SIRIA: ¿Qué pasa en Siria? Exten­sión del cam­po de manipulación

Mien­tras cien­tos de sirios, civi­les y mili­ta­res, aca­ban de caer bajo las balas de fran­co­ti­ra­do­res finan­cia­dos por los sai­di­ris y entre­na­dos por la CIA, los medios de pren­sa occi­den­ta­les acu­san al gobierno de Bachar el-Assad de dis­pa­rar sobre el pue­blo y sobre sus pro­pias fuer­zas del orden. Esta cam­pa­ña de des­in­for­ma­ción tra­ta de jus­ti­fi­car una posi­ble inter­ven­ción mili­tar occi­den­tal. El filó­so­fo Dome­ni­co Losur­do recuer­da que esta for­ma de actuar no es nue­va. Sim­ple­men­te, los nue­vos medios de comu­ni­ca­ción la han hecho más sofis­ti­ca­da. Hoy en día, la pren­sa escri­ta y audio­vi­sual no son las úni­cas en vehi­cu­lar la men­ti­ra, tam­bién se hace a tra­vés de Face­book y YouTube.

Des­de hace varios días mis­te­rio­sos gru­pos vie­nen dis­pa­ran­do en Siria sobre los mani­fes­tan­tes y, sobre todo, con­tra los par­ti­ci­pan­tes en los sepe­lios que tie­nen lugar des­pués de los san­grien­tos acon­te­ci­mien­tos. ¿Quié­nes con­for­man esos gru­pos? Las auto­ri­da­des sirias sos­tie­nen que se tra­ta de pro­vo­ca­do­res esen­cial­men­te vin­cu­la­dos a ser­vi­cios secre­tos extran­je­ros. En Occi­den­te, por el con­tra­rio, ni la izquier­da vaci­la en dar su aval a la tesis pro­cla­ma­da, en pri­mer lugar, por la Casa Blan­ca: los que dis­pa­ran son siem­pre y úni­ca­men­te agen­tes sirios que se hacen pasar por civi­les. ¿Es Oba­ma la voz de la ver­dad? La agen­cia siria de pren­sa SANA repor­ta que se han encon­tra­do «bote­llas plás­ti­cas lle­nas de san­gre» uti­li­za­das para pro­du­cir «fal­sos videos ama­teurs» de muer­tos y heri­dos entre los mani­fes­tan­tes. ¿Cómo enten­der esta infor­ma­ción, que extrai­go del artícu­lo de L. Trom­bet­ta publi­ca­do el 24 de abril en el dia­rio ita­liano La Stam­pa? Las siguien­tes pági­nas, reto­ma­das de un ensa­yo que será publi­ca­do pró­xi­ma­men­te, ayu­da­rán qui­zás a arro­jar algo de luz sobre el tema. Quie­nes expe­ri­men­ten algo de sor­pre­sa, inclu­so de incre­du­li­dad, al leer el con­te­ni­do de este tex­to no deben pasar por alto que las fuen­tes que uti­li­zo aquí son casi exclu­si­va­men­te «bur­gue­sas» (occi­den­ta­les y prooc­ci­den­ta­les). [Ver tam­bién las notas adi­cio­na­les al final de este tex­to. NdT.].
«Amor y verdad»
En los últi­mos tiem­pos, sobre todo a tra­vés de la secre­ta­ria de Esta­do Hillary Clin­ton, la admi­nis­tra­ción Oba­ma no deja pasar la menor oca­sión de ensal­zar Inter­net, Face­book y Twit­ter como ins­tru­men­tos de difu­sión de la ver­dad e, indi­rec­ta­men­te, de pro­mo­ción de la paz. Washing­ton ha des­ti­na­do sumas con­si­de­ra­bles a poten­ciar estos ins­tru­men­tos y a blin­dar­los con­tra la cen­su­ra y los ata­ques de los «tira­nos». En reali­dad, la mis­ma regla vale para los nue­vos medios tan­to como para los tra­di­cio­na­les: pue­den ser tam­bién ins­tru­men­tos de mani­pu­la­ción y de exa­cer­ba­ción del odio e inclu­so de la gue­rra. Goeb­bels y el régi­men nazi uti­li­za­ron inte­li­gen­te­men­te la radio en ese sentido.

Duran­te la gue­rra fría, más que un ins­tru­men­to de pro­pa­gan­da, las trans­mi­sio­nes de radio fue­ron un arma para los dos ban­dos impli­ca­dos en el con­flic­to. Una de las pri­me­ras tareas asig­na­das a la CIA fue la crea­ción de un efi­cien­te «Psy­cho­lo­gi­cal War­fa­re Workshop». El uso de la mani­pu­la­ción desem­pe­ña tam­bién un papel esen­cial al final de la gue­rra fría. Mien­tras tan­to, jun­to a la radio, apa­re­ció la tele­vi­sión. El 17 de noviem­bre de 1989 se pro­du­ce en Pra­ga el triun­fo de la «revo­lu­ción de ter­cio­pe­lo», con un eslo­gan del que se decía que había sido copia­do de Gandhi: «Amor y ver­dad». La reali­dad es que el papel deci­si­vo lo tuvo enton­ces la difu­sión de una noti­cia fal­sa que pre­ten­día que un estu­dian­te había sido «bru­tal­men­te aba­ti­do» por la poli­cía. Así lo reve­la con satis­fac­ción, 20 años des­pués de los hechos, «un perio­dis­ta y líder de la disi­den­cia, Jan Urban», pro­ta­go­nis­ta de aque­lla mani­pu­la­ción. Su «men­ti­ra» logró sus­ci­tar la indig­na­ción de las masas y el derrum­be de un régi­men ya debilitado.

A fina­les de 1989, en Ruma­nia, un Nico­lae Ceau­ses­cu ya seria­men­te des­acre­di­ta­do se man­tie­ne aún en el poder. ¿Cómo derro­car­lo? Los medios masi­vos de comu­ni­ca­ción de Occi­den­te difun­den masi­va­men­te entre la pobla­ción ruma­na noti­cias e imá­ge­nes del «geno­ci­dio» per­pe­tra­do por la poli­cía de Ceau­ses­cu en Timi­soa­ra. ¿Qué había pasa­do en reali­dad? Deje­mos la pala­bra a un pres­ti­gio­so filó­so­fo, Gior­gio Agam­den, que aun­que no siem­pre da prue­ba de vigi­lan­cia crí­ti­ca hacia la ideo­lo­gía domi­nan­te resu­me aquí magis­tral­men­te el caso que nos ocupa:

«Por pri­me­ra vez en la his­to­ria de la huma­ni­dad, cadá­ve­res ape­nas ente­rra­dos o ali­nea­dos sobre las mesas de las mor­gues fue­ron des­en­te­rra­dos apre­su­ra­da­men­te y tor­tu­ra­dos para simu­lar ante las cáma­ras el geno­ci­dio que debía legi­ti­mar al nue­vo régi­men. Lo que el mun­do ente­ro tenía en vivo ante sus ojos como la ver­dad en las pan­ta­llas de tele­vi­sión, era la abso­lu­ta anti­ver­dad, y aun­que la fal­si­fi­ca­ción resul­ta­ra a veces evi­den­te, era de todas for­mas auten­ti­fi­ca­da como cier­ta por el sis­te­ma mun­dial de los medios, para que que­da­ra cla­ro que lo real no era en lo ade­lan­te más que un momen­to del nece­sa­rio movi­mien­to de lo falso.»

La téc­ni­ca des­cri­ta en el ante­rior frag­men­to se apli­ca nue­va­men­te con reno­va­do éxi­to 10 años más tar­de. Una cam­pa­ña insis­te en mos­trar el horror del que se ha pro­cla­ma­do como res­pon­sa­ble al país –Yugos­la­via– cuyo des­mem­bra­mien­to está ya pro­gra­ma­do de ante­mano y con­tra el cual ya se pre­pa­ra la gue­rra humanitaria:

«La masa­cre de Racak es atroz, con muti­la­cio­nes y cabe­zas cor­ta­das. Es una esce­na ideal para sus­ci­tar la indig­na­ción de la opi­nión públi­ca inter­na­cio­nal. Algo pare­ce extra­ño en la matan­za. Los ser­bios matan habi­tual­men­te sin rea­li­zar muti­la­cio­nes […] Como demues­tra la gue­rra de Bos­nia, las denun­cias de atro­ci­da­des come­ti­das con los cuer­pos, indi­cios de tor­tu­ras, deca­pi­ta­cio­nes, son un arma de pro­pa­gan­da impre­ci­sa […] Qui­zás no hayan sido los ser­bios sino los gue­rri­lle­ros alba­ne­ses quie­nes muti­la­ron los cuerpos.»
Pero, en aquel momen­to, los hom­bres del UCK [Ejér­ci­to de Libe­ra­ción de Koso­vo. NdT.] no podían ser sos­pe­cho­sos de aque­lla infa­mia por­que eran free­dom figh­ters, com­ba­tien­tes de la liber­tad. Hoy en día, ante el Con­se­jo de Euro­pa, el líder del UCK, Hashim Tha­ci, «está acu­sa­do de diri­gir un clan polí­ti­co-cri­mi­nal crea­do antes de la gue­rra» y está impli­ca­do en el trá­fi­co no sólo de heroí­na sino tam­bién de órga­nos huma­nos. Vea­mos lo que suce­día, bajo su man­do, duran­te la gue­rra de Koso­vo: «Una gran­ja en Rri­pe, Alba­nia cen­tral, con­ver­ti­da en sala de ope­ra­ción por los hom­bres del UCK, don­de tenían como pacien­tes a pri­sio­ne­ros de gue­rra ser­bios: un tiro en la nuca, antes de extraer­les los riño­nes, con la com­pli­ci­dad de médi­cos extran­je­ros» (pre­sun­ta­men­te occi­den­ta­les). Sale así a la luz la reali­dad de la «gue­rra huma­ni­ta­ria» de 1999 con­tra Yugos­la­via. Pero, mien­tras tan­to, el des­mem­bra­mien­to de aquel país se ha con­cre­ta­do y Koso­vo se ha con­ver­ti­do en sede de una enor­me base mili­tar estadounidense.

Vea­mos otro regre­so de varios años al pasa­do. Héro­do­te, una revis­ta fran­ce­sa de geo­po­lí­ti­ca, ha des­ta­ca­do el papel esen­cial que desem­pe­ña­ron las redes de tele­vi­sión que se encuen­tran en manos de la opo­si­ción geor­gia­na y las cade­nas tele­vi­si­vas de Occi­den­te duran­te la «revo­lu­ción de las rosas», que tuvo lugar en Geor­gia a fina­les de 2003. Los men­cio­na­dos medios de pren­sa trans­mi­tían cons­tan­te­men­te la ima­gen –que pos­te­rior­men­te resul­tó ser fal­sa– de la resi­den­cia que supues­ta­men­te cons­ti­tuía la prue­ba de la corrup­ción de Eduard Che­var­nad­ze, el diri­gen­te que se que­ría derro­car. Des­pués de la pro­cla­ma­ción de los resul­ta­dos elec­to­ra­les, que con­fir­ma­ban la vic­to­ria de Che­var­nad­ze y que la opo­si­ción decla­ra frau­du­len­tos, los opo­si­to­res deci­den orga­ni­zar una mar­cha sobre Tbi­li­si, mar­cha que debe­ría sellar «la lle­ga­da sim­bó­li­ca, e inclu­so pací­fi­ca, a la capi­tal de todo un país enco­le­ri­za­do». A pesar de haber sido con­vo­ca­dos en todas par­tes del país con gran des­plie­gue de medios pro­pa­gan­dís­ti­cos y publi­ci­ta­rios, lle­gan aquel día a la mar­cha entre 5 y 10 000 per­so­nas. «¡Eso no es nada en Geor­gia!» Sin embar­go, gra­cias a una pues­ta en esce­na sofis­ti­ca­da y muy pro­fe­sio­nal, el canal de tele­vi­sión de más amplia difu­sión en todo el país se da el lujo de trans­mi­tir un men­sa­je muy dife­ren­te: «Ahí está la ima­gen, pode­ro­sa, de un pue­blo ente­ro que sigue a su futu­ro pre­si­den­te.» Se des­le­gi­ti­ma así a las auto­ri­da­des polí­ti­cas, el país se sien­te des­orien­ta­do y sor­pren­di­do mien­tras que la opo­si­ción se mues­tra más arro­gan­te y agre­si­va que nun­ca, sobre todo por­que cuen­ta con la pro­tec­ción y el estí­mu­lo de los medios de pren­sa inter­na­cio­na­les y las can­ci­lle­rías occi­den­ta­les. Está lis­to el gol­pe de Esta­do que pon­drá en el poder a Mijail Saa­kash­vi­li, opo­si­tor que ha hecho sus estu­dios en Esta­dos Uni­dos, que habla un inglés per­fec­to y está capa­ci­ta­do para enten­der rápi­da­men­te las órde­nes de sus superiores.

Inter­net como ins­tru­men­to de libertad

Vea­mos aho­ra los nue­vos medios que tan­to elo­gian la seño­ra Clin­ton y la admi­nis­tra­ción Oba­ma. En el verano de 2009, un impor­tan­te dia­rio ita­liano publi­ca­ba lo siguiente:
«Una ima­gen de ori­gen inde­ter­mi­na­do cir­cu­la en Twit­ter des­de hace varios días […] Ante noso­tros, un foto­gra­ma de valor pro­fun­da­men­te sim­bó­li­co, una pági­na de nues­tro pre­sen­te. Una mujer con velo negro, lle­va una cami­se­ta ver­de y un blue-jean: extre­mo Orien­te y extre­mo Occi­den­te jun­tos. Está sola, a pie. Tie­ne el bra­zo dere­cho en alto y el puño cerra­do. Ante ella, impo­nen­te, el fren­te de un SUV [vehícu­lo todo­te­rreno] de cuyo techo emer­ge, hie­rá­ti­co, Mah­mud Ahma­di­ne­jad. Detrás, los guar­da­es­pal­das. La com­bi­na­ción de ges­tos es con­mo­ve­do­ra: de pro­vo­ca­ción deses­pe­ra­da el de la mujer; mís­ti­co, el del pre­si­den­te iraní.»

Se tra­ta de «un foto­mon­ta­je», que cier­ta­men­te pare­ce «ver­da­de­ro», para lograr más efi­caz­men­te «acon­di­cio­nar ideas, creen­cias». Por otro lado, abun­dan las mani­pu­la­cio­nes. A fina­les de junio de 2009, los nue­vos medios en Irán y todos los medios de infor­ma­ción occi­den­ta­les difun­den la ima­gen de una bella mucha­cha alcan­za­da por una bala: «Comien­za a san­grar, pier­de el cono­ci­mien­to. En pocos segun­dos está muer­ta. Nadie sabe si se vio en medio del fue­go cru­za­do o si fue alcan­za­da por un dis­pa­ro diri­gi­do a ella.» Pero la bús­que­da de la ver­dad es lo que menos intere­sa. Sería de todas for­mas una pér­di­da de tiem­po e inclu­so pudie­ra resul­tar con­tra­pro­du­cen­te. Lo más impor­tan­te es otra cosa: «Aho­ra, la revo­lu­ción tie­ne nom­bre: Neda.» Ello per­mi­te trans­mi­tir el men­sa­je desea­do: «Neda, ino­cen­te, con­tra Ahma­di­ne­jad». O tam­bién: «una juven­tud valien­te con­tra un régi­men vil». Y el men­sa­je se hace así irre­sis­ti­ble: «Es impo­si­ble ver de mane­ra fría y obje­ti­va en Inter­net el video de Neda Sol­ta­ni, la bre­ve secuen­cia en que el padre de la mucha­cha y un médi­co tra­tan de sal­var la vida de la joven ira­ní de 26 años». Al igual que en el caso del foto­mon­ta­je, la ima­gen de Neda nos enfren­ta a una mani­pu­la­ción sofis­ti­ca­da, cui­da­do­sa­men­te estu­dia­da y cali­bra­da en todos sus deta­lles (grá­fi­cos, polí­ti­cos y sico­ló­gi­cos) con vis­tas a des­acre­di­tar y a pre­sen­tar la direc­ción ira­ní de la mane­ra más odio­sa posi­ble. [Ver tam­bién las notas adi­cio­na­les al final de este tex­to. NdT.]

Lle­ga­mos así al «caso libio». Una revis­ta ita­lia­na de geo­po­lí­ti­ca ha men­cio­na­do en este caso «el uso estra­té­gi­co de lo fal­so», lo cual se con­fir­ma en pri­mer lugar en el «des­con­cer­tan­te caso de las fal­sas fosas comu­nes» (y de otros deta­lles ante­rior­men­te men­cio­na­dos). La téc­ni­ca es la mis­ma que vie­ne uti­li­zán­do­se des­de hace déca­das. Pero, aho­ra, con la apa­ri­ción de los nue­vos medios, adquie­re una terri­ble efi­ca­cia: «La lucha se pre­sen­ta pri­me­ra­men­te como un due­lo entre el pode­ro­so y débil inde­fen­so, y rápi­da­men­te se trans­for­ma des­pués en una opo­si­ción fron­tal entre el Bien y el Mal abso­lu­tos». En tales cir­cuns­tan­cias, lejos de ser un ins­tru­men­to de liber­tad, los nue­vos medios con­du­cen al resul­ta­do con­tra­rio. Esta­mos ante una téc­ni­ca de mani­pu­la­ción que «res­trin­ge fuer­te­men­te la liber­tad de arbi­trio de los espec­ta­do­res»; «los espa­cios para un aná­li­sis racio­nal se com­pri­men al máxi­mo, sobre todo median­te la explo­ta­ción del efec­to emo­ti­vo de la rápi­da suce­sión de imágenes».

Vol­ve­mos a encon­trar así, en los nue­vos medios, la regla ya con­fir­ma­da ante­rior­men­te en la radio y la tele­vi­sión: los ins­tru­men­tos, o poten­cia­les ins­tru­men­tos, de liber­tad y eman­ci­pa­ción –inte­lec­tual y polí­ti­ca– pue­den con­ver­tir­se y a menu­do se con­vier­ten hoy en día en lo con­tra­rio. No resul­ta difí­cil pre­ver que la repre­sen­ta­ción sim­plis­ta del con­flic­to en Libia no se man­ten­drá en pie por mucho tiem­po. Pero Oba­ma y sus alia­dos espe­ran que dure el tiem­po sufi­cien­te para per­mi­tir­les alcan­zar sus obje­ti­vos, que no son real­men­te huma­ni­ta­rios, aun­que la neo­len­gua se empe­ñe en defi­nir­los como tales.

Espon­ta­nei­dad de Internet

Pero, vol­va­mos al foto­mon­ta­je que mues­tra a una disi­den­te ira­ní desa­fian­do al pre­si­den­te de su país. El autor del cita­do artícu­lo no se inte­rro­ga sobre los artí­fi­ces de un mon­ta­je tan sofis­ti­ca­do. Yo tra­ta­ré de reme­diar ese “olvi­do”. Ya a fina­les de los años 1990 se podía leer en el Inter­na­tio­nal Herald Tri­bu­ne: «Las nue­vas tec­no­lo­gías han cam­bia­do la polí­ti­ca inter­na­cio­nal». Quie­nes tenían los medios de con­tro­lar­las veían cre­cer des­me­su­ra­da­men­te su pro­pio poder y sus posi­bi­li­da­des de des­es­ta­bi­li­zar los paí­ses más débi­les y tec­no­ló­gi­ca­men­te menos adelantados.

Esta­mos, en este caso, ante un nue­vo capí­tu­lo de la gue­rra sico­ló­gi­ca. Tam­bién en ese cam­po Esta­dos Uni­dos se encuen­tra deci­di­da­men­te a la van­guar­dia, con déca­das de inves­ti­ga­ción y de expe­ri­men­tos en su haber. Rebec­ca Lemov, antro­pó­lo­ga de la uni­ver­si­dad del Esta­do de Washing­ton, publi­có hace algu­nos años un libro que «ilus­tra los inhu­ma­nos inten­tos de la CIA y de algu­nos de los más gran­des siquia­tras de “des­truir y recons­truir” la psi­quis de los pacien­tes en los años 1950». Esto expli­ca un hecho que tuvo lugar en aque­lla épo­ca. El 16 de agos­to de 1951, raros e inquie­tan­tes fenó­me­nos estre­me­cie­ron Pont-Saint-Esprit, «un tran­qui­lo y pin­to­res­co pue­bli­to» situa­do «en el sur­es­te de Fran­cia». Sí, «el pue­blo fue sacu­di­do por una mis­te­rio­sa ráfa­ga de locu­ra colec­ti­va. Al menos cin­co per­so­nas murie­ron, varias dece­nas aca­ba­ron en asi­los, cien­tos mos­tra­ron sín­to­mas de deli­rio y alu­ci­na­cio­nes […] Muchos aca­ba­ron en el hos­pi­tal y con cami­sa de fuer­za». El mis­te­rio que por mucho tiem­po rodeó aque­lla «locu­ra colec­ti­va» se ha disi­pa­do hoy en día. Aque­llo fue un «expe­ri­men­to rea­li­za­do por la CIA, con la Spe­cial Ope­ra­tion Divi­sion (SOD), la uni­dad secre­ta del ejér­ci­to esta­dou­ni­den­se basa­da en Fort Detrick, Mary­land». Los agen­tes de la CIA «con­ta­mi­na­ron con LSD el pan que se ven­día en las pana­de­rías del pue­blo», con los resul­ta­dos ante­rior­men­te men­cio­na­dos. Esta­mos al comien­zo de la gue­rra fría. Esta­dos Uni­dos, cla­ro está, era un alia­do de Fran­cia. Pero es pre­ci­sa­men­te por esa razón que Fran­cia se pres­ta fácil­men­te a la rea­li­za­ción de expe­ri­men­tos de gue­rra sico­ló­gi­ca, cuyo blan­co era el «cam­po socia­lis­ta» (y la revo­lu­ción anti­co­lo­nia­lis­ta) pero cuya rea­li­za­ción del otro lado de la “cor­ti­na de hie­rro” hubie­se resul­ta­do muy difícil.

Hagá­mo­nos enton­ces la siguien­te pre­gun­ta: ¿La exci­ta­ción y la exa­cer­ba­ción de las masas pue­den indu­cir­se úni­ca­men­te por vía far­ma­co­ló­gi­ca? Con la apa­ri­ción y la gene­ra­li­za­ción de Inter­net, Face­book y Twit­ter, ha sur­gi­do un arma nue­va, capaz de modi­fi­car pro­fun­da­men­te la corre­la­ción de fuer­zas en el plano inter­na­cio­nal. Y esto ya no es un secre­to para nadie. Actual­men­te, en Esta­dos Uni­dos, un rey de la sáti­ra tele­vi­si­va como Jon Ste­wart excla­ma: «Pero, ¿por qué envia­mos ejér­ci­tos si tum­bar dic­ta­du­ras a tra­vés de Inter­net es tan fácil como com­prar un par de zapa­tos?» Por su par­te, en una revis­ta cer­ca­na al Depar­ta­men­to de Esta­do, un inves­ti­ga­dor lla­ma la aten­ción sobre «lo difí­cil que resul­ta mili­ta­ri­zar» (to wea­po­ni­ze) los nue­vos medios para alcan­zar obje­ti­vos a cor­to pla­zo y vin­cu­la­dos a deter­mi­na­do país. Más vale per­se­guir obje­ti­vos de más amplia enver­ga­du­ra. Los mati­ces pue­den ser dife­ren­tes, pero en todos los casos se sub­ra­ya y se reco­no­ce la impor­tan­cia mili­tar de las nue­vas tecnologías.

Pero, ¿no es Inter­net la expre­sión mis­ma de la espon­ta­nei­dad indi­vi­dual? Los úni­cos que uti­li­zan ese argu­men­to son los des­po­seí­dos (y los menos escru­pu­lo­sos). En reali­dad, reco­no­ce Dou­glas Paal –ex cola­bo­ra­dor de Reagan y de Bush padre – , Inter­net se encuen­tra actual­men­te «bajo la admi­nis­tra­ción de una ONG que en reali­dad es una ema­na­ción del Depar­ta­men­to de Comer­cio de los Esta­dos Uni­dos». ¿Se tra­ta sim­ple­men­te de una cues­tión de comer­cio? Un dia­rio de Pekín repor­ta un hecho amplia­men­te olvi­da­do: cuan­do Chi­na soli­ci­tó por pri­me­ra vez conec­tar­se a Inter­net, en 1992, su pedi­do fue recha­za­do debi­do al peli­gro que repre­sen­ta­ba que esa gran nación asiá­ti­ca pudie­ra así «obte­ner infor­ma­cio­nes sobre Occi­den­te». Aho­ra, por el con­tra­rio, Hillary Clin­ton pro­cla­ma la «abso­lu­ta liber­tad» de Inter­net como un valor uni­ver­sal al que no se pue­de renun­ciar, a pesar de que –comen­ta el dia­rio chino– «el egoís­mo de Esta­dos Uni­dos sigue sien­do el mismo».

Qui­zás no se tra­ta sólo de comer­cio. Sobre ese tema, el sema­na­rio ale­mán Die Zeit pide acla­ra­cio­nes a James Bam­ford, uno de los más gran­des cono­ce­do­res de todo lo con­cer­nien­te a los ser­vi­cios secre­tos esta­dou­ni­den­ses. «Los chi­nos tam­bién temen que fir­mas ame­ri­ca­nas, como Goo­gle, sean en defi­ni­ti­va ins­tru­men­tos de los ser­vi­cios secre­tos ame­ri­ca­nos en terri­to­rio chino. ¿Es una acti­tud para­noi­ca?» «Para nada», res­pon­de inme­dia­ta­men­te el exper­to. Es inclu­so todo lo con­tra­rio, agre­ga James Bam­ford, «orga­ni­za­cio­nes e ins­ti­tu­cio­nes extran­je­ras [tam­bién] están sien­do pene­tra­das» por los ser­vi­cios secre­tos esta­dou­ni­den­ses, que dis­po­nen ade­más de la capa­ci­dad nece­sa­ria para inter­cep­tar las comu­ni­ca­cio­nes tele­fó­ni­cas en todas las regio­nes del mun­do y deben ser con­si­de­ra­dos como «los mayo­res hac­kers del mun­do». Hoy en día, afir­man dos perio­dis­tas ale­ma­nes, tam­bién en las pági­nas de Die Zeit, no hay duda de ello:

«Los gran­des gru­pos de Inter­net se han con­ver­ti­do en un ins­tru­men­to de la geo­po­lí­ti­ca de Esta­dos Uni­dos. Antes se nece­si­ta­ban arduas ope­ra­cio­nes secre­tas para apo­yar movi­mien­tos polí­ti­cos en paí­ses leja­nos. Aho­ra a menu­do bas­ta con un poco de téc­ni­ca de la comu­ni­ca­ción, uti­li­za­da des­de Occi­den­te […] El ser­vi­cio secre­to tec­no­ló­gi­co de Esta­dos Uni­dos, la Natio­nal Secu­rity Agency (NSA), está mon­tan­do una orga­ni­za­ción com­ple­ta­men­te nue­va para las gue­rras a tra­vés de Internet.»

Se impo­ne enton­ces una relec­tu­ra, a la luz de todo lo ante­rior, de varios acon­te­ci­mien­tos recien­tes de difí­cil expli­ca­ción. En 2009, san­grien­tos inci­den­tes se pro­du­je­ron en Urum­qi y en la región chi­na de Xin­jiang, don­de habi­ta­da prin­ci­pal­men­te por la etnia uigur. ¿Son la dis­cri­mi­na­ción y la opre­sión con­tra mino­rías étni­cas y reli­gio­sas la cau­sa de esos hechos? No pare­ce muy plau­si­ble, a juz­gar por lo que repor­ta la corres­pon­sal del dia­rio ita­liano La Stam­pa, des­de Pekín:

«Nume­ro­sos hans de Urum­qi se que­jan de los pri­vi­le­gios de que gozan los uigu­res. Estos últi­mos, de hecho, como mino­ría nacio­nal musul­ma­na, tie­nen […] con­di­cio­nes de tra­ba­jo y de vida mucho mejo­res que sus cole­gas hans. En una ofi­ci­na, un uigur está auto­ri­za­do a sus­pen­der su tra­ba­jo varias veces al día para hacer las 5 ple­ga­rias musul­ma­nas tra­di­cio­na­les del día […] Tam­bién pue­den no tra­ba­jar el vier­nes, día feria­do de los musul­ma­nes. Teó­ri­ca­men­te, ten­drían que recu­pe­rar [esa jor­na­da de tra­ba­jo] el domin­go. Pero el domin­go las ofi­ci­nas están en reali­dad desier­tas […] Otro pun­to dolo­ro­so para los hans, some­ti­dos a la dura polí­ti­ca de uni­fi­ca­ción fami­liar que impo­ne aún un solo hijo, es el hecho que los uigu­res pue­den tener 2 o 3 hijos. Como musul­ma­nes, tie­nen ade­más remu­ne­ra­cio­nes extras en sus sala­rios ya que, al no poder comer puer­co, tie­nen que con­su­mir car­ne de cor­de­ro que es más cara.»

Pare­ce enton­ces que las acu­sa­cio­nes de Occi­den­te, que afir­ma que el gobierno de Pekín está tra­tan­do de aca­bar con la iden­ti­dad nacio­nal y reli­gio­sa de los uigu­res son, por lo menos, uni­la­te­ra­les. ¿Qué sucede?

Refle­xio­ne­mos sobre la diná­mi­ca de esos inci­den­tes. En una ciu­dad cos­te­ra de Chi­na en la que, a pesar de las dife­ren­tes tra­di­cio­nes cul­tu­ra­les y reli­gio­sas pre­exis­ten­tes, los hans y los uigu­res tra­ba­jan jun­tos cir­cu­la de pron­to el rumor de que una mucha­cha han ha sido vio­la­da por obre­ros uigu­res. Como resul­ta­do, se pro­du­cen inci­den­tes en los que pier­den la vida 2 uigu­res. El rumor que pro­vo­có esta tra­ge­dia es fal­so. Pero se difun­de enton­ces un rumor aún más gra­ve y tam­bién más funes­to. Cir­cu­la en Inter­net una noti­cia según la cual, en la ciu­dad cos­te­ra de Chi­na, cien­tos de uigu­res murie­ron masa­cra­dos por los hans ante la indi­fe­ren­cia e inclu­so bajo la mira­da tole­ran­te de la poli­cía. Resul­ta­do: tumul­tos étni­cos se pro­du­cen en la región de Xin­jiang y pro­vo­can la muer­te de casi 200 per­so­nas, casi todas de la etnia han.

¿Esta­mos enton­ces ante una coin­ci­den­cia des­gra­cia­da y for­tui­ta de cir­cuns­tan­cias o la difu­sión de rumo­res fal­sos y ten­den­cio­sos bus­ca­ba el resul­ta­do que efec­ti­va­men­te se pro­du­jo pos­te­rior­men­te? Nos halla­mos en una situa­ción en la que ya se ha hecho impo­si­ble dis­tin­guir la ver­dad de la mani­pu­la­ción. Una fir­ma esta­dou­ni­den­se ha ela­bo­ra­do «pro­gra­mas [infor­má­ti­cos] que per­mi­ten que una per­so­na enfras­ca­da en una cam­pa­ña de des­in­for­ma­ción asu­ma simul­tá­nea­men­te has­ta 70 iden­ti­da­des (per­fi­les en redes socia­les, cuen­tas en foros, etc.) admi­nis­trán­do­las de for­ma para­le­la, todo ello sin que sea posi­ble des­cu­brir quién mane­ja los hilos de esa mario­ne­ta vir­tual». ¿Quién uti­li­za esos pro­gra­mas? No resul­ta difí­cil de adi­vi­nar. El cita­do dia­rio, para nada sos­pe­cho­so de anti­ame­ri­ca­nis­mo, pre­ci­sa que la empre­sa en cues­tión «pres­ta ser­vi­cios a diver­sas agen­cias guber­na­men­ta­les esta­dou­ni­den­ses, como la CIA y el Depar­ta­men­to de Defen­sa». La mani­pu­la­ción de las masas cele­bra su triun­fo mien­tras el idio­ma del Impe­rio y la neo­len­gua se hacen, en boca de Oba­ma, más dul­ces y sua­ves que nunca.

Vuel­ve enton­ces a la memo­ria el «expe­ri­men­to rea­li­za­do por la CIA» en el verano de 1951, aquel que pro­vo­có «una mis­te­rio­sa ráfa­ga de locu­ra colec­ti­va» en el «tran­qui­lo y pin­to­res­co pue­bli­to» fran­cés de Pont-Saint-Esprit. Y no nos que­da de nue­vo más reme­dio que plan­tear­nos la inte­rro­gan­te ini­cial: ¿La «locu­ra colec­ti­va» pue­de indu­cir­se úni­ca­men­te por vía far­ma­co­ló­gi­ca o bien pue­de ser hoy resul­ta­do tam­bién del uso de las «nue­vas tec­no­lo­gías» de la comu­ni­ca­ción de masas?

Lo ante­rior expli­ca el finan­cia­mien­to que Hillary Clin­ton y la admi­nis­tra­ción Oba­ma dedi­can a los nue­vos medios. Como hemos vis­to, la reali­dad de las «gue­rras en Inter­net» ya está sien­do reco­no­ci­da inclu­so por impor­tan­tes órga­nos de pren­sa occi­den­ta­les, sólo que en la jer­ga del Impe­rio y según la neo­len­gua la pro­mo­ción de las «gue­rras en Inter­net» se pre­sen­ta como la pro­mo­ción de la liber­tad, de la demo­cra­cia y la paz.

Pero los blan­cos de estas ope­ra­cio­nes no se que­dan cru­za­dos de bra­zos. Como en cual­quier gue­rra, los débi­les tra­tan de com­pen­sar su des­ven­ta­ja apren­dien­do de los más fuer­tes. Que a su vez se escan­da­li­zan cuan­do eso suce­de: «En Líbano, quie­nes con­tro­lan los news media y las redes socia­les no son las fuer­zas polí­ti­cas prooc­ci­den­ta­les que apo­yan el gobierno de Saad Hari­ri, sino los “Hez­bo­llah”». Esta afir­ma­ción deja entre­ver un sus­pi­ro: ¡Ah, que lin­do sería si, como en el caso de la bom­ba ató­mi­ca y de las armas (las de ver­dad) más sofis­ti­ca­das, las «nue­vas tec­no­lo­gías» y las nue­vas armas de infor­ma­ción y de des­in­for­ma­ción de masas estu­vie­ran úni­ca­men­te en manos de los paí­ses que impo­nen un inter­mi­na­ble mar­ti­rio al pue­blo pales­tino y de quie­nes qui­sie­ran seguir ejer­cien­do en el Medio Orien­te una dic­ta­du­ra terro­ris­ta! La reali­dad es –se lamen­ta Moi­sés Naim, direc­tor de Foreign Policy– que Esta­dos Uni­dos, Israel y Occi­den­te ya no tie­nen enfren­te a los «ciber­idio­tas de otros tiem­pos». Los opo­nen­tes de aho­ra «con­tra­ata­can con las mis­mas armas, hacen con­tra­in­for­ma­ción, enve­ne­nan los pozos», lo cual es una ver­da­de­ra tra­ge­dia, des­de el pun­to de vis­ta de los supues­tos cam­peo­nes del «plu­ra­lis­mo».

En la jer­ga del Impe­rio y según la neo­len­gua, el tími­do inten­to de crear un espa­cio alter­na­ti­vo al que la super­po­ten­cia úni­ca admi­nis­tra y some­te a su pro­pia hege­mo­nía es un «enve­ne­na­mien­to de los pozos».

Ane­xo agre­ga­do por la Red Voltaire
Sobre Face­book en Siria

Des­de el comien­zo de las mani­fes­ta­cio­nes en Deraa, apa­re­ció en Face­book una pági­na titu­la­da “Revo­lu­ción siria 2011”, eslo­gan publi­ci­ta­rio que ver­da­de­ros revo­lu­cio­na­rios jamás hubie­sen uti­li­za­do ya que pare­ce par­tir del prin­ci­pio que si no se triun­fa en 2011 se aca­bó la revo­lu­ción. En un solo día, esa pági­na con­ta­bi­li­zó 80 000 ami­gos, casi todos cuen­tas de Face­book crea­das el mis­mo día, lo cual es impo­si­ble… a no ser que los “ami­gos” sean cuen­tas vir­tua­les crea­das por pro­gra­mas informáticos.

Sobre el caso de Neda en Irán

Si se ana­li­za el video de la muer­te de la joven Neda pasán­do­lo en cáma­ra len­ta, pue­de com­pro­bar­se que, al caer, la mucha­cha tie­ne el refle­jo de amor­ti­guar su pro­pia caí­da con el bra­zo. Sin embar­go, cual­quier per­so­na alcan­za­da por un bala­zo –sobre todo en el pecho– pier­de los refle­jos. El cuer­po debe­ría caer como una masa. Pero no es así. Es impo­si­ble que la mucha­cha haya sido alcan­za­da por una bala en ese momen­to. Segun­dos des­pués, el video mues­tra el ros­tro de la mucha­cha. Y se ve lim­pio. Ella se pasa la mano sobre el ros­tro y es enton­ces cuan­do este se ve recu­bier­to de san­gre. Al agran­dar la ima­gen de la mano pue­de ver­se que ella escon­de un obje­to en la pal­ma de su mano y que ella mis­ma extien­de la san­gre sobre su ros­tro. Sus ami­gos se la lle­van enton­ces al hos­pi­tal y ella mue­re duran­te el trans­por­te. A su lle­ga­da al hos­pi­tal, se com­prue­ba que el dece­so se debe a una bala en el pecho. El dis­pa­ro sólo pue­den haber­lo hecho sus pro­pios “ami­gos” duran­te el transporte.
Refe­ren­cias bibliográficas
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