Egip­to, un nue­vo juga­dor que esta cam­bian­do el Medio Oriente

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Con la diso­lu­ción del gobierno cola­bo­ra­cio­nis­ta del dic­ta­dor Hos­ni Muba­rak apo­ya­do por Esta­dos Uni­dos, Egip­to se mue­ve pro­gre­si­va­men­te a asu­mir el papel de un nue­vo juga­dor que esta cam­bian­do las reglas de jue­go en el Medio Oriente.

El país está expe­ri­men­tan­do una ola sin pre­ce­den­tes de levan­ta­mien­tos popu­la­res en con­tra de los títe­res de los Esta­dos Uni­dos e Israel.

Como uno de los paí­ses ára­be más pobla­do, Egip­to estu­vo de acuer­do en reco­no­cer ofi­cial­men­te a Israel en 1978 a cam­bio de un pago anual de EE.UU. de USD dos mil millo­nes. Esto hizo que Egip­to fue­ra la pri­mer nación ára­be en reco­no­cer el régi­men israelí.

Los docu­men­tos his­tó­ri­cos reve­lan que, tras unos 18 meses de secre­tas e inten­sas nego­cia­cio­nes entre los Esta­dos Uni­dos, Israel y Egip­to en Camp David, el gobierno de El Cai­ro acep­to una tre­gua con Tel Aviv des­pués de 30 años de hos­ti­li­dad des­de la Gue­rra Ára­be-Israe­lí 1948, que tem­po­ral­men­te fue con­clui­da con los Acuer­dos de Armis­ti­cio de 1949.

Según la Enci­clo­pe­dia con­ti­nuo polí­ti­ca de Orien­te Medio, «La nor­ma­li­za­ción de las rela­cio­nes [entre Israel y Egip­to] entró en vigor en enero de 1980. Se inter­cam­bia­ron emba­ja­do­res en febre­ro. Las leyes de boi­cot fue­ron dero­ga­das por la Asam­blea Nacio­nal de Egip­to, el mis­mo mes, y algu­nos rubros del comer­cio empe­za­ron a desa­rro­llar­se, aun­que menos de lo que Israel había espe­ra­do. En mar­zo de 1980 se inau­gu­ra­ron los vue­los de las aero­lí­neas regu­la­res . Egip­to tam­bién comen­zó a pro­veer a Israel de petró­leo crudo «.

Des­de enton­ces, Egip­to logró man­te­ner estre­chos víncu­los con el régi­men israe­lí, a pesar de la ira y la frus­tra­ción de las nacio­nes ára­bes como el Líbano, Siria y Jor­da­nia. Como resul­ta­do de su trai­cio­ne­ra coope­ra­ción con Israel, Egip­to fue sus­pen­di­do de la Liga Ára­be en 1979, sin embar­go, recu­pe­ró la per­te­nen­cia a la orga­ni­za­ción diez años más tarde.

Un eru­di­to esta­dou­ni­den­se, escri­tor y pro­fe­sor de cien­cias polí­ti­cas en la Uni­ver­si­dad de Vir­gi­nia escri­bió en su libro «El Medio Orien­te: diez años des­pués de Camp David», que «muchas de las nacio­nes ára­bes cul­pa­ron a Egip­to por no pre­sio­nar sufi­cien­te­men­te a Israel para hacer fren­te al pro­ble­ma de los pales­ti­nos de una mane­ra que sea satis­fac­to­ria para ellos. Siria tam­bién infor­mó a Egip­to que no se recon­ci­lia­ría con la nación, a menos que aban­do­ne el acuer­do de paz con Israel. »

El tra­ta­do de paz entre Israel y Egip­to pre­pa­ró el terreno para que otros esta­dos ára­bes pue­dan nor­ma­li­zar sus lazos con el régi­men sio­nis­ta. El rey Hus­sein de Jor­da­nia, que en el momen­to de la cele­bra­ción de los Acuer­dos de Camp David había afir­ma­do que no iba a hacer la paz con Israel has­ta que las deman­das de todo el mun­do ára­be se cum­plan, cayó en la tram­pa de la recon­ci­lia­ción con Tel Aviv y fir­mó en 1994 un Tra­ta­do de Paz con Israel, con el enton­ces pri­mer minis­tro israe­lí, Yitzhak Rabin.

Las rela­cio­nes entre Israel y Egip­to fue­ron for­ta­le­ci­das y enri­que­ci­das con la lle­ga­da del pre­si­den­te Hos­ni Muba­rak, que asu­mió el car­go el 14 de octu­bre de 1981. Muba­rak ha nego­cia­do la apro­ba­ción de un tra­ta­do de paz dura­de­ra con el régi­men israe­lí en 2002 en la Cum­bre de la Liga Ára­be en Bei­rut, que fue pro­pues­to por el enton­ces prín­ci­pe here­de­ro el rey Abdu­llah de Ara­bia Saudita.

Esta ini­cia­ti­va de paz fue apro­ba­da nue­va­men­te duran­te la cum­bre de 2007 en Riad. Esta ini­cia­ti­va de paz fue re-apro­ba­do duran­te la Cum­bre de 2007 Riad. La ini­cia­ti­va ofre­ció la ple­na nor­ma­li­za­ción de las rela­cio­nes de los paí­ses ára­bes con Israel a cam­bio de la reti­ra­da de Israel de los terri­to­rios ocu­pa­dos. Esta ini­cia­ti­va de paz era tan trai­cio­ne­ra y ver­gon­zo­sa, que muchos comen­ta­ris­tas polí­ti­cos aún creen que fue la des­gra­cia y la igno­mi­nia de Hos­ni Mubarak.

Sin embar­go, con el derro­ca­mien­to de Hos­ni Muba­rak, y la ter­mi­na­ción de su auto­cra­cia de 30 años, las ecua­cio­nes del Medio Orien­te pare­cen estar avan­zan­do hacia una trans­for­ma­ción drástica.

Aho­ra, inclu­so los fun­cio­na­rios israe­líes y los medios de comu­ni­ca­ción israe­lí con­si­de­ran que el pue­blo egip­cio los con­si­de­ra como el enemi­go núme­ro 1 de su país. De acuer­do con un infor­me del «Yedioth Ahro­not» publi­ca­do el 6 de enero de 2011, el 92% de los encues­ta­dos que par­ti­ci­pa­ron en una encues­ta nacio­nal en Egip­to con­si­de­ra que Israel es un enemi­go de su país, mien­tras que sólo una mino­ría infi­ni­te­si­mal de un 2 por cien­to con­si­de­ró a Israel como un enemi­go de la nación.

Escri­bien­do en un comen­ta­rio de New York Times, el escri­tor ame­ri­cano Tho­mas Fried­man decla­ró que los levan­ta­mien­tos ára­bes están al bor­de de ter­mi­nar con la era » de la ven­ta al por mayor del Medio Orien­te» para comen­zar la era » de la ven­ta al por menor de Medio Orien­te, » lo que indi­ca que todos los par­ti­dos aho­ra tie­nen que pagar un mayor pre­cio para dis­fru­tar de la estabilidad..

Según Fried­man, la fase post-Muba­rak, hará que Israel ten­drá que afron­tar la era » de la ven­ta al por menor de Medio Orien­te, con el fin de lograr la paz con 85 millo­nes de egip­cios. «En la últi­ma épo­ca, una sola lla­ma­da tele­fó­ni­ca por par­te de Israel a Muba­rak podría des­ac­ti­var cual­quier cri­sis en las rela­cio­nes, pero ter­mi­nó esa épo­ca», escribió.

Aho­ra con la expul­sión de Hos­ni Muba­rak, que ha ser­vi­do duran­te mucho tiem­po a los intere­ses del régi­men sio­nis­ta en Medio Orien­te y habia juga­do el papel de repre­sen­tan­te de Israel en el mun­do ára­be, los israe­líes saben muy bien que han per­di­do a su alia­do estra­té­gi­co en el Medio Orien­te y esta seria­men­te en peli­gro su futu­ro político.

En un artícu­lo titu­la­do «Sin Egip­to, Israel se que­da sin ami­gos en Medio Orien­te», Aluf Benn escri­bió que Israel ha per­di­do todos sus alia­dos estra­té­gi­cos en Medio Orien­te y está al bor­de de un gra­ve ais­la­mien­to. «El poder ago­ni­zan­te del gobierno del pre­si­den­te egip­cio, Hos­ni Muba­rak deja a Israel en un esta­do de angus­tia estra­té­gi­ca, sin Muba­rak, Israel se que­da con casi nin­gún ami­go en el Medio Orien­te;. el año pasa­do, Israel vio colap­sar su alian­za con Turquía.»

El escri­tor israe­lí ha con­fe­sa­do expre­si­va­men­te que su país no tie­ne nin­gún ami­go de con­fian­za en el mun­do y con la ola de des­per­tar islá­mi­co en la región, será empu­ja­do hacia un mayor ais­la­mien­to inter­na­cio­nal. «A par­tir de aho­ra, será difí­cil para Israel con­fiar en un gobierno egip­cio des­ga­rra­do por luchas inter­nas. El cre­cien­te ais­la­mien­to de Israel en la región, jun­to con un debi­li­ta­mien­to de los Esta­dos Uni­dos, obli­ga­rá al Gobierno a juz­gar sobre posi­bles nue­vos aliados.»

Y todo se pue­de resu­mir en lo que el pro­fe­sor Jonathan Cook escri­bió en su nue­vo artícu­lo titu­la­do «Egip­to e Israel en direc­ción a la cri­sis. Cook cree que con la cele­bra­ción de un acuer­do de uni­dad entre los dos riva­les polí­ti­cos de Pales­ti­na, Hamas y Al Fatah y la apa­ri­ción de un nue­vo gobierno en El Cai­ro, la segu­ri­dad de Israel y su exis­ten­cia se verá ame­na­za­da gravemente.

«Varios otros acon­te­ci­mien­tos se han suma­do a las preo­cu­pa­cio­nes de Israel sobre sus rela­cio­nes con Egip­to, inclui­das las seña­les de que El Cai­ro espe­ra reanu­dar los lazos con Irán y rene­go­ciar un con­tra­to a lar­go pla­zo para sumi­nis­tro de gas natu­ral a Israel», escri­bió el pro­fe­sor Cook.

«Más preo­cu­pan­te aún para los fun­cio­na­rios israe­líes se infor­mó que tie­ne pre­vis­to por las auto­ri­da­des egip­cias a abrir el cru­ce de Rafah en Gaza, cerra­dos duran­te los últi­mos cua­tro años como par­te de un blo­queo res­pal­da­do por Occi­den­te del encla­ve dise­ña­do para debi­li­tar a Hamas, el gru­po islá­mi­co domi­nan­te allí», añadió.

Aho­ra los enfu­re­ci­dos mani­fes­tan­tes egip­cios, han jura­do no dejar las calles de El Cai­ro has­ta el esta­ble­ci­mien­to de un gobierno demo­crá­ti­ca­men­te ele­gi­do, que­man con valor la ban­de­ra del régi­men Sio­nis­ta y exi­gen el cie­rre de la emba­ja­da israe­lí en El Cairo.

Tenien­do en cuen­ta estos acon­te­ci­mien­tos, no es una exa­ge­ra­ción decir que el Egip­to libe­ra­do aho­ra va a desem­pe­ñar un papel deci­si­vo en los nue­vos cam­bios del Medio Oriente.

TV /​PI

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