50 niñas vio­la­das por El Patrón y el Par­que Tay­ro­na: infan­cias moli­das en gran­des nego­cios ‑Aza­lea Robles

« “El Patrón” era como el rey, y entre­gar­le una niña era igual que lle­var­le una gallina”
Las niñas eran lle­va­das a fies­tas en las que El Patrón selec­cio­na­ba a sus víc­ti­mas. Niñas sacri­fi­ca­das en el altar de la codi­cia: entre­ga­das a la herra­mien­ta para­mi­li­tar que fun­cio­na con la impu­ni­dad garan­ti­za­da por los suce­si­vos gobier­nos que la uti­li­zan para des­po­jar. Detrás de los bene­fi­cios de las mul­ti­na­cio­na­les hay des­truc­ción social, niñas escla­vas, tor­tu­ras, e impunidad. 
“El ejér­ci­to nos bajó del auto­bús. Al mucha­cho que esta­ba con­mi­go lo mata­ron. A mi me vio­la­ron entre nue­ve sol­da­dos. (…) Cuan­do lle­gué a Dabei­ba, esta­ban los para­mi­li­ta­res. El coman­dan­te para­mi­li­tar me vio­ló (…) A una le toca que­dar­se calla­da… Cuan­do entra el ejér­ci­to me vuel­ven los pen­sa­mien­tos que me va pasar lo mis­mo.” (1). El femi­ni­ci­dio y la vio­la­ción sexual aumen­tan dra­má­ti­ca­men­te al ampa­ro de la impu­ni­dad para los crí­me­nes de Esta­do. La impu­ni­dad de la que goza la Fuer­za públi­ca le da car­ta blan­ca para vio­lar, y el empleo de la vio­la­ción como meca­nis­mo del terror con­for­ma a una Fuer­za Públi­ca habi­tua­da a prác­ti­cas geno­ci­das. OXFAM reve­la que en Colom­bia : “489.687 muje­res fue­ron víc­ti­mas de vio­len­cia sexual des­de 2001 has­ta 2009: un pro­me­dio de 6 muje­res, cada hora” (2); en otro infor­me refie­re que el 81% de las vio­la­cio­nes a DDHH de las muje­res se atri­bu­yen al ejér­ci­to y la herra­mien­ta para­mi­li­tar: se atri­bu­ye el 58% a para­mi­li­ta­res, el 23% a fuer­zas públi­cas, el 8% a las gue­rri­llas y en el res­to se des­co­no­ce al autor.”(3). Estas cifras evi­den­cian que hay un sis­te­ma­tis­mo de las vio­la­cio­nes de DDHH de las muje­res por par­te de la fuer­za públi­ca y del para­mi­li­ta­ris­mo: los por­cen­ta­jes que les corres­pon­den son altí­si­mos, y no refle­jan sino una páli­da par­te de la reali­dad dado que denun­ciar a la fuer­za públi­ca es un ver­da­de­ro acto heroi­co en razón de los ries­gos de muer­te para los denun­cian­tes al enfren­tar el engra­na­je de todo un esta­do abo­ca­do a la impu­ni­dad. Tras cada denun­cia de vio­la­ción se escon­den las que nun­ca serán denun­cia­das por mie­do, y la renuen­cia a denun­ciar se agra­va cuan­do los vic­ti­ma­rios son fuer­za públi­ca: denun­ciar a la fuer­za públi­ca tie­ne el agra­van­te de que la víc­ti­ma denun­cian­te tie­ne que remi­tir su denun­cia a las enti­da­des esta­ta­les, par­te del mis­mo esta­do que la fuer­za públi­ca. Lamen­ta­ble­men­te, en la casi tota­li­dad de los casos, las denun­cias efec­tua­das que­dan en la impu­ni­dad, y varias denun­cian­tes sufren ase­si­na­tos: hay un apa­ra­to esta­tal y para-esta­tal de impu­ni­dad, y no esca­ti­ma en eli­mi­nar tes­ti­gos y denunciantes.
La pri­va­ti­za­ción y pre­ca­ri­za­ción del sis­te­ma edu­ca­ti­vo y la des­va­lo­ri­za­ción de la mujer pro­mo­vi­da por los medios masi­vos de comu­ni­ca­ción a la par que exal­tan los valo­res machis­tas, abo­nan el terreno para el mal­tra­to. La impu­ni­dad para crí­me­nes de esta­do defi­ne la bana­li­za­ción de la sevi­cia y el aumen­to expo­nen­cial del femi­ni­ci­dio. “Las esta­dís­ti­cas toma­das de Medi­ci­na Legal, la Fis­ca­lía y la Poli­cía, mues­tran una dis­pa­ra­da de la vio­len­cia sexual con­tra las muje­res: de 31.659 casos en el 2004 a 54.192 en el 2009. Lo más ate­rra­dor es la pre­sen­cia de femi­ni­ci­dios. Y en una bue­na par­te de ellos, los res­pon­sa­bles son sol­da­dos o poli­cías” (4).

1. Las 50 niñas vio­la­das por ‘El Patrón’
Las vio­la­cio­nes y ase­si­na­tos de niños se han con­ver­ti­do en el pan de cada día en el mar­co de la impu­ni­dad total para el Terro­ris­mo de Esta­do: los vio­la­do­res rein­ci­den dece­nas de veces, habi­tan­do la mis­ma zona, vivien­do en las mis­mas hacien­das; cam­pean a sus anchas y hay quie­nes inclu­so son famo­sos por hacer­se lle­var niñas vír­ge­nes a sus casas, duran­te años. Sin que la fuer­za públi­ca haga algo al res­pec­to. No son casos ais­la­dos, se tra­ta del mar­gen de acción que les es per­mi­ti­do a aque­llos que están ampa­ra­dos en la impu­ni­dad que les brin­da el mis­mo esta­do: son polí­ti­cos, lati­fun­dis­tas, mili­ta­res y para­mi­li­ta­res, todos ellos son into­ca­bles por la “jus­ti­cia” colom­bia­na, pues los que los denun­cian y los jue­ces que abren expe­dien­tes en su con­tra corren la mis­ma suer­te que la jue­za Gao­na (5). Gao­na lle­va­ba el caso de los niños vio­la­dos y ase­si­na­dos por el ejér­ci­to en Arau­ca; y había recha­za­do el “ven­ci­mien­to de tér­mi­nos” y las manio­bras dila­to­rias de la defen­sa mili­tar. Fue ase­si­na­da en mar­zo de 2011 por un sica­rio a ple­na luz del día en el cen­tro de uno de los depar­ta­men­tos más mili­ta­ri­za­dos de Colom­bia, a esca­sos metros de un pues­to de la fuer­za públi­ca. El sica­rio huyó a pie (6). Pocas son las víc­ti­mas que se atre­ven a denun­ciar las vio­la­cio­nes sexua­les a manos de para­mi­li­ta­res o de la fuer­za públi­ca por­que podría ser alto el ries­go de que la mis­ma fuer­za públi­ca ‘dela­te’ sus denun­cias a sus vic­ti­ma­rios, inclu­so antes de pro­ce­der a abrir un expe­dien­te judi­cial. Se esti­ma que detrás de cada denun­cia ade­lan­ta­da se escon­de el grue­so de las denun­cias que no se efec­tua­ron por temor: “Poner la denun­cia y decir que el Ejér­ci­to hizo eso con­mi­go es como decir que yo voy a bus­car el camino a la muer­te” (7). El carác­ter expo­nen­cial de las vio­la­cio­nes de niñas y niños en Colom­bia cre­ce cada día ampa­ra­do en la impu­ni­dad que le otor­ga a la fuer­za públi­ca y a sus cóm­pli­ces el dere­cho de Per­na­da.
El Jefe Para­mi­li­tar Her­nán Giral­do alias ‘El Patrón’ reco­no­ció que tuvo 24 hijos con niñas meno­res de 14 años en la Sie­rra Neva­da de San­ta Mar­ta (8). « “El Patrón” era como el rey, y entre­gar­le una niña era igual que lle­var­le una galli­na»(ibí­dem). El jefe para­mi­li­tar abu­só de al menos 50 niñas. Nin­gu­na sobre­pa­sa­ba los 15 por­que ‑según los mis­mos para­mi­li­ta­res- «las muje­res mayo­res lo sala­ban” (Ibíd. ).Las niñas eran secues­tra­das y lle­va­das a fies­tas en las que este selec­cio­na­ba a sus víc­ti­mas. El Patrón fue into­ca­ble duran­te años por­que hacía las labo­res de gue­rra sucia que bene­fi­cia­ban al gran capi­tal ayu­da­ba a dife­ren­tes polí­ti­cos, como lo expre­só ante la fis­ca­lía en sep­tiem­bre 2007: dijo que José Fran­cis­co Zúñi­ga (9) fue alcal­de de San­ta Mar­ta apo­ya­do por el para­mi­li­ta­ris­mo; que a Trino Luna lo apo­ya­ron para gober­na­dor del Mag­da­le­na; tam­bién seña­ló de con­ni­ven­cia para­mi­li­tar a los polí­ti­cos Enri­que Caba­lle­ro Aduén, Darío Sara­bia y Salo­món Saa­de (10). Rela­tó los nexos del blo­que para­mi­li­tar Tay­ro­na con la Fuer­za Públi­ca y empre­sa­rios: con el coro­nel Enri­que Peral­ta Wal­ker, coman­dan­te del bata­llón Cór­do­va, y con el empre­sa­rio Jor­ge Gnec­co, her­mano del ex gober­na­dor del Cesar Lucas Gnec­co. Rela­tó que la Poli­cía les indi­có per­so­nas seña­la­das de ser infor­man­tes de la gue­rri­lla para que las ase­si­na­ran. Alias ‘El Patrón’, fun­cio­nal a la estra­te­gia del terror de esta­do y del gran capi­tal, enca­be­zó miles de ase­si­na­tos, tor­tu­ras, des­mem­bra­mien­tos, des­apa­ri­cio­nes for­za­das: reco­no­ció haber hecho des­en­te­rrar de las fosas en las que sus hom­bres sepul­ta­ron a sus víc­ti­mas, a cen­te­na­res de ellas que fue­ron lan­za­das a los ríos, para borrar toda hue­lla de su exis­ten­cia. ‘El Patrón’ fue extra­di­ta­do el 13 de Mayo de 2009 a EEUU, en lo que las víc­ti­mas lla­man “la extra­di­ción de la ver­dad”: al extra­di­tar a los Jefes para­mi­li­ta­res se hace aún más remo­ta la posi­bi­li­dad de cono­cer el des­tino de sus víc­ti­mas, y cono­cer los nom­bres de los gran­des coman­di­ta­rios del geno­ci­dio. Con la extra­di­ción de varios Jefes para­mi­li­ta­res el esta­do colom­biano ha garan­ti­za­do gran par­te del silen­cio. Hoy las reno­va­das caras de la herra­mien­ta para­mi­li­tar, los mis­mos lati­fun­dis­tas de siem­pre, y los ina­mo­vi­bles mili­ta­res siguen gozan­do de ple­na per­mi­si­vi­dad. Entre el 2001 y el 2002 14 mil per­so­nas des­cen­die­ron for­za­das de la Sie­rra Neva­da de San­ta Mar­ta, huyen­do de masa­cres al man­do del para­mi­li­tar ‘El Patrón’, en uno de los mayo­res des­pla­za­mien­tos for­za­dos de pobla­cio­nes de Colom­bia. Por ame­na­zas para­mi­li­ta­res se asen­ta­ron en Ríoan­cho (La Gua­ji­ra) y el Cala­ba­zo (Mag­da­le­na). Miles de cam­pe­si­nos y alre­de­dor de 500 indí­ge­nas koguis, wiwas y arhua­cos se con­vir­tie­ron en «el escu­do del Tay­ro­na». Eran cus­to­dia­dos por la herra­mien­ta para­mi­li­tar para que se que­da­ran allí: todo el tiem­po estu­vie­ron en la carre­te­ra, dor­mían a la intem­pe­rie, todo a ojos de la fuer­za públi­ca. La Sie­rra Neva­da de San­ta Mar­ta ha ido a parar a manos del lati­fun­dio y mul­ti­na­cio­na­les que logra­ron des­po­jar a los nati­vos median­te masa­cres.
2. Des­pla­za­mien­to for­za­do para bene­fi­cio mul­ti­na­cio­nal: los Patro­nos de la guerra 
Colom­bia tie­ne 5,2 millo­nes de per­so­nas des­pla­za­das, según el últi­mo infor­me de CODHES: es el país del mun­do con mayor núme­ro de des­pla­za­dos, jun­to con Sudán (11). Los des­pla­za­mien­tos masi­vos de pobla­cio­nes obe­de­cen a una razón: vaciar de habi­tan­tes y de rei­vin­di­ca­cio­nes las tie­rras codi­cia­das por las mul­ti­na­cio­na­les, ya sean mine­ras, del agro indus­trial, o de otro rubro. Esto lo han denun­cia­do las comu­ni­da­des afro­des­cen­dien­tes, indí­ge­nas y cam­pe­si­nas víc­ti­mas de la vora­ci­dad del Gran Capi­tal. El des­pla­za­mien­to for­za­do de pobla­cio­nes en Colom­bia es pro­vo­ca­do por masa­cres diri­gi­das inten­cio­nal­men­te con­tra la pobla­ción civil, y no tan­to por “la bala per­di­da” como quie­re hacer­lo creer la fal­si­me­dia que bus­ca diluir la reali­dad en un mag­ma con­fu­so para eli­mi­nar las res­pon­sa­bi­li­da­des con­cre­tas del lati­fun­dio y del poder mul­ti­na­cio­nal. Hay una pla­ni­fi­ca­ción del des­pla­za­mien­to pobla­cio­nal, no es algo alea­to­rio: las zonas vacia­das de pobla­ción coin­ci­den con las zonas de alto inte­rés eco­nó­mi­co y con las zonas en las que pre­via­men­te hubo un teji­do social orga­ni­za­do y fuer­te. Se apli­ca con­tra la pobla­ción civil la estra­te­gia de la “tie­rra arra­sa­da” que apli­ca­ron los mari­nes esta­dou­ni­den­ses en Viet­nam arra­san­do pobla­dos ente­ros para impe­dir el apo­yo popu­lar al Viet­cong. Es la mis­ma estra­te­gia que apli­ca­ron en El Sal­va­dor y Gua­te­ma­la. Bajo el rótu­lo del “fue­go cru­za­do” y “la bala per­di­da” los mass media y la USAID pre­ten­den dis­fra­zar la reali­dad: los más gran­des des­pla­za­mien­tos pobla­cio­na­les en Colom­bia han ocu­rri­do pro­vo­ca­dos por masa­cres direc­ta­men­te efec­tua­das con­tra la pobla­ción civil por la herra­mien­ta para­mi­li­tar y el ejér­ci­to, mas­ca­res con moto­sie­rras y lis­tas de per­so­nas a eje­cu­tar en la pla­za públi­ca. Hay casos tan fla­gran­tes y pla­ni­fi­ca­dos como la masa­cre de Mapi­ri­pán: en la que los para­mi­li­ta­res fue­ron lle­va­dos en avio­nes Anto­nov y DC3 de un depar­ta­men­to a otro, y tras­la­da­dos en camio­nes del ejér­ci­to, al sitio de la masa­cre (12). Allí estu­vie­ron masa­cran­do, vio­lan­do, cor­ta­do cabe­zas duran­te 10 días, mien­tras el ejér­ci­to impe­día que entra­ra o salie­ra nadie del sitio de la Masa­cre. Debi­do al cer­co del ejér­ci­to nadie pudo dar­le auxi­lio a la pobla­ción. 60 per­so­nas fue­ron ase­si­na­das en Mapi­ri­pán: some­ti­das a toda cla­se de tor­tu­ras. Según lo con­fe­só el Gene­ral Uzcá­te­gui en una gra­ba­ción: “¿sabe qué hizo la Bri­ga­da mili­tar Móvil 2? Colo­có un col­chón de aire o de segu­ri­dad para que salie­ran los para­mi­li­ta­res. Esto es gra­ví­si­mo y es un secre­to (…) el ejér­ci­to no sólo tie­ne víncu­los con los para­mi­li­ta­res, no sólo no los com­ba­tió, sino que com­ba­tió a las FARC para que las FARC no gol­pea­ran a los para­mi­li­ta­res” (Ibíd. ). Dicho por el pro­pio Gene­ral Uzcá­te­gui: mien­tras los para­mi­li­ta­res des­cuar­ti­za­ban a civi­les en Mapi­ri­pán, el ejér­ci­to les garan­ti­za­ba la labor com­ba­tien­do a las FARC que inten­ta­ron rom­per el cer­co mili­tar bajo el cuál los para­mi­li­ta­res tor­tu­ra­ban a los cam­pe­si­nos; pero el cer­co era una ope­ra­ción con plan­cho­nes sobre el río, rete­nes, y avia­ción. El ejér­ci­to garan­ti­zó que la masa­cre dura­ra y com­pren­die­ra las tor­tu­ras más abe­rran­tes: no era “una bala per­di­da” era una ope­ra­ción de Terro­ris­mo de Esta­do den­tro de la estra­te­gia de tie­rra arra­sa­da en la zona de los lla­nos orien­ta­les, en la que estu­vo envuel­ta la ase­so­ría esta­dou­ni­den­se. El Obis­po del Gua­via­re tes­ti­mo­nió : “Pasa­ron varios camio­nes con alre­de­dor de 120 hom­bres de civil sin armas, des­pués de pasar por el bata­llón salie­ron con uni­for­mes y arma­dos, con­ti­nua­ron su rum­bo por tie­rra hacia un sitio deno­mi­na­do “Cha­rras”; otro gru­po de para­mi­li­ta­res tam­bién se des­pla­zó has­ta “Cha­rras” pero lo hizo por el río Gua­via­re, pasan­do por el pun­to de con­trol mili­tar sobre el río, cono­ci­do como el Barran­quón” (Ibíd. )
3. Crí­me­nes de Esta­do que con­fi­gu­ran geno­ci­dio: masa­cres, des­apa­ri­ción for­za­da, vio­la­cio­nes Estas masa­cres con­ti­núan en el 2011: la ONU denun­ció un incre­men­to de 40% en las masa­cres en el últi­mo año (13). En cuan­to a la des­apa­ri­ción for­za­da, la ONU reco­no­ció, en mayo de 2011, la exis­ten­cia de al menos 57.200 per­so­nas víc­ti­mas del cri­men de des­apa­ri­ción for­za­da, acla­ran­do que muy pro­ba­ble­men­te son muchas más las víc­ti­mas: el cri­men de esta­do de la des­apa­ri­ción for­za­da tie­ne en Colom­bia dimen­sio­nes esca­lo­frian­tes, las cifras de des­apa­re­ci­dos de la “demo­cra­cia” colom­bia­na supe­ran inclu­so las cifras de las dic­ta­du­ras del Cono Sur, las víc­ti­mas bus­can a cien­tos de miles de des­apa­re­ci­dos (se esti­man en 250.000) (14). Medi­ci­na Legal infor­mó de 38.255 des­apa­ri­cio­nes for­za­das ocu­rri­das en el lap­so de solo 3 años (Ibíd. ). La des­apa­ri­ción for­za­da, como la vio­la­ción sexual, cum­ple la fun­ción de inyec­tar terror en las comu­ni­da­des, sien­do emplea­da sobre­to­do con­tra opo­si­to­res polí­ti­cos, sin­di­ca­lis­tas, estu­dian­tes, ambien­ta­lis­tas, soció­lo­gos y todo aquel o aque­lla que alce un rei­vin­di­ca­ción social. Tam­bién se extien­de el cri­men de des­apa­ri­ción for­za­da con­tra muje­res que son des­apa­re­ci­das tras ser vio­la­das y con­tra los cam­pe­si­nos víc­ti­mas de los ase­si­na­tos de civi­les mal lla­ma­dos “fal­sos posi­ti­vos”. El CINEP publi­có, en mayo 2011, un infor­me en el que seña­la que los ase­si­na­tos de civi­les a manos de mili­ta­res han aumen­ta­do bajo el gobierno de San­tos. Los mal lla­ma­dos “fal­sos posi­ti­vos” son ase­si­na­tos de civi­les per­pe­tra­dos por los mili­ta­res para dis­fra­zar los cadá­ve­res de “gue­rri­lle­ros aba­ti­dos en com­ba­te”, y reci­bir pre­ben­das y per­mi­sos por cadá­ver pre­sen­ta­do (15).
Rese­ña­ré aquí sólo dos de las masa­cres con sevi­cia extre­ma come­ti­das con­tra la pobla­ción civil por la herra­mien­ta para­mi­li­tar, en el 2011. El Movi­mien­to de Víc­ti­mas de Crí­me­nes de Esta­do denun­cia una masa­cre come­ti­da el 11 de febre­ro de 2011 por para­mi­li­ta­res: “Luz Mari­na Roa Alfon­so fue ase­si­na­da, jun­to con Luz Mery Roa Roa, Vice­pre­si­den­ta de la Jun­ta de Acción Comu­nal, y la menor Sorith Juliet Alfon­so Roa de tan solo 5 años, quien fue dego­lla­da y sus manos fue­ron cor­ta­das. Ase­si­na­ron a dos tra­ba­ja­do­res. Fue­ron dego­lla­das a mache­ta­zos (…) per­sis­te la pre­sen­cia de gru­pos para­mi­li­ta­res y la zona se encuen­tra con­tro­la­da por el Ejer­ci­to Nacio­nal, a pesar de esto se comen­ten crí­me­nes de lesa huma­ni­dad.” (16). La segun­da la denun­cia la Cor­po­ra­ción Jus­ti­cia y Dig­ni­dad: “El domin­go 6 de mar­zo de 2011 para­mi­li­ta­res ase­si­na­ron en su vivien­da a la ancia­na indí­ge­na Leo­pol­di­na Valen­cia Güe­güe, de 70 años de edad. Le pro­pi­na­ron 3 impac­tos de fusil en su cara que la deja­ron des­fi­gu­ra­da. El res­to de ocu­pan­tes de la vivien­da se escon­die­ron deba­jo de la cama, en tan­to que los agre­so­res con arma blan­ca des­truían las mamas, los bra­zos y las manos de la anciana”(17)
Las vio­la­cio­nes colec­ti­vas son un meca­nis­mo de inyec­ción de terror y des­pla­za­mien­to: “Lle­ga­ron los para­mi­li­ta­res, con­gre­ga­ron a todos, pusie­ron músi­ca y empe­za­ron a beber (…) vio­la­ron a algu­nas muje­res, die­ron muer­te a unas cuan­tas per­so­nas y bai­la­ron. Obli­ga­ron a las muje­res a coci­nar… vio­la­ron a las joven­ci­tas. La fies­ta se pro­lon­gó cua­tro días. Los cadá­ve­res empe­za­ron a pudrir­se. Que­ma­ron a algu­nos de ellos para que no se pudie­ran iden­ti­fi­car. Oímos sobre­vo­lar a un heli­cóp­te­ro pero no pasó nada has­ta el cuar­to día. Los para­mi­li­ta­res se qui­ta­ron los pasa­mon­ta­ñas y dije­ron que había lle­ga­do el ejér­ci­to. Enton­ces vinie­ron auto­mó­vi­les, fis­ca­les y per­so­nas de la Cruz Roja. El ejér­ci­to esta­ba impi­dien­do la entra­da al pobla­do mien­tras se pro­du­cía la matan­za.” (18)
Las vio­la­cio­nes son un meca­nis­mo de terror emplea­do con­tra diri­gen­tes socia­les, se tra­ta de aca­llar la opo­si­ción polí­ti­ca: “La niña de 13 años, hija de Martha Ola­ya, diri­gen­te sin­di­cal e inte­gran­te de la ANMUCIC, fue vio­la­da y muer­ta en Mon­te­lo­ro por miem­bros del ejér­ci­to. Las fuer­zas de segu­ri­dad mos­tra­ron el cadá­ver ves­ti­do con ropas de uso mili­tar, para dar la impre­sión de que era una gue­rri­lle­ra muer­ta en com­ba­te. Al fun­cio­na­rio de medi­ci­na legal que le prac­ti­có la autop­sia lo mata­ron una sema­na más tar­de.” (19)
Tras los des­pla­za­mien­tos oca­sio­na­dos por el terror de las masa­cres y las vio­la­cio­nes colec­ti­vas, las con­di­cio­nes de mise­ria de las per­so­nas des­pla­za­das aca­rrean más sufri­mien­to y vio­la­ción de sus DDHH: “Lle­ga­ron 500 para­mi­li­ta­res a la aldea… nos ame­na­za­ron y se lle­va­ron a las muje­res (…) Mata­ron a mucha­chas, chi­cos, hom­bres y muje­res. No se nos per­mi­tió reco­ger­los y los perros se comie­ron los cadá­ve­res. Ahor­ca­ron a algu­nos niños y muti­la­ron los órga­nos sexua­les de los cadá­ve­res. Vio­la­ron a muchas muje­res (…) Hoy vivo en las afue­ras de Car­ta­ge­na; las con­di­cio­nes son muy malas ya que el lugar está inun­da­do casi siem­pre; por la noche ten­go que atar a los niños a la cama para que no cai­gan al agua.”  (Ibíd. Pági­na 25)
4. Oro, mega­mi­ne­ría mul­ti­na­cio­nal y des­pla­za­mien­to for­za­do: vio­la­cio­nes para aterrorizar
Mien­tras lee este artícu­lo, la situa­ción de las muje­res y niñas colom­bia­nas se agra­va de for­ma dra­má­ti­ca en las zonas ricas en mine­ra­les y codi­cia­das por mul­ti­na­cio­na­les y lati­fun­dio, pues el terror es uti­li­za­do para des­pla­zar comu­ni­da­des, y la vio­la­ción for­ma par­te de la estra­te­gia de terror para gene­rar des­pla­za­mien­to y con­trol social. Las comu­ni­da­des afro­des­cen­dien­tes del Pací­fi­co (PCN) denun­cian que: las vio­la­cio­nes sexua­les a las niñas y ado­les­cen­tes se han incre­men­ta­do de for­ma alar­man­te”(20), esto en medio de la avan­za­da de la explo­ta­ción mine­ra mul­ti­na­cio­nal, y de mega­pro­yec­tos de agro indus­trial:En este momen­to están ingre­san­do retro­ex­ca­va­do­ras ile­ga­les que tie­nen como fin la explo­ta­ción de oro a gran esca­la, lo que gene­ra un daño ambien­tal gra­ve, ade­más gene­ran des­pla­za­mien­to y muer­te. Estas retro­ex­ca­va­do­ras vie­nen cus­to­dia­das por hom­bres arma­dos quie­nes afir­man que aque­llos que se inter­pon­gan o tra­ten de impe­dir el ingre­so de estas maqui­nas serán ase­si­na­dos. (…) quie­ren apro­piar­se de este terri­to­rio por la rique­za mine­ral” (21). Tras el des­pla­za­mien­to las comu­ni­da­des se asien­tan en los barrios peri­fé­ri­cos de las ciu­da­des, en los que con­ti­núa el con­trol y terror social mili­tar- para­mi­li­tar, y se degra­da el teji­do social: En nues­tra comu­ni­dad, niñas entre los 9 y 13 años de edad están emba­ra­za­das por pri­me­ra vez, y ya entre los 13 y 15 años, son madres de dos hijos, y de 14 a 17 años tie­nen de 3 a 4 hijos, como con­se­cuen­cia de vio­la­cio­nes ejer­ci­das por sus padras­tros, veci­nos e inte­gran­tes de gru­pos arma­dos (…) La des­apa­ri­ción for­za­da segui­da de la vio­la­ción sexual y el ase­si­na­to con sevi­cia, es una cons­tan­te en los barrios y en zonas rura­les. Se cono­cen casos de vio­la­ción sexual de niñas de 2 a 7 meses de edad, y es esca­lo­frian­te el de una niña de 3 meses de naci­da que fue total­men­te des­mem­bra­da. Esta situa­ción obli­ga a las madres a estar con­fi­na­das en sus casas por mie­do a dejar a sus hijas solas, ya que las meno­res corren el ries­go de ser rap­ta­das y des­apa­re­ci­das. Tam­bién se cono­cen casos en los que niñas y niños peque­ños, obli­ga­dos a prac­ti­car sexo oral a los vio­la­do­res, tie­nen gra­ves lesio­nes e infec­cio­nes buco­fa­rín­geas. (… ) En esta sema­na, repor­tes comu­ni­ta­rios afir­ma­ron que entre joven­ci­tas y niñas, 7 están des­apa­re­ci­das. Dos fue­ron encon­tra­das vio­la­das y ase­si­na­das y del res­to, corren rumo­res de estar ente­rra­das(…) Y mien­tras se escri­be este comu­ni­ca­do, lle­ga un ple­ga­ble, bus­can­do a otra niña des­apa­re­ci­da des­de el jue­ves 19 de mayo (2011) (…) Ante el esca­la­mien­to de las vio­len­cias con­tra las muje­res y niñas, has­ta aho­ra, nin­gún orga­nis­mo esta­tal se ha aper­so­na­do de esta gra­ve pro­ble­má­ti­ca.”(ver 20) Las comu­ni­da­des exi­gen: “las inves­ti­ga­cio­nes nece­sa­rias para supe­rar la impu­ni­dad de estos crí­me­nes.” (Ibíd.)
5. Los Patro­nos del Par­que Tay­ro­na: cómo se entre­ga un par­que natu­ral a aque­llos que lo han asolado
El Par­que Tay­ro­na, uno de los eco­sis­te­mas más her­mo­sos del pla­ne­ta, es ofer­ta­do a la empre­sa pri­va­da y al turis­mo por las modi­fi­ca­cio­nes lega­les de la admi­nis­tra­ción de Uri­be y San­tos. Las masa­cres de la herra­mien­ta para­mi­li­tar se ocu­pa­ron de des­pla­zar a miles de habi­tan­tes de las tie­rras codi­cia­das. Los Jefes para­mi­li­ta­res, como pre­mio por sus “ser­vi­cios” al gran capi­tal, hacen gran­des nego­cios. Según el jefe para­mi­li­tar ‘El Cano­so’ la empre­sa Avia­tur del mag­na­te fran­cés que hoy ges­tio­na el Par­que Tay­ro­na obtu­vo la lici­ta­ción en aso­cia­ción con varios jefes para­mi­li­ta­res, entre los cua­les alias ‘El Patrón’. José Gél­vez Alba­rra­cín, alias ‘El Cano­so’, del blo­que para­mi­li­tar Tay­ro­na de las AUC, con­fe­só en abril 2011 a la fis­ca­lía de Jus­ti­cia y Paz cómo se orga­ni­zó el con­sor­cio entre para­mi­li­ta­res, para­po­lí­ti­cos y el empre­sa­rio del turis­mo, Jean Clau­de Bes­su­do (22).‘El Cano­so’ expre­só que la socie­dad de los para­mi­li­ta­res con Avia­tur para admi­nis­trar el Par­que Tay­ro­na se hizo a tra­vés de una socie­dad lla­ma­da Alnu­va y que, según lo repor­ta Noti­cias Uno, se con­cre­tó en la ofi­ci­na de Bes­su­do (íbid) a comien­zos del 2005. Alias “El Cano­so” decla­ró: “Empe­za­mos una eta­pa de lle­nar el for­mu­la­rio, de pre­sen­tar­lo, Nacho [Igna­cio Rodrí­guez] tenía muy bue­nas rela­cio­nes con los hijos del doc­tor Uri­be, con Jeró­ni­mo y Tomas y enton­ces logra­mos que entrá­ra­mos en este plie­go a con­cur­sar con una empre­sa que es del señor Bes­su­do que era Avia­tur.” (Ibíd.).
El 31 de enero del 2004 los para­mi­li­ta­res ase­si­na­ron a Mar­ta Her­nán­dez Turria­go, la direc­to­ra del Par­que Tay­ro­na, por­que no acep­ta­ba entre­gar­les un por­cen­ta­je de lo recau­da­do y había denun­cia­do que los para­mi­li­ta­res saca­ban dro­gas uti­li­zan­do rutas den­tro del parque(23). El 4 de julio de 2005, el Gobierno entre­gó en con­ce­sión por 10 años el par­que Tay­ro­na a una Unión Tem­po­ral Par­que Tay­ro­na con­for­ma­da por Avia­tur, del empre­sa­rio fran­cés Bes­su­do, la Cáma­ra de Comer­cio y la socie­dad Alnu­va. El par­que tie­ne una exten­sión de 25.000 hec­tá­reas (íbid.) Según ‘El Cano­so’ el nego­cio comen­zó entre él, Héc­tor Igna­cio Rodrí­guez, alias ‘Nacho’, y los jefes para­mi­li­ta­res ‘El Patrón’ y su sobrino Nodier. Rodrí­guez había sido ele­gi­do con el apo­yo de los para­mi­li­ta­res con­ce­jal de San­ta Mar­ta; fue pos­te­rior­men­te extra­di­ta­do, cum­plió tres años de pri­sión en EEUU y des­de el año pasa­do se encuen­tra en San­ta Mar­ta (Ibíd.). Tam­bién se aso­ció el gober­na­dor Trino Luna, pos­te­rior­men­te dete­ni­do por para­po­lí­ti­ca. Elías Geor­ge, repre­sen­tan­te legal de Alnu­va, y repre­sen­tan­te de una empre­sa de tele­fo­nía móvil y de una aero­lí­nea, fue otro socio. (Ibíd. ) Su entra­da al par­que se hizo tras des­pla­zar a miles de cam­pe­si­nos e indí­ge­nas y expul­sar a doce­nas de fami­lias que se gana­ban la vida como ope­ra­do­res turís­ti­cos, ven­ta de arte­sa­nías y como guías.
La Fis­cal de Jus­ti­cia y Paz inda­gó sobre los por­me­no­res de la lici­ta­ción, pre­gun­tán­do­le a alias ‘El Cano­so’: “¿Hubo algún mane­jo de la lici­ta­ción para que le que­da­rá a Bes­su­do y uste­des? “Nacho usó a los hijos del doc­tor Uri­be para que noso­tros nos que­dá­ra­mos en esa lici­ta­ción”. Con­tes­tó el ‘El Cano­so’ (ver gra­ba­ción en VIDEO de la audien­cia de alias “El Cano­so”, repor­ta­da por Noti­cias uno, nota 22). El empre­sa­rio Bes­su­do, radi­ca­do des­de hace más de 48 años en Colom­bia, adu­ce que él no esta­ba al tan­to de estar com­par­tien­do la mul­ti­mi­llo­na­ria lici­ta­ción con para­mi­li­ta­res. Y expli­ca que cuan­do se refi­rió en reunio­nes a las AUC era de la siguien­te mane­ra: “Y la famo­sa fra­se que le con­ta­ron de las AUC yo dije de vez en cuan­do AUC, yo no sabía que esa vai­na era Auto­de­fen­sas Uni­das de Colom­bia, por Aso­cia­ción de Usua­rios Cam­pe­si­nos” (24). Es amplia­men­te cono­ci­do en Colom­bia que las AUC son las Auto­de­fen­sas Uni­das de Colom­bia, cómo se auto­de­no­mi­nó la herra­mien­ta para­mi­li­tar. Por otro lado cual­quier per­so­na que haga nego­cios mul­ti­mi­llo­na­rios que con­cier­nen tie­rras de las cua­les son des­po­ja­dos median­te masa­cres sus habi­tan­tes, y jus­ta­men­te por los para­mi­li­ta­res de las AUC, está en medi­da de enten­der la situa­ción. Pue­den caber dudas sobre la inge­nui­dad que adu­ce Bes­su­do: “los socios ocul­tos, yo no lo sabía”( Ibíd. ). La socie­dad Alnu­va de los para­mi­li­ta­res ‘El Patrón’ y ‘Jor­ge 40’ sigue sien­do con­ce­sio­na­ria de la admi­nis­tra­ción del par­que Tay­ro­na, jun­to con Bes­su­do; el empre­sa­rio fran­cés decla­ró que por ley no se podía des­ha­cer de sus socios de la unión tem­po­ral, lo cual, al pare­cer no es cier­to según infor­ma Noti­cias Uno en un repor­ta­je (25): «El zar del turis­mo colom­biano Jean Clau­de Bes­su­do sí podía sacar de la con­ce­sión del par­que Tay­ro­na a la empre­sa de facha­da de Jor­ge 40 y Sal­va­to­re Man­cu­so (para­mi­li­ta­res) cuan­do, según él, se ente­ró de que esta­ba com­pues­ta por paramilitares (…)»
Mien­tras la oli­gar­quía colom­bia­na, fran­ce­sa, y las mul­ti­na­cio­na­les se hacen con las rique­zas de Colom­bia, el bru­tal empo­bre­ci­mien­to de las pobla­cio­nes des­po­ja­das aci­ca­la el meca­nis­mo de las vio­la­cio­nes con­tra las niñas: unas secues­tra­das y vio­la­das y otras entre­ga­das por fami­lias en la mise­ria: «Era tan per­ver­sa la situa­ción que hubo papás que las entre­ga­ban [al ‘Patrón’] a cam­bio de gas­tos bási­cos y estu­dios» (26). El des­po­jo de tie­rras aumen­ta la mise­ria en Colom­bia e incre­men­ta la rique­za de aque­llos a manos de quie­nes van a parar las tie­rras: mul­ti­na­cio­na­les y lati­fun­dio. Colom­bia es el 4to país del mun­do en des­igual­dad social, y el país más des­igual del con­ti­nen­te ame­ri­cano (coefi­cien­te GINI, 2011) (27).
6. ¿Cuál infan­cia?
Las niñas eran lle­va­das a fies­tas en las que El Patrón las selec­cio­na­ba. Las que no le gus­ta­ban que­da­ban para otros para­mi­li­ta­res. Esta es la cara de “la Pros­pe­ri­dad Demo­crá­ti­ca” que sufren las niñas: detrás de los altí­si­mos bene­fi­cios de las mul­ti­na­cio­na­les en Colom­bia hay des­truc­ción social, niñas escla­vas, mise­ria, tor­tu­ras, abu­sos e impu­ni­dad. Niñas sacri­fi­ca­das en el altar de la codi­cia: entre­ga­das a la herra­mien­ta para­mi­li­tar que fun­cio­na con la impu­ni­dad garan­ti­za­da por los suce­si­vos gobier­nos que la uti­li­zan para des­po­jar. El sis­te­ma de acu­mu­la­ción de capi­tal, basa­do en el saqueo de los recur­sos natu­ra­les y la explo­ta­ción del ser humano, tor­tu­ra y ase­si­na a los niños. Los pri­va de edu­ca­ción al con­ver­tir la edu­ca­ción en una mer­can­cía, los pri­va de ali­men­ta­ción al con­ver­tir la ali­men­ta­ción en un nego­cio, los pri­va de salud al con­ver­tir la medi­ci­na en otro nego­cio, los des­pla­za de los cam­pos, los mata de ham­bre… En Colom­bia mue­ren anual­men­te 20.000 niños por des­nu­tri­ción (UNICEF). Colom­bia es uno de los paí­ses más ricos del mun­do, y sin embar­go su pobla­ción es gra­ve­men­te empo­bre­ci­da por el saqueo: El 68% de la pobla­ción de Colom­bia vive en la pobre­za e indi­gen­cia. Hay 8 millo­nes de indi­gen­tes y 20 millo­nes de pobres (28). De cada 100 madres des­pla­za­das ges­tan­tes, 80 pade­cen des­nu­tri­ción cró­ni­ca. Corre­la­ti­va­men­te a esta mise­ria, un solo ban­que­ro, Sar­mien­to Angu­lo, con­tro­la el 42% del cré­di­to nacio­nal (29). Paul Mar­tin, repre­sen­tan­te de UNICEF, expu­so de qué mane­ra el cere­bro de un niño se ve atro­fia­do por la des­nu­tri­ción y la gra­ve­dad de la situa­ción de la infan­cia en Colom­bia: “12% de los niños de Colom­bia pade­cen des­nu­tri­ción cró­ni­ca. Van a sufrir físi­ca y men­tal­men­te: nun­ca este 12% va a tener la opor­tu­ni­dad de con­tri­buir con el 100% de su capa­ci­dad huma­na (…) El 90% de la capa­ci­dad del ser humano se desa­rro­lla en sus pri­me­ros 3 años; los niños que están des­nu­tri­dos antes de esa edad nun­ca serán capa­ces de recu­pe­rar esta par­te de su capa­ci­dad huma­na. En una radio­gra­fía del cere­bro de un niño bien nutri­do se pue­de ver que el cere­bro es muy den­so, con muchas inter­co­ne­xio­nes; y jun­to a él, el cere­bro de un niño con des­nu­tri­ción seve­ra se ve del­ga­do, con agu­je­ros: esto es el daño físi­co cau­sa­do por la des­nu­tri­ción que no pue­de ser recu­pe­ra­do.”(30). Las gran­des for­tu­nas siguen incre­men­tan­do su capi­tal gra­cias al des­po­jo de millo­nes de cam­pe­si­nos de sus tie­rras, la pri­va­ti­za­ción de la salud, la edu­ca­ción y demás ser­vi­cios; gra­cias al pago de sala­rios de mise­ria; al esta­ble­ci­mien­to de zonas fran­cas, gra­cias a la uti­li­za­ción del era­rio públi­co para la finan­cia­ción de la ban­ca, gra­cias a la des­truc­ción mon­ta­ñas. El 40% del terri­to­rio de Colom­bia está pedi­do en con­ce­sión para pro­yec­tos mine­ros: de sus 114 millo­nes de hec­tá­reas, cer­ca de 45 millo­nes están soli­ci­ta­das para este fin (31). _________________________

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