Libia: la trai­ción que vino de la “izquier­da”- Pedro José Madrigal

Estas líneas son para usted ami­go mío, si usted, el que aún cree que lo que ocu­rre en Libia es el resul­ta­do de una lucha por la libe­ra­ción del pue­blo, usted que sigue cre­yen­do que un puña­do de rebel­des –poco más de mil- que han con­for­ma­do un ejér­ci­to en don­de el núme­ro de mer­ce­na­rios –ára­bes y occi­den­ta­les, inte­gris­tas o no- supera expo­nen­cial­men­te al núme­ro de nati­vos… Si usted, el que aún apo­ya sin repa­ro alguno que las bom­bas de la “liber­tad” des­tru­yan al país con los índi­ces de desa­rro­llo humano más ele­va­do de Áfri­ca, usted que aún sigue cre­yen­do que hos­pi­ta­les, uni­ver­si­da­des, escue­las, y civi­les son obje­ti­vos legí­ti­mos en esta cru­za­da impe­rial…, que esas bom­bas que con­tie­nen ura­nio empo­bre­ci­do son para pro­te­ger a la pobla­ción civil. Estas líneas son para usted…
Y es que lo que ocu­rre en Libia, esa gue­rra colo­nia-impe­ria­lis­ta, en don­de el impe­ria­lis­mo, pero no el que des­cri­bie­ra el gran Vla­di­mir Ilich al ser­vi­cio de una nación…, sino este nue­vo, más depre­da­dor, impla­ca­ble, más geno­ci­da, ese que han cons­trui­do los esta­dos “demo­crá­ti­cos” en torno a las deman­das de los oli­go­po­lios supra­so­be­ra­nos…, ese que no solo roba su futu­ro, sino que diez­ma a los pue­blos y saquea sus rique­zas-; el mis­mo que le han hecho creer es el resul­ta­do de un mun­do mul­ti­po­lar cuan­do la reali­dad demues­tra que todos esos polos obe­de­cen a las mis­mas direc­tri­ces, o lo que es lo mis­mo, son el mis­mo y úni­co polo; de allí que las accio­nes de unos sean par­te del pro­ce­di­mien­to…, en ese sen­ti­do, sin la abs­ten­ción de la Fede­ra­ción Rusa y Chi­na en el Con­se­jo de Segu­ri­dad de la ONU los hechos que nos ocu­pan nun­ca se hubie­sen pro­du­ci­do bajo la supues­ta “legi­ti­mi­dad” que ema­na de la ONU –hoy con­ver­ti­da en avan­za­di­lla en con­tra de los pueblos‑, así, la volun­tad impe­ria­lis­ta depre­da­do­ra de Oba­ma, Sar­kozy, Mer­kel, Came­ron, Zapa­te­ro, etc., es solo la con­ti­nua­ción de una con­duc­ta enca­mi­na­da al colonialismo…
Pero ese dete­rio­ro moral ya lle­va unos años des­tru­yén­do­nos, des­tru­yen­do por­que resul­ta en el per­fec­to ali­nea­do para el desa­rro­llo de esa nue­va for­ma de impe­ria­lis­mo que dis­fru­ta del apo­yo de la pseu­do­iz­quier­da, así encon­tra­mos a Igna­cio Ramo­net –y otros “inte­lec­tua­les”- legi­ti­man­do las accio­nes de la OTAN en sue­lo ser­bio y aho­ra alu­dien­do a la “lega­li­dad inter­na­cio­nal” para hacer lo pro­pio con las accio­nes de la orga­ni­za­ción mili­tar-terro­ris­ta en Libia, hipo­cre­sía que solo pue­de ser deno­mi­na­da trai­ción a los pue­blos y a las ideas…, pues nada mani­fies­tan al res­pec­to de que nun­ca hubo prue­bas de las accio­nes impu­tadas al gobierno libio que pro­pi­cia­ron las repre­sa­lias dic­ta­das des­de ese órgano anti­de­mo­crá­ti­co –Con­se­jo de Segu­ri­dad- que se encuen­tra en manos de los agre­so­res… Que el ejer­ci­cio mili­tar emplea­do por las nacio­nes impe­ria­les es en sí mis­ma una vio­la­ción de la reso­lu­ción del con­se­jo de segu­ri­dad en la que se ampa­ran, pues sólo apro­bó el con­trol del espa­cio aéreo; que se está vio­lan­do el dere­cho inter­na­cio­nal al inter­fe­rir en los asun­tos sobe­ra­nos de una nación cuyas auto­ri­da­des han invi­ta­do reite­ra­da­men­te al diá­lo­go y a la obser­va­ción inter­na­cio­nal, que ocu­rre lo mis­mo al inten­tar reite­ra­da­men­te el mag­ni­ci­dio; tam­bién cuan­do la Cor­te Inter­na­cio­nal de Jus­ti­cia trans­gre­de el dere­cho inter­na­cio­nal al vio­lar la con­ven­ción de Vie­na, que por lo demás, es poco o nada beli­ge­ran­te en la inves­ti­ga­ción de los geno­ci­dios oca­sio­na­dos por la OTAN y las nacio­nes impe­ria­les en otras lati­tu­des… Que nun­ca ha pro­ce­di­do al res­pec­to del geno­ci­dio que sufren afga­nos, ira­quíes, pales­ti­nos… etc.
Esto nos debe de resul­tar en nece­sa­rias pre­gun­tas; ¿Por qué buen par­te de lo que iden­ti­fi­ca­mos como izquier­da se ple­gó sin fisu­ras a las tesis de los con­sor­cios infor­ma­ti­vos que al fin y al cabo son los labo­ra­to­rios con­duc­tua­les de los oli­go­po­lios y de las con­duc­tas impe­ria­les de esos gobier­nos auto­de­no­mi­na­dos demo­crá­ti­cos? ¿Por qué los medios de comu­ni­ca­ción alter­na­ti­vos fun­cio­na­ron como caja de reso­nan­cia de las noti­cias y dic­ta­dos ver­ti­dos a tra­vés de los medios de comu­ni­ca­ción de masas? ¿Por qué nun­ca lla­mó la aten­ción que no apa­re­cie­ran prue­bas de bom­bar­deos –hoy des­men­ti­dos por las prue­bas sate­li­ta­les sumi­nis­tra­das por el ejér­ci­to ruso y orga­nis­mos huma­ni­ta­rios-? ¿Por qué no lla­mó la aten­ción de que las zonas suble­va­das en pri­me­ra ins­tan­cia fue­ran las petro­lí­fe­ras y que los pozos nun­ca deja­ran de tra­ba­jar a pleno ren­di­mien­to? ¿Por qué esa fra­gi­li­dad del pen­sa­mien­to crí­ti­co? ¿Por qué…?
Ya no impor­ta si las noti­cas son reales o fic­ti­cias, ya no impor­ta que la orgía de san­gre des­en­ca­de­na­da por inva­so­res y mer­ce­na­rios –inclui­do los nacio­na­les- esté cobran­do un núme­ro de víc­ti­mas civi­les expo­nen­cial en com­pa­ra­ción a los que supues­ta­men­te pro­vo­ca­ron las accio­nes, ya no impor­ta que la ver­dad sim­ple sea que el pue­blo está sien­do aplas­ta­do por una volun­tad depre­da­do­ra de recur­sos –petró­leo y agua- con la com­pli­ci­dad de eso que algu­nos lla­man izquier­da, pero que nun­ca lo ha sido… YA NO IMPORTA PORQUE EL DAÑO ESTÁ HECHO. ¿Qué impor­ta que todos los días uti­li­cen los medios de comu­ni­ca­ción para enga­ñar a la opi­nión públi­ca, al tiem­po que ocul­tan masi­vas mani­fes­ta­cio­nes en repu­dio a las ope­ra­cio­nes mili­ta­res que lle­gan del “mun­do libre”? En fin… se ha deja­do enga­ñar por aque­llos que han deno­mi­na­do “rebel­des” o “revo­lu­cio­na­rios” a quie­nes piden el apo­yo mili­tar de las poten­cias impe­ria­les, por aque­llos que le han hecho creer que un rebel­de es un o suje­to que pide el apo­yo mili­tar explí­ci­to de la OTAN… Y usted olvi­dó que sen­ci­lla­men­te esa alian­za es impo­si­ble sal­vo que se haya fra­gua­do bajo la tute­la de la orga­ni­za­ción mili­tar-terro­ris­ta, ¿recuer­da el GLADIO¹?
Si obser­va­mos la his­to­ria, vere­mos que la con­fu­sión indu­ci­da por los medios de comu­ni­ca­ción son par­te ele­men­tal, orgá­ni­ca, de los méto­dos de lucha de las “demo­cra­cias occi­den­ta­les”. Así ocu­rrió con Nica­ra­gua, así ocu­rrió con Vene­zue­la y la famo­sa matan­za de civi­les –al final fue­ron fran­co­ti­ra­do­res con­tra­ta­dos por la oligarquía‑, así ocu­rre con Cuba… Tras la cor­ti­na está lo de siem­pre, intere­ses geo­po­lí­ti­cos, petró­leo, y domi­nio impe­rial-colo­nia­lis­ta… Solo que esta vez han con­ta­do con la total des­mo­vi­li­za­ción de las masas pro­cu­ra­do por la “izquier­da impe­ria­lis­ta”. Mien­tras, el pue­blo libio sigue resis­tien­do las embes­ti­das de las fuer­zas retar­da­ta­rias encar­na­das por los rebel­des monár­qui­cos apo­ya­dos por la OTAN y la pseudoizquierda…
“… me gus­ta Corea del Nor­te, esos “majes” saben que si nego­cian sus desar­me se los vue­lan en dos días, allí están las ense­ñan­zas de Irak y Libia…
Nota:
¹Red clan­des­ti­na secre­ta anti­co­mu­nis­ta que ope­ró en Euro­pa occi­den­tal duran­te la Gue­rra Fría, vin­cu­la­da a la OTAN y a cuya finan­cia­ción con­tri­bu­yó la Agen­cia Cen­tral de Inte­li­gen­cia (CIA) esta­dou­ni­den­se, se deno­mi­na Gla­dio por que la rama ita­lia­na fue la pri­me­ra en ser des­cu­bier­ta. Su jus­ti­fi­ca­ción era inten­tar hacer fren­te a una even­tual inva­sión sovié­ti­ca, pero su acti­vi­dad con­sis­tía bási­ca­men­te en actos terro­ris­tas, aten­ta­dos y mon­ta­jes con­tra todos aque­llos gru­pos ideo­ló­gi­cos enmar­ca­dos en la izquier­da para des­pres­ti­giar­los. Se sabe que se empleó en esas estruc­tu­ras a anti­guos mili­tan­tes fas­cis­tas y nazis. Nadie resul­tó con­de­na­do por estos hechos, no se siguie­ron las inves­ti­ga­cio­nes y se des­co­no­ce su situa­ción actual, se pre­su­me que per­ma­ne­cen acti­vos dado que se man­tie­ne como secre­to de estado.
2. Lis­ta de Cul­pa­bles: ONU y su secre­ta­rio Ban Ki-moon, Fran­cia, Rei­no Uni­do, Esta­dos Uni­dos, Cana­dá, Ita­lia, OTAN, Dina­mar­ca, Norue­ga, Bél­gi­ca, Qatar, Emi­ra­tos Ára­bes Uni­dos, Ara­bia Sau­dí, Paí­ses Bajos, Gre­cia, Espa­ña, Rusia, Chi­na, Unión Afri­ca­na, Liga Ára­be y Medios de Comu­ni­ca­ción Masiva.
Mili­tan­te del FSLN.
Comi­té de Soli­da­ri­dad Sandinista.
Casa San­dino.
PLOMO

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