Siria – ¿Qué hay detrás de las protestas?

En EE.UU. y alre­de­dor del mun­do la gen­te tie­ne amplia sim­pa­tía con las mani­fes­ta­cio­nes popu­la­res que se están desa­rro­llan­do en el Orien­te Medio. Sin embar­go, todos los levan­ta­mien­tos no son nece­sa­ria­men­te los mis­mos. Las pro­tes­tas con­tra los regí­me­nes clien­tes del Occi­den­te, como las de Egip­to y Túnez que tan seve­ra­men­te han opri­mi­do a los/​as trabajadores/​as, tie­nen el poten­cial de libe­rar al pue­blo de la aplas­tan­te pobre­za y repre­sión. Sin embar­go, la situa­ción en Libia y Siria son un tan­to diferente.

Estos gobier­nos, aun­que defec­tuo­sos, han sido blan­co de los esfuer­zos de des­es­ta­bi­li­za­ción de EE.UU. duran­te déca­das, ya que han toma­do posi­cio­nes inde­pen­dien­tes de Washing­ton. Las poten­cias occi­den­ta­les, enca­be­za­das por EE.UU., están tra­tan­do de apro­ve­char­se de la ola de pro­tes­tas en la región para inter­ve­nir en Libia y Siria a fin de hacer a estos paí­ses cau­ti­vos del colo­nia­lis­mo occi­den­tal y con­ver­tir a sus tra­ba­ja­do­res en jor­na­le­ros para el imperialismo.

Con­tras­te esto con Bah­réin y Yemen, paí­ses gober­na­dos por regí­me­nes clien­tes de EE.UU. que han esta­do alie­na­dos de la cla­se tra­ba­ja­do­ra que allí vive y tra­ba­ja. Estos regí­me­nes han dete­ni­do, tor­tu­ra­do y dis­pa­ra­do con­tra los/​as mani­fes­tan­tes. Sin embar­go, nin­guno de estos paí­ses han sido decla­ra­dos zona de exclu­sión aérea ni tam­po­co el gobierno ha sido obje­to de san­cio­nes. En Libia, sin embar­go, la «inter­ven­ción huma­ni­ta­ria» del Occi­den­te para «pro­te­ger a los civi­les» ha sig­ni­fi­ca­do seis sema­nas de bom­bar­deo que ha des­trui­do gran par­te de la infra­es­truc­tu­ra civil del país.

Aho­ra las mis­mas poten­cias occi­den­ta­les que están bom­bar­dean­do a Libia están ame­na­zan­do a Siria, el úni­co esta­do secu­lar inde­pen­dien­te en el mun­do ára­be. Tan­to EE.UU. como la Unión Eco­nó­mi­ca han impues­to san­cio­nes a los fun­cio­na­rios del gobierno sirio. ¿Por qué?

Por un lado, Washing­ton está tra­tan­do de rom­per la cre­cien­te alian­za estra­té­gi­ca entre Siria e Irán. Tam­bién está tra­tan­do de dete­ner el cru­cial apo­yo que Siria le da a Hiz­bo­lá en el Líbano y a Hamás en Cis­jor­da­nia. Para ello, el capi­tal finan­cie­ro esta­dou­ni­den­se bus­ca des­es­ta­bi­li­zar a Siria, des­truir su sobe­ra­nía y traer­lo de vuel­ta a la órbi­ta imperialista.

¿Quién pro­tes­ta en Siria?

Las demos­tra­cio­nes se lle­van a cabo con­tra el gobierno de Bashir Assad en Siria, que ha res­pon­di­do con fuer­za, al menos en algu­nas oca­sio­nes. Pero el carác­ter real de estas mani­fes­ta­cio­nes no está cla­ro. ¿Has­ta qué pun­to son mani­fes­ta­cio­nes popu­la­res ver­da­de­ras? ¿Cuál ha sido la res­pues­ta real del gober­nan­te Par­ti­do Ára­be Socia­lis­ta Baaz de Siria?

Está cla­ro el hecho de que el impe­ria­lis­mo esta­dou­ni­den­se está tra­tan­do de uti­li­zar estas pro­tes­tas para su pro­pio bene­fi­cio. Esto no tie­ne nada que ver con nin­gu­na de las deman­das plan­tea­das por los/​as trabajadores/​as sirios, quie­nes están sufrien­do de un plan de aus­te­ri­dad impues­to por el Fon­do Mone­ta­rio Inter­na­cio­nal en 2006. Michel Chos­su­dovsky escri­bió el 3 de mayo que entre las pro­tes­tas hay «una insu­rrec­ción orga­ni­za­da com­pues­ta por ban­das arma­das» que entró en la ciu­dad siria de Dara’a des­de Jor­da­nia. (Glo​bal​Re​search​.ca) Dara’a es don­de comen­za­ron las protestas.

Mien­tras tan­to, los medios de comu­ni­ca­ción esta­ta­les sirios no dicen mucho mien­tras que los medios cor­po­ra­ti­vos occi­den­ta­les así como Al Jazee­ra han sido acu­sa­dos de exa­ge­rar las pro­tes­tas y la repre­sión del gobierno sirio. Rusia Hoy del 30 de abril cita a un agen­te de via­jes que vive en Siria dicien­do que mani­fes­ta­cio­nes pro-Assad fue­ron cali­fi­ca­das como «con­tra-Assad» por Al Jazee­ra; las pro­tes­tas anti­gu­ber­na­men­ta­les repor­ta­das por Al Jazee­raReuters no suce­die­ron; y mon­ta­jes de vídeo de pro­tes­tas en otros paí­ses han sido atri­bui­das a Siria.

Mien­tras los artícu­los de pri­me­ra pla­na dan la impre­sión de que la mayo­ría del pue­blo sirio ha sali­do a las calles con­tra Assad, la mayo­ría de los exper­tos del esta­ble­ci­mien­to en el Medio Orien­te admi­te que el gobierno sirio está apo­ya­do por la mayo­ría del pueblo.

Nece­sa­ria la pers­pec­ti­va polí­ti­ca marxista

El capi­tal finan­cie­ro mun­dial y sus por­ta­vo­ces, los medios de comu­ni­ca­ción, pare­cen estar «pre­pa­ran­do una embos­ca­da» al gobierno sirio. Pero el impe­ria­lis­mo no es todo­po­de­ro­so. Pue­de ser com­ba­ti­do y derro­ta­do. ¿Qué es lo que podrían el gobierno sirio y el pue­blo toda­vía hacer para no dejar una puer­ta abier­ta a la inter­ven­ción de los Esta­dos Uni­dos? ¿Qué podría cerrar esta aper­tu­ra aho­ra? El Mar­xis­mo pro­por­cio­na las herra­mien­tas para res­pon­der a estas preguntas.

El tér­mino mar­xis­ta para el tipo de gobierno que exis­te en Siria es «nacio­na­lis­ta bur­gués». Esto tam­bién es cier­to sobre Libia, Irán e Irak antes de la inva­sión de Esta­dos Uni­dos. Son nacio­na­lis­tas por­que bus­can desa­rro­llar sus paí­ses libres de la domi­na­ción impe­ria­lis­ta. Son bur­gue­ses por­que están gober­na­dos por una cla­se explo­ta­do­ra de capi­ta­lis­tas. Los y las mar­xis­tas apo­ya­mos estos gobier­nos en su lucha con­tra el impe­ria­lis­mo por­que son mani­fes­ta­cio­nes de la libre deter­mi­na­ción del pue­blo opri­mi­do. Esto no sig­ni­fi­ca que los/​as mar­xis­tas apo­ye­mos todas las polí­ti­cas de estos gobiernos.

Los/​as mar­xis­tas tam­bién reco­no­ce­mos que estos regí­me­nes tie­nen un carác­ter dual. Los nacio­na­lis­tas bur­gue­ses inten­tan expul­sar a los impe­ria­lis­tas para poder explo­tar mejor a sus trabajadores/​as. Pero tie­nen un inte­rés común con los/​as trabajadores/​as cuan­do el impe­ria­lis­mo ame­na­za la sobe­ra­nía del país. Estos gobier­nos sin embar­go, no pue­den luchar con­se­cuen­te­men­te con­tra el impe­ria­lis­mo; sólo la cla­se obre­ra puede.

En el fren­te con Israel

¿Cómo esto ha fun­cio­na­do en Siria? Siria ha sido gober­na­da des­de 1966 por un gobierno secu­lar domi­na­do por el Par­ti­do Ára­be Socia­lis­ta Baaz. El actual jefe de esta­do es Bashir Assad. Siria es un «esta­do de pri­me­ra línea», fron­te­ri­zo con Israel. Este hecho afec­ta todos los aspec­tos de la his­to­ria de Siria y la ha con­ver­ti­do en un obje­to de cons­tan­te pre­sión impe­ria­lis­ta y sio­nis­ta, lo que une el des­tino del pue­blo sirio a la lucha palestina.

La nacio­na­li­za­ción de un oleo­duc­to esta­dou­ni­den­se por Siria pre­ci­pi­tó la gue­rra del 1967, cuan­do Israel ata­có y ocu­pó los Altos del Golán de Siria, la Cis­jor­da­nia pales­ti­na, la Fran­ja de Gaza y la Penín­su­la del Sinaí egip­cia. Los Altos del Golán des­de enton­ces han sido ane­xa­dos por Israel. Aun­que Siria aho­ra desem­pe­ña un papel regio­nal pro­gre­sis­ta, no siem­pre fue así. En 1976, el gobierno sirio inter­vino al lado de los fas­cis­tas del Líbano, que esta­ban arma­dos por Israel, en la gue­rra civil del Líbano con­tra una alian­za revo­lu­cio­na­ria de Pales­ti­na y el Líbano. Los capi­ta­lis­tas sirios temían que un Líbano revo­lu­cio­na­rio podría resul­tar en su derro­ca­mien­to por los tra­ba­ja­do­res sirios.

Sin embar­go, la pre­sión ince­san­te de EE.UU e Israel, y el recha­zo de devol­ver las Altu­ras del Golán a Siria han alte­ra­do la posi­ción de sus líde­res a una pos­tu­ra anti-impe­ria­lis­ta. El rol que desem­pe­ñan hoy en día como alia­do de Irán, de Hiz­bo­lá en el Líbano y de Hamás en Gaza, es cru­cial para dete­ner la agre­sión israe­lí y esta­dou­ni­den­se en la región.

Cri­sis capi­ta­lis­ta des­es­ta­bi­li­za esta­dos independientes

Como otros gobier­nos nacio­na­lis­tas bur­gue­ses, Siria no ha roto con el mer­ca­do capi­ta­lis­ta mun­dial, ni tie­ne la inten­ción de hacer­lo. En cam­bio, bus­ca un mejor tra­to en ese mer­ca­do, el cual está total­men­te domi­na­do por los ban­cos del Oes­te. Duran­te cri­sis eco­nó­mi­cas, los gobier­nos nacio­na­lis­tas como el de Siria, están for­za­dos por Wall Street a hacer con­ce­sio­nes eco­nó­mi­cas que ata­can a los/​as trabajadores/​as y esti­mu­lan el cre­ci­mien­to de una éli­te pro-impe­ria­lis­ta, «la bur­gue­sía com­pra­do­ra». Esto soca­va la inde­pen­den­cia del gobierno al impe­ria­lis­mo mien­tras lo aís­la de los/​as trabajadores/​as.

En el 2006 Siria adop­tó un plan del FMI que impo­nía medi­das de aus­te­ri­dad, la con­ge­la­ción de suel­dos, la aper­tu­ra de la eco­no­mía para los ban­cos extran­je­ros y la pri­va­ti­za­ción de indus­trias con­tro­la­das por el gobierno. Los impe­ria­lis­tas saben esto.

Escri­bió el New York Times el 30 de abril, «El esta­do sirio sumi­nis­tra­ba elec­tri­ci­dad a todas las pobla­cio­nes, pero… ya no pue­de per­mi­tir­se el gas­to del con­tra­to social para cubrir las nece­si­da­des de su pue­blo». «Los crí­ti­cos del régi­men dicen que la libe­ra­li­za­ción eco­nó­mi­ca ha bene­fi­cia­do a un gru­po éli­te de hom­bres de nego­cio como Rami Makh­louf, el pri­mo materno del Sr. Assad quien con­tro­la una par­te sig­ni­fi­ca­ti­va de la eco­no­mía, inclu­yen­do Siria­Tel, la ope­ra­do­ra de la red móvil del país». (Finan­cial Times, 26 de abril) Según el repor­te del NY Times, Makh­louf, un blan­co de la disi­den­cia, se ha con­ver­ti­do en sím­bo­lo del «capi­ta­lis­mo de com­pin­ches, hacien­do a los/​as pobres más pobres y a los ricos conec­ta­dos, fan­tás­ti­ca­men­te ricos».

El gobierno sirio podría pro­te­ger­se de la des­es­ta­bi­li­za­ción impe­ria­lis­ta revir­tien­do este ata­que eco­nó­mi­co con­tra los/​as trabajadores/​as, cuyo apo­yo cons­ti­tu­ye la mejor for­ta­le­za de Siria. Las medi­das podrían incluir la reti­ra­da de la libe­ra­li­za­ción de la eco­no­mía impi­dien­do la pene­tra­ción del capi­tal extran­je­ro; la res­tau­ra­ción del con­trol esta­tal de la elec­tri­ci­dad, las comu­ni­ca­cio­nes y otras indus­trias cla­ves; la prio­ri­dad a la pro­duc­ción de ali­men­tos, y la res­tau­ra­ción de las subvenciones.

Estas medi­das gana­rían a esos ele­men­tos de la pobla­ción que están mani­fes­tán­do­se en las calles, res­tau­ra­ría su con­fian­za en el gobierno, y ase­gu­ra­ría que no hubie­ra espa­cio fér­til para la des­es­ta­bi­li­za­ción imperialista.

A la mis­ma vez, los/​as trabajadores/​as y pro­gre­sis­tas aquí deben opo­ner­se a la inter­ven­ción esta­dou­ni­den­se en Siria en todas las for­mas posi­bles. Si los impe­ria­lis­tas recu­pe­ran el con­trol total en Siria, sería lo peor para todos los pue­blos opri­mi­dos en el Medio Orien­te y tam­bién para la cla­se tra­ba­ja­do­ra y el pue­blo opri­mi­do aquí en este país.

Joy­ce Chediac
www​.wor​kers​.org

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