Espa­ña, capi­tal: Tel Aviv – Jesús Valencia

Según esta teo­ría, toda la socie­dad es poten­cial delin­cuen­te y mere­ce­do­ra de cas­ti­go. Lo que ella deci­da, aun en rigu­ro­so ejer­ci­cio demo­crá­ti­co, no mere­ce consideración