Bil­du, la lucha de cla­ses, motor de la his­to­ria- EHK

EL SALTO CUANTITATIVO DE BILDU

Lo míni­mo que se pue­de decir de los resul­ta­dos elec­to­ra­les de BILDU es que son impre­sio­nan­tes. Pero lo que más lla­ma la aten­ción de todo lo suce­di­do en las pasa­das elec­cio­nes muni­ci­pa­les resi­de en que todo el esfuer­zo rea­li­za­do (y habla­mos sólo de los años de ile­ga­li­za­ción) por par­te de los gobier­nos espa­ñol y fran­cés con la ines­ti­ma­ble ayu­da de unio­nis­tas y regio­na­lis­tas en el cam­po repre­si­vo y mediá­ti­co, no ha con­se­gui­do ni ais­lar, ni divi­dir, ni mucho menos derro­tar a la Izquier­da aber­tza­le y a sus aliados.

Hay quien afir­ma que la cam­pa­ña elec­to­ral de BILDU fue pro­mo­cio­na­da y poten­cia­da de mane­ra invo­lun­ta­ria por todos aque­llos que desea­ban ver su fra­ca­so. Pue­de ser. Pero una cosa es evi­den­te, que las per­so­nas que han vota­do a BILDU, inde­pen­dien­te­men­te de sus moti­vos, sabían a quién vota­ban. No cabía enga­ño alguno. Esa y no otras cues­tio­nes, es lo que ha des­ar­ti­cu­la­do final­men­te toda la para­fer­na­lia pro­pa­gan­dís­ti­ca y repre­si­va idea­da des­de Madrid y Paris.

PERSISTENCIA REPRESIVA

No somos inge­nuos ni lan­za­mos las cam­pa­nas al vue­lo. Los gobier­nos espa­ñol y fran­cés no han pasa­do capí­tu­lo. No están pre­pa­ra­dos para acep­tar lo que obje­ti­va­men­te es pal­pa­ble: la volun­tad del Pue­blo vas­co y en espe­cial su cla­se tra­ba­ja­do­ra de eman­ci­par­se del domi­nio espa­ñol y francés.

Los comu­nis­tas aber­tza­les sabe­mos que la ame­na­za impe­rial per­sis­te y man­tie­ne toda su pre­sión, a la espe­ra de un momen­to pro­pi­cio para dar un «nue­vo gol­pe de mano». Los pla­nes de los enemi­gos del Pue­blo tra­ba­ja­dor vas­co no han sido aún des­ba­ra­ta­dos y por ello con­tem­pla­mos la eta­pa polí­ti­ca actual de «Fren­te Demo­crá­ti­co» de una mane­ra coyun­tu­ral. Sabe­mos, por la expe­rien­cia his­tó­ri­ca, que las bur­gue­sías no tie­nen entre sus prin­ci­pios renun­ciar a sus pri­vi­le­gios de cla­se de una mane­ra pacífica.

COYUNTURA INTERNACIONAL

Hay quien pien­sa aún, a pesar de que la gra­ve situa­ción eco­nó­mi­ca, social y polí­ti­ca glo­bal que apun­ta a todo lo con­tra­rio, que en algu­na medi­da, el con­flic­to del Pue­blo vas­co con los esta­dos espa­ñol y fran­cés tie­ne «vías reso­lu­ti­vas» en el cam­po inter­na­cio­nal con la ayu­da de ase­so­res exter­nos. El repre­sen­tan­te de esos ase­so­res, Bryan Currin, pun­tua­li­za­ba que:

…en Eus­kal Herria no se esta­ba en un pro­ce­so de reso­lu­ción sino de trans­for­ma­ción del con­flic­to y que esa trans­for­ma­ción con­sis­tía bási­ca­men­te en sacar la vio­len­cia de la ecua­ción, lograr trans­for­mar el con­flic­to arma­do en una con­fron­ta­ción lo más «lim­pia» posible.

La can­di­dez polí­ti­ca no cabe en este pro­ce­so si tie­ne deseos de triun­far. Tan gra­ve sería para BILDU estan­car­se como creer que, si el Fren­te Demo­crá­ti­co sigue avan­zan­do posi­cio­nes, los media­do­res inter­na­cio­na­les impe­di­rían una deci­sión de Esta­do de aca­bar con BILDU.

Eus­kal Herria por tan­to, no pue­de per­mi­tir­se el lujo de tener una frac­tu­ra en su memo­ria y «olvi­dar». Los pre­sos polí­ti­cos vas­cos están ahí para recor­dar­nos cuál es la reali­dad actual. El pro­pio Currin asu­me una con­tra­dic­ción remar­can­do que: un pro­ce­so no pue­de ser eter­na­men­te unilateral.

ACUMULACIÓN DE FUERZAS

En otro orden de cosas, BILDU sigue crean­do nue­vas situa­cio­nes en el inte­rior de aque­llas fuer­zas aber­tza­les que deci­die­ron que­dar al mar­gen del Fren­te Demo­crá­ti­co. Ara­lar y NABAI son ejem­plos de lo que deci­mos. Tras sus rela­ti­vos «fra­ca­sos elec­to­ra­les» inten­tan resi­tuar­se ace­le­ra­da­men­te. Ambas for­ma­cio­nes optan a con­se­guir posi­cio­nes cómo­das que les per­mi­tan man­te­ner­se en el can­de­le­ro polí­ti­co aspi­ran­do a ganar más centralidad.

La acu­mu­la­ción de fuer­zas (mura­lla popu­lar) que ha con­se­gui­do BILDU debe seguir aumen­tan­do. Y esa acu­mu­la­ción tie­ne sen­ti­do si pro­cu­ra el des­bor­da­mien­to del mar­co esta­ble­ci­do y si actúa en defen­sa de la cla­se tra­ba­ja­do­ra y los sec­to­res popu­la­res. No pue­de exis­tir otra orien­ta­ción en la línea de actua­ción de BILDU. En la Izquier­da Aber­tza­le, de la que for­ma­mos par­te los comu­nis­tas de EHK, recae la prin­ci­pal res­pon­sa­bi­li­dad de acti­var y coor­di­nar todos los fren­tes de lucha, el ideo­ló­gi­co, el ins­ti­tu­cio­nal, el sin­di­cal y la lucha de masas.

CHOQUE DE TRENES

El cho­que de pro­yec­tos anta­gó­ni­cos resul­ta inevi­ta­ble. Por un lado BILDU y por otro la nega­ti­va de los Esta­dos a acep­tar las legí­ti­mas aspi­ra­cio­nes del Pue­blo vas­co y su cla­se tra­ba­ja­do­ra, todo ello en un esce­na­rio de cri­sis eco­nó­mi­ca y auto­nó­mi­ca en el esta­do espa­ñol y de pro­fun­da des­orien­ta­ción en el jaco­bi­nis­mo francés.

Tar­de o tem­prano, las fuer­zas que com­po­nen BILDU van a tener que mirar­se al espe­jo y en ese ins­tan­te la his­to­ria pon­drá a cada uno en su sitio. La lucha de cla­ses es el motor de la historia.


EUSKAL HERRIKO KOMUNISTAK (EHK)

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