Vene­zue­la-Pais Vas­co- JM Alvarez

“Si lo aga­rro soy malo y si no lo aga­rro tam­bién soy malo”. Esa sig­ni­fi­ca­ti­va fra­se, rela­cio­na­da con el caso Pérez Bece­rra, del man­da­ta­rio Hugo Chá­vez pone de mani­fies­to en toda su dimen­sión, la fra­gi­li­dad del pro­ce­so vene­zo­lano. Se tra­ta de una decla­ra­ción de impo­ten­cia, deri­va­da de la debi­li­dad del movi­mien­to revo­lu­cio­na­rio mun­dial y de una espe­ran­za que se mue­ve a tran­cas y barran­cas, ante la cons­tan­te ame­na­za imperialista.

Com­pren­de­mos la indig­na­ción y con­fu­sión ante lo suce­di­do, de los revo­lu­cio­na­rios lati­no­ame­ri­ca­nos ubi­ca­dos en la peri­fe­ria del Sis­te­ma pero que, al menos, mani­fies­tan cla­ra­men­te que para alcan­zar el poder es nece­sa­ria la lucha polí­ti­co-mili­tar. Ellos son hones­tos; sin embar­go algu­nos (he dicho algu­nos) que viven en el cen­tro del Sis­te­ma, debe­rían cerrar su boca.

Noso­tros hemos mani­fes­ta­do aquí en varias oca­sio­nes que no cree­mos posi­ble alcan­zar el socia­lis­mo y la revo­lu­ción con­ci­lian­do cla­ses. Y no lo deci­mos por­que sí, sino por­que la pro­pia cla­se bur­gue­sa ame­na­za­da es la que uti­li­za la vio­len­cia para no sol­tar el poder. Nos lo ha demos­tra­do infi­ni­tas veces.

En ese sen­ti­do, resul­tan bochor­no­sas las acti­tu­des de algu­nos (refor­mis­tas aquí y super­re­vo­lu­cio­na­rios en Vene­zue­la) que con­si­de­ran bueno para el País Vas­co lo que es malo en Vene­zue­la, esto es, uti­li­zar las herra­mien­tas de la bur­gue­sía para alcan­zar un país sobe­rano y socia­lis­ta, ilu­sio­nan­do así a su gen­te pero no expli­cán­do­les cómo cam­bia­rían la Cons­ti­tu­ción espa­ño­la que nie­ga la posi­bi­li­dad de inde­pen­den­cia de cual­quier nación del Estado.

Esos for­man par­te de aque­llos que le inter­pe­lan a Chá­vez en públi­co, por qué extra­di­ta a los refu­gia­dos vas­cos a Espa­ña. Les pro­pon­go, ya que son tan valien­tes con el débil, que se pre­sen­ten en cual­quier con­fe­ren­cia del pre­si­den­te espa­ñol y le pre­gun­ten por qué se tor­tu­ra y humi­lla a los pre­sos polí­ti­cos, y, ya pues­tos, tam­bién que ellos con­si­de­ran a los pre­sos de ETA como pri­sio­ne­ros de gue­rra; pero allí, en la boca del lobo, y no con bata y pan­tu­flas (yo no podría hacer­lo: no soy superrevolucionario).

Pre­gun­tar públi­ca­men­te a Chá­vez es muy fácil (ya saben: peri­fe­ria y cen­tro) pero hacer lo pro­pio con Zapa­te­ro o Rubal­ca­ba, ami­go mío, eso ya es otro can­tar. http://​jmal​va​rez​blog​.blogs​pot​.com/

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