Los mer­ca­dos nos ata­can: ¡defen­dá­mo­nos!- Sabino Cuadra

Día tras otro, tele­dia­rios y edi­to­ria­les nos cuen­tan lo mis­mo: “Como con­se­cuen­cia de un nue­vo ata­que de los mer­ca­dos…”, “debi­do a la pre­sión de los mer­ca­dos….”, “ante el aco­so de los mer­ca­dos…”. Se des­ta­ca que la fuer­te baja­da de la Bol­sa y el espec­ta­cu­lar aumen­to de la pri­ma de ries­go han sido debi­dos a lo ante­rior y que, de seguir así, el esta­do espa­ñol entra­ría en una deli­ca­da situa­ción que podría exi­gir su “res­ca­te” internacional.

De Gre­cia y Por­tu­gal hemos apren­di­do qué sig­ni­fi­ca “res­ca­tar”: “yo te pres­to dine­ro –Ban­co Cen­tral Euro­peo, Esta­dos euro­peos, Ban­ca pri­va­da,..- para sanear tu mal­tre­cha eco­no­mía, pero tú, a cam­bio, tie­nes que recor­tar sala­rios y pen­sio­nes, subir los impues­tos –sobre todo indirectos‑, pri­va­ti­zar los ser­vi­cios públi­cos, fle­xi­bi­li­zar el mer­ca­do labo­ral, recor­tar el gas­to social,….

Sí, ya sé que bas­tan­te de lo ante­rior ha sido apro­ba­do ya por el Gobierno Zapa­te­ro sin nece­si­dad de “res­ca­te” alguno, pero si lee­mos cual­quier revis­ta espe­cia­li­za­da o las pági­nas eco­nó­mi­cas de cual­quier medio, en todas ellas se afir­ma que la fie­ra no está satis­fe­cha, que quie­re más, y que ése es pre­ci­sa­men­te el obje­ti­vo per­se­gui­do por los mer­ca­dos con sus ataques.

Acla­re­mos en cual­quier caso que el mer­ca­do no es mi veci­na, que metió todos sus aho­rros en un ban­co o el abue­lo que invir­tió el pro­duc­to de la ven­ta de unas tie­rras en la com­pra de cua­tro accio­nes. No, el mer­ca­do no fun­cio­na al rit­mo de la cal­de­ri­lla. La tra­mo­ya de ese gran tin­gla­do la mue­ven otros: los fon­dos de inver­sio­nes y de pen­sio­nes, las mul­ti­na­cio­na­les, los gran­des ban­cos,… Son éstos quie­nes com­pran y ven­den con el úni­co fin de espe­cu­lar, quie­nes des­em­bar­can un día en un país o se van de él, los que com­pran, o no, deu­da públi­ca de ese gobierno has­ta lograr que se arro­di­lle ante ellos… Los mer­ca­dos no exis­ten, son los gran­des mer­ca­de­res los que mue­ven el cotarro.

La Cons­ti­tu­ción espa­ño­la esta­ble­ce en su artícu­lo 8 que la misión de las Fuer­zas Arma­das es “garan­ti­zar la sobe­ra­nía de Espa­ña”. Pues bien, creo que es evi­den­te que los sacro­san­tos mer­ca­dos se están cis­can­do en esa tan cacarea­da sobe­ra­nía, pues han con­ver­ti­do al Par­la­men­to, teó­ri­co depo­si­ta­rio de la mis­ma, y al Gobierno a su ser­vi­cio, en meras mario­ne­tas. Aho­ra bien, si esto es así, ¿por qué nues­tro patrio­ti­quí­si­mo Ejér­ci­to no cum­ple con su papel cons­ti­tu­cio­nal y pasa a defen­der su patria de tan mal­va­dos mer­ca­de­res? ¿Por qué tan­to sacar pecho a la hora de recu­pe­rar del pér­fi­do Marrue­cos el ári­do y desér­ti­co islo­te Pere­jil, habi­ta­do solo por lagar­tos, si lue­go tra­gan sapos y cule­bras cuan­do dejan nues­tra eco­no­mía hecha unos zorros? ¿Por qué no comen­zar inva­dien­do Ando­rra y Gibral­tar, por aque­llo de la cer­ca­nía, y lan­zar lue­go el Ter­cio y la Legión sobre Liech­tens­tein, Móna­co, Vati­cano, Mal­ta,… paraí­sos fis­ca­les todos ellos des­de los que esos mer­ca­dos pla­ni­fi­can sus ata­ques? ¿Por qué no bom­bar­dear las Bol­sas de Lon­dres, Frank­furt, New York, Tokio…, que son los cen­tros en los que se mate­ria­li­zan los mismos?

No debe­mos de olvi­dar, por otro lado, que el enemi­go cuen­ta con impor­tan­tes alia­dos fron­te­ras aden­tro. Aho­ra bien, ¿cómo des­cu­brir­los? No es tan difí­cil. Al igual que ante cual­quier cri­men, la pri­me­ra pre­gun­ta a hacer­nos es: “¿a quien bene­fi­cia esta muer­te?, que en nues­tro caso sería: “¿quié­nes son los que, puer­tas aden­tro, se están apro­ve­chan­do de esta situación?

Una pis­ta. Duran­te el pasa­do año 2010, a pesar de la cri­sis, la ban­ca espa­ño­la ganó más de 15.000 millo­nes de euros. Otra más. En Rep­sol, duran­te el pri­mer semes­tre de 2011, su Con­se­jo de Admi­nis­tra­ción ha incre­men­ta­do sus retri­bu­cio­nes en un 116%; el Ban­co San­tan­der, un 25%; Iber­dro­la, un 33%. Una ter­ce­ra. El pre­si­den­te de esta últi­ma empre­sa, I. Sán­chez Galán ha per­ci­bi­do duran­te ese mis­mo semes­tre 7,3 millo­nes de euros en efec­ti­vo y en accio­nes. Por otro lado, no pode­mos olvi­dar que vein­tiu­na de las trein­ta y cin­co gran­des empre­sas y mul­ti­na­cio­na­les espa­ño­las que con­for­man el IBEX 35 tie­nen filia­les en paraí­sos fis­ca­les, luga­res des­de don­de lan­zan sus misi­les con­tra la eco­no­mía espa­ño­la los mal­va­dos mercaderes .

El Minis­te­rio de Inte­rior, sal­va­guar­da máxi­ma de la paz y la segu­ri­dad ciu­da­da­na, y la Poli­cía Nacio­nal y Guar­dia Civil a sus órde­nes, en vez de mirar con lupa las acti­vi­da­des de Bil­du, debe­rían seguir la pis­ta de todos estos delin­cuen­tes y pre­sen­tar ante la Audien­cia Nacio­nal los opor­tu­nos infor­mes que evi­den­cien su cola­bo­ra­ción acti­va y cons­cien­te con el enemi­go exte­rior, a fin de que pue­dan ser con­de­na­dos a fuer­tes penas de cár­cel o gale­ras, según se esti­me. Y debe­ría sen­tar­se tam­bién en el ban­qui­llo de los acu­sa­dos a todos los gobier­nos de Vichy –gobierno esta­tal y auto­nó­mi­cos- que rin­dién­do­se sin pelea ante los tibu­ro­nes finan­cie­ros, pasan a cola­bo­rar des­ca­ra­da­men­te con ellos y a ser cóm­pli­ces de todos sus pla­nes antisociales.

Si los mer­ca­dos ata­can, la res­pues­ta a dar es sen­ci­lla: ¡defen­dá­mo­nos! En Islan­dia, ante la ban­ca­rro­ta a la que lle­va­ron al país la rapi­ña ban­ca­ria y la polí­ti­ca neo­li­be­ral, la pobla­ción se alzó. Cace­ro­la­das, con­cen­tra­cio­nes y mani­fes­ta­cio­nes dia­rias for­za­ron la dimi­sión del gobierno con­ser­va­dor. Tras las opor­tu­nas elec­cio­nes, uno nue­vo, de com­po­si­ción social­de­mó­cra­ta-ver­de, pro­pu­so devol­ver la deu­da ban­ca­ria hipo­te­can­do el país. Las movi­li­za­cio­nes pro­si­guie­ron. Se con­si­gue arran­car la con­vo­ca­to­ria de un refe­rén­dum en el que un 93% vota NO pagar la deu­da. Se nacio­na­li­za la Ban­ca. Varios polí­ti­cos y ban­que­ros son dete­ni­dos y pro­ce­sa­dos. Se redac­ta una nue­va Cons­ti­tu­ción median­te un pro­ce­so que cuen­ta con una amplia par­ti­ci­pa­ción popu­lar…. Hoy en día Islan­dia ha remon­ta­do su cri­sis, su eco­no­mía se ha asen­ta­do sobre pila­res más fir­mes –y más públi­cos, evi­den­te­men­te- y la demo­cra­cia ha gana­do en con­te­ni­dos y par­ti­ci­pa­ción popu­lar. El sal­do es tre­men­da­men­te positivo.

No es cier­to que las úni­cas solu­cio­nes sean las que mar­ca el capi­tal y voci­fe­ran sus corre­vei­di­les. Hay otras vías, hay otros cami­nos, pero nin­guno de ellos pue­de des­cu­brir­se ni andar­se si no hay volun­tad de mover­se y pre­pa­rar­se para una lar­ga pelea que comien­za des­de ya, des­de todos los luga­res, des­de todos los fren­tes. La lec­ción es vie­ja: solo la lucha paga.

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