Bar­ci­na abre la pug­na en UPN sobre cómo fre­nar a los aber­tza­les – Ramón Sola

Aun­que por el momen­to no se ha pro­nun­cia­do públi­ca­men­te, «Dia­rio de Nava­rra» afir­ma­ba ayer que Miguel Sanz está dis­pues­to a dar bata­lla con­tra la pro­pues­ta de su suce­so­ra, Yolan­da Bar­ci­na, de reu­nir de nue­vo a UPN con el PP para las elec­cio­nes esta­ta­les del 20‑N. El anun­cio de la pre­si­den­ta del Gobierno y del par­ti­do ha abier­to la caja de los true­nos en UPN, y más aún des­pués de tras­cen­der que en Géno­va cono­cían per­fec­ta­men­te sus pla­nes y que en cam­bio supu­sie­ron una sor­pre­sa para la tota­li­dad de las bases de UPN y para el pro­pio Sanz, que no lo escu­chó en direc­to y fue infor­ma­do por Bar­ci­na des­pués en una bre­ve llamada.

Sin embar­go, esta vez Bar­ci­na pare­ce tener una posi­ción más sóli­da que la de Sanz. En el acto del vier­nes en Cadrei­ta en el que reve­ló su car­ta ocul­ta, la actual man­da­ta­ria expu­so un argu­men­to que resul­ta incon­tes­ta­ble para muchos votan­tes de la dere­cha: exis­te un ries­go real de que los aber­tza­les ganen unas elec­cio­nes, y enci­ma esta­ta­les, por pri­me­ra vez en la his­to­ria de Nafa­rroa. «Como pre­si­den­ta de UPN no me pue­do cru­zar de bra­zos y espe­rar a ver qué va pasa el 20‑N, ni pue­do admi­tir la más míni­ma pro­ba­bi­li­dad de que el día 21 los perió­di­cos nava­rros y nacio­na­les pue­dan decir “Bil­du ganó en Nava­rra”», expu­so tex­tual­men­te Barcina.

Este temor cobra aún más fuer­za des­pués de la deci­sión toma­da el sába­do por la Asam­blea de Ara­lar, que da luz ver­de a la mayor uni­dad de fuer­zas aber­tza­le cono­ci­da en Nafa­rroa y supo­ne una ame­na­za elec­to­ral más direc­ta que nun­ca tan­to para UPN como para el PSN.

El acuer­do secre­to es clave

En la pug­na Bar­ci­na-Sanz coli­sio­nan dos estra­te­gias dife­ren­tes para un mis­mo obje­ti­vo: fre­nar a los aber­tza­les. En 2007, con la izquier­da aber­tza­le ile­ga­li­za­da, la úni­ca ame­na­za para UPN la cons­ti­tuía Nafa­rroa Bai, lo que lle­vó a Sanz a manio­brar en secre­to en Madrid jun­to a Jai­me Igna­cio del Bur­go. Aque­llas reunio­nes con José Blan­co, enton­ces secre­ta­rio de Orga­ni­za­ción del PSOE, se sal­da­ron con el resul­ta­do sabi­do: el PSN man­tu­vo en el gobierno a UPN (2007), éste a su vez rom­pió la fusión con el PP (2008) y final­men­te UPN y PSN han for­ma­do un gobierno de coa­li­ción iné­di­to (2011).

Sin embar­go, la pujan­za de las for­ma­cio­nes aber­tza­les (92.000 votos el 22‑M) y su nue­va uni­dad de acción en un esce­na­rio mucho más pro­pi­cio hacen que Bar­ci­na ten­ga que tapar otro «agu­je­ro»: el de las pró­xi­mas esta­ta­les. Para ello nece­si­ta­ba recu­pe­rar la siner­gia con el PP, aun a cos­ta de com­pli­car su rela­ción con el PSN, su socio de gobierno. La mayor incóg­ni­ta en este momen­to es ésa: si el PSN lo asu­mi­rá o no. Y Sanz, que sí cono­ce lo que pac­tó en Madrid en verano de 2007, pare­ce tener cla­ro que no.

Bar­ci­na se la jue­ga en el seno de un par­ti­do que no controla

Bar­ci­na cuen­ta con el argu­men­to polí­ti­co (el mie­do a los aber­tza­les), pero si Sanz se deci­de a plan­tar­le cara, a su favor juga­rá otro fac­tor impor­tan­te: el per­so­nal. De hecho, algu­nos diri­gen­tes y mili­tan­tes de UPN no ocul­ta­ron su enfa­do tras escu­char a Bar­ci­na en Cadrei­ta. Quie­nes nece­si­ta­ban una prue­ba para con­fir­mar la tesis gene­ra­li­za­da de que la nue­va pre­si­den­ta era dema­sia­do pró­xi­ma al PP ya la tienen.

Ese fac­tor per­so­nal había apa­re­ci­do has­ta aho­ra como cla­ve para que Sanz siguie­ra impo­nien­do su hoja de ruta en UPN des­pués de dejar pri­me­ro la pre­si­den­cia del par­ti­do y lue­go la del gobierno. Dos años y medio des­pués de tomar las rien­das de UPN, Bar­ci­na sigue tenien­do un impor­tan­te défi­cit en este sen­ti­do, y así lo cons­ta­ta un hecho bien recien­te: la fil­tra­ción del tur­bio asun­to de su rein­cor­po­ra­ción a la UPNA duran­te 19 días en junio pasa­do, en los que cobró sin lle­gar a dar una cla­se, ha par­ti­do de círcu­los de la derecha.

Yolan­da Bar­ci­na fue aco­gi­da por las bases con una frial­dad abso­lu­ta en el con­gre­so de abril de 2009. Ni la gira hecha antes por las agru­pa­cio­nes loca­les de UPN ni la rea­li­za­da en vís­pe­ras del pasa­do 22‑M por todos los pue­blos de Nafa­rroa le han ser­vi­do de mucho. Por eso, su órda­go es una auto­rrei­vin­di­ca­ción… pero tam­bién una apues­ta que pone en ries­go has­ta su cargo.

Fuen­te: Gara

Artikulua gustoko al duzu? / ¿Te ha gustado este artículo?

Twitter
Facebook
Telegram

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *