria es una mujer comu­nis­ta, una joven líder con gran capa­ci­dad y que está enca­be­zan­do las luchas.

Eso indi­ca otra cosa: cuan­do los estu­dian­tes empie­zan a bus­car la jus­ti­cia social abren la caja de Pan­do­ra para que todos los sec­to­res que se sien­ten exclui­dos de este mode­lo chi­leno pue­dan expre­sar su opo­si­ción. Y esa opo­si­ción exis­tía duran­te los gobier­nos socia­lis­ta y demo­cris­tiano ante­rior­men­te. Pero el con­trol par­ti­da­rio de los sin­di­ca­tos y otras orga­ni­za­cio­nes blo­quea­ban la expre­sión. Aho­ra con el gobierno neo­li­be­ral, la dere­cha no tie­ne los mis­mos meca­nis­mos para mani­pu­lar a las gran­des masas popu­la­res por eso aho­ra tene­mos la expre­sión más abier­ta de este proceso.

En Chi­le pasa algo simi­lar a Uru­guay en el sen­ti­do de que man­tie­ne toda la apa­rien­cia de una demo­cra­cia esta­ble pero escon­de la reali­dad de gran­des des­igual­da­des, de gran­des pri­va­ti­za­cio­nes exclu­yen­tes. Es de fac­to, no está escri­to decir exclui­mos los pobres, exclui­mos a la cla­se tra­ba­ja­do­ra de los bene­fi­cios. Pero por cómo está orga­ni­za­do el sis­te­ma elec­to­ral, no pre­sen­ta las alter­na­ti­vas que el pue­blo quie­re. Enton­ces mono­po­li­zan el dis­cur­so y a par­tir de los medios repri­men cual­quier pre­sen­ta­ción de lo que real­men­te exis­te en la socie­dad. Apar­te de radio Cen­te­na­rio y otros medios, la gran mayo­ría de la gen­te toda­vía no encuen­tra una for­ma de expre­sar­se. En Chi­le el hecho de que el movi­mien­to estu­dian­til es muy diná­mi­co abre la posi­bi­li­dad para que otros sec­to­res socia­les pue­dan regis­trar su recha­zo al sis­te­ma existente.

Y en los Esta­dos Uni­dos el movi­mien­to con­tra Wall Street sigue cre­cien­do. Aho­ra, otra vez tene­mos una cam­pa­ña en los medios para des­pres­ti­giar al movi­mien­to, a pesar de que aho­ra está fun­cio­nan­do de una for­ma u otra en cien­tos de ciu­da­des. Pero empie­za aho­ra la repre­sión. Ano­che en Bos­ton encar­ce­la­ron a más de cien mani­fes­tan­tes y en Washing­ton tam­bién están tra­tan­do de mar­gi­nar­los afue­ra de la vis­ta del gran público.En Nue­va York la poli­cía lan­za un feroz asal­to para des­alo­jar los acam­pa­dos. Lo que quie­ren es ais­lar­los y mar­gi­nar­los para mini­mi­zar la impor­tan­cia que tie­ne. Algu­nos ami­gos ayer entre­vis­ta­ron a per­so­nas de Wall Street off the record y la gen­te de Wall Street se sien­te muy eno­ja­da y muy frus­tra­da por el hecho de que hay un movi­mien­to que saca a la luz sus prác­ti­cas de esta­fas, corrup­ción y ganan­cias. Los gran­des capi­ta­les se sien­ten afec­ta­dos por este movimiento.

Mien­tras la dere­cha está uti­li­zan­do todas las armas de des­pres­ti­gio, Oba­ma y los demó­cra­tas no han expre­sa­do nin­gún apo­yo por­que ellos tam­bién finan­cian sus cam­pa­ñas con lo que dan los ricos de Wall Street. Acá tene­mos un movi­mien­to que sigue inde­pen­dien­te y libra­do a su pro­pia fuerza.

El fac­tor sub­ver­si­vo a todo eso son los sin­di­ca­tos, que en pri­me­ra ins­tan­cia decla­ra­ron su apo­yo a este pro­yec­to de ocu­par Wall Street; inclu­so mar­cha­ron jun­to con los ocu­pan­tes en una gran mar­cha hace una sema­na de más de 30 mil per­so­nas. Pero hace pocos días lo que vemos es que los sin­di­ca­tos han decla­ra­do una gran mar­cha en apo­yo de Oba­ma y su plan de empleo.

Extrac­ta­do por La Haine

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