Far­ma­céu­ti­cas. El nego­cio de la enfer­me­dad- Ber­na Gómez

Según hemos sabi­do estos días atrás, la far­ma­céu­ti­ca Roche, argu­men­tan­do la deu­da que se le debe, deja de sumi­nis­trar medi­ci­nas a hos­pi­ta­les grie­gos y da un avi­so al esta­do español.

Una noti­cia de este cali­bre debe­ría crear alar­ma social y ser asun­to de pri­mer orden para los medios, tema des­ta­ca­do de las ter­tu­lias, pun­to prio­ri­ta­rio en la agen­da de los polí­ti­cos y moti­vo de preo­cu­pa­ción y deba­te para el con­jun­to de la pobla­ción. Y es que, como si de una fami­lia más de la camo­rra se tra­ta­ra, una empre­sa de pro­duc­ción y sumi­nis­tro de un bien de pri­me­ra nece­si­dad como el medi­ca­men­to, con todos los mati­ces y cri­ti­cas que se le pue­da hacer a la medi­ci­na con­ven­cio­nal basa­da en el medi­ca­men­to, se cree con el sufi­cien­te poder sobre los esta­dos y las gen­tes como para cor­tar el sumi­nis­tro de medi­ci­nas y chan­ta­jear con recor­tes en su plan­ti­lla. Toda una demos­tra­ción de abu­so de poder, chan­ta­je y aten­ta­do a la salud pública.

Que se sepa, nin­gún fis­cal ni res­pon­sa­bles de las admi­nis­tra­cio­nes han toma­do car­tas en el asun­to, más bien lo con­tra­rio, los res­pon­sa­bles de salud de varias auto­no­mías han sali­do con urgen­cia a decir que sí, que las deu­das que se tie­nen con la mul­ti­na­cio­nal se paga­rán. Pare­cie­ra que el “mar­ke­ting del mie­do” fun­cio­na con total impunidad.

Y enton­ces nos sur­ge la “ino­cen­te” pre­gun­ta: ¿cómo es posi­ble que haya­mos lle­ga­do a esta situa­ción, no la de la cri­sis eco­nó­mi­ca, que tam­bién, sino aque­lla que supo­ne que algo tan pri­mor­dial como la salud (y aho­ra mis­mo los medi­ca­men­tos como par­te de ella) pue­da estar deter­mi­na­da, con­di­cio­na­da por una empre­sa pri­va­da que tie­ne poder para deci­dir cómo, cuan­do y a quién sumi­nis­tra sus pro­duc­tos? ¿Cómo es posi­ble que una bue­na par­te de la estruc­tu­ra sani­ta­ria públi­ca depen­da de los ava­ta­res de las mul­ti­na­cio­na­les far­ma­céu­ti­cas? En una pala­bra, ¿Cómo se pue­de dejar el dere­cho a la salud, del que debe gozar todo ser humano, esa gran par­te de lucha con­tra la enfer­me­dad, que en la actua­li­dad supo­nen los medi­ca­men­tos y otros fun­da­men­ta­les sumi­nis­tros de estas empre­sas, en manos de entes cuyo obje­ti­vo final es la obten­ción de bene­fi­cios eco­nó­mi­cos para pagar los divi­den­dos de sus inver­so­res y accio­nis­tas y sobre los que la cosa públi­ca, repre­sen­tan­tes de la ciu­da­da­nía inclui­dos, no tie­ne con­trol? ¿Sus bene­fi­cios valen más que nues­tras vidas?

Es un tema de tal gra­ve­dad que el deba­te debie­ra estar ya abier­to, en todos los fren­tes y en toda su dimensión.

Apor­te­mos algu­nos datos al mismo.

La Indus­tria Far­ma­céu­ti­ca se sitúa hoy en día, según el infor­me de desa­rro­llo de la ONU, como el ter­cer sec­tor eco­nó­mi­co a nivel mun­dial tras la indus­tria arma­men­tís­ti­ca y el narcotráfico.

Acla­ran­do pre­via­men­te que no se pue­de meter en el mis­mo saco a todas las empre­sas del sec­tor, esta­mos hablan­do de una Indus­tria muy cues­tio­na­da por sus pre­sio­nes y malas artes de cara a man­te­ner el nivel de bene­fi­cio, ante­po­nien­do en dema­sia­das oca­sio­nes, y a cos­ta de lo que sea, el obje­ti­vo del nego­cio al obje­ti­vo de satis­fa­cer el dere­cho a la salud de las per­so­nas. Voces cua­li­fi­ca­das y noti­cias rela­cio­na­das con lo ante­rior apa­re­cen en lo medios cada vez con más pro­fu­sión, denun­cia de la pun­ta de un gran ice­berg de corrup­ción que des­ta­pa la per­ver­si­dad del actual orden de cosas que deja en manos de la indus­tria far­ma­céu­ti­ca bue­na par­te de las posi­bi­li­da­des de sanar a millo­nes de per­so­nas en el planeta.

He selec­cio­na­do algu­nas de esas infor­ma­cio­nes que en este últi­mo año han veni­do apa­re­cien­do. Las fuen­tes son medios de comu­ni­ca­ción escri­ta y elec­tró­ni­ca, libros, webs de empre­sas e ins­ti­tu­cio­nes, etc.

La com­pa­ñía Ser­vier está en el cen­tro de un escán­da­lo sani­ta­rio en Fran­cia, don­de diver­sos estu­dios res­pon­sa­bi­li­zan al Media­tor ‑que se comer­cia­li­zó des­de 1976 has­ta su reti­ra­da 2009- de la muer­te de entre 500 y 2.000 per­so­nas en el país. Unos 1.500 pacien­tes que uti­li­za­ron ese fár­ma­co para la dia­be­tes que muchos médi­cos rece­ta­ban tam­bién como adel­ga­zan­te se han suma­do a la denun­cia que tres jue­ces tie­nen abier­ta con­tra esta compañía.

Según un estu­dio del Bri­tish Medi­cal Jour­nal (BMJ), una de las revis­tas médi­cas de refe­ren­cia, un infor­me cla­ve de la OMS ocul­tó los víncu­los finan­cie­ros entre sus exper­tos y las far­ma­céu­ti­cas Roche y Gla­xo, fabri­can­tes de Tami­flu y Relen­za, los fár­ma­cos anti­vi­ra­les con­tra el virus H1N1. Ese fue el infor­me que ins­tó a los Gobier­nos a api­lar reser­vas de esos medi­ca­men­tos, por valor de unos 6.000 millo­nes de dóla­res (4.900 millo­nes de euros). Las crí­ti­cas del Bri­tish Medi­cal Jour­nal se suman a las del Con­se­jo de Europa,

Duran­te años, la com­pa­ñía Wyeth pagó los ser­vi­cios de una empre­sa de comu­ni­ca­ción para que pro­du­je­ra artícu­los y revi­sio­nes que des­pués apa­re­cie­ron en las revis­tas médi­cas bajo el nom­bre de los médi­cos que acce­dían a ello. Igual que el escri­tor que paga a un “negro” para que le escri­ba un libro. En esos artícu­los, se ensal­za­ban las supues­tas vir­tu­des de Prem­pro ‑tera­pia hor­mo­nal sus­ti­tu­ti­va para la meno­pau­sia- y se pasa­ban por alto sus peli­gros, una prác­ti­ca que con­tri­bu­yó a la expan­sión de su uso entre las muje­res que no lo nece­si­ta­ban. Se cele­bra en EEUU jui­cio con­tra esta com­pa­ñía por los casos de cán­cer de mama cau­sa­dos por Prem­pro.

La mayor mul­ti­na­cio­nal far­ma­céu­ti­ca, la esta­dou­ni­den­se Pfi­zer, nego­ció en abril de 2009 con el Gobierno de Nige­ria un acuer­do para evi­tar un jui­cio por la muer­te de 11 niños en el país afri­cano y las secue­las cau­sa­das en dece­nas de ellos en el ensa­yo clí­ni­co de un medi­ca­men­to lla­ma­do Tro­van. Unas 200 fami­lias de Kano, al nor­te de Nige­ria, ase­gu­ra­ban que su país fue en 1996 un expe­ri­men­to para pro­bar el Tro­van y uti­li­zar a sus hijos como coba­yas huma­nos. La com­pa­ñía pagó 75 millo­nes de dóla­res (57 millo­nes de euros), para indem­ni­zar a las fami­lias y evi­tar así que la cau­sa cri­mi­nal que había comen­za­do en los tri­bu­na­les lle­ga­se a prosperar.

La poli­cía ita­lia­na des­cu­brió la con­ce­sión de comi­sio­nes ile­ga­les y rega­los a miles de médi­cos ita­lia­nos por par­te de Gla­xoS­mith­Kli­ne como «pre­mio» por rece­tar sus pro­duc­tos a los pacien­tes. Y nada menos que 4.713 per­so­nas fue­ron pro­ce­sa­das acu­sa­das de per­te­ne­cer a una red encar­ga­da de favo­re­cer la ven­ta de los pro­duc­tos GSK. El tra­to «per­so­na­lí­si­mo» entre pro­mo­to­res de ven­tas y doc­to­res incluía becas para sus hijos, ingre­sos ban­ca­rios «for­tui­tos» o via­jes a para­jes exó­ti­cos de India o Bra­sil. Duran­te el perio­do 19992002 Gla­xoS­mith­Kli­ne en Ita­lia dedi­có más de 228 millo­nes de euros a «corrom­per médi­cos», según pala­bras de la poli­cía ita­lia­na. Y la cen­tral de la empre­sa fue acu­sa­da de «crí­me­nes cor­po­ra­ti­vos». El asun­to fue tan escan­da­lo­so que la pro­pia mul­ti­na­cio­nal reco­no­ce­ría los hechos en un comu­ni­ca­do público

“Es cons­tan­te el tras­va­se de polí­ti­cos sani­ta­rios, con­se­je­ros y direc­to­res gene­ra­les a la indus­tria far­ma­céu­ti­ca. Un ejem­plo para­dig­má­ti­co de ello es el de Ber­nat Soria, ex minis­tro de Sani­dad, que fichó por el labo­ra­to­rio Abbot para hacer un infor­me sobre las caren­cias del Sis­te­ma Nacio­nal de Salud y el papel de la Indus­tria Farmacéutica..” 

Richard J. Roberts, Nobel de Medi­ci­na en 1993: “Es habi­tual que las far­ma­céu­ti­cas estén intere­sa­das en líneas de inves­ti­ga­ción no para curar sino sólo para con­ver­tir en cró­ni­cas dolen­cias con medi­ca­men­tos cro­ni­fi­ca­do­res mucho más ren­ta­bles que los que curan del todo y de una vez para siem­pre. Y no tie­ne más que seguir el aná­li­sis finan­cie­ro de la indus­tria far­ma­co­ló­gi­ca y com­pro­ba­rá lo que digo”. “Se han deja­do de inves­ti­gar anti­bió­ti­cos por­que son dema­sia­do efec­ti­vos y cura­ban del todo”. “Ape­nas se inves­ti­gan las enfer­me­da­des ter­cer­mun­dis­tas, por­que los medi­ca­men­tos que las com­ba­ti­rían no serían rentables.

Tho­mas Steitz, Nobel de Quí­mi­ca en 2009: “Muchas de las gran­des far­ma­céu­ti­cas han cerra­do sus inves­ti­ga­cio­nes sobre anti­bió­ti­cos por­que curan a la gen­te y lo que estas empre­sas quie­ren es un fár­ma­co que haya que tomar toda la vida”. “Nos resul­ta difí­cil encon­trar una far­ma­céu­ti­ca que quie­ra tra­ba­jar con noso­tros, por­que para estas empre­sas ven­der anti­bió­ti­cos en paí­ses como Sudá­fri­ca no gene­ra ape­nas dine­ro y pre­fie­ren inver­tir en medi­ca­men­tos para toda la vida”.

En la web de Far­ma­in­dus­tria, la gran patro­nal de las empre­sas far­ma­céu­ti­cas en el esta­do espa­ñol, se pue­de leer, con fecha de Agos­to de 2011: “las medi­das apro­ba­das por el CISNS con­du­cen a la indus­tria far­ma­céu­ti­ca a una situa­ción lími­te y no solu­cio­nan los pro­ble­mas finan­cie­ros del SNS. Se empo­bre­ce la pres­ta­ción far­ma­céu­ti­ca que reci­ben los pacien­tes y se inter­fie­re en la acti­vi­dad pro­fe­sio­nal de los médi­cos” Se refie­re, entre otras cosas, a la “gene­ra­li­za­ción de la pres­crip­ción por prin­ci­pio acti­vo, que es inad­mi­si­ble, limi­ta la auto­no­mía del médi­co y pue­de tener con­se­cuen­cias nega­ti­vas para los pacien­tes”. Es decir, la indus­tria far­ma­céu­ti­ca pre­sio­na al con­jun­to del sis­te­ma sani­ta­rio públi­co cues­tio­nan­do el uso de gené­ri­cos y ponien­do como arie­te a los médi­cos y a los pro­pios pacien­tes. Por cier­to, Far­ma­in­dus­tria dis­po­ne en su web de un apar­ta­do pro­pio para “pro­mo­cio­nar” la acti­vi­dad de las aso­cia­cio­nes de pacientes.

Uno de los fren­tes de incur­sión más poten­tes de las far­ma­céu­ti­cas en el sec­tor sani­ta­rio, publi­co o pri­va­do, se sitúa en la pres­crip­ción de fár­ma­cos, es decir, en el colec­ti­vo médico.

Curio­sa­men­te, en el mis­mo mes de Abril de este 2011 han apa­re­ci­do publi­ca­dos dos libros sobre el papel que muchos médi­cos jue­gan a la hora de per­mi­tir e inclu­so par­ti­ci­par de mane­ra acti­va en prác­ti­cas de pre­sión y soborno por par­te de los labo­ra­to­rios. Sus auto­res tra­ba­jan en dos mun­dos bas­tan­te dis­tan­tes, pero coin­ci­den a la hora de ana­li­zar las “tur­bias manio­bras de la indus­tria far­ma­céu­ti­ca”. Uno, Jose Ramón Ger­má Lluch es médi­co oncó­lo­go y ha sido, entre otras cosas, Pre­si­den­te de la Socie­dad Espa­ño­la de Onco­lo­gía Médi­ca. Actual­men­te es Jefe del Ser­vi­cio de Onco­lo­gía Médi­ca en el Ins­ti­tu­to Cata­lán de Onco­lo­gía, diri­ge el Depar­ta­men­to de Onco­lo­gía del Hos­pi­tal Gene­ral de Cata­lu­ña y es pro­fe­sor titu­lar de Onco­lo­gía Médi­ca de la Uni­ver­si­dad de Bar­ce­lo­na, entre otros. Es decir, un repu­tado pro­fe­sio­nal de la medi­ci­na con­ven­cio­nal. En su libro nove­la­do “Dio­ses de Bata Blan­ca” refle­ja “hechos reales sobre la éti­ca, la ambi­ción y las tur­bias manio­bras de la indus­tria far­ma­céu­ti­ca”. En un poten­te párra­fo del libro, y a modo de resu­men final de lo que en él denun­cia, se pue­de leer: “( ) Des­cri­bía la rela­ja­ción pro­gre­si­va de las agen­cias regu­la­do­ras con res­pec­to a la apro­ba­ción de medi­ca­men­tos para ser comer­cia­li­za­dos mun­dial­men­te, denun­cia­ba la mani­pu­la­ción de efec­tos adver­sos que algu­nas com­pa­ñías escon­den en el dos­sier de pre­sen­ta­ción para la pos­te­rior apro­ba­ción de su nue­vo pro­duc­to, en oca­sio­nes de esca­sa acti­vi­dad y toxi­ci­dad mal estu­dia­da y, final­men­te, reve­la­ba la crea­ción y pos­te­rior poten­cia­ción de líde­res médi­cos de opi­nión, que enca­be­zan la pun­ta de lan­za de la pro­pa­gan­da del nue­vo medi­ca­men­to y que ase­so­ran a algu­nas com­pa­ñías far­ma­céu­ti­cas en dise­ño de su cam­pa­ña de pre­sen­ta­ción de resul­ta­dos y su mar­ke­ting pos­te­rior sin preo­cu­par­se de rea­li­zar, muchas veces, una revi­sión a fon­do del desa­rro­llo del fár­ma­co en cuestión”.

El otro es perio­dis­ta, autor de varios libros rela­cio­na­dos con el tema pre­sen­te. Miguel Jara con­cen­tra en su libro “Labo­ra­to­rio de Médi­cos, via­je al inte­rior de la medi­ci­na y la indus­tria far­ma­céu­ti­ca” una autén­ti­ca bom­ba de denun­cia docu­men­ta­da, lle­na de datos y prue­bas, basa­das fun­da­men­tal­men­te en tes­ti­mo­nios y docu­men­tos apor­ta­dos por (ex)representantes comer­cia­les de la pro­pia indus­tria, que pone sobre la mesa de la opi­nión públi­ca algo que casi todo el mun­do cono­ce y muchos asu­men con nor­ma­li­dad: la com­pra de volun­ta­des de muchos pro­fe­sio­na­les por par­te de los “visi­ta­do­res médi­cos” para la pres­crip­ción de medi­ca­men­tos. Se cal­cu­la que en el Esta­do tan solo un 10% de los médi­cos se nie­ga a reci­bir a los visi­ta­do­res. No quie­re decir esto que sea una mayo­ría la que cae en el jue­go del soborno o la seduc­ción indu­ci­da por los labo­ra­to­rios, ni que quie­nes lo hacen están al mis­mo nivel de corrup­ción y de fal­ta de ética.

Para esta acti­vi­dad, los labo­ra­to­rios dis­po­nen de la infor­ma­ción que a ele­va­dos pre­cios les ofre­cen empre­sas de mar­ke­ting far­ma­céu­ti­co. En la web de una de éstas, Clo­se-Up, se pue­de leer: “como misión ofre­cer a la Indus­tria, pro­duc­tos, ser­vi­cios y solu­cio­nes de nego­cios cada vez más ade­cua­dos a las cre­cien­tes nece­si­da­des de la Indus­tria Far­ma­céu­ti­ca. Con­cien­tes de la nece­si­dad y reque­ri­mien­tos de la Indus­tria Far­ma­céu­ti­ca, hemos tra­ba­ja­do inten­sa­men­te en los últi­mos tiem­pos para poner a dis­po­si­ción del Mer­ca­do el ser­vi­cio úni­co y de alto valor agre­ga­do: PRESCRIBER’s.

Este ser­vi­cio úni­co vía Web, por el cual los Repre­sen­tan­tes y Geren­tes de Dis­tri­to podrán revi­sar los per­fi­les pres­crip­ti­vos de sus Médi­cos Visi­ta­dos y No Visi­ta­dos, efec­tuar Seg­men­ta­ción y Tar­ge­ting, tie­ne por obje­ti­vo cen­tral mejo­rar la PRODUCTIVIDAD DE LA FUERZA DE VENTAS a par­tir del uso racio­nal y efec­ti­vo del Fiche­ro Médi­co de la Compañía.

El mis­mo está dis­po­ni­ble en for­ma ágil, fle­xi­ble y ami­ga­ble, brin­dan­do acce­so inte­gra­do on-line a todas las infor­ma­cio­nes de inte­rés del médi­co pres­crip­tor:- DATOS COMPLETOS catas­tra­les del MÉDICO Padro­ni­za­do y Nor­ma­li­za­do, ase­gu­ran­do la inte­gri­dad de los datos de cada médi­co de inte­rés.- PERFIL PRESCRIPTIVO DEL MÉDICO, con las infor­ma­cio­nes del Poten­cial y la Pro­duc­ti­vi­dad de cada médi­co en los mer­ca­dos de selec­ción. ¿Saben esto los médicos?

Repro­duz­co aquí un párra­fo del libro de Jara que a mi modo de ver refle­ja ade­cua­da­men­te esa ideo­lo­gía domi­nan­te y asu­mi­da que en torno a este aspec­to jus­ti­fi­ca, en la con­cien­cia de muchos de los pro­fe­sio­na­les sani­ta­rios y de los mis­mos ven­de­do­res, esa rela­ción con­sen­ti­da: “Exis­tía un nego­cio de medi­ca­men­tos, dro­gas lega­les a las que se le había dota­do de un valor que muchas no tenían. El mar­ke­ting había fun­cio­na­do, la socie­dad acep­ta­ba el jue­go maca­bro de ati­bo­rrar­se de fár­ma­cos peli­gro­sos y en nume­ro­sos casos inefi­ca­ces. Pero para ali­men­tar un fue­go que ele­va­ba sus enor­mes lla­mas has­ta los alta­res del bene­fi­cio eco­nó­mi­co había que aña­dir­le leña de mane­ra cons­tan­te. Para ello los labo­ra­to­rios nece­si­ta­ban a los médi­cos. Los pres­crip­to­res, como les lla­ma­ban, eran eso, la puer­ta abier­ta al cuar­to de la leña, Los pres­crip­to­res tenían en sus manos, en los bolí­gra­fos seri­gra­fia­dos con el recor­da­to­rio de un fár­ma­co con los que exten­dían rece­tas, el poder de encum­brar el penúl­ti­mo pro­duc­to con el que la com­pa­ñía far­ma­céu­ti­ca espe­ra­ba encon­trar su Dora­do. En la rece­ta esta­ba la cla­ve y solo el médi­co podía exten­der­la. Había que inven­tar algo para acce­der a la volun­tad del pres­crip­tor. Inven­ta­rían que si el facul­ta­ti­vo está muy ocu­pa­do aten­dien­do a sus pacien­tes no dis­pon­dría de tiem­po para estar infor­ma­do de las nove­da­des tera­péu­ti­cas. Era la excu­sa per­fec­ta. Los labo­ra­to­rios se encar­ga­rían de ofre­cer de mane­ra gra­tui­ta, y en apa­rien­cia altruis­ta, esos ser­vi­cios. Nacía así una nue­va pro­fe­sión. Cen­te­na­res, miles de seres nece­si­ta­dos acce­de­rían a tra­ba­jar como Infor­ma­do­res Téc­ni­cos Sani­ta­rios. Lle­va­rían a las con­sul­tas de los gale­nos la “cien­cia” a la que éstos no podían acce­der por fal­ta de tiem­po. Los espe­cia­lis­tas se ocu­pa­rían mejor de sus pacien­tes al no tener que per­der el tiem­po en infor­mar­se. En la for­ma­ción de los doc­to­res esta­ba la cla­ve del nego­cio. Los médi­cos ya no ten­drían que pen­sar; una indus­tria lo haría por ellos. La como­di­dad esta­ba ser­vi­da en ban­de­ja. La anhe­la­da y enfer­mi­za como­di­dad que se vol­ve­ría con­tra aquel que vaga­ra bajo sus influjos.

“En el pues­to de tra­ba­jo de *infor­ma­dor téc­ni­co sani­ta­rio* hay un ven­de­dor que posee una for­ma­ción míni­ma sobre el fár­ma­co del que infor­ma. La jus­ta para con­ven­cer a algún espe­cia­lis­ta de que lo uti­li­ce. Sin cre­di­bi­li­dad cien­tí­fi­ca. La res­pon­sa­bi­li­dad y el obje­ti­vo labo­ral de un ven­de­dor es, exclu­si­va­men­te, vender”.

Mate­rial de escri­to­rio, entra­das para even­tos depor­ti­vos en pal­cos pri­vi­le­gia­dos, comi­das y cenas, libros, ins­crip­cio­nes a con­gre­sos y jor­na­das, reunio­nes “cien­tí­fi­cas”, equi­pos infor­má­ti­cos (hard­wa­re y soft­wa­re) , cáma­ras de fotos, via­jes, alo­ja­mien­tos en hote­les de lujo, cur­sos cien­tí­fi­cos y de far­ma­co­vi­gi­lan­cia, ensa­yos clí­ni­cos, e, inclu­so como caso más gra­ve si cabe, dine­ro con­tan­te y sonan­te son algu­nas de las dádi­vas del exten­di­do tra­pi­cheo en torno al nego­cio de los fármacos.

Quie­nes tra­ba­ja­mos en el sec­tor de la sani­dad publi­ca, espe­cial­men­te en el ámbi­to hos­pi­ta­la­rio, somos tes­ti­gos dia­rios de la acti­vi­dad de todo un ejér­ci­to de visi­ta­do­res médi­cos, ven­de­do­res deam­bu­lan­tes por los pasi­llos de los cen­tros sani­ta­rios al ace­cho de los gale­nos para “infor­mar­les” y “recor­dar­les” sus pro­duc­tos. Tam­bién somos tes­ti­gos direc­tos de algu­nos de los pre­sen­tes con que bas­tan­tes de estos “infor­ma­do­res téc­ni­cos sani­ta­rios” aga­sa­jan a los médi­cos y a los dis­tin­tos depar­ta­men­tos, espe­cial­men­te en fechas seña­la­das como las navi­da­des (bolí­gra­fos, agen­das, rega­los varios, dul­ces, cava, vinos,.. todo ello de la mejor cali­dad). Aho­ra se hace de mane­ra menos osten­to­sa, entre otras cosas por­que la Ley, aun­que no se apli­que ni míni­ma­men­te, lo deja cla­ro. La Ley 292006 de garan­tías y uso racio­nal de los medi­ca­men­tos y pro­duc­tos sani­ta­rios dice, en el apar­ta­do de infrac­cio­nes (artícu­lo 101), con­cre­ta­men­te en cuan­to a las gra­ves: “ Acep­tar, los pro­fe­sio­na­les sani­ta­rios, con moti­vo de la pres­crip­ción, dis­pen­sa­ción y admi­nis­tra­ción de medi­ca­men­tos y/​o pro­duc­tos sani­ta­rios con car­go al Sis­te­ma Nacio­nal de Salud, o sus parien­tes y per­so­nas de su con­vi­ven­cia, cual­quier tipo de incen­ti­vo, boni­fi­ca­cio­nes, des­cuen­tos prohi­bi­dos, pri­mas u obse­quios efec­tua­dos por quien ten­ga intere­ses direc­tos o indi­rec­tos en la pro­duc­ción, fabri­ca­ción y comer­cia­li­za­ción de medi­ca­men­tos y pro­duc­tos sani­ta­rios” . Las san­cio­nes res­pec­to a esto pue­den ir des­de un míni­mo de 30.000 euros has­ta un máxi­mo de 90.000.

Hay que des­ta­car, no obs­tan­te, en torno a esta rela­ción de la Indus­tria Far­ma­céu­ti­ca con el mun­do de los pro­fe­sio­na­les sani­ta­rios, la inte­gri­dad de una mayo­ría de los mis­mos, algu­nos de los cua­les ya han comen­za­do no solo a alzar la voz de la pro­tes­ta ante esta reali­dad, sino a orga­ni­zar­se para luchar con­tra la corrup­ción y pro­po­ner alter­na­ti­vas acor­des a los intere­ses gene­ra­les de la pobla­ción y del sis­te­ma sani­ta­rio públi­co. Tam­bién seña­lar la valen­tía y el nivel éti­co de esos tra­ba­ja­do­res de estas empre­sas que, enfren­tán­do­se al ries­go de las repre­sa­lias, se nie­gan a desa­rro­llar el jue­go sucio de éstas e inclu­so, como se reco­ge en el tra­ba­jo de Miguel Jara, a denun­ciar a las mismas.

En toda esta mara­ña de pre­sión e inclu­so en muchos casos de corrup­ción se echa en fal­ta la actua­ción de las ins­ti­tu­cio­nes públi­cas, tan­to sani­ta­rias como de inves­ti­ga­ción judi­cial en la direc­ción de pre­ve­nir y per­se­guir todas estas acti­vi­da­des denun­cia­das, así como la fal­ta de aten­ción e inter­ven­ción polí­ti­ca de los “repre­sen­tan­tes de la sobe­ra­nía popular”.

Pues eso, empe­za­ba estas notas a pro­pó­si­to de la infor­ma­ción de que la mul­ti­na­cio­nal far­ma­céu­ti­ca sui­za Roche cor­ta el sumi­nis­tro de fár­ma­cos a Gre­cia, y las fina­li­zo tam­bién con la infor­ma­ción de que el actual Geren­te Eje­cu­ti­vo de la com­pa­ñía, Seve­rin Sch­wan, tenía en 2008 un sala­rio de 4,5 millo­nes de dóla­res ame­ri­ca­nos. De escán­da­lo ¿ver­dad?

Ber­na Gómez Edesa

Tra­ba­ja­dor del Hos­pi­tal de Galdakao/​Osakidetza

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