En primer lugar, queremos enviar un saludo a Arnaldo, Sonia, Miren y Arkaitz, compañeros y compañeras que serán juzgados a partir del día 27 de junio en la Audiencia Nacional española y que en la actualidad se encuentran encarcelados en diversas prisiones españolas.
La Izquierda Abertzale considera que este juicio es la respuesta de Madrid a la nueva fase política abierta en Euskal Herria. Una nueva fase política en cuyo desarrollo las personas que van a ser juzgadas tienen una gran responsabilidad y a la que han realizado una aportación política y teórica muy importante.
La Izquierda Abertzale sitúa en el PSOE la responsabilidad de seguir enrocado en la apuesta represiva, donde las detenciones, torturas y juicios masivos siguen siendo la receta ante un pueblo, el vasco, que reclama por activa y por pasiva un cambio de escenario y soluciones definitivas al conflicto.
El PSOE, de la mano de Rubalcaba y plegándose a las exigencias que la derecha más rancia de Europa le plantea, niega este nuevo escenario y pretende seguir levantando un muro de imposición y represión para hacerla inviable, tarea en la que está fracasando estrepitosamente, tal como ha quedado demostrado en las elecciones del 22 de mayo.
Estas 8 personas van a ser enjuiciados por defender un escenario democrático para este país, por defender la independencia y el socialismo como el proyecto que mejor representa la defensa de las necesidades políticas, sociales y culturales de este país, por defender y llevar a la practica la apuesta por vías exclusivamente políticas y democráticas, por defender, en definitiva, la nueva fase política abierta en este país que tanta ilusión y tanta adhesión popular ha recabado.
Desde la Izquierda Abertzale calificamos como extremadamente grave que a una semana de que cientos de miles de personas dieran un enorme espaldarazo en las urnas a la apuesta política de la Izquierda Abertzale, se ponga fecha para un juicio cuyo punto de partida fue una operación policial cuyo objetivo era precisamente evitar y cuanto menos condicionar el debate estratégico del que ha derivado la situación política actual.
Así mismo, este juicio se plantea en un contexto en el que decenas de instituciones, organizaciones políticas y sindicales de diferentes países y personalidades de referencia a nivel internacional han mostrado su apoyo de forma pública al escenario impulsado por la Izquierda Abertzale y otros agentes; apoyo que se extiende desde la Declaración de Bruselas a la Declaración del Foro de Sao Paulo.
Estamos, en todo caso, ante el enésimo juicio político donde tras las mayores aberraciones jurídicas pretenderán ocultar lo que no es más que el derecho a la libre defensa de las ideas políticas y a la libre organización política de los encausados, objetivo en el que también van a fracasar ante este pueblo y ante la comunidad internacional.
Tras la operación policial de octubre del 2009 la sociedad vasca salto como un resorte, ya que interpreto a la perfección la intencionalidad de dicha agresión. Aquellos días se dio una respuesta plural y masiva.
Del mismo modo, desde la Izquierda Abertzale entendemos que el 27 de junio se sientan en el banquillo unos representantes de la Izquierda Abertzale pero la causa y la futura sentencia van dirigidas no solo contra los que se sienten en el banquillo, sino contra todos aquellos que desde las formaciones políticas, sindicales y sociales de este país reivindican un cambio de escenario sin injerencias y sin vetos.
En consecuencia, la respuesta tiene que ser una respuesta con mayúsculas, con carácter de unidad, que represente al pueblo en marcha que exige cambios de calado y soluciones democráticas con urgencia, una respuesta del tamaño de la apuesta política en el que estamos inmersos y de la responsabilidad que hemos adquirido para llevar hasta el final la ocasión histórica que se nos brinda.
Un pueblo cada vez más unido y cada vez más movilizado en aras de materializar el cambio está respondiendo con una brillantez política sin precedentes a todos estos envites que representan la debilidad de un gobierno y del PSOE y de PP que no tienen proyecto político que ofrecer y se escudan en la fuerza para no recorrer el camino que este país les demanda: la aceptación de la libre decisión de los vascos y vascas, como pilar básico para la libre confrontación democrática de todos los proyectos.
Sigamos en esta senda y respondamos también como pueblo ante un juicio que no solo se sitúa fuera de la ecuación política de este país, sino que pretende alterarla.